¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 9: Para soportar el arrepentemiento

Traducido por Devany

Editado por Shiro


Unos brillantes ojos dorados, que iban a juego con su cabellera, ahora atada, observaron con intensidad la escena. Su simple presencia era capaz de dejar a todos sin aliento.

En cuanto captaron la llegada del príncipe, las señoritas involucradas lo observaron terriblemente asustadas, a simple vista se podía ver cuántas ganas tenían de escapar lo antes posible de aquel lugar. Dicha vista le recordaba en demasía su vida pasada.

Todos tenemos una persona a la cual admiramos, aquellas jóvenes no eran la excepción. Sin embargo, ¿qué hacer cuando la persona a la que más admiras te encuentra en este tipo de situación?

Violette entendía perfectamente sus sentimientos.

Como mujer que admiró al príncipe Klaude, su sentir no le era indiferente. Podía entender el por qué atacaron a Maryjun, como también podía entender el miedo de ser descubiertas en ese momento. No obstante, ahora las cosas eran diferentes, aunque en vida anterior solía amarlo, actualmente sus sentimientos hacia él no eran tan puros como antaño.

—En cuanto a lo que harás con esa mano tuya, ¿cuál sería tu respuesta?

—Umm… Yo, nosotras sólo…

Klaude podía ver fácilmente lo que esa mano alzada significaba. Era obvio para todos, aquello se veía como el típico movimiento que se hace antes de abofetear a alguien. Violette no estaba segura si se debía a su fuerte sentido de justicia o si en cambio sólo era un acto de crueldad pero, a juzgar por la expresión en sus ojos, no los iba a dejar ir hasta que hablaran.

Sin embargo, para los autores, aquello parecía más como una ejecución pública. Su futuro mismo dependería de lo que dijeran en ese preciso momento.

Sí, fue ese mismo método el que utilizó con Violette en el pasado, a través del cual hizo que se arrepintiera de sus crímenes y la terminó arrojando al calabozo. Debido a esto, su imparcialidad flaqueó.

—Aah…

Las señoritas frente a él se quedaron sin palabras, incapaces de soltar siquiera un sonido. Con cada segundo que pasaba, daba la impresión de que les costaba más respirar, pues los intervalos entre sus respiraciones se iban haciendo más cortos, cualquiera que viera esa escena no podría evitar sentir pena por ellas. Sin embargo, nadie hubiera adivinado que esas mismas señoritas fueron las que estuvieron acosando a Maryjun, bueno, quizás Violette sí lo hubiera hecho, ya que en su momento no fue diferente de ellas… Ahora mismo, le era imposible no simpatizar con ellas.

—Ya fue suficiente.

—¡Hermana mayor…!

—¿Señorita Violette…?

Maryjun, aquellas jóvenes, incluso Klaude, todos parecían estar sorprendidos de verla. Sin embargo, a diferencia de los demás, la expresión facial de él no cambió en absoluto. Bueno, no era como si aquello la sorprendiera, ya estaba acostumbrada a que la tratara de esa manera.

Klaude le dirigió una mirada mucho más intensa que las anteriores. Sus ojos no sólo mostraban disgusto de verla, sino también decepción. Parecía que había algo que le preocupaba… pero era posible que lo estuviera imaginando.

—Violette… ¿por qué te entrometes?

—Creo que era necesario. Ellas parecen ya haber aprendido su lección… Por lo tanto, no creo que sea necesario seguir atosigándolas.

Para ser honestos, era cierto que las acciones de aquellas damas no fueron las más adecuadas, y más que reflexionar, parecían asustadas. Puede que lo que dijera no fuera del todo cierto, pero hacer una escena como esa no cambiaría las cosas, la forma en que la gente veía a las concubinas no cambiaría de la noche a la mañana. Aquel cambio de sentir debían vivirlo por sí solas, no era algo en lo que el príncipe o Violette pudieran intervenir.

Lo que sí estaba claro era que al menos habían comenzado a reflexionar un poco sobre la situación, cualquier otra acción sólo causaría más problemas innecesarios. Si las cosas hubieran empeorado, la desconfianza de Maryjun hacia ella habría incrementado.  Aunque si fallaba ahora, obtendría un resultado similar, empeorando la impresión que su hermana tiene de ella. Aún sabiendo todo eso, Violette se mantuvo impasible.

Nuevamente se vio arrastrada a una situación problemática sin su consentimiento. No obstante, se vio en la necesidad de intervenir, porque los involucrados usaron su nombre de por medio.

—Me lo imaginaba… Tú estás detrás de todo esto.

—¿Eh?

¿Qué quiso decir con eso?

Sin decir nada, Klaude dirigió su penetrante mirada a Violette.

—No trates de ocultarlo. Como no quieres mancharte las manos, manipulaste a estas chicas para que hicieran todo el trabajo sucio, ¿no es así?

Observó sorprendida la aterradora expresión que le dirigía. No pudiendo evitar preguntarse cómo lograba hacer tales expresiones y seguir viéndose bien.

Aun así, le atormentaba pensar que sus tan recurrentes miedos sobre el peor escenario posible se hicieron realidad. No era capaz de entender cómo era que Klaude había llegado a tal conclusión. Precisamente por esto era que debió haber caminado más rápido, si tan sólo hubiera logrado detener la situación antes de que él llegara, habría evitado tantos problemas.

Y en efecto, nada podría empeorar la situación, la cual en ese momento marcaba una clara desventaja para Violette. Después de todo, esas señoritas realizaron tal acto en su nombre, y Klaude, quien acababa de salvar a Maryjun de ellas, la acusó de haber planeado todo esto para lastimar a su hermana.

Estoy acorralada…

Violette estaba molesta, seguía criticándose a sí misma por su comportamiento impulsivo. Fue esta misma imprudencia llamada coraje lo que la llevó a esta complicada situación. A pesar de que pudo haber resuelto esto de una manera más eficaz, nuevamente se dejó llevar por ese tonto hábito suyo de actuar antes de pensar.

Por lo menos, por esta ocasión necesitaba actuar como aliada de Maryjun.

—U-Umm… ¡Estás equivocado! ¡¡¡Mi hermana mayor no me haría algo tan horrible!!!

Tan concentrada estaba Violette en pensar cómo salir bien de esta situación, que no notó que la propia Maryjun la estaba defendiendo.

Sin duda debía de pensar en cómo defenderse, pero… estaba más allá de su poder el protegerse de un príncipe. En el pasado, cuando aún albergaba sentimientos negativos por su hermana, Maryjun también la había defendido y pedido perdón por todas sus acciones. Ahora, sin saberlo, esta era la segunda vez que la protegía.

—Entiendo tu deseo de proteger a tu hermana, pero ella es…

Devany
¿¡Ella es qué, pende#$%!? Termina esa frase hijo de fruta >:v Atrévete.

Klaude observó cuidadosamente a Maryjun. Aunque se suponía que era la primera vez que se veían, ver la valentía con la que protegía a su hermana mayor hizo que la viera como un fuerte ángel repleto de inocencia.

Devany
Si bien Maryjun sí es un amor, tú estás bien idiota, quien diga lo contrario ponga cuándo y dónde, y nos damos en la madre >:v

Aun así, esta pausa fue muy contraproducente para ella. La imagen de Maryjun llorando sólo hacía resaltar más su belleza; mientras que ella lo que recibió fue una mayor cantidad de malas miradas. Tal vez la impresión de Klaude hacia su hermana había mejorado mucho con este evento, pero al mismo tiempo, su impresión de Violette cayó en picada, siendo catalogada como la que «dañó a su hermana».

Ni siquiera tenía oportunidad de romper esa burbuja que se había creado entre ellos dos para aclarar la situación. No, si lo hiciera sólo empeoraría las cosas.

Si esta situación empeorara y por casualidad llegara a oídos de mi padre… 

Ni siquiera quiso imaginarlo. Al pensar en eso, se preguntó cuánto tiempo le tomaría a su padre descubrir que Maryjun había sido lastimada. Anteriormente, ella había elegido objetar e ignorar, pero ahora no sabía si aquello sería lo correcto, o si terminaría generando más problemas con su familia. En la medida de lo posible, ella preferiría lograr su objetivo de una vida pacífica en el monasterio, sin tantos obstáculos de por medio.

—Mi hermana mayor es una persona amable y bondadosa… Además, estoy segura de que ella debe de tener una buena razón para aparecerse.

No había… No tenía ninguna razón, en primer lugar, ni siquiera quería involucrarse en todo esto. Si había alguien a quien culpar, sería a los transeúntes de aquí que no eran capaces de comprender la situación y mantenerse alejados. Si esto seguía así, Violette terminaría cavando su propia tumba, e irónicamente esta vez no había hecho nada.

Necesitaba poner fin a esta farsa pero no tenía idea de cómo.

De repente, Violette sintió a alguien acercarse y tocar su espalda.

—Vio, ¿estás bien?

8 respuestas a “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 9: Para soportar el arrepentemiento”

  1. Fue Diosito quien mando este ángel llamado a Yulan☺️
    Muchas gracias por la historia. En parte me recuerda a “Mi prometido está enamorado de mi hermana menor”😅

  2. Ese principe es un imprudentw e impulsivo quiero mi Vio que se quede con el otro
    Me da colera el padre y madrastra de Vio
    Aunque la madrastra en si no haya echo nada malo…no defiende a Vio de la actituda parcial de su padre.
    Y Marjiun tambien es muy imprudente
    Aunque admito que es tierna
    Eso no quita que debio pensar un poco mas como se sentira Vio…lamandola hermana mayor….cuando es la hija de la amante de su padre….es molesto y entiendo los sentimientos de Vio…

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