La poseída hija del Duque – Capítulo 32

Traducido por Maru

Editado por Tanuki


—Solo tal vez, estás…

¿Tenía una intuición tan aguda, o Tina era demasiado densa? Parecía que estaba dudando sobre si estaría bien decirlo, mientras Aira posaba la mirada de Tina a Lilia una y otra vez. Probablemente, Kayten también adivinó lo que estaba pasando, ya que las comisuras de su boca estaban ligeramente elevadas.

—Me gustaría mantener esto lo más confidencial posible… Y Tina tampoco parece haberse dado cuenta.

—Ah, sí. Lo tengo. Lo prometo. Tampoco se lo diré a Tina.

Aira asintió firmemente y Lilia le devolvió el gesto con satisfacción. Fue entonces cuando Tina exclamó:

—¡¿Qué tal esto?!

Había sacado un conjunto de ropa. Extendiéndola, era un vestido blanco puro de una sola pieza. No había decoraciones ni nada, y parecía bastante simple.

—¡El blanco es perfecto para Lilia!

¡Bua! ¡Blanco! ¡Perfecto para Lilia! Estás malentendiendo todo aquí.

La forma en que lo dices es molesta, pero tengo que estar de acuerdo. ¿No me está idealizando demasiado?

Parece que la Lilia que ve Tina se ha convertido en una persona extremadamente buena. Mejor trabaja duro para no decepcionar.

Me esforzaré pero… Desde cuándo su evaluación se ha convertido en algo como esto… Pensó Lilia mientras suspiraba y extendía su mano para tomar la ropa cuando Aira la agarró desde un lado.

—¿Aira?

—¿Qué estás haciendo?

Tina tenía una mirada en blanco mientras inclinaba la cabeza y Lilia entrecerró los ojos. La sonrisa irónica de Aira parecía decir que sus ojos daban miedo mientras continuó hablando.

—Señorita Lilia. ¿Va a llevarse esto y se irá? Creo que esos nobles reaccionarán si lo vieran.

—Ah… Tienes razón. Ya que lo mencionaste, ¿tienes alguna buena idea?

Su tono casi parecía provocativo, pero en realidad, solo era curiosa. Aira parecía entenderlo también, mientras asentía con una expresión seria.

—Tengo una caja de madera que tiene el tamaño adecuado para esto, así que la cogeré y llevaré a tu habitación. He causado problemas antes, por lo que la mayoría de la gente pensará que llevo algo para enmendarme, ¿no?

—Ya veo. —dijo Lilia mientras asentía.

Ciertamente, no parecería demasiado fuera de lugar así. De hecho, normalmente en tales situaciones se enviaría a un sirviente para la tarea, pero Aira, que era un noble de clase baja o una plebeya, probablemente visitaría personalmente.

—Suena bien. Entonces, ¿puedo hacer que se ocupe de eso, Aira?

—Seguro. Solo déjamelo a mí.

Aira asintió y salió de la habitación con la ropa. Kayten también hizo una firme reverencia y la siguió. Tina y Lilia las despidieron.

—Qué buenas amigas.

—Eh… Son demasiado buenas para mí.

Parecía muy contenta al elogiar a sus amigos mientras sonreía con una sonrisa de oreja a oreja.

—Bueno, entonces volveré a mi habitación. Tina, definitivamente te devolveré el favor.

—Está bien aun si no lo haces. Más bien, vamos a cenar de nuevo en otra ocasión, ¿de acuerdo? —dijo Tina con una sonrisa despreocupada. Los ojos de Lilia se ensancharon un momento, mientras asentía en silencio.

—Sí.

Tina de seguro es pura. También es una buena amiga para alguien como tú.

Sí, es verdad.

Ey, se supone que no debes estar de acuerdo. Es una buena amiga para la nueva y mejorada Lilia. ¿Lo digo bien?

Mientras conversaba con Sakura en su habitación, Lilia se estaba cambiando para ponerse el vestido que Alisa había preparado. Dicho esto, no era realmente demasiado llamativo y era algo que daba una impresión más sobria. También era bastante fácil de cambiar dentro y fuera de eso, por lo que podría quitárselo fácilmente. Algo que no plantearía problema, incluso si fuera robado, era lo que Lilia le había pedido a Alisa que preparara, por lo que las cosas de Lilia eran relativamente baratas. Sin embargo, en comparación con las cosas normales, todavía era un artículo de alta gama. Cuando le dijo a Alisa que preparase algo que no importase que fuera robado, ésta la había mirado con duda, pero no puso muchos impedimentos y simplemente aceptó. Sin embargo, parece que consultó con los agentes sobre esto, por lo que probablemente se pondrían en guardia para vigilarla. Siempre que no se interpusieran en su camino, ella estaba bien.

Parece que ella está aquí.

Ante la voz de Sakura, Lilia levantó la vista. Alguien llamó a la puerta del dormitorio y se oyó la voz de Alisa. Un invitado al parecer.

—Por favor, ¿podrías mostrarla en esta habitación?

Ante la respuesta de Lilia, la voz de Alisa se detuvo. Podía sentir la impresión en su silencio, antes de que respondiera de nuevo.

—Entendido. —contestó después de volver a la normalidad.

Y sin esperar mucho, alguien llamó a la puerta.

—Entra, por favor.

—Perdone la intrusión…

Y luego entró Aira. Sostenía una caja de madera bastante grande y parecía que estaba haciendo algo muy sombrío. Lilia se dio cuenta con rapidez de que estaba siendo muy cuidadosa con el contenido de la caja.

—Aun si rompes o dejas algo, no me importaría, ¿sabes?

—No… bueno, me importaría… Me importaría.

—Está bien hablar como lo hacías antes. Incluso si te vuelves educada ahora, solo se siente raro.

—Ugh… lo tengo.

Aira bajó los hombros y se dirigió hacia Lilia con la caja. Lilia le señaló un lugar para que la dejara.

—Dime, Señorita Lilia.

—¿Qué es?

—Parece bastante obvio… ¿Pero planeas ir al lado sur?

Como si todavía no pudiese creerlo, dudó con la pregunta. Lilia asintió con firmeza.

—Sí, así es. ¿Hay algún problema?

—No, no es un problema. Es un lado de la academia, por lo que el orden público estará bien. Simplemente, parece tan fuera de lugar… ¿Qué estás tratando de conseguir allí?

—Dorayakis.

—¿Eh?

Probablemente no podía creer lo que acababa de escuchar, ya que los ojos de Aira se abrieron de par en par. Al encontrar ese estado divertido, una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Lilia.

—El otro día recibí algunos de Tina. Estaban realmente buenos, así que pensé en comprar un poco más. También he oído que hay muchas otras cosas, así que planeo echar un vistazo alrededor.

—Ya veo… Sabía que Tina había ido y traído un poco de dorayaki a algún lugar el otro día, pero pensar que sería para ti… Son realmente amigas, ¿eh? Así que acosarla solo eran rumores.

—Oh, aunque es verdad. Es solo que nos hemos reconciliado después de eso.

Lo boca de Aira se abrió con un sonido sordo. Algo de risa ahogada se escapaba de Lilia, mientras se levantaba y se iba.

3 respuestas a “La poseída hija del Duque – Capítulo 32”

  1. Buen el viaje por el lado sur está cerca, solo espero que el torpe príncipe no lo arruine de alguna manera
    Gracias por el capítulo

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