La poseída hija del Duque – Capítulo 34

Traducido por Maru

Editado por Tanuki


—Ya veo. —dijo Lilia mientras asentía, pero realmente no se sentía bien internamente. En realidad se sentía un poco deprimida por tener que andar fuera con ese vestido.

—¿Luzco bien como una plebeya?

Cuando Lilia preguntó, Alisa y la agente desviaron la mirada.

—¿Eh?

Cuando Lilia se puso rígida, Alisa habló en tono nervioso.

—¡Está bien! No es como una plebeya, pero se ve como una mujer rica que sale de incógnito.

—¡Está bien! ¡Por lo menos ya no parece la hija del duque!

¿Debería de verdad estar segura o feliz con eso? Lilia no pudo pensar en una respuesta y solo pudo emitir una sonrisa vaga.

—Señorita Lilia, por favor, tome esto también.

Le entregaron un sombrero de paja. Estaba en la caja con el vestido. Cuando se lo puso, las dos chicas asintieron con satisfacción.

—¿Encaja?

—Sí, sin problemas.

—Será vigilada sin importar lo que pase, así que tenga seguridad.

¿Estaría realmente protegida con esa chica? Lilia la miró un poco dudosa. La chica probablemente se dio cuenta, ya que rápidamente negó con la cabeza.

—Si algo sucediera, no podría manejarlo yo misma. Después de dejar la academia, mi superior la seguirá de manera encubierta.

—Ya veo. Aunque está bien si caminamos juntos.

¿Eh? ¿Está realmente bien? Lilia, solo imagínalo. Una señorita bien educada que camina junto a un tipo viejo vestido de negro.

Llamándolo “un tipo viejo” realmente tú…

Aunque la amonestaba por su discurso, Lilia trató de imaginarlo. Rápidamente llegó a la conclusión de que no era buena idea.

—Lo siento. Déjame cambiar eso. Prefiero caminar sola.

—Entendido. Regresaré entonces.

Mientras sonreía irónicamente, la chica hizo una reverencia y abandonó el aula. Mientras la observaba partir, de repente recordó algo.

—Ahora que lo pienso. Con esa chica y con los otros dos también, todavía no he preguntados sus nombres.

—Así parece. ¿Le digo sus nombres ahora?

—No, está bien. Yo misma les preguntaré cuando tenga oportunidad.

Dejando eso de lado, necesitaba moverse o llegaría tarde. Cuando Lilia salió por la puerta, Alisa la vio irse silenciosamente con una reverencia.

Había soldados estacionados constantemente en las puertas de la academia. Normalmente se pasaba por varios procedimientos para pasar por la puerta. Estaba anticipando cómo podría hablar a su manera en el pasado, o tal vez hacer que la dejen pasar discretamente, pero…

—Tenga un viaje seguro.

Simplemente la dejaron ir sin decir mucho.

¿Qué hay con eso?

Ya. Asegúrate de agradecer a esos agentes después. Parece que habían hablado con ellos al respecto de antemano.

Al oír esas palabras, los ojos de Lilia se ensancharon. No había escuchado nada sobre esto…

Teniendo en cuenta lo que les dijiste el otro día, probablemente intentaron desesperadamente no ganarse tu ira.

Aunque realmente no tenía intención de enfadarme con ellos.

No, tenías mucho miedo allá atrás, ¿verdad?

Así es como fue… pensó Lilia mientras salía de la escuela.

Justo fuera del extremo sur de la academia había una ancha carretera que corría paralela a través de la salida hacia ambos lados, así como una calle aún más grande que corría directamente hacia el sur desde allí. Con cualquiera de las carreteras, había todo tipo de tiendas alineadas a lo largo. Lilia sacó el papel que le dio Aira y comenzó a caminar por la ruta indicada. Sin embargo, rápidamente se detuvo.

Sakura, ¿entiendes el mapa?

Sí, puedo leerlo pero… Ah, ya veo. Solo los puntos básicos se han marcado. Te guiaré a lo largo.

Siguiendo las instrucciones de Sakura, Lilia se dirigió al sur de la ciudad.

Verás, hace cien años hubo un gran sabio en este país. El gran sabio enseñó muchas cosas al país, pero de todas las cosas, parece que en lo que más puso esfuerzo fue en la comida. No había una sola cosa que le gustara comer aquí, así que puso mucho esfuerzo en cambiar eso. ¡Qué maravillosa persona! Por cierto, Lilia, no estás escuchando. Ah, gira a la derecha.

Te escucho. Simplemente no tengo tanto apego por la comida como el resto de nobles.

Siguiendo las instrucciones, Lilia caminó hacia una calle concurrida. Las distintas personas que iban y venían se volvían a mirarla a medida que pasaban, pero era lo mismo incluso en la academia, así que no les prestó atención. Y así, ni siquiera pensó realmente por qué recibía esa atención.

Tan pronto como Sakura comenzó a guiar a Lilia, ella comenzó a darle una conferencia sobre la historia del país. Dicho esto, casi todo era sobre la historia de la comida. Ella ciertamente tenía el deseo de comer cosas deliciosas, pero no estaba tan atrapada como Sakura. No le interesaba algo como el gran sabio que provocó la revolución alimentaria.

Sakura también debería ser consciente de ello, pero aun así, continuó hablando. Incluso confirmaba periódicamente si estaba escuchando adecuadamente.

Ey, ¿no te parece extraño, Lilia?

¿El qué?

El método para hacer sal si ni siquiera se conoce aquí, pero de alguna forma se convirtió en un elemento cotidiano.

Los pies de Lilia se detuvieron.

Había varios condimentos en este país. Por supuesto que la sal y el azúcar estaban entre ellos. Y estos se crearon a partir de fórmulas mágicas,  ayuda espiritual y materias primas, omitiendo completamente el proceso real de formación.

Normalmente, sin conocer el procedimiento real, no se era capaz de hacer magia. Por lo tanto, parecía que alguien conocía el proceso y sin embargo, la única forma de conseguirlo era a través de fórmulas mágicas. Parecía algo bastante obvio, pero solo después de que se lo señalaron se dio cuenta de lo extraño que era.

¿Verdad? Realmente es raro.

Lilia sintió un escalofrío ante la alegre risa de Sakura. La forma en que hablaba hacía parecer que de verdad conocía todos los procesos de creación mencionados. La forma de crearlos sin depender de una fórmula mágica.

Sakura, ¿podrías ser tú el gran sabio o algo así? Preguntó con un poco de convicción, pero Sakura lo negó al momento.

Sin embargo, creo que el señor Sage era alguien que se parecía bastante a mí. Aunque no sé si él también fue poseído por alguien como yo, ¿eh? ¡Ah, Lilia, la tienda está ahí! Es un daifuku de fresa. Compra un poco, como un poco. Oye, ¡compra un poco!

Justo cuando pensé que estábamos teniendo una conversación seria… Por favor, pon más esfuerzo en mantener el rumbo…

Mientras expresaba sus quejas, Lilia se dirigió hacia la tienda que Sakura señaló. Las golosinas llamadas “daifuku” estaban alineadas en el mostrador, y las llamadas “daifuku de fresa” estaba en medio de ellas, alineadas para que sobresalgan prominentemente. Con solo comprar una, la boca se le hizo agua.

Ya veo… Así que la fresa estaba dentro de esta cosa…

¡Un daifuku de fresa! ¡Sabe a daifuku de fresa también!


Maru
Que no sepan conseguir sal más que con magia me hace preocuparme bastante de la incompetencia de este reino

5 respuestas a “La poseída hija del Duque – Capítulo 34”

  1. Este capítulo me generó algunas preguntas y me dejo intrigada, seguramente después veremos algo de ese gran sabio
    Gracias por el capítulo

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