Katarina – Volumen 6 – Capítulo 5: Comenzando una vida en el Ministerio (1)

Traducido por Shisai

Editado por Sharon


—… y así es como completamos la misión, señorita Lahna.

Después de escuchar el informe de mi subordinado Guy Handerson a través de la nueva versión mejorada de la herramienta de comunicación mágica, me costó mucho esfuerzo no reírme.

—Esto no fue broma. Era una situación grave y seria —me dijo enojada, dándose cuenta de lo divertida que estaba.

—Quiero decir… ella trató de defenderse de una criatura gigantesca con rocas y palos… Eso es demasiado gracioso… —dije. Incapaz de resistirlo, estallé en carcajadas. Había escuchado los rumores acerca de que Katarina Claes era una mujer noble única durante mucho tiempo, pero nunca dejó de ser entretenida.

—Bueno —dijo Laura, irritada porque todavía me estaba riendo—, el informe terminó. Te daré más detalles una vez que volvamos al Ministerio. Y espero algunas explicaciones sobre estos recién llegados—. Ella apagó la herramienta de comunicación.

Laura (y Nathan Hart, quien también estaba en esa misión) terminaron viendo a Katarina usar a su familiar oscuro. Tendría que explicar su participación en la magia oscura una vez que volvieran.

Laura era una de las empleadas con mayor habilidad física y mágica en todo el Ministerio, y Nathan uno de los más inteligentes. Fueron elegidos como examinadores para ese grupo por esta misma razón: el Ministerio no podía arriesgarse a que algo malo le sucediera a un valioso usuario de magia de luz y a la hija de un duque.

Sin embargo, se enteraron de la magia oscura, así que les debía una explicación. Miré la transcripción del informe de Laura que había escrito.

—Tendré que investigar esto lo antes posible…

Inmediatamente fui a pedir ayuda a alguien cercano a mí que era muy bueno en este tipo de cosas.

♦ ♦ ♦

Unos días después, mientras estaba organizando algunos documentos en mi habitación en el Ministerio, escuché que alguien tocaba la puerta.

—Adelante.

El hombre que entraba normalmente tenía cabello plateado, pero hoy su cabello estaba teñido de un color más oscuro y vestía ropa inusualmente simple como disfraz.

Era Jeffrey Stuart, primogénito del rey y prometido de Susanna Randall, mi identidad pública.

—Hola Lahna. He venido para darte algunas noticias sobre la investigación que me pediste que llevara a cabo —me dijo Jeffrey con su habitual sonrisa vertiginosa.

—Gracias, pero ¿por qué vienes hasta aquí tú mismo? ¿No podrías enviarme el informe?

—Mis adorables hermanitos van a estar hoy en el Ministerio, así que pensé que vendría a verlos, y eso hizo que fuera más rápido presentar el informe yo mismo. Eso es todo —dijo, sonriendo.

Era cariñoso con sus hermanos hasta el punto de perversión. Venir al Ministerio solo para mirarlos era parte de eso, pero también tenía sus retratos colgados en su habitación, e incluso me pidió que creara herramientas mágicas que pudiera usar para espiarlos.

—Oh.

—Mis hermanos, realmente, ya sabes, ellos solo…

¡Oh, no, va a comenzar uno de sus discursos sobre lo maravillosos que son sus hermanos!

—¿Puedes contarme sobre la investigación primero?

Jeffrey parecía un poco decepcionado, pero sacó algo que parecía un informe y comenzó a leerlo.

—Veamos… la criatura que atacó a tus subordinados parece ser un dragón. Fui al Departamento de Biomagia para confirmarlo con Delius, y me dio una explicación de una hora.

Si alguien tan conocedor de los animales como Delius decía que era un dragón, entonces tenía que ser cierto.

—Un dragón, ¿eh? Los he visto en libros, pero no pensé que realmente existieran… Mis subordinados me dijeron que desapareció en humo. ¿Sabes algo de eso?

Ninguno de los libros que conocía hablaba de dragones desapareciendo así.

—Bueno, sobre eso… Esta es solo mi teoría, pero creo que esta criatura con forma de dragón suena muy similar al familiar oscuro perteneciente a la señorita Katarina Claes.

—¿Un familiar oscuro? Pero era enorme.

—El familiar de la señorita Katarina también se hizo enorme en un punto, por lo que tal vez puedan cambiar de tamaño a voluntad.

Tenía un punto: eso era posible.

—Y luego está el hombre inconsciente que tu gente trajo… Su condición debilitada era muy similar a la de Thomas, el niño que secuestró a su hermanastro, Keith Claes.

—Él era la persona cuya vitalidad había sido absorbida por el poder de la magia oscura, ¿verdad?

—Correcto. No tiene heridas, ni enfermedades discernibles, y le estamos dando comida y medicinas, pero sigue debilitándose. El doctor no tiene idea de lo que está pasando. Y también, una mujer que se parece a Sara, la usuaria de magia oscura involucrada en el secuestro de Keith, ha sido vislumbrada en el bosque. Creo que es seguro asumir que la criatura fue creada a través de la Magia Oscura. El bosque probablemente fue perturbado en el proceso, lo que hizo que los animales huyeran.

La teoría de Jeffrey parecía sólida.

—Sí, pero no tenemos pruebas —le dije—. Si tan solo ese hombre se despertara, entonces él podría ayudar.

—Eso podría ser difícil. Tampoco pudimos salvar a Thomas.

A pesar de nuestros mejores esfuerzos, Thomas perdió la vida después de ser capturado.

—Sin embargo, el familiar oscuro de Sara fue derrotado por el de Katarina —dijo Jeffrey, riendo.

Katarina había llamado a su perro y derrotó al dragón. Según mis subordinados, quienes habían visto el último momento de la bestia, había dejado de respirar poco después de que le mordieran el cuello.

—Esa señorita es realmente increíble —comentó Jeffrey—. No solo domesticó a un familiar oscuro, sino que también lo hizo volverse gigante y lo usó para luchar…

—Dijo que su cachorro acababa de crecer, pero todos los demás dijeron que era más como un lobo enorme y aterrador —concedí de corazón. Hart y Handerson se sorprendieron al ver cómo Katarina había acariciado a ese monstruo gigante.

—¿Un lobo enorme? Me gustaría ver eso. ¿Pero cuándo ganó esa habilidad? Esta es la primera vez, ¿no?

Todo lo que el familiar de Katarina había podido hacer hasta ahora era jugar a buscar en el jardín, y no sabíamos si tenía poderes o cómo usarlos.

—Creo que se debe a la herramienta mágica de Katarina.

—¿Qué herramienta mágica?

—Dejé que todos los examinados tomaran prestadas algunas herramientas del almacén antes de ir a la misión. Había construido una herramienta para actuar como la que Katarina compró por accidente hace algún tiempo, la que puede influir en la magia oscura. Y, por coincidencia, se la llevó con ella. Solo construí eso por capricho, pero creo que realmente funcionó.

Katarina incluso había dicho que podía sentir cómo se calentaba dentro de su bolsillo antes de escuchar la voz de su familiar, por lo que era muy probable que la herramienta tuviera algo que ver con el nuevo poder del perro.

—Oh, eso es increíble. También escuché que la señorita Maria Campbell tenía una herramienta con ella que amplifica la magia de la luz…

—Sí, y sus poderes fueron más fuertes por eso.

—Las coincidencias nunca terminan. ¿Y qué pasó con esa herramienta?

—Dejé que las tuvieran. De todos modos, no hay muchas personas que puedan usarlos.

—Entonces sus poderes se mantendrán tan fuertes como lo fueron durante esa misión. Eso es maravilloso. Pero pensar que ambas elegirían la única herramienta que amplifica sus propios poderes… —dijo, y luego pensó para sí mismo por un momento antes de volver a hablar— ¿Fue realmente una coincidencia? —preguntó con una expresión seria que, para él, era muy rara.

No sabía cómo responder, porque yo también había pensado que todo había funcionado demasiado bien como para ser pura casualidad. Sentí que estábamos involucrados en un incidente muy misterioso.

♦ ♦ ♦

Después de pasar una prueba increíblemente difícil, yo, Percy Dewey, comencé a trabajar en el Ministerio de Magia en la primavera.

Salí de la casa en la que había vivido desde que nací para ir a vivir al dormitorio del Ministerio. Si bien tenía la intención de enviar parte de mi salario (presumiblemente elevado) a mi casa, no tenía planes de volver. Ese lugar no tenía buenos recuerdos para mí.

Era un hogar pobre, probablemente el más pobre de la ciudad. Mis terribles padres dieron a luz niño tras niño, enviándolos a trabajar mientras se divertían. Mis hermanos eran los únicos que proveían el pan, y como estaban tan ocupados trabajando, ni siquiera podían ir a la escuela más barata. Nunca aprendieron a leer o escribir. A su vez, esto limitó sus perspectivas de carrera, maldiciéndoles a una vida de ocupaciones de bajos ingresos.

Lo poco que ganaban, mis padres lo usarían para su propio entretenimiento. Trabajamos duro, pero solo podíamos darnos el lujo de cubrirnos con harapos y constantemente nos engañaban.

Mis hermanos habían llegado a aceptar que esta realidad era inevitable, pero yo no. Recordé haber escuchado los rumores sobre Maria Campbell, una chica de esta ciudad que, además de ser inteligente, ejercía magia de luz. Básicamente, su talento ya le había asegurado un futuro en el Ministerio Mágico.

Había escuchado sobre esa institución antes, pero no estaba tan seguro de lo que era, así que investigué un poco y descubrí que era la organización más prestigiosa del país. Me imaginé que ofrecería paga para igualar. Si pudiera trabajar allí, podría escapar de mi vida de pobreza.

Sin embargo, la única forma de ser contratado sería ser un usuario de magia con talento o aprobar un examen difícil. Como no podía usar magia, solo me quedaba lo último.

Les pedí a mis hermanos que me dejaran ir a la escuela, prometiéndoles que seguiría trabajando normalmente. Entre trabajar y estudiar, apenas me quedaba tiempo para dormir.

Mi ropa era poco más que trapos sucios, y mis libros viejos y maltratados, copias usadas que había tenido que pedir. En la escuela fui insultado e intimidado por esto, pero no me rendí y seguí aplicándome.

Un día, la chica de la que tanto había oído hablar, Maria Campbell, vino a hablar conmigo.

—¡Hola! Eres un chico muy diligente, ¿no?

Un usuario de magia de luz, dotado desde el nacimiento… Nosotros dos no éramos iguales. Probablemente se había acercado a mí por lástima, pero la despedí con frialdad.

—¿Qué querría hacer conmigo un elegido usuario de magia de luz? Déjame en paz —dije.

No quería la simpatía fugaz de los privilegiados, porque me sentiría herido y traicionado después de esperar más y no recibir ninguno. Yo era el único que me cuidaba.

Todos mis esfuerzos dieron sus frutos. Pude graduarme de la escuela, tomar y aprobar el examen del Ministerio antes de lo planeado.

Y entonces mi vida cambió.

Me había preparado completamente para la ceremonia de entrada, estudiando cómo hablar y comportarme adecuadamente con los superiores. Sin embargo, en mi camino me encontré con un grupo de personas que, resentidas por haber ingresado al Ministerio a una edad tan temprana, se pelearon conmigo. Como resultado, no llegué a tiempo a la ceremonia, y solo aparecí durante el recorrido por las instalaciones.

En cualquier caso, ahora estaba en el Ministerio, y mi nueva vida allí había comenzado. Apenas pude contener mi emoción cuando crucé la puerta del edificio.

Sin embargo, mi emoción se echó a perder rápidamente al ver a la misma chica que había rechazado con tanta frialdad años atrás: María. Ella me recordó la vieja vida que había dejado atrás, haciéndome extremadamente incómodo. No quería tener nada que ver con ella, pero me miraba como si quisiera decir algo.

La ignoré, porque no había nada de lo que quisiera hablar, ni ahora ni más tarde. Desafortunadamente, cuando nos clasificaron para el examen, terminamos en el mismo grupo. La forma en que me miró, obviamente queriendo comenzar una conversación, fue muy molesta. Y había alguien más aún más molesto en el grupo.

La hija de un duque, Katarina Claes. Cuando escuché sobre su rango, comencé a preguntarme por qué querría trabajar en el Ministerio, ya que me habían enseñado que las mujeres nobles, una vez que fueran mayores, se casarían y se quedarían en la casa sin trabajar.

Seguramente habría alguna razón importante. Por ejemplo, quizás tenía poderes mágicos increíbles. Pero no fue así. Los rumores decían que ella solo estaba aquí para pasar el tiempo hasta el matrimonio.

Había pasado tanto tiempo y esfuerzo para venir aquí, pero ella había ingresado al Ministerio por capricho, y su éxito se debió sólo a su rango. Eso me irritó, y no pude evitar odiarla.

Nunca pensé que tendría que viajar en grupo con esas dos personas. Con Katarina alrededor, la mirada de María era aún más difícil de soportar.

Durante la misión, esperaba que molestara a todos al actuar como un aristócrata arrogante y malcriado.

Antes de alcanzar nuestro objetivo, tuvimos que parar para almorzar en un pequeño restaurante claramente familiar. El lugar no estaba sucio y la comida no estaba mal, pero no era adecuado para una duquesa.

Me imaginé que Katarina se quejaría de la cocina sencilla que nos sirvieron, pero ella la comió con deleite mientras la elogiaba profusamente. La miré, sorprendido, y por alguna razón insondable, me ofreció un poco de su pan de su plato.

Me negué y expresé mi sorpresa por cómo estaba disfrutando la comida. Sin embargo, ella solo dijo que le encantaba este tipo de cocina. Tal vez no era el tipo de noble que pensé que sería…

Después de limpiar su plato, María y Sora tuvieron que detenerla para que no ordenara segundo plato, y el dueño del restaurante incluso le dio algo más de comida para llevar.

Mientras más tiempo pasábamos juntos, menos parecía lo que yo imaginaba.

Entonces, ¿qué pasa si no es tan arrogante y es amable con los plebeyos? ¡Ella es el tipo de persona que trabaja en el Ministerio de Magia solo para matar el tiempo!, me dije cada vez que la imagen que tenía de ella en mi mente comenzó a tambalearse.

Más tarde, cuando estábamos solos, me preguntó por qué la odiaba, y sin saberlo dije la verdad ofensiva. Incluso si era amigable con los plebeyos, ese no era un tono para usar con un noble. Solo después de que terminé de hablar me di cuenta de que me arriesgaba a ser severamente castigado por lo que había dicho, pero ya era demasiado tarde.

Esperé la respuesta de Katarina como un prisionero esperando juicio… pero no respondió, y solo me miró con cara de preocupación, haciéndome sentir muy incómodo.

Después de llegar a la ubicación de nuestra misión, propuse la solución más eficiente, pero nadie estuvo de acuerdo conmigo. La despreocupada sugerencia de Katarina me enojó, y terminé expresando mis quejas una vez más. Y, como antes, ella respondió sólo con un silencio insatisfactorio.

Fuimos a revisar los campos, y estaban llenos de animales, muchos más de lo que esperábamos. Sus ojos estaban llenos de miedo… Este hecho permaneció conmigo. Esa noche tuve problemas para dormir y me desperté muy temprano a la mañana siguiente.

Salí a dar un paseo para aclarar mi mente, pero me encontré con la persona que menos quería ver: Maria Campbell.

Ella me saludó y mi rostro inmediatamente traicionó lo molesto que estaba. Le pregunté qué estaba haciendo allí, haciendo mi mejor esfuerzo para transmitir que quería que me dejaran solo, pero no se inmutó.

—Solo estaba paseando, disfrutando de esta hermosa mañana, y luego te vi. Me preguntaba qué estabas haciendo —dijo.

Admitió haberme seguido, y luego dijo que quería hablar. Ya no podía soportar la forma en que me miraba. Quería que declarara su negocio y se fuera lo antes posible.

—Bueno, ya sabes, crecimos en la misma ciudad, pero nunca hablamos mucho. Pensé que sería divertido conocernos —propuso ella.

Eso fue absurdo e innecesario. Tuve que luchar por mi cuenta, y nadie me prestaría su ayuda.

—Creo que tal vez, si uno se siente deprimido o estresado por algo, puede ayudar tener a alguien con quien hablar al respecto —dijo.

—No tengo ese problema. Por favor, déjame en paz. Si eso era de lo que querías hablar, no hay necesidad de más discusión —respondí.

Deja de mirarme de esa forma.

—Pero últimamente has estado mucho más cansado de lo que solías…

¡Cállate! ¡¿Que te importa?!

Intenté irme, y ella trató de detenerme agarrándome la manga. Sacudí su mano sin pensarlo dos veces.

—¿Qué sabrías sobre eso? ¡Apenas me conoces! ¡Déjame solo!

¡No sabes nada! Siempre luché y nadie me ayudó. Todos solo me insultaron y acosaron, y me quedé solo. Desde que era niño, tendría que abrazarme y llorar solo. Así de solitario estaba. La vida me ha enseñado que estoy solo. Nadie me va a ayudar. ¡Como si alguien que nació con el don de la magia de luz pudiera entender eso! ¡Déjame solo!

Rechacé todo lo que dijo… pero volvió a tomar mi mano.

—Yo era como tú… —murmuró ella.

¿Un usuario de magia de luz? ¿Tal como yo? Eso no puede estar correcto, pensé, pero su mirada era tan intensa que me di cuenta de que no podía estar mintiendo.

—Pensé que tenía que hacer todo por mi cuenta… No puedo dejarte solo, Dewey —dijo, sosteniendo mi mano. Su mano se sentía tan cálida… Era la primera vez que alguien me tocaba tan amablemente—. No tienes que hacer esto solo. Puedes confiar en nosotros —me dijo con una sonrisa amable.

Durante toda mi vida, sin importar cuánto estuve luchando, nadie me había ayudado. Mis padres solo pensaban en mí como una herramienta, mis hermanos estaban demasiado ocupados para mantenerse con vida, y todos los demás, lejos de echarme una mano, se burlaban de mí. Incluso cuando ya no podía soportar esa vida solitaria y dura e intentaba confiar en las personas, me daban la espalda. Por eso había jurado vivir solo, sin depender de nadie.

“Déjame en paz”, dije… pero no quería eso. Quería que alguien fuera amable conmigo. Y fue solo entonces, en ese momento, que me di cuenta de eso.

El calor de la mano de María recorrió mi cuerpo, derritiendo la capa de hielo que me había mantenido alejado del resto del mundo.

Fue muy simple. Un toque cálido, algunas palabras amables, una sonrisa gentil. Esto fue suficiente para abrir lo que había mantenido cerrado durante tanto tiempo, y se sintió tan agradable, tan bueno.

No puedo dejar que nadie piense menos de mí. Todos son enemigos, estoy solo…

Todas estas palabras, una tras otra, se derritieron.

Miré a los ojos de María, y que me miraran ya no me parecía desagradable ni molesto. Se sintió bien. Luego volvimos a la casa juntos, pero había algo que quería preguntarle.

—Di, Campbell…

—Solo llámame María. No necesitas ser formal conmigo.

—S-Sí… Entonces, María… —dije, sonrojándome, y ella se rió con una sonrisa amable—. ¿Por qué eres amigo de la señorita Claes?

Las dos se habían visto amigables la una con la otra durante el viaje, y no entendí por qué un plebeyo, y un poderoso usuario de magia de luz, se haría amiga de una chica como Katarina Claes.

—¿Te refieres a la señorita Katarina?

—Sí. Puede ser grosero decirlo, pero ustedes dos tienen rangos muy diferentes, y escuché que no es tan poderosa como usuaria de magia. Para empezar, ni siquiera sé por qué está en el Ministerio.

No podía decir directamente que “vino al Ministerio como un pasatiempo” a alguien que parecía ser su amiga.

—Ella es alucinante. Solo habla con ella y te darás cuenta —dijo con una sonrisa misteriosa.

—¿De verdad?

Esa no fue una respuesta muy satisfactoria, pero no pude discutir con esa sonrisa… y no me llevó mucho tiempo entender lo que quería decir.

Me puse en peligro para proteger a María de una bestia como nunca antes había visto.

Estaba cerca de perder el conocimiento después de golpearme la cabeza, y vi a María corriendo hacia mí. Me tomó en sus brazos, a pesar del monstruo que amenazaba con atacarla.

Había tratado de protegerla, pero terminé poniéndola mayor en peligro… Estaba avergonzado de mí mismo. Le dije que me dejara allí y huyera, pero ella no escuchó.

Recé dentro de mi corazón para que alguien la salvara, y fue entonces cuando escuché una voz.

—¡Eh, tú! ¡Aquí! —gritó Katarina mientras tiraba piedras a la bestia.

Estaba tratando de atraerlo para salvarnos. Me sorprendió que se pusiera en peligro por nuestro bien, un par de humildes plebeyos… No podía mentirme más. Ella no era tan mala persona.

Tal vez lo había sabido por mucho más tiempo, dándome cuenta de que trataba a todos como a su igual, y que no era arrogante en lo más mínimo, en todo caso, era extremadamente amable. Mi envidia por su estilo de vida privilegiado había nublado mi visión.

—Ella es alucinante… —Las palabras de María de ese día resonaron en mi mente justo cuando perdía el conocimiento.

Me desperté sólo para encontrarme (para mi consternación) en los brazos de Handerson. Me dijeron que la pelea había terminado y que Katarina había matado a la bestia.

La historia sobre su ingreso al Ministerio para matar el tiempo hasta el matrimonio no era más que un rumor. Había estado ocultando sus verdaderas habilidades… Después de todo, María nunca la felicitaría así si ese no fuera el caso.

Katarina no solo era amable, sino también increíblemente poderosa.

Y así, hice las paces con el hecho de que tendría que repensar mis prejuicios hacia ella.

Shisai
Ya estamos por el capítulo 5 y siento que aun nos falta un montón por saber

Sharon
Debo decir, me gustaría que Dewey se mantenga enamorado de María… Como para variar un poco la situación :v Además de que si Jared se da cuenta que enamoró a otro, va a comenzar a matar gente XD

Shisai
Voten por las doncellas de la perdición en la batalla de chibis, comienza el domingo 30 de agosto del 2020, estaremos ofreciendo un mini comic de Bakarina

4 respuestas a “Katarina – Volumen 6 – Capítulo 5: Comenzando una vida en el Ministerio (1)”

  1. Quisiera verlo interactuar con alan o keith…a su manera tienen cosas en comun.
    Y los talentos raciales de protagonista estan a la altura con la mirada de villana

  2. Que lindo que hayan puesto la perspectiva de nuestro shota tsundere, pero algo que en serio me dejó igual que Lahna y el príncipe brothercomplex es lo de las coincidencias con las herramientas mágicas… no es que este mal… pero como que algo no cuadra.jpg
    Muchas gracias por su trabajo.

  3. AJAJAJAJAJAJAJJAJAJAAJAAAAAA
    En primer lugar me gusta la idea de que Dewey este mas interesado en Maria que por Katarina,ya era hora de variar.

    Y en segundo lugar:
    ****************************************************
    Ainz Oal Gown: Bienvenida al club Katarina-kun.
    Katarina : hue :v ?¡

    *****************************************************
    Parece que la Bakarina se unira al club de los malosentendidos OP jajajaja xD
    Si gano un power up ,pero jajajjaa creo que no solo Dewey,ese malentendido de que es extremadamente poderosa seguro se difundira como la plaga…Tiene tanto potencial!
    jajaja

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