Katarina – Volumen 7 – Capítulo 2: En lo profundo del castillo

Traducido por Shisai

Editado por Sharon


Como podía dormir más al día siguiente ya que no tenía trabajo, me desperté sintiéndome agradable y renovada. El clima también era bueno, perfecto para salir.

Keith solía venir conmigo siempre que iba al castillo, pero hoy estaba ocupado ayudando a papá con su trabajo, así que mi doncella, Anne, me acompañó en su lugar.

—No hagas nada imprudente y asegúrate de no estar, bajo ninguna circunstancia, a solas con Jared —dijo Keith.

—No hagas nada anormal. No corras con la falda subida —prosiguió la madre.

Luego, los dos le pidieron a Anne que tuviera mucho, mucho cuidado.

¿Soy solo yo, o todavía me tratan como a un niña a pesar de ser una dama adulta respetable de dieciocho años?

Independientemente de esto, al menos me dieron permiso para ir al castillo (insistí en que quería agradecer a alguien que me devolvió algo importante que había perdido), así que prometí hacer lo que decían y abordé el carruaje.

Al llegar, decidí ir a la habitación donde se había guardado mi libro. Si fuera allí, probablemente podría encontrar a la persona que encontró mi bolso y hacerle cualquier pregunta que tuviera directamente.

También quería preguntarle a Jared si sabía sobre la nota, pero Keith me dijo:

—El príncipe Jared está muy ocupado con sus asuntos oficiales, así que si quieres saludarlo, limítate a un breve adiós justo antes de regresar a casa.

Tendría que esperar.

Acompañada por Anne, fui al almacén. Caminaba de manera deliberada y elegante, como me había indicado mi madre. Puedo ser una dama si es necesario.

La última vez que estuve en el castillo fue durante la fiesta de graduación de los príncipes gemelos. En aquel entonces, todo el lugar estaba cubierto de decoraciones festivas, pero ahora volvió a la normalidad.

Cuando llegué a la habitación, hablé con uno de los sirvientes que trabajaba allí y, después de decir mi nombre, pedí ver a la persona que había encontrado mi bolso. Ese sirviente se apresuró a llevarme a una mesa en la esquina de la habitación, trayendo rápidamente té y bocadillos.

No había recibido el tratamiento del castillo en bastante tiempo, así que le comenté a Anne en voz baja y emocionada.

—¡Cuando me tratan así, me siento como si fuera una especie de mujer noble!

—Señorita, por si lo ha olvidado, es una mujer noble —respondió ella, asombrada.

Por supuesto que tenía razón: yo era una mujer noble que tenía gente que se ocupaba de todo, desde vestirse hasta preparar la comida, por ella. Pero mamá les ordenó a todos que fueran muy estrictos conmigo, al punto en que me regañaban cuando dejaba migas al comer. Eso no me hacía sentir como una mujer noble.

Todavía estaba pensando en eso cuando entró la persona a cargo de la habitación, un hombre de mediana edad. Me saludó con gracia y respondió a mis preguntas. Desafortunadamente, no sabía quién encontró mi bolso y lo trajo aquí. El misterioso benefactor lo encontró tirado en el castillo, lo llevó a esta habitación y lo dejó aquí. Todos los sirvientes estaban muy ocupados en ese momento, por lo que nadie se tomó la molestia de mirar la cara de la persona, y ahora ni siquiera podían ponerse de acuerdo sobre si era un hombre o una mujer quien lo hizo. Me sentí decepcionada por no haber obtenido ninguna información, pero la sincera disculpa del hombre por no poder ayudar me impidió decir eso en voz alta.

—¿Alguien podría haberlo tocado después de traerlo aquí? —pregunté.

—¿Faltaba algo en su bolso? —respondió, poniéndose pálido.

Por supuesto que no podía simplemente decirle que había una nota que hablaba de un juego otome, así que se me ocurrió una excusa poco entusiasta y sin relación.

—No, es solo que pensar que alguien podría haberlo tocado es un poco… ya sabes…

El hombre, aliviado, explicó que en general solo los sirvientes tenían acceso a este depósito pero, considerando que a veces todos estaban tan ocupados que tenían que dejar el lugar desatendido, no podía decir con completa certeza que nadie había tenido acceso a ello.

Además, sólo uno de los sirvientes, una mujer, había abierto la bolsa para comprobar su contenido. Casualmente le pregunté si había mirado dentro del libro, pero ella dijo que no, ya que no le gustaba mucho leer y no le interesaban los libros.

Esto me dejó con dos posibilidades en cuanto a quién puso la nota dentro de mi libro: o la persona que había traído la bolsa aquí, o alguien que se había colado en la sala de almacenamiento mientras los sirvientes estaban fuera.

Salí de la habitación, convencida de que no tenía más información útil para mí. Planeaba preguntarle a Jared si me encontraba con él, pero eso no parecía probable.

Ni él ni Sophia sabían que este mundo estaba dentro de un juego. Si lo hicieran, sabrían lo que significan las “rutas” y los “finales” de los que a veces hablé, y no se verían tan extraños. Y definitivamente lo habrían mencionado en los 10 años que nos conocemos.

Entonces, era razonable pensar que la nota fue colocada allí por otra persona que ingresó al castillo, o más específicamente al almacén.

¿Pero quién? Sabía sobre el juego, ¿entonces era otra persona reencarnada en este mundo desde Japón?

Mientras caminaba junto a Anne, pensando mucho en la información que había recopilado hasta ahora, Pochi salió de mi sombra de repente y comenzó a huir meneando la cola.

Esto es como aquella vez en la fiesta…

Sabía que un Familiar Oscuro como Pochi no ensuciaría los pisos del castillo ni nada, pero aún así no podía dejarlo correr solo. ¡Tengo que hacer algo!

Me olvidé de la advertencia de mamá, me subí el vestido y comencé a correr detrás de Pochi tan rápido como pude.

—¡Señorita! ¡Espere! —escuché a Anne gritar, pero estaba demasiado ocupada corriendo detrás de mi perro para preocuparme por ella.

Siguiéndolo, terminé en un pasillo oscuro. Era extraño que no estuviera iluminado, ya que todavía era la tarde. Miré hacia atrás y no veía a Anne por ningún lado.

Me van a regañar una vez que regrese, ¿no es así?

De todos modos, había visto este pasillo en alguna parte. Cogí a Pochi, que finalmente se había calmado, y miré a mi alrededor.

¡Oh, cierto, este es el mismo lugar al que se escapó durante la fiesta!

El pasillo también se veía muy oscuro en ese entonces, pero no lo había pensado mucho, ya que era de noche.

Tal vez haya muchos árboles plantados alrededor de las ventanas o algo así.

Además, las antorchas ya estaban encendidas a pesar del tiempo. Recordé que, durante la fiesta, vi a una mujer en este pasillo que me dijo que no me permitían ir más lejos.

Entrecerré los ojos para ver a través de la oscuridad y distinguí el contorno de una puerta. ¿Había una habitación al final del pasillo? ¿Qué tipo de cuarto podría haber en el castillo al que la gente no pudiera entrar?

Curiosa, comencé a avanzar.

—Oh, ¿un invitado? Eso es bastante inusual —dijo la voz fría de una mujer desde atrás.

Me di la vuelta y vi a una anciana, seguida por varios sirvientes, caminando elegantemente hacia mí.

Ahora que estaba cerca, podía decir dos cosas: quizás tendría más de cincuenta años, y era que se veía tan hermosa que, en su juventud, debió ser extremadamente popular.

—Mi perro se escapó y yo solo lo seguí hasta aquí para atraparlo…

La mujer no parecía enojada, pero como estaba entrando en un lugar que me habían dicho que estaba prohibido, pensé que tenía que explicarme.

—¿De verdad? Me alegro de que hayas podido alcanzarlo —respondió con una cálida risa. Me sentí aliviada de que no estuviera enojada conmigo, pero al verla reír con tanta indiferencia, no pude evitar decirle lo que estaba en mi mente.

—Disculpe… ¿qué hay al final de este pasillo? Parece que hay una puerta, así que creo que debe haber algún tipo de habitación…

—¿Oh? —respondió la mujer, parpadeando sorprendida ante mi tosca pregunta. Los sirvientes detrás de ella me lanzaron miradas frías.

Estoy bastante segura de que lo arruiné aquí.

—Lo siento, solo me preguntaba… Lamento haber sido tan grosera —me disculpé apresuradamente.

—Oh, hoh, hoh, no te preocupes —se rió la mujer—. No tenemos nada que esconder aquí—. Luego miró a la puerta detrás de mí, y dijo—: Mi hijo vive allí.

—¿Su hijo?

—Sí. Es mayor de edad, pero se niega a salir de su habitación, ni a hacer nada, en realidad. Un hijo problemático, ¿no es así?

Sonaba realmente casual a pesar de la gravedad de lo que había dicho. En primer lugar, me sorprendió saber que también había personas recluidas en este mundo.

—Pero —dijo, mirando con tristeza la puerta—, las razones por las que se puso así son tan serias que no puedo obligarme a sacarlo de su habitación. Lo dejo que se quede allí y, a veces, como hoy, lo visito.

—Eso debe ser difícil para usted…

Antes, había considerado encerrarme en la mansión para evitar los malos finales catastróficos, pero ver la expresión triste de una madre preocupada por su hijo me alegré de haber decidido no hacerlo al final.

Aun así, un encerrado dentro del castillo… ¿quién podría ser?

¡Ah! Estoy bastante segura de que solo la familia real y los sirvientes viven dentro del castillo. Los sirvientes tienen sus propios cuartos separados, y este lugar no se ve así, ¡lo que significa que el recluido es un miembro de la familia real! ¡Increíble! Y espera, si es de la realeza, entonces su madre debe ser…

—Disculpe, ¿pero usted es…? —dije.

—Oh, todavía no me he presentado. Soy Estella Stuart —respondió.

—¿Stuart …? —repetí, sorprendida, mientras ella se reía.

—En lo que respecta a mi rango, soy la antigua reina y madrastra del rey actual. Pero ahora no soy más que una anciana que vive lejos del ojo público y con demasiado tiempo libre en sus manos.

He estado hablando con la antigua reina sin ningún atisbo de formalidad… ¡es por eso que los sirvientes me miraban así!

—Soy Katarina Claes, hija del duque Claes —me presenté a toda prisa.

—¿Oh? ¿La Katarina de los rumores?

Rumores… ¿Qué rumores?

—Oh, hoh, hoh, me alegro de poder conocerte —dijo con una sonrisa. Parecía una mujer tranquila y amable.

—¡Katarina!

—¡Señorita Katarina!

Escuché dos voces llamándome: Jared y Anne. Probablemente me estaban buscando.

—Ojalá pudiera haber hablado contigo un poco más —dijo Lady Estella, todavía riendo—. Pero parece que hay gente buscándote. Reunámonos de nuevo.

Me hizo un gesto para que fuera hacia Jared y Anne. Me incliné ante ella como debería hacer una mujer noble y regresé por el pasillo.

Caminé de regreso hacia Jared y Anne, quienes comenzaron a regañarme.

—No corras con el vestido subido.

—No hagas cosas raras por tu cuenta.

—Piensa antes de actuar.

Y así sucesivamente. Sabía que era culpa mía por haberme escapado así, pero todavía me sentía abatida.

También descubrí que fue Anne quien le dijo a Jared que estaba perdida dentro del castillo, y los dos comenzaron a buscarme juntos.

—Lo siento mucho. Escuché que hoy estabas muy ocupado con el trabajo y te hice perder el tiempo buscándome —me disculpé y él me miró confundido.

—De hecho, tuve asuntos oficiales hoy —dijo—, sin embargo, fue sólo un saludo que duró unos pocos minutos. ¿Quién, exactamente, te dijo que estaba ocupado?

—Keith me lo dijo, pero supongo que se equivocó.

—Oh, ya veo —dijo, con una sonrisa que parecía esconder algo.

Regresamos a la habitación de invitados mientras charlábamos y me sirvieron té y pasteles. Esa fue la segunda vez ese día, pero definitivamente no me iba a quejar. Perseguir a Pochi me había dado sed. Tan pronto como tomé mi primer sorbo de té, Jared comenzó a hablar.

—¿Hasta dónde entraste en el castillo? —preguntó. Él y Anne me habían visto caminar hacia ellos desde el fondo del pasillo, y al parecer se habían estado preguntando sobre eso. Le hablé de mi encuentro con Lady Estella.

—Oh, entonces conociste a la anterior reina —murmuró, mirando pensativo. Su sonrisa habitual no se veía por ningún lado, y en cambio tenía una expresión preocupada.

Esto debe significar que he hecho algo realmente malo esta vez…

—No debería haberle hablado con tanta casualidad… Ni siquiera sabía quién era —dije, y Jared me miró, su expresión aún preocupada.

—De ningún modo. Desde que murió el rey anterior, ella ha evitado casi por completo el ojo público. La mayoría de las personas de nuestra edad no conocerían su apariencia y, en cualquier caso, no es el tipo de persona que se ofenda por no ser reconocida. No debes preocuparte por eso.

—¡Ya veo! ¿Entonces, cuál es el problema?

—¿Problema? ¿Qué quieres decir? —preguntó sorprendido.

—Bueno, te ves tan angustiado…

—Oh, eso es lo que quisiste decir —dijo, riendo con tristeza—. Simplemente estaba avergonzado.

—¿Avergonzado? ¿Por qué?

—Porque has llegado a conocer una verdad muy desafortunada sobre mi familia: el hecho de que mi tío se ha atrincherado en su habitación y no la ha dejado en años. No lo estamos ocultando activamente, ni es un secreto completo, pero no es algo de lo que estemos orgullosos.

La familia real nunca estaría orgullosa de que un adulto se encerrara en el castillo, eso estaba claro.

—Pero escuché que había razones muy serias por las que empezó a hacer eso —dije, recordando lo que me había dicho la ex reina. Tal vez estaba asustado por algunos malos finales catastróficos esperándolo fuera de su habitación.

—De hecho, tiene sus razones. Pero eso también se relaciona con tonterías entre parientes… Katarina, sabes que el rey anterior tenía concubinas, ¿no?

—Sí, eso lo sé.

El actual rey de Sorcié (el padre de Jared) solo tenía una esposa (la madre de Jared) y no tenía concubinas. Y como ya tenía cuatro hijos listos para sucederlo, había anunciado que no planeaba contraer concubinas en el futuro. No sabía de otros reinos, pero, al menos aquí en Sorcié, la monogamia era la norma.

Sin embargo, había escuchado que la antigua práctica de tener concubinas todavía permanecía en la alta sociedad, y algunos nobles llegaban a tener varios amantes. Aparentemente, el ex rey era uno de esos nobles. Debido a mi corta edad, el único rey que conocía era el actual, así que no tenía más detalles.

Simplemente pensé que, como la persona más poderosa del reino, los reyes tendrían que tomar concubinas por razones políticas, y no le di mucha importancia. En todo caso, me sorprendió un poco que el rey actual solo tuviera una esposa.

—Ya veo. ¿Pero sabes cuántos?

—No lo sé. Lo siento —me disculpé por mi ignorancia. Tal vez escuché sobre eso antes de ingresar a la sociedad como adulto y luego lo olvidé.

Jared negó con la cabeza.

—No, se espera que no lo sepas. La familia real ha tratado de mantener ese número vergonzoso oculto del conocimiento público.

—¿Tenía tantas que sería vergonzoso?

—Sí. Oficialmente tenía cinco, pero, aparte de esas, tenía tantas concubinas que sería imposible contarlas. Y, por si fuera poco, también tuvo una cantidad increíble de amantes —dijo con disgusto en el rostro—. Se supone que esa información es un secreto real, pero todos los nobles al menos tan viejos como mis padres la conocen. De hecho, tu padre probablemente también lo sepa, pero eligió no decírtelo; este no es un tema del que una jovencita querría escuchar.

Saber que un rey, bueno, ex rey, pero aun así, tenía tantas concubinas y amantes no era exactamente agradable. Mucho más porque mis padres estaban tan enamorados el uno del otro que la idea de tener una concubina sonaba infiel.

—Puedes imaginar que una cantidad tan grande de concubinas daría lugar a una gran cantidad de hijos. Como sabes, en nuestro reino, el rey elige personalmente a su sucesor entre sus hijos, pero el antiguo rey abandonó este mundo antes de tener la oportunidad de hacerlo. Por supuesto, esto resultó en una acalorada batalla por el trono.

El rey murió antes de decidir quién recibiría su corona y dejó atrás a varios hijos. Jared continuó explicando que la reina no tenía hijos propios, y los hijos de las concubinas se unieron a la carrera, ya sea apoyados por las familias de alto rango de sus madres o por otros nobles que, aunque no estaban relacionados con ellos, querían una oportunidad convirtiéndose en realeza. Yo era demasiado joven para tener algún recuerdo directo de ello, pero la mayoría de los candidatos perdieron la vida o fueron exiliados durante esta disputa, que duró casi dos años completos.

Ya sabía de esta batalla por la sucesión, pero no sabía que había sido tan extrema. Según Jared, eso se debía a que los detalles se habían mantenido ocultos tanto como era posible.

—Mi padre era hijo de una de las concubinas oficiales, una mujer de alto rango, pero no le importaba mucho la corona. Dice que entró en el conflicto porque no podía soportar lo desagradable que se había vuelto todo el asunto, pero no sé la verdad al respecto. Solo sé que mi tío era el hijo menor del rey, por lo que le perdonaron la vida y lo dejaron vivir dentro del castillo. Sin embargo, no ha salido de su habitación desde entonces —dijo, luciendo triste.

Incluso si su vida se hubiera salvado, probablemente sufriría tremendamente a manos de los otros competidores.

—Ahora —dijo Jared—, la ex reina lo está cuidando.

Con Sorcié tan pacífico como estaba ahora, esto era difícil de creer. Y el hecho de que no hubiera sucedido hace mucho tiempo lo hizo aún más aterrador.

—Estoy lejos de estar orgulloso de estas circunstancias, y no estaba ansioso por hablar de ellas, pero tampoco quería ocultarte la verdad —dijo Jared, bajando la mirada—. El libertinaje de mi abuelo me repugna y no tengo ninguna intención de volverme como él. Sin embargo, no puedo negar que soy su nieto —suspiró antes de continuar—: Katarina, ¿me odias ahora que sabes qué tipo de sangre promiscua fluye por mis venas? —Mientras preguntaba esto, no tenía ni su sonrisa sombría ni su expresión de confianza habitual. Nunca lo había visto con ese aspecto.

Así que por eso no quería hablar de eso. Era cierto que no podía pensar bien de un hombre que se rodeaba de decenas de mujeres así, pero…

—El ex rey y tú sois dos personas diferentes. Algo como esto nunca cambiaría mi opinión sobre ti, príncipe Jared —le dije con una sonrisa—. También sé con certeza que no eres el tipo de persona que es infiel o que juega con las mujeres—. Lo conocía desde hacía diez años, así que tenía una idea bastante clara del tipo de persona que era—. Así que no te preocupes por tu abuelo y… ¿príncipe Jared? ¿Qué pasa?

Miraba hacia abajo incluso más que antes, ocultando su rostro. Intenté correr hacia él, preocupada de que se sintiera enfermo, pero me hizo un gesto para que me detuviera.

—Lo siento. Por favor espera un momento. No puedo… mostrar mi cara ahora mismo —dijo.

¿Por qué no podía mostrarme su cara? Lo miré bien y noté que sus orejas se estaban poniendo rojas. ¡Quizás le sangraba la nariz por el calor! Era un día muy caluroso, había estado corriendo buscándome, y para colmo, había estado bebiendo este té caliente.

El apuesto y perfecto príncipe con una hemorragia nasal… por supuesto que no querría mostrárselo a nadie.

Comprendiendo la situación, volví a comer pasteles, intentando en la medida de lo posible no mirarlo, esperando que cesara su hemorragia. Mírame. Me he convertido en una dama tan considerada.

Después de un tiempo, presumiblemente después de que el sangrado se detuvo, volvió a levantar su hermoso rostro.

—Gracias, Katarina —dijo con una sonrisa.

Se esperaba que una mujer noble como yo fingiera no ver una hemorragia nasal. Teniendo cuidado de no mirarle la nariz.

—De nada —le dije, devolviéndole la sonrisa.

Después de charlar sobre cosas no relacionadas durante algún tiempo, recordé por qué había venido aquí en primer lugar.

—Ah, príncipe Jared, quería preguntarte algo. ¿Viste el libro que estaba dentro de la bolsa que olvidé aquí en el castillo?

—¿Libro? Oh, te refieres a ese tipo de libro que a ti y a tus amigas les gusta leer. Vi la tapa, pero no la abrí. ¿Por qué preguntas? —preguntó sospechosamente.

—No es nada. Simplemente no es el tipo de libro que me gustaría que vieran los niños —dije, inventando una excusa al azar.

—¿Es eso así? —preguntó con una sonrisa.

Eso significaba que Jared no sabía nada de la nota. Mi investigación había sido infructuosa.

—Tengo trabajo mañana, así que será mejor que me vaya —dije después de un rato, y me acompañó hasta la puerta.

—Iré a visitarte la próxima vez que tenga un día libre —dijo, sonriéndome.

—Sé lo ocupado que estás, así que no te preocupes si no puedes.

—No poder verte es lo que más me preocupa —susurró sensualmente en mi oído, haciendo que todo mi cuerpo se debilitara.

Tan poco tiempo después de tener una hemorragia nasal, ya había recuperado la calma y sus gestos eran tan sexys como de costumbre. No esperaba menos del principal interés amoroso de AA1.

Dejé que la brisa que entraba por la ventana del carruaje enfriara mi rostro sonrojado y finalmente llegué a casa. Una vez allí, trabajé en el campo por primera vez en mucho tiempo.

Ah, la agricultura es asombrosa. Me siento tan relajada en el segundo que tomo mi fiel azada en mis manos. ¡Y el clima es tan bueno! Este es el día libre perfecto.

Sin embargo, no había aprendido nada nuevo sobre la nota y no me quedaban más pistas por seguir. Insegura de lo que debería hacer a continuación, miré el cielo azul, esperando que se me ocurriera una buena idea. No tuve ninguna.

Me quedé en el campo hasta la hora de cenar. Tanto mis padres como Keith ya habían regresado a casa, así que comimos todos juntos.

El hecho de que había corrido por el castillo mientras me subía el vestido ya había sido informado a mi madre, quien ignoró el hecho de que había sido una emergencia y se enojó conmigo, dándome una conferencia tan larga y tediosa que, cuando por fin regresé a mi habitación, terminé quedándome dormida antes de que pudiera preocuparme por cualquiera de las muchas cosas en las que tenía que pensar con respecto a mi futuro.

♦ ♦ ♦ 

Después de terminar los pequeños asuntos oficiales que tenía que atender en la mañana, regresé a la oficina que estaba al lado de mi habitación para comenzar a trabajar en algunos documentos.

Los asuntos de esa mañana habían tomado menos tiempo del que esperaba, así que tan pronto como terminara con este papeleo, estaría libre. Como mi prometida Katarina no estaba trabajando ese día, pude visitar su casa para verla.

Justo cuando terminé y me preparaba para irme, escuché que Anne, la doncella de Katarina, la había perdido de vista dentro del castillo. Tenía la intención de visitarla, pero pensar que ella ya había venido aquí, y que estaba perdida…

Me reuní con la doncella y le pedí detalles. Resultó que Katarina había estado persiguiendo a su perro, que se había escapado. Perder de vista a su ama dentro del castillo normalmente sería digno de reproche, pero, considerando que su ama era Katarina, sentí lástima por la pobre doncella.

Mi adorable prometida no se parecía en nada a ninguna otra mujer. Cuando corría, nada la retenía. Si llevaba un vestido, simplemente se lo levantaría y se marcharía a tal velocidad que ninguna mujer normal podría esperar alcanzarla.

Agradecí a la criada por sus esfuerzos y la ayudé a buscar, deduciendo dónde podría estar según la dirección hacia la que había estado corriendo.

—¡Katarina! —grité una y otra vez mientras caminaba por los pasillos.

Después de un rato, por fin escuché su voz despreocupada, respondiendo casualmente desde lo profundo del castillo.

—¿Si?

Ella vino hacia nosotros y me aseguré de decirle con severidad que no hiciera cosas raras por su cuenta y que pensara antes de salir corriendo. Después de que la regañé y ella se dio cuenta de que su doncella había pedido mi ayuda para buscarla, se disculpó conmigo.

—Lo siento mucho. Escuché que hoy estabas muy ocupado con el trabajo y te hice perder el tiempo buscándome —dijo.

Eso fue muy curioso. Mi trabajo oficial del día fue un simple saludo y mi agenda no era ningún secreto. Le pregunté quién le había dicho eso y me dijo que era su hermano.

Mi rival le había mentido para que interactuara conmigo lo menos posible. Hice una nota mental para darle una parte de mi mente en la próxima oportunidad.

Finalmente llegamos a la habitación de invitados, donde los sirvientes habían preparado el té, y le pregunté a Katarina algo que me estaba molestando, es decir, qué tan lejos había ido al castillo.

Ella había corrido hacia mí y la doncella desde lo más profundo del pasillo. No era que hubiera nada peligroso en el edificio, pero no podía controlar todo el lugar a la vez. Necesitaba saber eso para poder advertirle de manera adecuada.

Con su habitual expresión desenfadada y cariñosa, me dio la respuesta más sorprendente: había llegado a ese lugar, el que normalmente no vamos, y allí había conocido a la ex reina.

Esa habitación, escondida en un rincón al que la gente rara vez se acerca, estaba rodeada por fuera de árboles, cubriéndola de oscuridad incluso durante el día. Recuerdo haber pensado en él como un lugar algo aterrador cuando era niño.

Mientras trataba de recordar a qué edad me enteré por primera vez de mi tío recluso, que no era mucho mayor que mis hermanos mayores, Katarina de repente frunció el ceño y se disculpó por no conocer a la anterior reina. Le dije que no era un problema en absoluto: Katarina ciertamente estaba lejos de ser buena para recordar a las personas, pero, en este caso, no era culpa suya.

—¡Ya veo! ¿Entonces, cuál es el problema? —preguntó, luciendo aún más preocupada.

Resultó que ella había visto mi expresión de preocupación, aunque yo no lo había notado. Eso normalmente nunca me pasaría a mí, pero mi autocontrol no era tan constante cuando estaba con ella.

Debería decirle toda la verdad, pensé. Después de conocerla durante todos estos años, entendí que Katarina era completamente inmune a las sutilezas.

Le dije con honestidad que me avergonzaba que se hubiera enterado de las lamentables circunstancias de uno de mis familiares. Inclinó la cabeza hacia un lado, luciendo en verdad confundida. Le dije que el hombre que se rehusaba a salir de su habitación era mi tío, y ella comentó que había escuchado que había serias razones por las que lo estaba haciendo.

Por supuesto, pensé para mis adentros, sorprendido. ¿Cómo podría olvidar que mi prometida era una persona así? Ella nunca despreciaría a alguien por algo tan superficial. Siempre llega a conocer a las personas antes de juzgarlas.

Por eso decidí contarle lo que no había planeado revelar hasta después de nuestro matrimonio: la verdad sobre mi despreciable abuelo…

Le hablé de él, de su promiscuidad, de la forma en que usó su poder para reunir mujeres a su alrededor y de la terrible batalla por el trono que se produjo gracias a él. Escuchó mi explicación sin siquiera apartar la mirada.

Finalmente, reuní mi coraje y le dije mi opinión sobre él.

—El libertinaje de mi abuelo me repugna y no tengo ninguna intención de volverme como él. Sin embargo, no puedo negar que soy su nieto —dije, sin poder contener un suspiro. Luego le pregunté—: ¿Me odias ahora que sabes qué tipo de sangre promiscua fluye por mis venas?

Si se me permite decirlo yo mismo, siempre había sido un príncipe extremadamente dotado, sin ningún defecto notable. Era bueno leyendo a la gente y muy querido en la sociedad noble. Pero, incluso entonces, no había nada que pudiera hacer con respecto a esta herencia mía.

No importaba lo que pensara de él, no podía cambiar el hecho de que el anterior rey, un hombre cuya mera mención bastaba para disgustar a mucha gente, era mi abuelo. Por eso había dudado en hablar con Katarina al respecto antes de nuestra boda.

Me preocupaba que ella lo despreciara a él y, por extensión, a su nieto, a mí. Sabía que Katarina no era como otras personas. Sabía que probablemente no le importaría, pero aun así, no podía deshacerme de este miedo.

Esperé la respuesta como un criminal esperando un juicio.

—El ex rey y tú son dos personas diferentes. Algo como esto nunca cambiaría mi opinión sobre ti, príncipe Jared. También sé con certeza que no eres el tipo de persona que es infiel o que juega con las mujeres.

Eso fue incluso más de lo que podría haber esperado. No solo no pensaba menos de mí, sino que también dijo que sabía que yo no era el tipo de persona que actuaba como mi abuelo.

Una vez más sentí que Katarina Claes era la persona más grandiosa que había conocido y conocerla fue, de hecho, lo más feliz que me había pasado.

No pude evitar que mi cara se pusiera roja mientras mi compostura se derrumbaba, pero no quería que Katarina me viera así. Escondí mi rostro y le di las gracias.

Cuando por fin recuperé la suficiente compostura para mirarla, ella me estaba sonriendo. Charlamos un poco más sobre otros asuntos triviales, y luego la acompañé al carruaje que la llevó a casa.

Prometí visitarla tan pronto como tuviera tiempo. Perdiendo el punto, dijo que no se preocupara si no podía hacerlo.

—No poder verte es lo que más me preocupa —le susurré en su oído, y la forma en que se sonrojó fue tan hermosa que mi expresión corrió el riesgo de desmoronarse una vez más.

9 respuestas a “Katarina – Volumen 7 – Capítulo 2: En lo profundo del castillo”

  1. Gracias por los capítulos!
    Tiene toda la pinta de que el tío está recluido por que lo creen loco, ya que desde pequeño hablaba de otra vida, y el es quien escribió la nota en el libro de catarina!
    Es una corazonada

    1. No lo había pensado… Katerina va por su primer hombre maduro( no será mayor que cyrus)
      Y yo pensando que la María de aa2 era una mujer pecadora con shotas y jefes

  2. Muchas gracias por el capítulo me encanta lo mucho que Jared se esfuerza por Catalina…
    Aunque no puedo negar que soy más
    #TeamNicol
    #TeamMary
    #TeamMaria
    Pero, si se queda con Jared estaría bastante satisfecha…
    A keith no lo apoyo porque Catalina lo ve como lo que es su hermano y Aunque al principio apoyaba a Sofia ella ya declaró que Catalina solo la ve como su amiga y/o cuñada…

  3. Por escenas cómo estás, son por las cuales apoyo un poco más a Jared que al resto, el es el único que que le deja bien en claro a katarina que la ama, es directo con ella, pero a la vez no es hostigoso ni odioso con eso. Es la diferencia con los otros pretendientes que o se avergüenzan, conspiran o se contienen, es mi opinión soy team Jared por ahora, que siento que de verdad le echa ganas e iniciativa y no me gustaría que si otro se queda con katarina lo haga por o con menos seriedad o esfuerzo y tiempo que el.

  4. oh no nononononono
    El tio es masomenos de la edad de sus hermanos mayores…ja!!!!!!!!!!!!!!!
    Otro futuro integrantes del harem!
    Y….aunque diga que le averguenze, Jared saco de su abuelo todo ese comportamiento hormonal xD

  5. Ohh wow, tenía mucha expectación por saber que era con lo que se iba a topar Katarina en el castillo… pero no me esperaba esto, pensé que si obtendría alguna pista sobre la nota.
    No era lo que esperaba pero estoy satisfecha.jpg
    Jumm un tío de Jared de la misma edad que sus hermanos mayores… sospechoso, seguro Santa Bakarina lo saca de su reclusión en otro de sus milagros 😅
    Y que ternura me provocó el miedo de Jared al rechazo de Katarina, era obvio que a ella no le iba a importar un comino su abuelo, pero igual el tenía miedo, que ternura ☺️
    Muchas gracias por el cap.

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