Herscherik – Capítulo 6: Cara sonriente, pena y perro negro (1)

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya


Herscherik creció con cada cambio de estaciones, desde primavera hasta el verano, y ahora en otoño.

Ha pasado casi medio año desde que Herscherik había decidido escabullirse a la ciudad del castillo. En la tarde, cuando no tenía programado estudios, esgrima o entrenamiento en equitación, tomar el camino secreto para salir se convirtió en su rutina del día.

— ¡Muchas gracias!

Herscherik le entregó al cliente una bolsa de papel, que contenía una fruta parecida a una pera, con una dulce sonrisa.

—En los días en que el pequeño Ryouko está aquí, aumentan el número de clientes y las ventas; eres muy servicial. —La dueña de la tienda de frutas, Luisa, dijo de buen humor. Las ventas de hoy ya habían superado con creces las del día anterior.

— ¡Hey, cariño!

Luisa llamó a un hombre gigante, que parecía dos veces más alto y cuatro veces más ancho que ella. También tenía una barba, haciéndolo parecer más un leñador que un vendedor de frutas, y parecía que todos estaban de acuerdo.

El hombre no respondió a las palabras de Luisa mientras llevaba una caja de frutas. Miró a Herscherik, pero inmediatamente desvió la mirada y volvió a su trabajo.

Al igual que la bella y la bestia…

—Cariño, eres tan antisocial. El pequeño Ryouko, que está aquí, ha sido de gran ayuda, así que da las gracias, ¿quieres?

Ante las palabras de Luisa, una vez más miró al niño, pero en silencio miró hacia otro lado y comenzó a limpiar delicadamente la fruta con un paño. Por alguna razón, su apariencia por detrás parecía linda.

—En serio, eres tan tímido.

Herscherik no pudo averiguar dónde y cómo lucía como alguien avergonzado, pero se convenció a sí mismo de que probablemente se debía a las interacciones llenas de amor entre esta pareja casada.

—Lo que me recuerda, pequeño Ryouko, ¿estás bien? Nos estás ayudando mucho, ¿pero tus padres no dicen nada?

—Mi madre falleció cuando nací, y como mi padre siempre está ocupado, solo lo veo de vez en cuando, por lo que no es un problema.

Les dijo la verdad, pero los dos adultos todavía tenían caras incómodas. Aunque para ser justos, el marido siempre tenía el ceño fruncido de todos modos. Como resultado, Herscherik no pudo captar muy bien las sutilezas de este cambio de expresión, pero pudo sentir que el ánimo no era bueno y, en estado de pánico, decidió decir algo rápidamente: —Pero mi padre dijo que está bien que yo haga lo que quiero, ¡así que está bien!

Huh, sus ojos me miran como si fuera un niño aún más lamentable…

A pesar de que Herscherik solo estaba hablando de sus propias circunstancias, en algún lugar entre lo que dijo, parecía que había cavado su propia tumba.

Herscherik estaba preocupado por el estado de ánimo actual, por lo que ofreció la fruta de pera frente a él. Cuando Herscherik levantó la vista, el marido miró al niño, aceptó tímidamente la fruta y regresó a su trabajo.

—Lo siento por traer un tema tan insensible. Ya casi es hora de que vuelvas, ¿verdad? ¿Vendrás a jugar mañana?

Herscherik miró hacia el cielo. Antes de darse cuenta, la puesta de sol se ha extendido por el horizonte. Aunque se había concentrado en ayudar, también existía el hecho de que la puesta del sol era mucho más temprana debido a que era invierno, como en el Japón de su anterior mundo.

Sobre este tema, también se siente como que el clima se parece al de Japón.

Mientras pensaba así, Herscherik miró su reloj de bolsillo. Era mucho más tarde de lo que esperaba. Recientemente, estar aquí era tan divertido que involuntariamente terminó quedándose demasiado tiempo.

—Me iré a casa. ¡Vendré aquí otra vez mañana!

Herscherik se apresuró a prepararse para su viaje de regreso. De repente, Luisa aplaudió como si acabara de recordar algo.

—Últimamente, hay gente que no he visto por aquí… tal vez sea gente del campo. De todos modos, están aumentando en número. Y parece que hay algún problema entre ellos y la Patrulla. Como el orden público se ha vuelto malo, ten cuidado al regresar, ¿de acuerdo? Si no te importa, puedo dejar que mi esposo te acompañe de regreso.

A sus palabras, su marido se puso de pie con lentitud. Parecía que estaba listo para escoltarlo, pero por mucho que Herscherik estuviera agradecido por su cuidado, sería demasiado molesto.

—Estoy bien. Tendré cuidado en mi camino de regreso. ¡Y gracias por la fruta!

Herscherik dijo mientras hacía una rápida reverencia al marido que se había levantado. Luego salió corriendo de la tienda. Luisa observó su figura desde atrás hasta que ya no pudo verla.

—Hoy también fue divertido.

Ella y su esposo todavía no tenían hijos. Como no podían permitirse el lujo de mantener uno, ella se había negado. Sin embargo, desde que apareció ese joven que se hacía llamar Ryouko, la pareja casada se volvió un poco más brillante y sentía que quería tener un hijo.

El país en este momento no estaba en una buena situación. El rey era parcial con sus aristócratas, y esos aristócratas y funcionarios del gobierno operaban sólo para sus propios beneficios. Incluso los funcionarios del gobierno inferior estaban ignorando las necesidades de los ciudadanos.

Este era un país en el que era difícil vivir para un miembro del público en general. No obstante, la razón por la que todavía no se habían ido de este país era que preferían quedarse en este país cuya seguridad y estabilidad persistían, en lugar de reiniciar desde cero en un país extranjero. Además, la capital imperial era mucho mejor que el campo. El sustento de uno se vuelve más severo cuanto más lejos está de la capital imperial.

Tanto Luisa como su marido odiaban a esos aristócratas y funcionarios del gobierno. Los impuestos que aumentaban día tras día redujeron sus gastos de vida; no podrían vender nada a menos que bajen el precio; sin embargo, sí reducen el precio de venta, su nivel de vida se volvería tenso. Y a pesar de que pagan sus impuestos, no es como si sus vidas hubiesen mejorado.

Los ciudadanos creían que era debido a la negligencia de todos y cada uno de los que se aferran al centro del gobierno. De vez en cuando, aparecía un aristócrata, vestido con trajes llamativos y no estaba ni un poco preocupado por los problemas de sus ciudadanos.

Pero ese niño parece algo diferente, mmm…

Ryouko surgió en la mente de Luisa.

Era un chico joven con el pelo liso, rubio y sedoso; ojos verdes que te hicieron pensar en una temporada de primavera suave, y rasgos que se parecen a una chica de aspecto saludable con piel blanca. Sus palabras eran ambiciosas para su edad, y tan pronto como se diera cuenta de que había dicho algo parecido a un adulto, actuaría encantado con algo infantil y se zambulliría de cabeza con curiosidad en las cosas que no conocía.

Su atuendo y modales son excelentes, lo que me hace preguntarme de quién es hijo…

Sería una decepción si creciera para ser como los otros aristócratas en el futuro, caminando como si fueran los dueños del lugar. Pero, no parecía que se convertiría en alguien así. En cambio, tenía algún tipo de esperanza de que él haría algo que cambiaría a los aristócratas por personas como ella.

—Hey, voy a cerrar la tienda.

—Ok~ay.

Parece que incluso a su marido no sociable le gustaba Ryouko.

Luisa lo sabía. Su esposo había comprado en secreto un osito de peluche con la esperanza de dárselo a Ryouko, que lo había confundido con una niña de alguna manera, pero al descubrirlo más tarde se preocupó, —Dar un animal de peluche a un niño es… —Y al final no se lo dio.

Ella se enamoró de la “brecha” de cómo su rostro aterrador puede cambiar a uno lindo, y terminó casándose con él.

¿Debo hornear algunos dulces o algo mañana?~

Ryouko definitivamente estaría muy feliz por eso. Su rostro sonriente apareció en sus pensamientos, y la propia cara de Luisa se convirtió en una sonrisa. Su esposo no sociable lanzó una mirada de preocupación a Luisa, y notando esto, rápidamente comenzó a limpiar.

♦♦♦ 

Al día siguiente, la pareja casada abrió su puesto de frutas como de costumbre, pero cuando llegó el momento en que Ryouko… no, Herscherik solía aparecer, no lo hizo.

—Esto es realmente raro, cariño.

A pesar de que esta era la hora habitual, Herscherik no apareció. Luisa se quitó la ropa de la tienda para esperar afuera y mirar en la dirección en la que generalmente venía.

Los dulces horneados que seguramente lo harían feliz estaban en la parte de atrás de la tienda, y cuando sus ojos se posaron en ellos, dejó escapar un suspiro.

—Aunque ese niño nunca ha roto una promesa ni una vez…

Inquieta, Luisa inconscientemente comenzó a murmurar para sí misma.

Ese chico mencionaría si no iba a venir, y los días en que podría ser un problema, le diría, “Mañana puede ser un poco difícil…”

La forma en que lo declaró ayer significaba que definitivamente vendría.

Incluso las arrugas de la frente de su esposo eran más numerosas que lo habitual. Ciertamente no fue porque estaba enojado; él estaba preocupado.

—Me pregunto si será mejor si consultara con los patrulleros….

Pero, ¿qué debería decir? “El niño aristocrático que siempre viene para ayudar no vino hoy”. ¿Algo así?

Luisa imaginó varias situaciones en su cabeza y disminuyó su confianza.

No es bueno. No creo que vayan a hacerme caso…

*Bump* Se giró y vio que su marido ya había comenzado a alejarse, con una mirada que decía que estaba listo para matar a alguien en este momento.

— ¡Espera cariño! ¿¡A dónde vas!?

—A la oficina de patrulla.

— ¡Si vas así, serás arrestado!

¡Esa es la cara de un asesino o un secuestrador! Luisa agregó pero solo en sus pensamientos. Si ella lo dijera en voz alta, seguramente lo lastimaría. Se aferró al corpulento brazo de su marido mientras él intentaba alejarse.

—Hm, ¿qué pasa?

Luisa, quien estaba conteniendo desesperadamente a su esposo, se detuvo de repente y se giró para buscar la voz. Los ojos del marido también estaban en la fuente de la pregunta.

Un joven de unos 20 años estaba parado ahí.

Su altura era aproximadamente la de su marido, pero tenía un físico más pequeño y su figura parecía flexible.

El joven dejaba una gran impresión con su brillante cabello negro y sus oscuros ojos color rubí que harían que el corazón de cualquier mujer de su edad aletee. Se paró frente a la tienda e inclinó la cabeza hacia el costado, mirando a la pareja nerviosa.

—Ahora que lo pienso, el chico rubio que a veces está en la tienda no está aquí, eh. ¿Ocurrió algo?

—Sí, es un poco preocupante….

Luisa fue atraída por la mirada preocupada del hombre y abrió la boca.

—Aunque dijo que vendría hoy, no llegó en su horario habitual… Estoy preocupada ya que, recientemente, el orden público en esta área ha empeorado y todo.

—…Eso es de hecho… preocupante.

—Sí, realmente lo es. Solo espero que no haya pasado nada malo…

El joven compró varias frutas mientras daba las respuestas apropiadas a las palabras de Luisa, y luego desapareció en la calle.

Cuando Luisa volvió a presionar a su marido, un pensamiento apareció repentinamente en su cabeza.

Hum, supongo que sabía que el pequeño Ryouko era un niño, eh.

Si ese joven apuesto hubiera acudido previamente a la tienda, definitivamente habría dejado una impresión en Luisa. Sin embargo, esta fue la primera vez que lo vió.

Pero cuando regresó a contener desesperadamente a su esposo para que no fuese a la Oficina de la Patrulla, se olvidó por completo de su pregunta y del joven.

◆◆◆ 

Una vez que dejó la frutería, se mezcló con la multitud y desapareció naturalmente en un callejón sin crear un solo sonido.

Si hubiera un humano que lo estuviera observando, entonces podrían haber cuestionado esa acción demasiado natural y, a la inversa, espeluznante, pero no había nadie que lo notara.

Cuando entró en el callejón de atrás, arrojó las frutas que acaba de comprar a un mendigo que estaba en cuclillas.

El niño estaba a punto de agradecerle, pero cuando vio la cara del hombre, dejó escapar un pequeño grito y huyó.

La expresión del hombre era completamente opuesta a lo que le mostró a Luisa; este era de frialdad y enojo.

Es extraño.

El joven era el espía trabajador a sueldo, a quien Herscherik llamaba Kuro. Recordó los acontecimientos cuando se infiltró en el castillo ayer. Estaba inusualmente ocupado, especialmente en dirección al palacio interior.

Los caballeros y los soldados iban y venían a toda prisa, por lo que se dio por vencido al terminar su trabajo ayer.

Y ahora, el niño no se presentó a la tienda a la que se escabullía regularmente. Basado en todo lo que ha sucedido hasta ahora, solo existía una respuesta con la mayor posibilidad.

El hombre frunció el ceño y comenzó a correr.

Su destino era un lugar que todos los de la clandestinidad conocen: “El agente de información”.

El costo a pagar de este agente de información fue mayor que en otros lugares. Sin embargo, todos sabían que la información intercambiada era igual en valor al gran costo.

Lo que le vino a la mente a Kuro mientras corría, era la cara sonriente del extraño Príncipe Rubio.

El príncipe que, cada vez que se encontraban, tenía una expresión claramente poco infantil y actuaba de una manera no característica de la realeza. Kuro aún no sabía que, para encontrarse con el chico, se había estado poniendo excusas para infiltrarse en el peligroso castillo.

Para Kuro, sus trabajos eran por dinero, y los aristócratas que desperdiciarían su dinero eran una buena presa, aunque también eran una existencia odiosa. Cuando uno trabajaba en la clandestinidad, veía su oscuridad, independientemente de si quería o no.

Pero Kuro no sintió una sola onza de oscuridad en ese príncipe.

Cada vez que estaba cerca del niño, Kuro se sentía extrañamente cómodo, y le resultaría algo difícil salir. Ni siquiera podía rechazar cualquier pregunta o petición del chico. Kuro se dejó llevar por el sentimiento creado cuando se encontró con él por primera vez: disfrute.

Si la razón de la actual desaparición del Príncipe era por el camino secreto que Kuro le había mostrado, no sabía si después podría soportar tanto remordimiento.

Antes de que se diera cuenta, el ritmo de Kuro se aceleró hasta que estuvo corriendo como el viento.

Todo lo que quería, era ver la cara sonriente del Príncipe y sentirse a gusto.

♥ ❤ ♥

7 respuestas a “Herscherik – Capítulo 6: Cara sonriente, pena y perro negro (1)”

  1. Wow me encantó esta novela, parece simple al principio y predicible pero cuanto más te adentras en la historia, te muestra el transfondo que existe en esa sociedad… Espero que sigan traduciéndola por fa!! Espero que al principe no le pase nada malo T.T

  2. ¿Está abandonado?
    Por favor no, ésta historia es genial, el protagonista no es todopoderoso desde el principio si no que se desarrolla junto a otros personajes, la trama es suave y deja un regusto de ansiedad y espectativas.
    Por favor continúenla.

  3. Esto ya es mala suerte, la primera vez escribí un comentario y no cargo. Luego lo volví a escribir y se me borro todo el texto ;n;

    El punto es, Kuro es un amor y me preocupa que esta novela no se siga traduciendo.
    Esta novela a sido genial, el drama en especial me a gustado, y donde otras protagonistas se van al extremo de algo (genios, excepcionales en la espada o hasta muy ignorantes) Hersche mantiene un equilibrio en todo, y eso me encanta.
    Gracias por tan buenos capítulos y una traducción tan buena.

  4. Awww Kuro es un amor~
    Lo malo es que este es el último capítulo traducido, el otro comentario marca el 28 de abril eso significa que este trabajo es abandonado… Tal vez estoy sobre actuando porque estamos a últimos de Junio pero estos trabajos se actualizan de quincenales a mensuales no?

    Gracias por traducir tantos capítulos, la historia me encantó. Es mucho menos forzada y dramática que otras. Osea este drama es del puro y bueno, hay otros de reencarnadas exageradas que me cansan.

    😘🥰😊

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