Herscherik – Vol. 2 – Capítulo 7 (3): Fiesta, Príncipe de las Rosas y Trampa

Traducido por Zacc

Editado por Sakuya


Fueron conducidos a una hermosa habitación llena de muebles bordados con oro, adornos de animales disecados y grandes y ostentosas piezas de arte abstracto colgadas en la chimenea. Herscherik entró con Marcus y se molestó al ver el interior. Si bien había estado constantemente rodeado de artículos de primera clase en el castillo real, esta habitación parecía innecesariamente cara y una completa pérdida de dinero. Aun así, el mobiliario de su cuarto estaba hecho de los más finos materiales, por lo que probablemente se encontraba varios niveles por encima de este.

En realidad, no sabía el precio exacto de los objetos en el palacio exterior del castillo real. Había solicitado que los muebles de su habitación actual fueran “simples y prácticos”, y fueron preparados como tales por la persona a cargo del mantenimiento del palacio exterior.

La primera vez que entró, quedó satisfecho con la relajante combinación de elegantes colores, pero Kuro se sorprendió cuando revisó la habitación para asegurarse de que no hubieran plantado algo extraño. Herscherik definitivamente notó su reacción y le preguntó a su mayordomo principal, quien titubeó un momento antes de hablar.

—Este mobiliario es bastante caro. —le había respondido.

—¡¿Qué?!

El príncipe había mirado alrededor del cuarto. Sin importar cuánto los mirara, solo se parecían a las piezas simples que vendían las masivas tiendas minoristas.

—Esta mesa, por ejemplo, tiene una construcción simple, pero se utilizó madera de alta calidad y se puede observar el trabajo del mejor artesano del país. He escuchado decir que necesitas esperar cinco años solo para reservar un pedido para su trabajo. Me pregunto cuántas monedas de oro se gastaron en esto. Y este sofá…

—Kuro, lo lamento, pero si escucho algo más no seré capaz de utilizar ninguno de estos muebles.

Herscherik se deprimió debido al uso excesivo de los impuestos del pueblo. Pero al mismo tiempo, sintió que sería un desperdicio no usar los artículos que ya habían sido preparados para él. Al principio, tenía mucho cuidado al manipular cualquier cosa, pero ahora los usaba con normalidad.

De regreso al presente, el príncipe miró a su hermano mayor sentado a su lado en el excesivamente llamativo sofá. Marcus parecía estar muy animado mientras tarareaba. Herscherik había estado preocupado, pero al ver cómo actuaba, pensó que seguramente estaba bien. En ese momento, también se dio cuenta de forma repentina que era la primera vez que pasaba tanto tiempo con su hermano.

Desde su reencarnación hasta ahora, se había reunido con su padre a menudo, pero solamente saludaba a sus hermanos de paso. Encima de eso, toda su atención generalmente estaba en sus propios asuntos. Miró nuevamente hacia su hermano y sus ojos se encontraron. Al darse cuenta de que había sido descubierto, se sintió un poco avergonzado y trató de disimularlo con una risa incómoda, cuando notó que todavía no le había agradecido.

—Hermano Marcus, muchas gracias por todo.

El primer príncipe le sonrió de vuelta, pero a diferencia de la sonrisa que les mostró a las damas de antes, esta parecía más genuina.

—No hay necesidad de formalidades, solo Mark está bien. Además, no hay problema, quería ayudar de algún modo.

Parecía un poco solitario al terminar de hablar, así que Herscherik inclinó la cabeza. Asumió que debía estar relacionado con Orán, quien no se encontraba en la habitación en este momento.

—Hace dos años… no pude hacer nada.

Es por eso que, para él, la petición de Herscherik fue como un bote salvavidas.

♦️ ♦️ ♦️

Regresemos una semana antes de que el grupo asistiera a la fiesta para tender la trampa.

En el cuarto del séptimo príncipe en el palacio exterior, Orán miró con los ojos muy abiertos los documentos que Kuro había copiado. Esto se debió a que había un nombre que reconoció en la lista de funcionarios, se trataba de un aristócrata que había muerto por una enfermedad hace dos años en el mismo período de tiempo en que la droga repentinamente dejó de circular.

El hombre había saludado a su prometida varias veces en diferentes reuniones, dejando una impresión en Orán. Herscherik inmediatamente le ordenó a Kuro que investigara todo lo que rodeaba al aristócrata, poco después la investigación reveló que este tenía una gran deuda que se pagó rápidamente.

—No hay duda, él fue quien filtró la información y vendió la droga a un precio considerable. Los otros miembros de la Oficina de Finanzas, que parecían haber participado en el trato, tenían circunstancias similares y también fallecieron. El negocio de quien recibía la información ya había desaparecido.

El incidente y la droga definitivamente estaban conectados. Sin embargo, todo rastro sobre esto debió ser eliminado intencionalmente; una sospecha causó que el príncipe frunciera el ceño.

—Pero, todos murieron, si ya no están más en este mundo, entonces, ¿quién está vendiendo la droga ahora?

Herscherik asintió hacia Orán, su pregunta estaba justificada, pero ya tenía una suposición

—Kuro, ¿el registro que pedí?

—Aquí. —contestó presentándole otro documento.

Era una lista con el nombre de los participantes de cada reunión en la capital imperial desde el verano hasta la primavera de hace dos años… desde fiestas nocturnas hasta fiestas de té.

—¿Cómo reuniste esto?

Kuro simplemente se burló disimuladamente del estupefacto Orán. Herscherik también estaba a punto de preguntar cuando recordó que este hombre era un ex espía y alguien que se había hecho un nombre en el bajo mundo. Recopilar esta clase de información debería ser trivial para él.

El joven príncipe comenzó a escribir en el registro con plumas de diferentes colores. Primero marcó los nombres de los funcionarios que sacaron la droga. A continuación, usó un color diferente para marcar con un círculo otros nombres en la lista.

—Aquellos que murieron misteriosamente hace dos años y quienes estaban relacionados con la filtración de información sobre la droga… todos asistieron a ciertas reuniones… el nombre de tu prometida también aparece.

En otras palabras, había una alta probabilidad de que la prometida de Orán y las personas conectadas con la filtración de información fueran al mismo lugar. Al escuchar las palabras de Herscherik, el caballero hizo una mueca.

—Estuve con ella en esos lugares… nunca vi nada parecido a ella comprando algo.

—Pero, no es como si la hubieras estado vigilando constantemente. También es probable que en ese tiempo hubiera cómplices presentes.

Lo más seguro es que se asegurara de no comprar las drogas delante de su prometido y existe la posibilidad de que hubiera varios vendedores. 

Este comentario lo silenció, ya que era cierto que no la estaba observando todo el tiempo.

—Lo siguiente sería el registro de participantes en las reuniones recientes, aproximadamente en el momento del resurgimiento de la droga y el registro de muertes alrededor de ese tiempo, específicamente por enfermedades o accidentes.

Con estos documentos, incluso Orán entendió lo que estaba pasando.

—¿Significa que las reuniones son puntos de intercambio como hace dos años?

—Creo que hay una probabilidad bastante alta.

En primer lugar, la droga solo estaba circulando entre las personas acaudaladas y los aristócratas, pero este hecho también confundía al príncipe, el grupo pudo vender estas drogas a los ciudadanos normales usando métodos clandestinos, aun así, su objetivo seguía siendo la clase alta. Si bien la gente común conocía los rumores, prácticamente ninguno de ellos consumía la droga. Cuando Kuro fue a verificar esto, también confirmó que la droga era demasiado cara para que ellos la obtuvieran.

—La droga está dirigida a los nobles y ricos…

Es más, eran aristócratas preocupados por su reputación. No querrían que la noticia de su muerte por consumo de drogas se filtrara al público. También sería malo si la Oficina de Patrullaje continuara su investigación y descubriera el uso de drogas. Puede que haya presión de los altos mandos, pero Herscherik supuso que también podría deberse a los deseos de las víctimas y sus familias, lo que provocó que se convirtiera en una investigación tan descuidada. Incluso la familia de la prometida de Orán escribió públicamente que su única hija había muerto de una enfermedad a pesar de su demacrado estado, y el caso se había entregado a las autoridades locales.

—Si el precio es lo suficientemente alto, incluso la venta de una pequeña cantidad produciría suficiente dinero. De esa manera, podrían pagar fácilmente su deuda.

La droga ya no circulaba porque el funcionario del gobierno, quien vendía la droga, había fallecido, supuestamente de una enfermedad. Sin embargo, todavía no estaba claro si esto era cierto. Y desde el principio, todos los involucrados en la circulación de la droga habían desaparecido… como si todo estuviera planeado. Era difícil de imaginar que la persona que reinició la circulación de la droga estuviera trabajando sin un motivo en concreto.

Pero… ¿por qué dejar una brecha de dos años?

La peor de las posibilidades pasó por la mente de Herscherik, pero rápidamente negó con la cabeza y apartó el pensamiento. Tenía que resolver el problema frente a él. Comparó los nombres de las víctimas que aparecieron en el registro. Luego, buscó entre los nombres de todas las personas que habían participado en las reuniones sociales a las que asistieron las víctimas.

—¡Este chico! —escupió amargamente Orán.

Al ver claramente la ira de su caballero, Herscherik preguntó.

—¿Lo conoces?

—Era un amigo que seguía acercándose a ella.

El nombre al que se refería pertenecía a un aristócrata al que una vez había considerado su amigo. Pertenecía al Departamento de Artes Liberales que se componía enteramente por nobles y se relacionaba bien con Orán, quien era del Departamento de Caballeros de la Academia… o al menos eso es lo que creía.

Su nombre era Ignatz Navy, un aristócrata de bajo rango que sobresalía en sus estudios y con quien era divertido hablar. Orán confiaba en él, le presentó a su prometida y pasaba tiempo con él como un amigo.

No obstante, la confianza que tenía hacia este hombre, fue aplastada y dispersada en el momento en que leyó la verdad que su prometida había escrito en su diario.

A pesar de enterarse de que este hombre la había acorralado, no pudo hacerle nada porque solo se había acercado a ella; no había cometido ningún delito. Parecía más como si quisiera causar un escándalo y ensuciar su nombre, pero, de nuevo, eso era solo una suposición.

Él… a ella…

Oran agarró por reflejo el mango de su espada. Quería hacer trizas a ese hombre de inmediato. Sintiendo las emociones de su caballero Herscherik negó con la cabeza.

—Orán, no. Solo es una conjetura, aún no tenemos pruebas.

—¡Pero…!

—Lo sé, pero sin pruebas no se puede declarar como un crimen.

—¡Entonces qué debería hacer!

El príncipe suspiró en respuesta a los gritos de su caballero.

Sorprendentemente Orán es bastante temperamental… No, eso no es correcto.

Herscherik miró profundamente dentro de sí mismo e inmediatamente se retractó de su declaración.

Cualquier persona, a la que le hayan arrebatado injustamente a un ser amado, actuaría así.

Orán era bastante competente para cortar sus emociones y manejarlas con calma en cualquier situación. De otra forma jamás se hubiera podido convertir en el caballero personal de Herscherik mientras aún le guardaba rencor a la familia real. Pero, cuando se trataba de su fallecida prometida, su habilidad para tomar decisiones se veía drásticamente reducida. Perder a la persona que amas simplemente deja una herida demasiado grande.

Justo como Orán acababa de mencionar, no podían dejar que esto continuara. Necesitaban hacer algo y Herscherik tampoco tenía la intención de permitir que estas personas hicieran lo que quisieran.

—Si no hay evidencia, entonces solo tenemos que hacerla. —murmuró mientras reía disimuladamente con una sonrisa diabólica.

—Qué quieres decir con… ¿La vamos a fabricar?

—No hay necesidad.

El príncipe ignoró la pregunta de Kuro y apoyó la barbilla en su mano. Tenía un plan. Si consiguiera que estos dos hicieran el trabajo preliminar, podría ser útil.

—Pero, creo que todavía nos faltan actores…

Sentía que no funcionaría muy bien si se usaba a sí mismo como carnada par el plan. Al contrario, había cierta probabilidad de que el objetivo pensara que no valía la pena.

—¿Qué debería hacer?… ¡Ah!

Una persona que podría ser adecuada apareció repentinamente en su mente. Pero preguntarle sería una gran apuesta. Después de todo, había una alta posibilidad de que viera a través de… o incluso destruyera su cuidadosamente construida imagen de un inocente niño de cinco años.

Herscherik entendía perfectamente lo anormal que era. Por dentro era una mujer en sus treintas, pero por fuera, tan solo tenía cinco años. Si este niño repentinamente dijera e hiciera cosas más allá de su edad, ¿qué pasaría? Si él mismo veía a alguien así, probablemente lo enviaría a un asilo. Es por eso que cada vez que interactuaba con su familia u otras personas, interpretaba al joven e inocente príncipe de cinco años, asegurándose de que lo subestimaran. Como tal, casi nadie conocía su verdadera naturaleza.

Pero…

El pequeño miró a Orán mientras pensaba. Para poder resolver este caso y ayudar a su caballero de cabello naranja, no tenía más remedio que seguir con este plan.

—Supongo que es tiempo de aceptar mi destino. —murmuró con un suspiro mientras se levantaba.

Tarde en la noche, un invitado se apresuró hacia una habitación del palacio exterior del Reino de Greysis para ver al primer príncipe. Puesto que Marcus se encontraba trabajando con el ejército, el único tiempo que tenía para sí mismo era entre su cena tardía y el momento en que se iba a la cama. Mientras disfrutaba de un libro recostado en el sofá, un sirviente llegó a su cuarto y anunció que un visitante había llegado repentinamente.

—¿Herscherik? —preguntó apartando la vista de su libro e inclinando la cabeza.

Al mirar el reloj, vio que ya era casi medianoche y, honestamente, estaba sorprendido de que el príncipe más joven estuviera despierto a esta hora. Aparte de eso, esta era la primera vez que el chico había venido a su habitación.

Cuando Herscherik entró, Marcus notó que el aire infantil que siempre lo rodeaba había desaparecido. Confirmando que su criado se había ido después de servir un poco de té, miró al pequeño príncipe frente a él.

Me pregunto qué ha pasado.

El chico lo miraba como si tratara de encontrar las palabras adecuadas. El aura tranquila que siempre lo rodeaba había cambiado por completo.

Espera. ¿Puede ser sobre esa vez?

Marcus recordó que su hermano menor tenía un grave malentendido sobre él. ¿Podría ser que esta reunión fuera sobre eso? Un sudor frío comenzó a cubrir su frente. Mientras tanto, Herscherik endureció sus nervios y miró fijamente a Marcus, aparentemente sin notar su extraño estado.

—Hermano Marcus, tengo que pedirte un favor. Por favor, ayúdame.

—¿Ayudarte con qué?

Preguntó al chico que lucía diferente de lo normal. Había notado el cambio en su comportamiento, pero decidió ignorarlo por el momento y escuchar lo que tenía que decir.

Herscherik reveló todo lo que habían descubierto sobre el caso de las drogas y por qué necesitaba de su ayuda para resolverlo. Parecía ser una conspiración tan simple que solo este niño de cinco años podía descubrirlo, pero Marcus se dio cuenta de que no era una broma. Así de bien pensado y lógico sonaba. Sería más ridículo dudar de esta explicación tan exacta.

—En realidad, quería resolverlo yo mismo, pero… —murmuró mordiéndose el labio. —Sería imposible para mí hacerlo solo.

Marcus entendió a que se refería. Se necesitaría una comida tentadora como cebo para atraer a su objetivo hacia la trampa. En este caso, el príncipe más joven y con menor rango no tendría mucho atractivo, es por eso que acudió a él, el primer príncipe.

—Entiendo. —Respondió asintiendo.

Al convertirse en el cebo podría pagar por los errores de hace dos años, además, como el primer príncipe, estaba en una posición donde tenía muchas más responsabilidades. Como el más pequeño, Herscherik sabía que no había forma de que su hermano mayor no lo ayudara cuando él estaba trabajando tan duro, por lo que sonrió ampliamente ante su respuesta. Esta era la primera vez que Marcus había visto una expresión tan genuina en el rostro de su hermano menor.

Además, si este caso puede solucionarse, también podré arreglar eso.

Finalmente podría calmar la angustia que había estado empujando al fondo de su mente desde hace dos años.

♦️ ♦️ ♦️

—En ese caso, por favor llámame Hersche, hermano Mark. —rió el pequeño príncipe para después mirar hacia la puerta.

Marcus siguió su ejemplo y también dirigió su mirada hacia esta.

—Hersche, es hora del show… No permitiremos que escape. —Declaró el joven con una encantadora sonrisa en su rostro.

7 respuestas a “Herscherik – Vol. 2 – Capítulo 7 (3): Fiesta, Príncipe de las Rosas y Trampa”

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