La poseída hija del Duque – Capítulo 19

Traducido por Maru

Editado por Tanuki


Desde la biblioteca, se dirigió directamente al dormitorio. Sintió algunas miradas curiosas de los estudiantes que se cruzaron en su camino, pero los ignoró a todos. Si querían hablar con ella, les respondería, pero no tenía la obligación de contestar cuando simplemente la miraban. Cuando entró a la habitación, fue recibida por la reverencia de Alisa.

—Bienvenida de vuelta, señorita Lilia.

—He vuelto… ¿Estuviste en la habitación todo el tiempo?

—Sí. ¿Está mal?

—Hubiera estado bien salir a algún lugar también, ¿sabes?

—No tenía permiso para…

Qué inflexible, pensó Lilia frunciendo el ceño, cuando Sakura soltó una risa irónica.

—Es el primer día de vuelta después de todo. Probablemente ella se quedó en la habitación para estar preparada por si volvías en cualquier momento. Bueno, es cierto que no recibió permiso alguno, pero incluso si lo tuviera, seguramente se habría quedado aquí todo el día de todos modos.

—¿Soy de verdad tan poco fiable?

—Sip. Después de dos semanas encerrada, la verdad es que no puedes refutarlo.

Muu… —hizo una mueca.

Ya que pensó que era justo como Sakura decía, no la contradijo. Ya tenía antecedentes de encontrarse encerrada, por lo que Alisa estaba preocupada.

—¡Además, también te saltaste las clases!

—Eso fue… No, tienes razón.

Yaaai, —rio —delincuente.

—Oh, cállate.

Le devolvió la mirada a Alisa, que la miraba preocupada.

—Alisa, estaré bien. Puedes sentirte libre de salir fuera a partir de mañana si estás bien.

—¿De verdad?

—Sí. Bueno entonces, estaré estudiando en el dormitorio. ¿Podrías llamarme si hay algo?

—Claro.

Despedida por una reverencia de Alisa, Lilia entró en el dormitorio. Cerrando la puerta, se dirigió a la mesa en la esquina de la habitación. La estantería que había al lado de la mesa probablemente fue ordenada por Alisa, ya que los materiales de estudio estaban organizados por tema.

—Sakura. También contaré contigo hoy.

—Genial. ¡Coge el papel, coge el bolígrafo, demos nuestro mejor esfuerzo! —cantó.

Lilia siguió las instrucciones y colocó el papel y bolígrafo sobre la mesa, y mientras escuchaba la enérgica voz de Sakura, una pequeña sonrisa se filtró en su rostro.

Fue poniendo las palabras de Sakura en el papel. Lo que le estaba enseñando en ese momento, era aritmética. Dentro de la aritmética había algo llamado ábaco, y escuchando los números aleatorios de Sakura, Lilia fue calculando las sumas en su cabeza. Como no pudieron preparar la herramienta de la que habló Sakura, todos los cálculos fueron hechos con una imagen mental.

[Traducido por Reino de Kovel]

—Lilia. Hay alguien aquí.

Lilia levantó la cabeza al escuchar las palabras de Sakura. Girando el papel con varios números escritos en él, se volvió hacia la puerta. Un golpe inmediatamente le siguió.

—Señorita, Lilia. Tiene visita.

Lilia frunció el ceño en duda. No debería haber nadie en la escuela que hubiera venido a visitarla. Previamente había tenido algunos “seguidores” a su alrededor, pero desde que volvió, no había habido ningún rastro de ellos.

—¿Quién?

—Es la señorita Tina.

Los ojos de Lilia se abrieron con sorpresa. Se habían encontrado justo esa mañana después de todo, por lo que no esperaba que fuera a visitarla ya. ¿Para qué pudo haber venido?

—No lo ves, Lilia, no puedes estar preguntándote por los motivos y esas cosas. Sois amigas, ¿verdad?

—¿De qué estás hablando? Este es el piso de los nobles de clase alta después de todo, no es un lugar al que puedas venir con la única razón de “visitar a un amiga”, ¿sabes?

—No, pero… ¿eh? ¿Lilia dijo algo con más sentido que yo? ¡Oh, qué desgracia!

—Eh, ¿qué estás tratando de insinuar aquí?

Mientras se sentía un poco insatisfecha por el comentario de Sakura, Lilia se levantó de su asiento y fue con Alisa a la puerta de la habitación. Al abrirla, se encontró a una nerviosa Tina.

—Señori… Lilia. —se corrigió —Buenas tardes.

Todavía tiene problemas con los honoríficos, pensó Lilia, aunque decidió no decir nada. Al menos se había parado a mitad de camino esta vez.

—Buenas tardes, Tina. ¿Ocurre algo?

—En realidad no pasa nada pero… Si quieres, ¿podemos cenar juntas?

—Eso… No me importa, ¿pero está bien para ti?

—Sí, por supuesto. No debería necesitar permiso para cenar con una amiga, ¿no?

De una forma u otra, ella estaba comenzando a ver la razón por la que al Príncipe le gustaba esa chica. Llevarse bien con alguien del grupo de nobles arrogantes era simplemente imposible en primer lugar, pero incluso si ese no fuera el caso, probablemente era muy fácil llevarse bien con esa chica.

—De acuerdo. ¿Nos vamos? Ah, pero esto es solo algo secundario, ¿verdad? ¿Cuál es el verdadero tema?

—¿Eh? ¿El verdadero tema? ¿Qué?

Al ver a Tina inclinar la cabeza hacia un lado tan adorable, confundida, las mejillas de Lilia se contrajeron. Era consciente de la sonrisa irónica de Alisa detrás de ella. Por alguna razón se sintió un poco avergonzada, y sus mejillas se tiñeron de rojo.

Fu —suspiró Sakura —Así que mi teoría era correcta. He ganado.

—¿Qué?

—¡Eh, eso es aterrador, Lilia! ¡Solo estaba bromeando!

Lilia chasqueó la lengua en sus pensamientos y Sakura dejó escapar una voz asustada. Dejando a Sakura sola, Lilia esbozó una sonrisa en su cara.

—Lo siento, por favor no te preocupes por eso. ¿Vamos?

Tina dejó escapar un suspiro de alivio y asintió con la cabeza con un “sí”.

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