Katarina – Volumen 6 – Capítulo 3: La prueba y el préstamo de herramientas mágicas (1)

Traducido por Shisai

Editado por Sharon


Sintiéndome bien descansada después de una buena noche de sueño, comencé a prepararme para trabajar en el Ministerio. ¡Estaba tan contenta de haber encontrado un plan para evitar la fatalidad! Finalmente podría concentrarme en hacer mi mejor esfuerzo como un adulto que trabaja.

Haría mi trabajo como me dijeron, todo mientras buscaba las debilidades de los nuevos intereses amorosos y le enseñaba nuevos trucos a Pochi.

¡Ve, Katarina, ve! ¡Y gracias, misteriosa nota en el libro!

Todo se explicó tan claramente. La persona que lo escribió debe haber sido realmente inteligente…

Hm, espera un segundo, ¿quién lo escribió?

La nota estaba en el libro que había tomado prestado de Sophia, ¿entonces fue ella? ¿O fue Jared, quien me devolvió el libro? O tal vez fue la persona que encontró mi bolso en el pasillo…

Pero el juego era algo de mi vida anterior, y se suponía que nadie en este mundo debía saberlo. Ayer había estado tan feliz de encontrar la información que anhelaba que no le presté atención, pero ahora me di cuenta de lo misterioso que era todo.

¿Por qué estaba en el libro? ¿Quien lo escribió? Decidí comenzar por preguntarle a Sophia, quien me dio el libro, y a Jared, quien me lo devolvió después de que lo perdiera.

Puse la nota en el libro, el libro en mi bolso, la bolsa en mi hombro, y me dirigí al Ministerio de magia.

En la entrada, un aviso publicado en el tablón de anuncios decía “Todos los recién llegados deben ir al auditorio donde se celebró la ceremonia de entrada”.

¿Van a anunciar a qué departamento irá cada uno de nosotros? 

Fuimos guiados a través de un recorrido por el Ministerio, pero aún no sabíamos nada sobre nuestras tareas.

Si es posible, quería evitar el Departamento de Investigación de Biomagia… El trabajo parecía difícil, y no quería volver a desmayarme. Pero se suponía que ese era el segundo departamento más desagradable. Me preguntaba sobre el primero. Si la gente quería ir allí menos que al departamento de biomagia, debe ser un infierno.

Entré en el auditorio y descubrí que la mayoría de los recién llegados ya se habían reunido. Fui una de los últimos en entrar, así que me paré bastante lejos del podio. Traté de buscar a María y a Sora, pero no estaban allí. En cuanto a mis otros amigos, se suponía que debían estar en el Ministerio, pero no eran recién llegados, por lo que tal vez no estarían aquí.

¿Aún no habían llegado esos dos? ¿O estaban al frente de todo? Traté de moverme hacia el podio para buscarlos. Me estire esperando verlos pero no los vi en absoluto y accidentalmente me topé con alguien.

—¡Lo siento! —me disculpé.

—No hay problema —respondió, volviéndose para mirarme.

Ya había visto a ese chico con cabello anaranjado y ojos azules. Era Dewey Percy, uno de los nuevos intereses amorosos en AA2 a quien había conocido durante la gira el otro día.

De cerca, era realmente apuesto. Todas las chicas a quienes les gustaban los chicos más jóvenes deben haberse vuelto locas por él mientras jugaban.

Sin embargo, tan pronto como nuestros ojos se encontraron, su hermoso rostro de repente se convirtió en una expresión de odio.

¡Se veía tan tranquilo hasta que me vió! ¿Por qué me está mirando como si yo fuera su enemigo jurado? Se suponía que debía enfrentarlo en el juego, ¡pero en la vida real nos acabamos de conocer! ¿Por qué? ¡¿Por qué?!

Mientras todavía estaba sorprendida, Dewey se apartó de mí antes de alejarse.

¿Qué acaba de suceder? ¿Ya lo enojé de alguna manera, sin siquiera darme cuenta? Si él comenzó a guardar rencor contra mí antes de que pudiera descubrir su debilidad, demostraría ser un enemigo formidable en la batalla contra el desastre.

Tendré que concentrarme en enseñarle trucos a Pochi. Por ejemplo, podría enseñarle a advertirme cuando un enemigo se acerca, dándome tiempo para escapar. ¿Y quién podría enseñarme cómo abrir cerraduras, algo que necesito aprender a salir de la cárcel? ¿Tal vez Sora? 

Tendría que preguntarle, y luego podría practicar en mi habitación. Si necesitara alguna herramienta, como un trozo de alambre o algo así, simplemente le preguntaría al abuelo Tom.

—¡Señorita Katarina! —me llamó alguien.

Sorprendida, me di la vuelta y encontré a María sonriéndome. También me di cuenta de que todos comenzaban a salir.

¿Eh? ¿Qué pasó aquí?

—¡Estamos en el mismo grupo de prueba! ¡Me alegra mucho! —dijo con una sonrisa encantadora, pero no tenía idea de lo que estaba pasando.

¿Prueba? ¿El mismo grupo de prueba?

—Er, ya ves, María, en realidad no tengo la mejor comprensión de la situación en este momento. ¿Te importaría explicármelo?

Al principio parecía sorprendida, pero luego sonrió de nuevo y aceptó amablemente, como se esperaba de María.

Al final resultó que uno de los superiores dijo que tendríamos que hacer un examen para decidir a qué departamento nos enviarían.

Realmente no escuché nada de eso. O tal vez simplemente no presté atención.

Las preferencias de cada recién llegado se tuvieron en cuenta al elegir su departamento, pero aparentemente, esta prueba se realiza todos los años para evaluar sus habilidades reales y tomar una decisión final.

Nos dividimos en grupos de prueba para completar algunas tareas simples. Los nombres de los que pertenecen a cada grupo se publicaron en un tablón de anuncios cerca del frente del auditorio, y María y yo terminamos en el mismo. Me sentí afortunada de estar junto a mi amiga a pesar de esta gran cantidad de personas.

—¡Me alegro de estar en el mismo grupo que tú también! ¿Cuántas otras personas habrá con nosotras? —le pregunté a María. Seguramente no solo seríamos nosotras dos.

—En realidad, estaba tan emocionada de estar con la señorita Katarina que olvidé verificar los nombres de los otros miembros… —dijo, sonrojada. Ella era tan linda que era desconcertante. Estaba tan emocionada que se alejó.

—¡Vamos a comprobar juntas, entonces!

—¡Si!

Caminamos juntas al frente del auditorio. Cerca de “Maria Campbell” y “Katarina Claes”, el aviso decía “Sora Smith”.

—¿Sora Smith?

—Ese sería yo —dijo el chico guapo de ojos azules detrás de mí.

—¡Pensé que serías tú! ¿Entonces tu apellido es “Smith”?

Estaba segura de que se suponía que no debía tener un apellido, siendo huérfano y todo.

—Em. Lahna me dio un apellido al azar para asegurarse de que no me harían preguntas molestas en el Ministerio —explicó casualmente.

No tener un apellido lo haría sobresalir, claro… pero usar uno que se le dio sin pensarlo dos veces es increíble. Y Lahna “aleatoriamente” entregando el suyo a un subordinado lo es aun más. No es que me importara demasiado mi propio apellido, pero aún así…

De todos modos, como éramos María, Sora y yo, sonreí feliz.

—¡Ya somos amigos en este grupo! Eso es un alivio —dije. No sabía qué tipo de tarea tendríamos que realizar, pero hacerlo con mis amigos sin duda sería más fácil.

—¿También eres amiga del cuarto miembro? —Sora preguntó.

¿Qué?

Volví a mirar el aviso y, efectivamente, debajo de “Maria Campbell”, “Katarina Claes” y “Sora Smith”, había un cuarto nombre.

Dewey Percy.

Ese era el nombre de uno de los intereses amorosos de AA2, específicamente el que me había mirado con odio hace unos minutos. ¿Que estemos en el mismo grupo significa que la prueba es un evento programado en el juego? No es que pudiera escapar, de cualquier manera.

A cada grupo se le indicó dónde esperar nuevas órdenes, y me dirigí allí mientras luchaba contra el miedo al desastre entrante.

Dewey ya estaba allí. Esta vez no me dio una mirada de odio, tal vez porque estábamos con María y Sora, pero claramente estaba evitando mirarme y pude sentir la tensión en el aire. María, amable como siempre, trató de hablar con Dewey, quien aún mantenía su distancia, pero no le fue bien.

Esto realmente me puso nerviosa sobre cómo se desarrollarían las cosas. Estábamos esperando torpemente cuando alguien nos llamó desde atrás.

—¿Son los del grupo número dos?

—Sí —respondimos todos al unísono, dándonos la vuelta para mirar y… quedamos congelados en estado de shock.

La persona frente a nosotros era muy, muy peculiar. Cabello negro hasta la cadera, bellamente trenzado con grandes lazos. Un uniforme personalizado mucho más que el de Cornish, lleno de cintas y volantes, que apenas parecía un uniforme. Maquillaje lo suficientemente grueso como para rivalizar con la elegancia del uniforme. Ojos rodeados de brillo y pestañas largas, probablemente falsas. Además de lápiz labial rojo sangre.

Una apariencia así hubiera sido impactante para cualquiera… pero fue aún más impactante verlo en un hombre. Un hombre musculoso con barba azul, por cierto.

Tuve la sensación de que Cornish y Norman solo habían sido un calentamiento para la locura.

Solo me quede mirando, insegura de lo que debía decir.

—¡Hola! Hoy vigilaré su examen. Mi nombre es Guy Handerson, pero eso no es lo suficientemente lindo, así que voy por Laura. ¡Por favor llámenme así! —dijo él… ella, echando la cabeza hacia un lado en un gesto cursi.

Sonaba y se comportaba como el epítome de la feminidad, pero parecía un macho de mediana edad…

—Y, junto a mí… Oh, él no está aquí. ¿A dónde fue Nathan? —dijo Handerson (no podía llamarla Laura) antes de comenzar a buscar a alguien.

Incluso los recién llegados de otros grupos de prueba la miraban… lo cual era completamente comprensible. Miré a los examinadores de otros grupos, pero no vi uniformes con volantes ni fisicoculturistas. ¿Acabamos de recibir al tipo extraño otra vez?

—Estoy aquí. Justo aquí —dijo una voz débil proveniente de algún lugar cerca de mí, interrumpiendo mis pensamientos.

No me había dado cuenta de que había alguien tan cerca mío, así que dejé escapar un pequeño grito de sorpresa.

—¡Nathan, gran tonto, siempre escondiéndote! ¡Mira, asustaste a uno de los recién llegados! —dijo Handerson, mirando a un hombre que era su polo opuesto.

¿D-Desde cuando ha estado aquí? Nunca lo noté…

Su uniforme no estaba personalizado de ninguna manera, y lo llevaba puesto de manera ordenada y adecuada. Era alto y tenía flequillo largo y gafas grandes y gruesas. Eso fue todo lo que pude decir sobre él. Era notablemente irrelevante.

—No me estaba escondiendo. La gente de alrededor simplemente no me nota —dijo con el ceño fruncido antes de presentarse a nosotros—. Soy Nathan Hart. Junto con Guy, seré su examinador por hoy —dijo con calma.

¡Qué persona normal! 

Me sentí aliviada. Después de ver a todos esos empleados extraños del Ministerio, conocer a una persona tan poco distinguida, aunque un poco difícil de notar, fue muy refrescante. Alivió ligeramente el desconcierto que había sentido al conocer a Handerson. Sin embargo…

—Ahora le daremos más detalles sobre la prueba, así que síganme a la sala que fue asignada a su grupo —dijo, y comenzó a caminar.

¿Uh? Espera, ¿a dónde fue? Lo perdimos de vista unos momentos después de que se movió hacia la multitud.

—Ahh, lo hemos perdido de nuevo, ¿no? —dijo Handerson, quien por el contrario era alguien a quien sería muy difícil perder de vista—. Es un buen chico, Nathan, pero es muy fácil perder el rastro. Y él también siempre se pierde… —dijo ella, poniendo sus manos en sus mejillas.

La miré y a su lindo gesto, ahora segura de que “colegas normales” no era un beneficio que disfrutaría en este lugar de trabajo.

Un macho femenino, un hombre que desaparece y un chico guapo que parecía odiarme sin ninguna razón. El camino por delante era espinoso…

Handerson nos llevó a nuestro destino, y Hart reapareció después de un rato, sin aliento a pesar de la corta distancia.

—¡Lo siento! No pudimos encontrarte, así que pensamos que te esperaríamos aquí —dijo Handerson.

—No te preocupes, sucede todo el tiempo —respondió Hart, frunciendo el ceño—. Lo siento—. Parecía una buena persona, aunque un poco triste.

—Bien, ahora explicaremos el examen de hoy —dijo Handerson después de que estuvimos todos juntos—. El Ministerio tiene una lista de misiones fáciles que incluso ustedes pequeños pájaros pueden completar. Elegimos uno que pensamos que sería apropiado para ustedes.

—Los cuatro del grupo número dos tendrán que cooperar para completar esta misión, y examinaremos su desempeño —dijo Hart.

Estaba nerviosa, pero no sonaba demasiado difícil ahora que escuché los detalles. Eso fue un alivio.

—Y ahora, anunciaremos cuál es la misión —dijo Handerson mientras sacaba un trozo de papel—. Algunas criaturas han estado apareciendo alrededor de un pueblo y acosando a su gente. Tendrán que ocuparse de eso.

¡Oh! ¡Suena como una búsqueda de un juego de rol! 

Si fuera suficiente para que el Ministerio tuviera que intervenir, no podrían ser sus criaturas cotidianas… Probablemente fueron el tipo de animal que se investigó en el Departamento de Biomagia.

¿Podrían ser unicornios? No, los unicornios no acosarían a los aldeanos… Tal vez sea una de esas plantas, las… las cosas… las mandrágoras… Realmente espero que no sean ellas… las odio… ¿Y si fuera un dragón? ¡Eso sería genial!

—Por cierto, ¿qué clase de criatura es? —le pregunté a Hart, incapaz de contener mi curiosidad.

—Tanukis —respondió.

¿Hm? ¿Escuché eso bien? ¿Realmente dijo “tanuki”? ¿Los pequeños mamíferos marrones que comen cultivos? No, eso no tendría ningún sentido. Este es el Ministerio de magia.

—¿Qué son con exactitud? —pregunté, pensando que tal vez eran criaturas diferentes que se llamaban igual a los “tanuki” en mi mundo.

—¿Qué? ¿Nunca has visto uno? Son pequeños animales marrones que viven en aldeas agrícolas y arruinan sus cultivos… —explicó Handerson, sorprendido.

Eso suena como los tanukis que conozco. Nada mágico o misterioso al respecto. ¿Por qué el Ministerio tiene que tratar con ellos? ¿No podrían los aldeanos simplemente poner trampas o algo así? ¿Por qué la organización más poderosa del reino tiene que luchar contra el tanuki?

—Disculpe, pero… ¿por qué el Ministerio tiene que ocuparse de los tanukis? ¿Acaso los aldeanos no pueden hacerlo ellos mismos? —dijo Dewey, sacando las palabras de mi boca.

Gracias. Esa era la pregunta que quería hacer.

—Lo intentaron, pero hay tantos que tuvieron que pedir nuestra ayuda —respondió Hart con una expresión preocupada. Hizo una pausa por un segundo y luego siguió hablando—. Además… muchos recién llegados han idolatrado ideas poco realistas sobre cuál es el trabajo en el Ministerio. A menudo tenemos que lidiar con cosas que son, bueno, decepcionantes. El Ministerio tiene muchas sucursales y bastantes empleados, por lo que debe realizar todo tipo de tareas serviles.

Tareas serviles…

No estaba planeando exactamente convertirme en “Empleado del Año” del Ministerio ni nada, pero después de escuchar lo poderosa que era una organización, tenía expectativas más altas…

Handerson, probablemente viendo lo sorprendida que me veía, trató de explicar más las cosas para calmarme.

—¡Pero nuestra misión hoy es una que hemos elegido específicamente porque es fácil! Verán, ninguno de ustedes, queridos, tiene una poderosa magia ofensiva.

De hecho, María solo tenía magia de luz, que era un poder curativo, Sora tenía magia de fuego, pero era débil, y tenía que mantener en secreto a mi familiar oscuro porque era un engendro de oscuridad, por lo que solo podía usar mi “chichón de tierra”, y Dewey ni siquiera tenía magia en absoluto. Todos teníamos nuestros talentos únicos, pero la magia ofensiva no era uno de ellos. Eso hizo que el tanuki tuviera mucho más sentido.

—¿Cómo se decidieron los grupos en primer lugar? —preguntó Dewey con frialdad—. Ciertamente no en base al equilibrio de la habilidad mágica, ni a la edad… Entonces, ¿cuáles fueron los criterios? —dijo antes de mirarme.

—Los miembros para cada grupo fueron seleccionados completamente al azar. ¿Por qué? ¿Hay algún problema? —respondió Hart.

—No, señor —dijo, como si hubiera, de hecho, un montón de problemas.

Por alguna razón, me miró enojado. La trama de AA2 aún no había comenzado, por lo que apenas habíamos interactuado hasta el momento… Tenía que averiguar la razón detrás de su odio hacia mí.

—Ahora, déjenme darles más detalles sobre la misión de hoy —dijo Hart.

Explicó que el pueblo estaba en el país, cerca de una de las ramas periféricas del Ministerio. Dada su ubicación, esa sucursal tuvo que ocuparse de asuntos mucho más triviales que la sucursal principal de la capital. Normalmente podrían resolver el problema por sí mismos, pero tenían las manos ocupadas con otras tareas y, por lo tanto, solicitaron ayuda a la sede central.

El cuartel general, pensando que sería una prueba perfecta para los recién llegados, aceptó. Sabía que comenzar con una misión difícil sería problemático, pero al mismo tiempo, todavía me sentía decepcionada.

—La tarea en sí no es particularmente desafiante, pero la ubicación está bastante lejos. Si nos fuéramos hoy, es probable que no lleguemos antes del anochecer. Saldremos mañana temprano, y es posible que tengamos que quedarnos allí por algunas noches, así que asegúrense de estar preparados —dijo Hart.

Oh, entonces no estaba lo suficientemente cerca como para que pudiéramos ir, deshacernos de un par de tanukis y regresar. Sin embargo, pasar la noche en un lugar lejano parecía divertido.

Después de la explicación, Handerson se levantó y sonrió.

—Como ninguno de ustedes tiene una fuerte magia ofensiva a su disposición, los superiores les prestarán herramientas mágicas. Vayamos al Laboratorio.

¿Herramientas mágicas? ¡Eso sí que es genial! 

Y serían útiles para compensar nuestra falta de magia ofensiva (incluso si estuviéramos en contra de… tanukis).

Hart y Handerson luego nos guiaron al almacén donde se guardaban las herramientas mágicas. Lo primero que me vino a la mente cuando escuché el término fue el tipo de cosas sobre las que había leído en los libros de mi vida anterior: varitas mágicas, capas que te hacen invisible, relojes que te permiten viajar en el tiempo… Mi emoción, sin embargo, desapareció tan pronto como entramos en el almacén.

¿Qué es esta… basura?

Ante nosotros había una colección de objetos extraños, grandes y pequeños, amontonados al azar y cubiertos de polvo. En lugar de un almacén, parecía un basurero. Todos los demás parecían tan sorprendidos como yo mientras miraban el lugar y todas las herramientas mágicas frente a ellos.

De nuevo, Handerson sintió nuestra conmoción e intervino.

—Construimos muchas herramientas en el Ministerio, pero no todos los prototipos resultan exitosos, y muchos de ellos están almacenados aquí. Pero algunos de ellos funcionan.

¿No significa eso que la mayoría de ellos no? Ella acaba de hacer que el almacén se vea peor…

—¿Podría mostrarnos algunas de las herramientas como ejemplo? —preguntó María tentativamente, y Handerson tomó una pequeña herramienta que estaba cerca.

—Esto le permite comunicarse a largas distancias. Todavía es un prototipo, pero los resultados hasta ahora no son tan malos —dijo con orgullo.

Eso sonó como un teléfono. Una herramienta maravillosa de hecho.

—Eso suena maravilloso. ¿Se puede usar desde cualquier lugar? —preguntó María, emocionada por el teléfono mágico.

—Bueno, no del todo. Debes estar afuera, y debes estar parado en un lugar lo suficientemente alto —explicó Handerson, visiblemente frustrado por la pregunta.

—¿Alto…? ¿Qué tan alto, exactamente? —preguntó Dewey, interesado a pesar de la expresión decepcionada del inspector.

—Yo diría que el techo de un edificio de tres pisos. Como vamos a un pueblo, eso podría ser difícil…

Había algunos edificios altos aquí en la capital, pero no muchos fuera de ella. El teléfono mágico de repente no parecía tan útil.

—Entonces probablemente sería inútil para esta misión. ¿Qué otras herramientas hay? —preguntó Dewey implacablemente. Lucía como un niño lindo, pero por dentro parecía muy frío…

—Siempre esta frío, por lo que esto es perfecto en los días calurosos —dijo Handerson, dándole a María algo que parecía una piedra tan grande como su palma.

—¡Oh, es verdad! ¡Realmente se siente frío! —dijo María

—Ahora es primavera y no parece que esto ayude en nuestra misión —dijo Dewey, más frío que cualquier piedra.

Tenía un punto… No era verano, y probablemente no ayudaría contra nuestros enemigos.

Todavía no desanimado, Handerson nos mostró “la piedra que siempre está caliente”, “el pañuelo que siempre tiene un aroma ligero y agradable”, “el abanico que te enfría mucho con solo agitarlo un poco”, “la bolsa donde puedes almacenar olores de comida para recuperarlos más tarde”, y más.

Todos ellos eran herramientas interesantes por derecho propio… pero ninguna parecía particularmente útil para nuestra misión.

—Tenemos muchas cosas aquí… montañas de ellas. Pero la mayoría todavía son prototipos, por lo que no podemos usarlos…  —dijo Handerson, como si tratara de defenderse—. Oh, bueno —agregó, ahora aparentemente harta—, solo toma lo que quieras. Si tienes suerte, será útil durante la misión.

Forma de darnos toda la responsabilidad.

Fue entonces cuando me di cuenta de que Hart no estaba allí. En realidad, me di cuenta de que no sabía si él había llegado con nosotros. ¿Se perdió de nuevo al venir? Era tan fácil olvidar que daba miedo.

Y ahora, sin el consejo de Hart o Handerson en el que confiar, todos comenzamos a revolver silenciosamente la basura.

Hm… Solo mirar las herramientas no fue suficiente para saber cuál era su función. Encontré algo que parecía una escoba… Me pregunto qué hace esto.

—Disculpe, señorita Handerson, ¿qué tipo de herramienta es esta?

—Oh, solo llámame Laura. Esa es una escoba de limpieza automática.

—Así que realmente es solo una escoba. Pero la limpieza automática suena realmente útil.

—Sí, bueno, desafortunadamente no puede reconocer la suciedad, por lo que simplemente barre de izquierda a derecha, y generalmente hace un desastre más grande que antes.

¿Puedes llamarlo limpieza automática entonces?

Seguí mostrándole las herramientas y preguntándole para qué eran, pero ninguna resultó ser particularmente útil. Eran interesantes, sí, pero no los traería conmigo en una misión.

Dewey ya había perdido interés en buscar y estaba sentado en una esquina, leyendo un libro. Ese chico no tenía respeto por la autoridad.

Si las herramientas fueran más pequeñas, al menos podría traer un par de ellas, pero la mayoría eran grandes.

Debo encontrar algo pequeño y posiblemente útil… ¿Oh? ¿Qué es eso? Vi algo brillante encima de una pila de otras herramientas. ¿Podría ser la varita mágica de una niña? Si tengo que conseguir algo inútil, bien podría ser algo inútil pero de aspecto genial.

Me acerqué para inspeccionarlo, y era…

¿Un espejo de mano? No, espera, ¿una lupa?

El pequeño instrumento (que, para ser sincera, no era muy atractivo) era una lupa como las que había usado de niña en mi vida anterior, sin siquiera un asa decorativa. Sin embargo, mirarla no hizo que las cosas parecieran más grandes… otra herramienta más que no tenía idea de como usar.

—Em. señorita Hander… Laura, ¿para qué es esta?

—¿Oh? Déjame ver, querida.

Tal vez fuera porque la llamé Laura, pero respondió con una gran sonrisa. No sería fácil, pero decidí llamarla así a partir de ese momento.

Laura tomó la herramienta y la miró, perpleja.

—El jefe estaba investigando esto personalmente, así que no estoy tan segura, pero… creo que se suponía que esta cosa brillaría en la oscuridad…

Entonces es… ¿una linterna? 

Pensé que finalmente había encontrado algo útil, pero Laura dijo que apenas era suficiente ver justo enfrente de donde lo sostenías… De nuevo, inútil.

Seguí mostrando y preguntando, pero solo encontré más cosas inútiles. Sin embargo, pensé que no pedir prestado nada sería grosero, así que tomé la lupa que (apenas) se encendió y la bolsa donde podía almacenar fragancias de comida para (apenas) olerlas más tarde. Tal vez me encontraría con hambre y en la oscuridad en algún momento.

Maria y Sora también tomaron prestadas algunas herramientas, pero Dewey —¡Tan ingrato!—, no. Luego volvimos a casa para prepararnos para la mañana siguiente, cuando nos reuniríamos en el Ministerio para ir juntos a la aldea.


Shisai
¡Se vienen los tanukis! ¡Se vienen los tanukis! ¡Se vienen los tanukis! Las cosas importantes hay que decirlas 3 veces.

Sharon
Deberíamos decirles que tienen que llevar flanes si quieren atrapar tanukis. Así es como nos encargamos del que tenemos en el Reino de Kovel, después de todo.

19 respuestas a “Katarina – Volumen 6 – Capítulo 3: La prueba y el préstamo de herramientas mágicas (1)”

  1. Es como si hubiese empezado un arco totalmente nuevo.
    Incluso Katarina se cuestionó la existencia de esa nota, pero supongo que por ahora no importa.
    El ministerio de magia incluye prácticamente un gremio de aventureros xD

    Muy bien,Katarina ya demostró en el arco anterior que es buena para escoger herramientas mágicas así que tengo muchas expectativas 😀

  2. Cundo dijo “¿Qué es esta… basura?” no paré de reir.
    Estará en un pueblito algunos días con María (eso solo puede significar yuri UwU), ya quiero ver como le hace Katarina para capturar tanukis

  3. Muchas gracias por el capítulo ❤️❤️❤️❤️.
    Siento que al final Dewey será parte del harem de Catarina y un gran oponente de Gerald

    1. Me gustaría mas verlo interactuar con keith… Lucha por la onesan se maría es la oneechan ideal que hace galletas y te sana el corazón… Bakarina es la problemática que sin importar las canas verdes te divierte

  4. Laura es un pase de risa XDXD en serio un macho femenino? Katarina y sus aportes a la lengua.
    Me pregunto qué estará pensando Dewey?
    Aaahhh vienen los tanukis!!! No sé porque estoy tan emocionada pero si Shisai lo dijo 3 veces habrá que prepararse psicológicamente.
    PD: creo que Katarina se esperaba las herramientas mágicas al puro estilo de Harry Potter :v
    Muchas gracias por el cap.

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