La hija de la Casa Albert – Capítulo 5

Traducido por Nina

Editado por Chizuro

Corregido por Maru


Las cosas pasan. 

—Nunca imaginé que él aceptaría —murmuró Addie mientras observaba por encima de su hombro.

Detrás de él estaba el Presidente del Consejo Estudiantil, Patrick. Su cabello se balanceaba con el viento, y su figura sentada en el asiento para pasajeros de la bicicleta era misteriosamente elegante.

¿Por qué terminó así? 

Rebobinando el tiempo unos pocos minutos, la decidida Mary acompañada de Patrick, llegó al terreno vacío de la escuela. Es decir, el aparcamiento para bicicletas.

Patrick se mostró curioso ante las bicicletas aparcadas en la esquina y les pidió a Mary y Addie que se lo explicaran.

Por el bien del plan original, el joven Dice y la villana deberían montar en bicicleta juntos. A pesar de que en el juego se suponía que Alice reconocería su figura cuando regresaba sin bajar del grandioso carruaje,.

Pero como buen noble de gran linaje que era Patrick, por supuesto tenía cero experiencia pedaleando una bicicleta. Y era intolerable que Mary se ofreciera a llevarlo.

En consecuencia, Addie, el asistente de Mary, fue confiado con esta tarea. Sin embargo, que esta fuera la decisión correcta o no… 

No, para empezar su preferencia de viajar en bicicleta es la culpable. 

—Dicho sea de paso, llevar al joven amo Patrick en bicicleta, posiblemente sea algo irreversible… ¿Qué haré si la Casa Dice me demanda…? 

—No hay necesidad de preocuparse. Tan solo responderé que yo lo permití. Además, había querido montar en bicicleta alguna vez.

—Eso es sorprendente. ¿Está usted interesado?

—Ah, Alice… No, una cierta persona me comentó que el viento se sentía increíble.

—Ha, ha, una cierta persona, ya veo.

Siendo plenamente consciente de Patrick quien fingió toser, Addie le siguió el juego.

Adyacente a ellos, Mary adoptó una postura decaída al escuchar su conversación, pero en lo más profundo de su mente le dio crédito a Alice por el sorprendente cambio en Patrick.

Estaba más allá de toda predicción que ese Presidente del Consejo Estudiantil pueda desarrollar una curiosidad por objetos de la gente común. 

Apuesto a que la pura y densa Alice no podría creérselo tampoco. Parece que se ha convertido poco a poco en una existencia importante para Patrick.

En el sistema predeterminado del juego, el jugador maneja a Alice mientras disfruta de su vida escolar. 

Solamente podíamos percibir la mentalidad de la protagonista. La percepción que la persona opuesta tenía de nosotros solo se podía intuir con las interacciones y el valor numérico de los medidores de afecto; al parecer, Patrick se enamora más profundamente de lo que se deja ver.

Un sólido ejemplo, la escena en la que el calmado y genial muchacho murmura amorosas poesías en una demostración de pura astucia. 

—Esto es mucho más interesante de lo que deduje —murmuró Mary sin que nadie la escuchara.

Entonces una figura en la lejanía entró de repente en su campo de visión, una espalda que había visto frecuentemente.

Su dorado cabello se balanceaba con el viento, una chica de pasos elegantes. Portando el uniforme de la prestigiosa St. Karelia y aún así paseando sola. Era sin duda la figura de Alice.

Otros estudiantes nunca irían a casa caminando y bajo ningún concepto deambularían sin acompañantes.

Fijada en la espalda de Alice, Mary apretó el manillar de la bicicleta.

De acuerdo al evento del juego vamos a pasar de largo a su lado. Observando nuestra agradable discusión, ella lo malinterpretará y entonces evitará a Patrick. Va a funcionar. Va a funcionar… ¿Va a funcionar?

Debido a que la sutil alteración respecto a la configuración del juego, se sentía insegura.

Justo ahora, observando la situación, Mary y Patrick deberían estar acurrucados juntos en el interior del carruaje. Eso llevaría al malentendido por parte de Alice, que es de esperarse

¿Pero ahora? Patrick estaba montando con Addie, Mary llevaba su propia bicicleta.

Qué lazo más profundo comparten, no me digas que ellos…, pensaba Alice en el juego, malinterpretando las cosas. Pero así no serían Mary y Patrick los malentendidos, más bien…

—No, dejémoslo aquí… Tengo que creer en mí misma.

Sintiendo un escalofrío recorrerla, Mary se regañó a sí misma.

¿Qué hago perdiendo la confianza ahora? El plan ya está en marcha. “Ir hacia más allá del límite” eso es lo que significa ser descendencia de la Casa Albert. Sí, va a funcionar. Esta escena logrará transmitir con éxito un malentendido a Alice… Bueno, aunque es otro tipo de engaño… Con el propósito de interferir en la relación de Alice y Patrick, sacrificar a Addie es un argumento sólido. Se convertirá en el peón de sacrificio definitivo.

Mientras Mary permanecía sumida en sus pensamientos, pasaron a Alice.

—Oh, joven amo Patrick.

—Hm, ¿Alice? Disculpa Addie, detente por favor.

—¡Sí!

Con el sonido de un frenazo, la bicicleta se detuvo, y por acto reflejo Mary apretó los frenos.

—Buen día a todos.

Alice hizo una reverencia.

Su cortesía era de alguna manera incómoda y antinatural; sin embargo, desde sus perspectivas quienes estaban familiarizados con sus acciones incitaba a sonreír.

De hecho, Patrick habría regañado a cualquiera mostrando tan caótica cortesía; sin embargo, se limitó a asentir en respuesta. No solo eso, su mirada estaba teñida con compasión, su actitud por defecto estoica y serena se derritió en una ternura genuina.

Percibiendo su mirada, los tres inclinaron sus cabezas en confusión.

—¿Ha ocurrido algo para que deban montar en bicicleta?

Su pregunta no era extraña en lo más mínimo.

Por lo menos, había dos estudiantes de gran linaje de la prestigiosa St. Karelia, montando un transporte de plebeyos.

Ante la pregunta de Alice, Patrick tosió ligeramente como si se estuviera dirigiendo a Mary para que lo resolviera. Obviamente, él no podía decir: “Acabé interesándome por la historia de Alice”.

Los ojos de Mary inconscientemente se abrieron ante la palpable actitud de Patrick.

En el juego él habría soltado alguna frase exageradamente dulce que conquistaba a las jugadoras femeninas. Ahora, en un dilema entre ser dulce y su orgullo, esa imagen suya me dejaba perpleja. ¡No es momento de quedar en trance! 

—Simplemente queríamos hacer algo de ejercicio —improvisó, riendo de manera sofisticada mientras se alejaba de ellos—. Ohohoho, disculpad, necesito hablar con Addie. —Cogió la mano de su asistente y lo arrastró con ella—. Hasta luego, jóvenes —dijo actuando como una casamentera

Se alejaron de los otros dos lo suficiente para que no pudieran oír, entonces pisó con fuerza el pie de Addie, que se mantenía mirando a otro sitio incómodo.

—Oh querida, qué pareja más perfecta que hacen… ¿Cierto, señorita? Por favor, deje de pisar mi pie, mírelos.

—Tengo una pregunta. ¿Por qué paraste? Conociendo mi plan, ¿por qué paraste?

—Hahaha, señorita, mire a Patrick, está completamente rojo. Bueno, bueno, Alice es una belleza rústica, es un tipo sin precedentes.

—Parece que necesitamos seguir discutiendo esto. Con mi querido padre.

—¡Mis disculpas! A pesar de que era el plan de la señorita, no podía ignorar la orden del joven amo Patrick. ¡Mis más sinceras disculpas! —Addie hizo una gran reverencia en un suave movimiento y Mary tocó su frente en un intento por aliviar el dolor de cabeza.

Ciertamente, siendo Addie un sirviente, no puede ignorar la orden de alguien con gran linaje como Patrick. Lo entendía. 

Aun así, siempre y cuando fuera según las instrucciones de Mary…  

Me pregunto qué está mala con su cabeza. Y como pensaba, su orden jerárquico está hecho un desastre.

Es normal que el padre de Mary, el jefe de la Casa Albert esté por encima de todo. Sin embargo que su hija sea inferior a Patrick… 

Siendo observado escépticamente por Mary, Addie se percató de que se estaba entrando en terreno peligroso y soltó una risa forzada.

—Vamos señorita, esos dos nos están llamando. Arregle su humor y volvamos. ¿Está bien? —añadió Addie.

Ante la sonrisa falsa, Mary perdió todas ganas de ser desagradable y finalizó la discusión con un suspiro 

—Está bien.

Poco después, Mary y Addie volvieron.[1]

He desafiado a mi maestra, en el peor de los casos me merezco un castigo…  Aunque espero que no, reflexionó Addie en el camino. De alguna manera ese pensamiento hizo que enderezara la espalda. De cualquier modo ahora no es momento de pensar en esto… 

—Me disculpo por manteneros esperando.

Dos sonrisas se solaparon, Addie y Mary saludaron a Alice.

La entretenida conversación que mantenían aquellos dos se esfumó de repente. En el momento en que Mary los llamó, inmediatamente regresaron a su actitud usual, Alice a su alegría y Patrick a su vergüenza, encontrándose con la mirada de Mary sobre él.

—Entonces, joven amo Patrick será mejor que regresemos. Que tenga un buen día, señorita Alice, nos vemos mañana en la escuela… 

—Ah, sobre eso… 

Mary fue interrumpida por Patrick cuando estaba a punto de despedirse.

Naturalmente, se sorprendió y le dedicó una mirada confundida. El joven tosió una vez.

Tras eso, acabó de esta manera…

—Ya veo, realmente se siente diferente cuando pedaleas por ti mismo. No es erróneo decir que se hace ejercicio.

—El joven amo Patrick es increíble, para ser capaz de aprender de una sola vez. Además de ofrecerse a llevarme.

—Te estás precipitando; es más sencillo comparado a montar a caballo.

Mientras ellos charlaban animados disfrutando del viento sobre su rostro, Mary suspiró pesadamente.

A su vez, pegó a Addie en la cadera con su codo, y este se quejó en respuesta.

—Perdedora en una competición, perdedora en un juego, perdedora en una apuesta. Eso describe mi estado emocional actual.

—Simpatizo con usted, pero señorita, por favor, sujétese bien a mí.

—Cierto, caer miserablemente no será adecuado.

—Ah… —Suspirando, Mary rodeó la cintura de Addie con sus brazos.

Dicho sea de paso, estaba en el asiento de pasajeros de la bicicleta que pedaleaba su ayudante.

Adyacentes a ellos, Patrick y Alice montaban tan felices juntos hasta el punto en que los peatones que pasaban pensarían en ellos como una familia o como un jovial espectáculo.

En realidad estaban muy emocionados, y cada vez que la bicicleta se balanceaba, Alice se agarraba con fuerza a Patrick… Tal escenario agridulce.

Por otro lado, en el caso de Mary y Addie, ella tenía una mirada cansada mientras murmuraba incesantemente su derrota, y él sonreía tenso sintiendo el aura oscura que provenía detrás suyo.

Una diferencia inapreciable a simple vista, pero si prestabas más atención, era el cielo y la tierra. Después de todo, una tremenda concentración de aura oscura emanaba de la anterior mencionada.

Poco después de cruzar el centro de la ciudad; llegaron a su destino y detuvieron las bicicletas.

—Muchas gracias por traerme, Patrick, señorita Mary y Addie también. Muchísimas gracias —dijo Alice bajando su cabeza en reverencia.

—No te preocupes por ello —aseguró Mary con una sonrisa.

Disfrutando de la suave brisa, golpeando repetidamente con el codo la cintura de Addie y amenazándolo con un “querido padre”, y “sufriendo una derrota”. Ese era el tipo de sonrisa que Mary tenía, a simple vista era excepcionalmente refinada… pero con una mayor atención, sus ojos no tenían vida.

De cualquier forma, sin percatarse de su actitud, Alice sonrió de corazón, y Patrick lucía satisfecho al verla.

Una chica inocente y un protector príncipe, esa era la perfecta representación. Intentando evitar que sus venenosas emociones fuesen descubiertas, Mary suspiró. 

He perdido, no, siento como que perdí la competición incluso antes de empezar. ¿Qué demonios estoy pensando? No solo ayudé a Alice en su destino sino que Patrick incluso me dijo que estará bien a partir de ahora… Lejos de interferir, parece que los estoy acompañando a una alegre cita. Más que una derrota, parecemos animadoras apoyándolos.

Entonces, se despidió con los ojos en blanco de la pareja que conversaba jovialmente.

—¿Qué he hecho… ? —murmuró Mary, sintiéndose parcialmente responsable por ello. 

Addie mostró un rostro preocupado.


[1] Aquí en inglés decía ‘Mary and Patrick’ pero por contexto creo que es Addie. Imagino que fue un error de la traductora.

2 respuestas a “La hija de la Casa Albert – Capítulo 5”

  1. El 2 no es que Mary se da cuenta que no está haciendo un buen trabajo siendo mala? O sea antes solo estaba de mal humor pero ahora hizo un lamento final para darle fin al capitulo y como Eddie sabe que que quiere hacer Mary esta preocupado por ella… Así lo veo, de hecho no lo encuentro difícil de entender, en comentario va con el momento

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