Dokidoki Renai – Capítulo 25: La tercera rueda, el caballero y la princesa (2)


El segundo domingo de marzo. Acompañando a Mitsuki que quería hacer algunos ajustes finales antes de la competición empiece, fuimos a la piscina interior de Izumo Gakuen por la mañana.

Pero dado que Mitsuki aseguraba que era embarazoso ser observada durante la práctica así que ¡no puedes mirar!, silenciosamente me escondí en las sombras y la miré. Como un pervertido. Bueno es mi culpa por ir en contra de su deseo.

Con su cuerpo vestido con el bañador negro de competición con líneas rosas, Mitsuki se sumergió en el agua brillante. Cortando la superficie del agua, ella con gracia y suavidad avanzaba justo como una muñeca.

Así que no era una mentira que ella tenía interés en la natación. Incluso alguien como yo que no está familiarizado con la natación puede decir que sus brazadas son hermosas.

—La natación de Sakurai-san es sin duda rápida, pero también bella.

Takayanagi que aparentemente emergió del vestuario de hombres, se cruzó de brazos y suavemente vigilaba el nado de Mitsuki.

Él también vestía un bañador negro hasta la rodilla de competición con líneas azules. Un hermoso cuerpo flexible con músculos tensos.

Sin imaginarlo ni en sus sueños más salvajes que la estábamos observando, Mitsuki salió de la piscina después de nadar 50 metros, tomando aliento. Me pregunto cuánto poder deriva de tan pequeño y esbelto cuerpo.

—Esto le hace a uno pensar que Mitsuki realmente ama nadar. Mira, incluso ahora ella está sonriendo mucho.

—Tienes razón. Ella nada muy libremente. No lo haría si la natación no fuera así.

De nuevo, Mitsuki se sumergió en la piscina.

Zambulléndose en el agua de una hermosa forma, ella símplemente contorsiona su cuerpo y  sencillamente dividió el agua en dos.

Takayanagi vagamente miró la figura de Mitsuki. Esos vacíos ojos azules, como si añorara ese nado libre de Mitsuki, parecían estar mirando algo más allá de ella.

—Quiero ver a Takayanagi-senpai nadar también. He oído de Mitsuki pero, has ganado premios en varias ocasiones. Apuesto que eres rápido.

¿Se deslizará él a través del agua como Mitsuki con sus músculos flexibles? O tal vez, en disonancia con su aspecto, ¿nada vigorosamente como si cortara el agua?

Kyu, Takayanagi apretó sus puños con fuerza, y puso una cara como si medio estuviera riendo, medio estuviera a punto de llorar.

— ¿Senpai…?

—Eso es cierto. Soy rápido.

—Ah, diciendo eso tú mismo.

Como si su cara de ahora fuera una mentira, para Takayanagi que habló con confianza con cara indiferente, le respondí con palabras como burlándome de él.

—Ciertamente soy rápido… pero, muy pronto dejaré la natación… Este, es realmente el último.

—Este es realmente el último, pero, ¿no son todavía las preliminares entre institutos? Senpai es el as del club de natación lo sabes.

Aquí le haremos frente al verano y sus correspondientes competiciones, que una competición de práctica sea la última es un gran desperdicio.

Takayanagi es suficientemente competente. No hay forma de que esté bien que su vida como nadador termine en semejante lugar.

Más aún esa expresión de Takayanagi, es obvio a simple vista que realmente no quiere dejar el club de natación.

—Incluso si mi natación es rápida, incluso si soy el as, hay veces en que uno no tiene otra opción más que salir.

Esto de nuevo.

Pienso que dijo algo parecido antes, con respecto al matrimonio con Madoka.

No es como si planeará decir —Si te rindes ahora, el partido termina ahí, ¿lo sabes? — algo como eso, y si Takayanagi pretende renunciar a su vida por Madoka realmente no me importa.

Sin embargo. Escogiendo la solución de abandonar así, ¿cómo es Madoka? Más bien, creo que Madoka es despreciable.

Sin embargo si él elige a Madoka, ¿realmente piensa que eso es bueno?

— ¿Madoka…?

— ¿Eh? ¿Madoka-san?

Reaccionando a las palabras de Takayanagi, seguí su línea de visión.

El destino de su mirada era la belleza de piel blanca con el cabello del color de la miel y ojos translúcidos como bolas de cristal, Yukinoshita Madoka y la adorable chica como un animal pequeño dueña de grandes ojos negros y pequeños labios rojos, Sakurai Mitsuki quien estaba de pie al lado de la piscina.

Estaba dentro de mis espectativas que si su amado Takayanagi participaba en esta competición, Madoka estaría aquí como si fuera natural. Aunque no pensé que aparecería tan pronto.

Dado que no puedo entrar de ninguna forma, decidí observar la situación de las dos. Afortunadamente o desafortunadamente, ellas no deberían ser capaces de vernos desde allí.

—Parece que te estás divirtiendo mucho huh.

Abruptamente abriendo la conversación con una línea de villana y claramente buscando pelea, me siento ligeramente tocado ante el modelo de villana.

Desde hace mucho tiempo, he sido del tipo que siente que apoya a los personajes rivales o villanos en los mangas shoujo, así que no pensé tan mal de Madoka. Tampoco quiero realmente pensar mal de ella.

Pero si parece que ella vaya a hacerle algo cruel a Mitsuki, no podré pasarlo por alto.

Sorprendida, Mitsuki ladeó su cabeza mientras se encaraba con Madoka.

—Yo, aborrezco a las mujeres como tu que derraman sus encantos en cualquiera, y piensan que ellos escucharán lo que digan mientras pongan una cara ligeramente linda.

Encantada de conocerte soy la villana, con una sonrisa de cero absoluto ella mira hacia abajo a Mitsuki, mientras suelta esas palabras.

Pensé que estaría más enfadado, pero cuando juega el papel de villana hasta esta extensión, al contrario me siento refrescado. Después de todo no hay villanos en tres dimensiones que representen a un villano así.

—Um…

Mitsuki vaciló con una expresión preocupada. Sus cejas se pusieron como el kanji ハ y se movió inquieta.

Mirando su cara, no parece que le moleste pero si llega a eso tendré que detenerla.

—No te acerques a Yasuchika ni Junya. Sal del club de natación también. Es inquietante cuando alguien como tú está por aquí.

—No puedo hacer eso. No entré al club de natación para llevarme bien con Takayanagi-senpai o Kaichou-san. Entré porque amo nadar y quiero nadar. Ese es el por qué no es algo que pueda dejar cuando Madoka-san me lo diga.

Mi corazón se estremeció viendo un lado de la cara de Mitsuki que sostiene un fuerte deseo diferente de lo usual. Y antes de que me diera cuenta, con el color de su cara claramente cambiado Madoka se acercó un paso a Mitsuki.

—Si tú no te vas, ¡Yasuchika tendrá que irse! ¿¡Estás diciendo que eso está bien!?

Antes de que pudiera siquiera pensar que iba a hacer, Madoka empujó el hombro de Mitsuki con toda su fuerza. Parece que Mitsuki no podía resistir el repentino movimiento.

Habiendo perdido su equilibrio, Mitsuki se hundió de espaldas en la piscina. No hubo ni siquiera tiempo de soltar una exclamación.

Cuando Mitsuki cayó a la piscina con un sonido de splash, fuí finalmente capaz de liberar mi voz.

— ¡Mitsuki!

Olvidando que estaba escondido, corrí hacia la piscina y salté sin dudar.

Cogiendo el brazo de Mitsuki quien se hundió en el agua sin haberse preparado por la caída, la atraje hacia mi pecho, abrazándola la llevé hacia la superficie. La cara de Mitsuki emergió del agua y después de toser, respiró hondo.

Habiéndola escudriñado hasta ahí, finalmente me sentí aliviado y la tensión dejo mis hombros.

—Mako, chan… Gracias…

En los intervalos entre toses, con una débil respiración me agradeció, haciendo que mi corazón tiemble.

A pesar de lo que le han hecho, sin miedo ni enfado, Mitsuki sonrió dulcemente. Sólo una persona de corazón ridículamente blando sería capaz de sonreír en un momento como este.

— ¿Estás herida?

—Ehehe, mi pie puede que se haya torcido un poco. Duele, no creo que pueda ponerme de pie sin la ayuda de Mako-chan.

Mitsuki se rió frívolamente, pero tal vez su pie torcido es doloroso, frunció el ceño un momento.

Poniéndola al lado de la piscina, mirando su tobillo derecho hay una hinchazón roja. Con su pie así, ni mencionar la competición de hoy, probablemente no pueda nadar por unas pocas semanas.

Mitsuki quien nada tan hermosamente y tan suavemente, Mitsuki quien adora tanto nadar, por culpa de Madoka que la empujó con su razón irracional, se ha vuelto así que ella no puede nadar.

No puedo enfadarme aquí. Perdiendo mis sentidos aquí, gritando y blandiendo violencia es lo que un idiota haría. Sí, lo que un idiota haría. Sé eso pero era incapaz de deshacerme de mi enfado.

—Mado…

Justo cuando levanté mi cabeza, ¡smack!, el claro sonido resonó por la piscina interior.

— ¿Yasu, chika…?

Lo primero que entró en mi vista fue Madoka sosteniendo su mejilla izquierda roja, mirando impresionada a Takayanagi. Ante ella estaba Takayanagi, mordiendo sus labios en un intento de suprimir su rabia.

— ¡Qué estás haciendo! Tú, ¿¡sabes a quien acabas de golpear!?

—Lo sé. Madoka, discúlpate. Discúlpate con Sakurai-san.

Hacia Madoka quien gritaba histérica, Takayanagi se dirigió a ella con voz bastante suave, como si le estuviera advirtiendo.

Pero los labios de Madoka temblaron como si estuviera a punto de llorar, y agarró el brazo de Takayanagi fuertemente.

—No estoy equivocada. Porque, Yasuchika….

—Te juré que dejaría el club de natación, no. Con esto deberías haber estado convencida. Y todavía, ¿de qué va esto? Porque la empujaste, Sakurai-kun se ha lesionado, y ahora no puede participar en la competición. ¿Cómo planeas tomar responsabilidad por esto?

— ¡Yasuchika es un idiota! ¿Por qué soy la única a la que no miras? ¡Aunque las únicas personas importantes que tengo sois tú y Junya! A pesar de que prometimos que los 3 estaríamos siempre juntos.

Madoka miró a Yasuchika de nuevo. Pero la rabia de Yasuchika no disminuyó.

Esa era probablemente la primera vez que Madoka era regañada por Yasuchika. Sus hombros temblaron al principio, y dio varios pasos atrás. Pero era por naturaleza una cabeza dura. Miró atrás antes de irse.

—No necesito a alguien como Yasuchika nunca más.

Corriendo, Madoka dejó la piscina.

Era incapaz de seguir los eventos y vagamente miré el intercambio de los dos mientras todavía estaba sumergido en la piscina, pero cuando Takayanagi dijo lo que yo quería decir, la rabia que tenía hacia Madoka realmente se calmó.

Más importante, ¿no se ha convertido en una situación terrible? ¿Qué acción tomará Madoka, quien ha perdido el apoyo de su corazón, Takayanagi? Puedo imaginar el objetivo de su ira siendo dirigido de nuevo contra Mitsuki.

♦ ♦ ♦

Pero no creo que ayudará incluso si Takayanagi fuera tras ella.

—… Sakurai-kun, ¿irás tras Madoka? Es embarazosa cuando soy el único quien le ha dicho todo eso a ella, pero no sé qué hará cuando la sangre corre por su cabeza. Por supuesto no te estoy forzando pero….

—Entendido. Senpai, por favor cuida de Mitsuki.

—Por supuesto. Por favor déjame a Sakurai-san a mí.

Asintiendo una vez a las palabras de Takayanagi, salí tras Madoka trotando.

No tengo idea de a dónde corrió, pero originalmente tiene una débil constitución y no debería tener mucha estamina, así que seguramente no esté muy lejos.

¿Qué debería decirle a Madoka cuando la atrape? Ya que el enfado hacia ella por empujar a Mitsuki se ha ido por las palabras de Takayanagi,  la rabia se ha calmado bastante. así que debería ser capaz de hablar con compostura.

♦ ♦ ♦

Bueno no tengo más opción que hacerlo.

De una forma o de otra, tengo que decir algo hábil, y obtener una promesa de ella de que no haga cosas crueles a Mitsuki nunca más.

Es sólo mi interior hablando, pero tengo la sensación de que Madoka no es una persona desagradable. Aunque, quizás también soy de corazón blando, hasta el punto de no tener derecho de llamar a Mitsuki blanda de corazón.

♥ ❤ ♥

Una respuesta en “Dokidoki Renai – Capítulo 25: La tercera rueda, el caballero y la princesa (2)”

  1. Que tipa , su egoísmo es extremo no entiendo como la soportan, deberían ser más firmes con ella, eso de sólo aspirar a depender de sólo dos persona es lamentable, el mundo es tan grande y hay tanto por ver 🙁

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