Katarina – Volumen 7 – Capítulo 4: Magia perdida (1)

Traducido por Shisai

Editado por Sharon

---

El día después de que Cyrus se enamorara de María, fui al campo con ella.

La esperé después del trabajo y Dewey pareció envidioso cuando nos vio juntas. Con mucho gusto le habría pedido que viniera si fuera mi campo, pero no podría hacer lo mismo con el campo de Cyrus. María fue una excepción, ya que ella era parte de mi plan para ayudarlo a superar su miedo a las chicas, pero no tenía esa excusa para Dewey.

Le pedí disculpas en mi corazón, mientras nos miraba a las dos alejándonos con una expresión triste. Siempre es muy lindo, te dan ganas de acariciar su cabeza.

Por otro lado, Dewey era uno de los personajes que se suponía que llevaría a Katarina (es decir, a mí) a su perdición… ¿Pero cómo? A diferencia de Cyrus, no podía usar magia, era más bajo que yo y, lo más importante, era muy lindo. En todo caso, creo que incluso podría ganarle en una pelea.

—¿Sucede algo? —preguntó María, notando que me estaba distrayendo mientras pensaba en eso.

Bien, María ha estado trabajando junto a Dewey todo este tiempo. Estoy segura de que ella sabe mucho sobre él.

—Ah, solo estaba pensando… Dewey es lindo y pequeño, pero, uhm, ¿le puede gustar… levantar cosas pesadas y demás?

En realidad quería preguntar si era más fuerte de lo que deja ver, o si podía ganarle en una pelea, pero eso generaría demasiadas preguntas.

—Señorita Katarina, Dewey es un niño, así que se ofendería si lo llamaran lindo y pequeño —dijo con una sonrisa seca—. Y a pesar de su apariencia, es bastante fuerte. Solía ​​hacer mucho trabajo manual en casa.

Eso fue sorprendente, pero supongo que no deberías juzgar un libro por su portada. Ahora que lo pensaba, recordé haber oído hablar de que se crió en un hogar pobre y con problemas, y también de cómo se burlaron de él por lo inteligente que era… Quizás era más fuerte de lo que pensé originalmente.

¡Uf! ¡Y pensé que podría derrotarlo con facilidad! ¡Mi única esperanza era entrenar para ser más fuerte!

Finalmente llegamos al campo, donde Cyrus ya estaba esperando, aunque parecía más animado que de costumbre.

—Hola —nos saludó con una sonrisa inusualmente radiante. En realidad, probablemente estaba saludando a María.

Las novelas románticas dicen que la gente cambia cuando se enamora, pero esto era simplemente increíble.

El miedo de Cyrus a las chicas está curado, ¿no es así?, pensé, pero desafortunadamente todavía se veía nervioso cuando hablaba con ella.

—A menudo ayudaba a la señorita Katarina cuando estaba cultivando en la academia —le explicó María, comenzando a ayudar con habilidad.

—¡Eso es maravilloso! —comentó alegremente, mostrando que había hecho al menos algún progreso.

Después de eso, posiblemente debido al poder del amor, Cyrus siguió hablando más con María. Estaba segura de que a este paso superaría su miedo en poco tiempo.

En nuestro descanso habitual, la manta en la que estábamos sentados era más grande de lo normal para dejar espacio para nuestra nueva invitada, y también había dulces para acompañar el té.

Siento cierta disparidad en nuestro trato aquí… Bueno, supongo que un muchacho granjero no se puede comparar con la chica que te gusta.

María, curiosa, probó los encurtidos.

—Nunca he probado algo así. Está delicioso —dijo, masticando con una sonrisa. Me alegré de que a ella también le gustarán.

Luego hablamos sobre las prácticas de encurtido, la ciudad natal de Cyrus, el arroz y más, después de lo cual María comenzó a mirar a su alrededor.

—Aparte del campo en sí, todo el lugar parece estar cuidado. ¿Hizo todo esto, señor Cyrus?

Ahora que lo mencionó, el área alrededor del campo, a pesar de la falta de un camino adecuado, tenía un césped bien recortado y no había grandes rocas alrededor. Era sorprendente, considerando lo escondido que estaba este lugar. ¿Fue obra de Cyrus, como dijo María?

—No, no podría manejar un lugar tan grande yo solo. Ya era así desde el principio—dijo, sacudiendo la cabeza.

—¿Quieres decir que este lugar estuvo cuidado todo el tiempo? —preguntó María, confundida.

—Sí. Parece que en el pasado solía haber un jardín aquí. Había un hechizo mágico para mantenerlo ordenado, y aún debe estar funcionando.

—¡¿Un hechizo para mantener el jardín ordenado?! ¡¿Ese tipo de hechizo existe?! —pregunté, interesada por este tipo de magia de la que nunca había oído nada.

—Sí, pero ahora es magia perdida.

—¿Magia perdida? —pregunté. Nunca había oído hablar de esa expresión antes.

—Hay muchos tipos diferentes de magia, ¿verdad? A medida que la magia cambia con los tiempos, aparecen nuevos tipos y algunos tipos antiguos se extinguen. ¿No lo aprendiste en la academia? —dijo, riendo.

Me volví hacia María, y ella parecía nerviosa. Sí, resulta que lo aprendimos en la academia. Supongo que esa es una desventaja de mi política de “olvidar todo lo que aprendí inmediatamente después de la prueba”.

—Pero entonces, ¿por qué desapareció el jardín? —pregunté, tratando de cambiar de tema para desviar la atención de mi ignorancia.

—No lo sé. El Ministerio tiene una larga historia, con cosas nuevas que se están construyendo y cosas viejas que se derriban todo el tiempo. El jardín debe ser algo que quedó de un proyecto de hace mucho tiempo.

De hecho, el Ministerio era tan antiguo como el reino mismo, muchas cosas deben haber cambiado desde su establecimiento. Quizás incluso este lugar, que ahora estaba vacío y olvidado, era diferente en el pasado.

—En este momento es solo una tierra vacía —dije, mirando a mi alrededor—, pero sí solía ser un jardín, ¿habrá tenido algo como un estanque?

—Hay un círculo hecho de piedras justo encima de esos arbustos. Quizás solía haber un estanque en el medio —dijo Cyrus.

—Me gustaría verlo —le dije, y me miró como un padre cansado de escuchar la molesta petición de su hijo. Pero luego María agregó que ella también quería verlo, y él inmediatamente se puso de pie para guiarnos allí.

Lo seguimos y llegamos al lugar del que hablaba. Era un círculo conspicuo de piedras alrededor de lo que probablemente solía ser un estanque, pero se había secado naturalmente. El estanque parecía más pequeño que el del jardín de Claes.

La mayoría de las piedras llegaban hasta alrededor de mi rodilla, pero había una que era más ancha y casi tan alta como yo; parecía una lápida de mi mundo anterior.

Con la curiosidad de saber si había un nombre o algo escrito en él, comencé a limpiar la piedra grande y sucia con mi pañuelo, pero con muy malos resultados. Era una suciedad realmente rebelde.

—Señorita Katarina, ¿qué estás haciendo exactamente? —preguntó María confundida.

—Oh, me preguntaba si había algo escrito aquí.

—¿Escrito? ¿En la piedra? —preguntó, aun más confundida.

Nunca había visto una lápida en este mundo, así que tal vez no existieran aquí. Eso explicaría su confusión. También significaría que probablemente no había nada escrito, pero pensé que también podría seguir limpiándola, solo para estar segura.

Después de frotar y restregar seriamente, logré eliminar la mayor parte de la suciedad de la piedra, pero no había nada escrito en ella. Sin embargo, noté que había algo brillante.

¿Oh? ¿Es una joya o algo así?

Froté la parte brillante aún más fuerte, tan fuerte, de hecho, que mi mano se resbaló y terminé raspando mi piel.

—¡Ay!

Literalmente era solo un rasguño, pero me dolía mucho y estaba sangrando.

—¡Señorita Katarina! ¡¿Estás bien?! —preguntó María mientras corría hacia mí, luego tomando mi mano entre las suyas—.  ¡Estás sangrando! Yo te curaré.

Probablemente tenía la intención de usar su Magia de Luz para curarme, pero me sentí mal de que usara sus poderes para una herida tan pequeña (y también fue completamente mi culpa).

—No te preocupes, no es nada —le dije, pero ella negó con la cabeza.

—Podría empeorar y no quisiera que te quedara una cicatriz —respondió, así que acepté felizmente su oferta. Dejé que María tomara mi mano derecha herida mientras la izquierda aún descansaba sobre la piedra.

Una luz tenue apareció de las manos de María. Ya lo había visto suceder algunas veces, pero estaba emocionada porque era la primera vez que yo era la que realmente estaba siendo curada. Me quedé mirando la luz tenue… y de repente, se convirtió en un destello cegadoramente brillante. Cerré los ojos e incluso cuando los volví a abrir, todo lo que pude ver fue luz blanca.

Blanco arriba, blanco abajo, blanco a la izquierda, blanco a la derecha. Nada más que un espacio vacío y blanco.

Estaba frente a esa piedra hace unos segundos… ¿Dónde está esto?

Me quedé atónita, pero gracias a María, quien todavía sostenía mi mano, logré mantenerme de pie. Sin embargo, ella también estaba mirando a su alrededor, luciendo tan sorprendida como yo.

—S-Señorita Katarina… ¿Q-Qué nos pasó? —me preguntó nerviosamente, su voz temblando.

—Yo tampoco tengo idea. ¿Dónde estamos? —pregunté, y noté que mi voz también estaba un poco temblorosa. Estaba demasiado asustada y confundida para moverme, pero el silencio lo hacía aún más aterrador, así que seguí hablando—. Hace apenas unos momentos, estábamos paradas frente a la piedra y…

De repente, un segundo destello de luz me obligó a cerrar los ojos de nuevo. Abrí los ojos con miedo y vi un orbe de luz concentrada flotando en el aire. Era más pequeño que mi cabeza y parecía una bombilla. Pero a diferencia de una bombilla, no estaba suspendida del techo, simplemente levitaba en el aire.

—¿Qué está pasando? ¿Qué pasa con esta bombilla? —pregunté, desconcertada por lo absurdo de esta serie de eventos.

—¿Bombilla? ¿Qué es eso? —preguntó… la bombilla.

¡¿La bombilla acaba de hablar?! ¿¡Qué!?

—¡Eek! ¡Habló! ¡Es un fantasma! ¡¡¡Fantasmaaaaaa!!! —grité aterrorizada.

—Es muy grosero gritarle a otros —dijo la voz de la bombilla, sonando un poco disgustada.

¡Estoy segura esta vez! ¡La voz salió de ahí!

—¡¡¡Habló de nuevo!!! ¡¿Qué tipo de fantasma eres?! ¡Vete! ¡Vete! —le grité.

—Hazme un favor y cállate, ¿quieres? No llegaremos a ninguna parte si sigues gritando —dijo en un tono molesto.

De repente me di cuenta de que ya no podía abrir la boca. Lo estaba intentando con todas mis fuerzas, pero mis labios estaban sellados.

—Solo me aseguro de que te quedes callada un rato —explicó.

¡Esta cosa tiene poderes aterradores! Parece una bombilla normal, ¡pero en realidad es un fantasma!

—¡Y ahora que te miro, ni siquiera eres digna! Te deslizaste aquí por error, ¿no es así? Qué niña tan problemática.

No pude ver la cara de la cosa, pero estaba bastante segura de que se estaba burlando de mí. ¿Cómo te atreves?

Pero ahora me sentía un poco más tranquila. Tal vez fue porque había gritado el miedo fuera de mi sistema, o tal vez porque no podía gritar más. De cualquier manera, miré la bombilla que, incluso después de una inspección más cercana, definitivamente no parecía nada más que una bombilla. Ni siquiera tenía boca. ¿Cómo estaba hablando?

Y luego, después de callarme a la fuerza, comenzó a hablar con María.

—Oh, parece que eres digna, jovencita.

¿Digna? ¿De qué está hablando?

—¿Yo? ¿Digna? —preguntó ella, obviamente asustada y confundida también.

Sin embargo, era una chica muy educada. Una bombilla empieza a hablar y ella simplemente respondía.

—Una digna, sí, una Portadora de Luz —explicó como si fuera lo más obvio del mundo.

Todavía no tengo idea de qué está hablando, pero lo que sé es que realmente no me gusta el tono condescendiente de esta cosa.

—Soy una Portadora de Luz… —dijo María con una expresión pensativa.

—Lo sé. ¿Anhelas mayores poderes?

—¿Mayores poderes? ¿Quieres decir… magia más poderosa?

—No. No se trata de hacer tu magia más poderosa, se trata de aprender a controlarla.

—¿Qué significa eso?

—Te enseñaré todo lo que sé sobre el control de la magia. Y eso te hará mucho más poderosa.

—Más… poderosa… —dijo María, mirando el orbe y luego, inexplicablemente, a mí. Sus ojos estaban clavados en los míos.

¿María…? ¿Qué pasa? No podía hablar, así que tuve que comunicarme parpadeando.

María asintió con la cabeza, como si dijera que todo estará bien, antes de volver a mirar la bombilla. Su expresión pasó de asustada y desventurada a intensa y feroz.

—Quiero mayores poderes —dijo claramente.

La bombilla sonrió. Bueno, no tenía boca, por lo que en realidad no sonreía, pero parecía que sí.

—Ya veo… —dijo satisfecho—. Si ese es el caso, encuentra el pacto y vuelve conmigo. Entonces, te enseñaré todo lo que sé.

¿Qué? ¿Tiene que hacer cosas por él antes de obtener sus poderes? ¿Y qué es un pacto? Mi cabeza estaba llena de preguntas, pero como mi boca estaba sellada, tenía que guardármelas para mí.

—Disculpe, este pacto del que habla… —María empezó a hablar.

—Te estaré esperando —la interrumpió la bombilla, y hubo otro destello de luz.

Cuando abrimos los ojos, estábamos de nuevo frente a la piedra.

¿Qué fue eso ahora?

María y yo nos miramos.

—Oye, María… esa cosa de ahora… —comencé a decir, pero entonces Cyrus vino corriendo hacia nosotros, visiblemente temblando.

—¡Oye! ¿Están bien ustedes dos? ¡¿A dónde fueron?!

Dijo que nos vio a María y a mí desaparecer instantáneamente, y luego comenzó a correr para buscarnos.

—Y cuando volví a mirar la piedra, estaban allí… ¿qué pasó? —preguntó, pero todavía estaba demasiado confundida para explicarlo correctamente, así que María comenzó a hablar.

—Para ser honesta, todavía estoy tratando de entenderlo yo misma… —comenzó, y continuó contando lo que habíamos visto: los destellos de luz, el espacio en blanco y el orbe flotante.

Estaba tan contenta de que estuviera conmigo. Nunca podría explicar algo tan extraño tan bien.

—Si no las hubiera visto desaparecer con mis propios ojos, me costaría creerlo —dijo Cyrus—. Pero después de ver cómo desapareciste y luego reapareciste en un abrir y cerrar de ojos, tiene sentido que te transportaran… a otro lugar. —Reflexionó en silencio durante un rato antes de volver a hablar—. Esto también podría ser magia perdida. Podría ser un hechizo colocado aquí por la misma persona que construyó este jardín hace mucho tiempo. Eso explicaría por qué el jardín se mantiene ordenado mágicamente hasta el día de hoy.

—Entonces, ¿era cierto lo que decía el orbe de luz? ¿Realmente podría otorgarme mayor poder? —preguntó María.

—No tengo pruebas, pero diría que es probable. A medida que la tecnología ha avanzado, los usuarios de magia se han reducido y sus poderes se han debilitado. Se ha perdido mucha magia en el tiempo… Si pudieras recuperar algo de eso, definitivamente te volverías más poderosa, sin duda alguna —dijo Cyrus, y el rostro de María se relajó en una sonrisa.

—Ya veo. Si es así, quiero hacer todo lo posible para obtener ese poder. Tendré que buscar el pacto del que estaba hablando el orbe. Me pregunto dónde está… Si es un libro de algún tipo, tal vez esté en la biblioteca…

—Calma. ¿Quieres ir a la biblioteca ahora mismo? Ya está cerrada a esta hora. ¿Y cómo planeas buscar algo de lo que no sabes nada? —Cyrus detuvo a María, quien parecía lista para correr a la biblioteca en este mismo segundo.

—Eso es verdad. Debería preguntarle a ese orbe de luz una vez más —dijo, dirigiéndose a la piedra.

—Espera, hoy es demasiado tarde. Si quieres hacer eso, espera hasta mañana —dijo, y decidimos ir a descansar por el día.

María y Cyrus me acompañaron hasta el carruaje. Ambos vivían en el dormitorio, así que volverían juntos.

—Maria Campbell parece dócil, pero puede ser intensa, ¿eh? —me susurró Cyrus. Probablemente estaba hablando de cómo ella quería ir a buscar ese pacto de inmediato.

—Sí. ¡No es solo una chica dócil! —dije.

Después de todo, ella era la protagonista de un juego otome. Era una chica fuerte que no solo esperaba a ser salvada, sino que corría directamente al peligro cuando tenía que proteger a sus amigos.

Le haré saber que mi amiga es linda y fuerte, señor.

Dejé a mis dos colegas y regresé a casa, pensando en los extraños sucesos de ese día. Un espacio blanco y vacío. Una bombilla parlante. El repentino entusiasmo de María. Tal como dijo Cyrus, a veces podía ser intensa.

Dicho esto, hoy sonaba incluso demasiado ansiosa, como si tuviera prisa. ¿O fue solo mi imaginación?

Ella ya tiene el anillo hecho por Lahna para aumentar sus poderes, entonces, ¿por qué tendría que volverse más fuerte? Ella siempre está trabajando tan duro… Debería aprender a relajarse. ¿Qué tipo de protagonista de juego otome trabaja más duro que los intereses amorosos? Desearía que Cyrus aprenda de ella y se esforzara un poco más por superar sus miedos sin huir.

¡Ah! Dejé a esos dos solos, pero ¿Cyrus acompañó correctamente a María de regreso a su habitación? Estaba tan confundida con todas esas cosas que me olvidé de eso… Espero que lo haya hecho.

Estaba tan preocupada por eso que ni siquiera logré quedarme dormida en el carruaje como siempre hacía.

♦ ♦ ♦

Después de despedir a Katarina en su carruaje, el señor Cyrus y yo caminamos juntos hacia el dormitorio mientras hablamos de mis planes.

Por ejemplo, discutimos cómo, si realmente pudiera lograr los poderes de los que hablaba el orbe de luz, el propio Ministerio podría estar interesado en ayudar en mi búsqueda. Pero, lamentablemente, no tenía pruebas de que lo que había oído fuera cierto.

El señor Cyrus me dijo que informaría a sus superiores y lo investigaría, y que mientras tanto no debería hacer nada precipitado.

—No hay mucho que se pueda hacer para avanzar. Hay demasiadas variables desconocidas en todo esto, zambullirse de cabeza puede ser peligroso —me dijo con una expresión seria que no me dejó otra opción que estar de acuerdo—. De todos modos —dijo justo antes de separarnos—, tu Magia de Luz ya es mucho más fuerte que la de los demás. ¿Por qué quieres más poderes?

Pensé un poco antes de responder.

—No quiero que otros me protejan más. Quiero ser yo quien los proteja —le dije, mirándolo directamente a los ojos.

—Ya veo —dijo, antes de despedirse y dirigirse a su habitación.

Volví a la mía, donde me cambié de ropa y me preparé para la próxima jornada laboral. Estaba demasiado cansada para ir al comedor, así que me conformé con los dulces que tenía en mi habitación antes de acostarme.

Los extraños acontecimientos de hoy me habían dejado exhausta. Había estado tan feliz de poder pasar tiempo con la señorita Katarina después de tanto tiempo, y luego, de repente, fuimos transportadas a ese lugar misterioso, escuchando esas cosas increíbles… Todo parecía un sueño extraño.

Pero no lo era. La señorita Katarina experimentó las mismas cosas, y el señor Cyrus también nos vio desaparecer a los dos.

El pacto… No sabía qué era eso, pero quería encontrarlo y volverme más poderosa.

Desde la primera vez que nos conocimos en la Academia, la señorita Katarina siempre había sido la que me protegía. Cada vez que estaba en peligro de ser lastimada, ya sea física o mentalmente, ella salía de la nada para rescatarme. Incluso cuando me secuestraron, ella fue la primera en aparecer.

E incluso durante el examen, cuando luchamos contra esa criatura dragón… Eso fue tan aterrador. No el dragón, sino pensar que Katarina podría haber muerto por mi culpa. Si eso hubiera sucedido, dudaba que hubiera podido seguir viviendo como antes.

No quería que Katarina se parara frente a mí para protegerme, pero sabía que nunca dudaría en hacerlo, una y otra vez. Sabía que ella era ese tipo de persona, y esa era una de las razones por las que la tenía tan cerca de mi corazón.

Quería el poder para protegerla. Necesitaba una magia mucho más fuerte y tenía motivos para necesitarla lo antes posible. Desde que terminó el examen y regresamos al Ministerio, pude sentir muy levemente un aura, una presencia  maligna. Y tenía la sensación de que esta presencia buscaba a la señorita Katarina. Todo podría ser mi imaginación, pero no podía evitar sentirme asustada.

En la academia, la señorita Katarina una vez fue públicamente acusada por cosas que nunca había hecho. Más tarde descubrimos que todo era parte del plan de otra persona, pero la sensación que tenía en el Ministerio me recordó a la de entonces.

Sentí como si el universo estuviera conspirando para arrebatarme a un ser querido. No quería perderla. Estaba lista para luchar contra cualquiera, incluso el propio universo, para evitarlo, y por eso necesitaba poder. Montones. Y rápido.

Tenía la esperanza en mi corazón de poder encontrar rápidamente el pacto.