La poseída hija del Duque – Capítulo 27

Traducido por Maru

Editado por Tanuki


—Alisa. Lo siento pero, ¿puedo pedir que hagas otra taza?

—Sí. Por supuesto.

Inclinándose respetuosamente, Alisa fue a preparar un poco más de té. Después de despedirla, Lilia devolvió su mirada al trío. En realidad, la propia Lilia sabía que estaba exagerando. De todos modos, Sakura también le advertiría de ese punto. Sin embargo, esto era simplemente imperdonable. Si vinieron bajo las órdenes de su hermano, también existía la posibilidad de que nunca se pusieran en contacto con su padre. En ese caso, no sería sorprendente para ellos no saber que Lilia recibió a Alisa como su propia doncella. Sin embargo, eso no le importaba a Lilia. Si los que tenían el trabajo de buscar información descuidadamente, entonces no era una excusa para ella.

—¿Ya se acabó? Se acabó, ¿cierto?

—Sí. Si lo piensas, estabas bastante callada.

—Sí… porque dabas miedo… Podía decir que estabas enfadada de verdad, por lo que guardé silencio.

—Aah, ya veo. Lo siento, eso debe haberte asustado. —se disculpó brevemente.

—Bueno, está bien. —contestó Sakura con leve sorpresa —Creo que está bien. Realmente muestra cuánto valoras a Alisa después de todo. Es un buen desarrollo, así que no diré nada.

—Ya veo. Gracias.

—Aunque esto se iba a ir un poco por la borda.

—De acuerdo, sí… Lo reflexionaré.

Tranquilizándose, tomó aliento lentamente y lo dejó escapar. En ese intervalo, nadie dijo ni una palabra. El espacio estaba dominado por un pesado silencio. Lilia una vez más miró a esos tres. Los dos hombres soportaron su mirada, pero la chica estaba claramente asustada mientras desviaba los ojos.

El hombre más joven se dio cuenta de ello y le dirigió una mirada de soslayo. La chica se sobresaltó y su cuerpo comenzó a temblar una vez más, mientras se disculpaba y agachaba la cabeza.

—¿Es porque está asustada de mí? ¿Hice algo?

—Cualquiera se asustaría por esa mirada tuya, ten un poco de conciencia de ti misma.

—Aunque no me he enfadado con ella verdaderamente.

—¡Ver tu ira es más que suficiente!

Supongo que es así. Pensó Lilia, que hizo su mejor esfuerzo para sonreír al mirarla. El temblor de la chica empeoró.

—No pensé que estaría tan asustada de mí.

—Sí. ¿Qué tal si nos rendimos a la reconciliación y solo hablamos sobre trabajo o algo?

—Supongo que sí.

Lilia dejó escapar un claro suspiro y se volvió hacia el anciano. La cara de la chica se había vuelto completamente pálida, pero como sea. El hombre joven dejó escapar un suspiro de decepción hacia la chica.

—Me pregunto si está bien para mí darles trabajo también.

Sin esperar que tal cosa saliera por la boca de Lilia, los ojos del anciano se ensancharon. Aunque tal como se esperaba de un agente, borró la expresión de su rostro en un instante.

—El maestro Claus nos ordenó que brindáramos ayuda a la Señorita Lilia. Por favor, ordénenos como desee.

—Ya veo. Luego os pediré que verifiquéis los antecedentes de algunas personas.

—Verificación de antecedentes, es eso. ¿De quién será?

—Por ahora, con todos los de mi clase. Ah, por supuesto, Su Alteza es una excepción. Además, haz una para un chico llamado Ray que a menudo estudia en la biblioteca.

Probablemente sorprendido por el número de personas, esta vez fue el hombre más joven el que tenía fruncido el ceño. Aunque como era de esperar éste también borró rápidamente su reacción.

—Esa es una cantidad considerable de personas, y por lo tanto, sin duda requerirá algo de tiempo. ¿Es aceptable?

—Sí. Tengamos regularmente… Veamos, ven y haz un informe una vez al día. Esta chica puede hacerlo.

La única a la que Lilia señaló con su dedo era la chica que había estado asustada todo el tiempo. La expresión de la niña se volvió como si hubiera visto el fin del mundo, pero Lilia no iba a intentar cambiar su opinión en este punto.

—¿Hay algún problema?

—No, no hay problemas en absoluto. Sus demandas son recibidas.

Ella tenía la intención de preguntarle a la chica, pero fue el anciano quien respondió. Lilia miró hacia abajo con ligera decepción, y rápidamente sacudió la cabeza. Volviendo a sí misma, continuó.

—Te lo dejaré a ti.

Los tres asintieron firmemente y volvieron al agujero del techo. Al verlos salir, Lilia suspiró.

—Por cierto, Sakura. ¿Todavía hay alguien alrededor? ¿O se han ido todos?

—Por supuesto que aún queda una persona. Tienen que tener un guardia para ti, después de todo.

—Está bien, incluso si no lo hacían. Nunca he escuchado que alguien haya sido atacado dentro de esta academia.

—Lilia. Hay más de lo que se ve en la superficie.

Lilia frunció el ceño levemente. La forma en que habló Sakura fue como si algo sucediese en el pasado realmente.

—Hay imprudentes por ahí, ¿sabes? —Sakura se echó a reír alegremente.

—Señorita Lilia. Un invitado.

Después de que se fueran los tres espías, Lilia estaba estudiando en su habitación cuando Alisa llamó. Al tener una idea de quién era el visitante, Lilia sonrió irónicamente mientras se levantaba de la silla.

—Buenas noches, Lilia. ¿Quieres ir a cenar? Ah, aquí.

Lilia tomó reflexivamente la pequeña caja de papel que Tina presentó. Echando un vistazo, había dulces horneados dentro.

—Gracias por invitarme. ¿Qué es esto?

—Es dorayaki. ¿No lo sabes?

—He oído hablar de eso, pero es la primera vez que lo veo de primera mano…

Agarró uno para darle una oportunidad. Todavía desprendía calor levemente. Parece que fue recién comprado.  Lilia le dio un mordisco.

—Delicioso…

—¡Es dorayaki! ¡No puedo creer que los tengan aquí también! ¿Tal vez hay otros también?

—¿Otros? ¿Hay más como esto?

—¡Los hay! ¡Hay muchos! Como el taiyaki o el daifuku.

Lilia se interesó y miró a Tina, que lucía una sonrisa alegre que recorría toda su cara.

5 respuestas a “La poseída hija del Duque – Capítulo 27”

    1. Tina es la chica por la que el príncipe dejó a Lilia. Además es la chica que quiso ser amiga de Lilia cuando volvió a la escuela después de que Sakura comenzara a aconsejarla. A priori, es una buena chica y parece que tiene buenas intenciones con Lilia

  1. Pobre chica la dejó traumada, si esa no era su actitud de un enfado normal, entonces ya me imagino como será al enojarse en serio y realmente ha de ser de temer
    Gracias por el capítulo

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