La Princesa derriba banderas – Capítulo 84: Los Invitados de la Princesa Reencarnada

Traducido por Yousei

Editado por Sakuya


Me ofrecieron quedarme en un enorme edificio en la ciudad mirando al puerto… probablemente como resultado de mi amenaza, más que amabilidad. El doctor vivía en la ciudad por lo que después de poco tiempo, el hombre que fue a buscarlo llegó con un hombre viejo en sus sesenta. Él claramente lo había arrastrado fuera de la cama puesto que su cabello gris y su ropa eran un desastre.

—Esto… no está bien.

El hombre se quejaba de lo desordenado de su ropa hasta que vio la condición de Klaus. Su expresión inmediatamente se volvió seria.

Una gota de sudor corrió por mi espalda.

Una vez que las vendas fueron retiradas cuidadosamente, tocó una con su lengua y murmuró veneno.

— ¿Fueron atacados por piratas cerca de estas islas, cierto? Su veneno está hecho para matar. Es raro que cualquiera sobreviva. ¿Qué usaron para tratarlo?

—Es algo que hice yo mismo.

El hombre miró a Wolf quien estaba levantando la mano.

— ¿Usted? ¿Entonces no solo compró medicina cara de algún mercader, sino que en su lugar la hizo usted mismo?

—Yo sé manejarme en estas cosas. Solo lo formulé correctamente, eso es todo.

El viejo doctor murmuró asombrado y maravillado. Wolf no dijo mucho más, solo lo tapó un poco con una risa seca.

—Nunca creí que tendría la oportunidad de encontrar a una persona tan maravillosa. Una de las pequeñas ventajas de vivir por tanto tiempo, supongo.

El clan de los milagros, eh. Dijo el doctor.

Fue un pequeño susurro que solo yo pude oír porque estaba al lado de él, pero creo que lo que dijo es correcto.

—Me siento honrado…

— ¿Pero que espera que haga?

El doctor confundido le preguntó mientras peinaba su barba.

—Me gustaría raspar un poco del tejido muerto alrededor de la herida, pero… Sabe que, si pierde más sangre, él podría morir.

Seguí la mirada del doctor en dirección a Klaus.

Klaus tenía una complexión muy pálida y había estado inconsciente por un tiempo considerable hasta ahora. Incluso si sostenía su mano, no había reacción alguna. su respiración era tan débil y superficial que sentía que podría detenerse en cualquier minuto.

—Es una historia diferente si podemos detener el sangrado inmediatamente después de raspar. De casualidad ¿conoce una medicina así de milagrosa?

—No hay manera de que eso exista, pero no hay alternativa aparte de hacerlo, ¿cierto?

Ante la rápida respuesta de Wolf, el doctor soltó un suspiro abatido y amargamente soltó, .

— ¡Oigan! ¡Tú! ¡Ve a hervir agua!

El doctor escupió un par de instrucciones para los sirvientes que nos rodeaban.

—Mary, qué hay acerca de ti…

— ¡Voy a ayudar!

Cuando le di mi respuesta absoluta, sus ojos se agrandaron con la sorpresa.

Quizá el esperaba que me cambiara a otra habitación. Él se quedó mirándome, confirmando mi determinación.

—Vamos a cortar el tejido muerto. Va a sangrar más que antes. ¿Comprendes?

Él estaba preguntando si estaba preparada para la labor.

Para ser honesta, no era buena con la sangre. También tenía miedo de lastimarme, pero dejar a Klaus a las puertas de la muerte, luchando por vivir, era mucho, mucho, más aterrador.

Miré a Wolf y asentí firmemente.

— ¡Sí!

—…En serio, tú…

Wolf dijo con asombro y levantó el rostro hacia el cielo. Entonces soltó un profundo y largo suspiro vaciando sus pulmones.

Él se volvió hacia mí nuevamente y desvié la mirada avergonzada. Me hizo una seña para que me acercara.

—Lo tengo. Comencemos por quitar la suciedad.

Después de un fuerte asentimiento, me di la vuelta sobre mis tacones, y atravesé la bulliciosa multitud y comencé a correr.

Lave mis manos y limpie mi cara con el agua que teníamos disponible y me puse la ropa que había tomado prestada en otra habitación. El vestido gris azulado estaba oculto bajo un simple delantal blanco. Até mi cabello para que no se interpusiera.

Yousei
Muy bien Mari es el 101 de cómo vestirse para pabellón

En el camino de regreso, me detuvieron en el corredor.

Mirando por sobre mi hombro, el Sr. Yang, quien estaba a cargo de la cocina, dijo que un huésped me estaba buscando.

No debería conocer a nadie en Flamme, especialmente cuando se suponía que yo no debería estar aquí en primer lugar. Nadie debería saber quién era, excepto las personas a bordo de la nave.

Mirándome preocupado, la expresión del Sr. Yang se profundizó.

—No creo que sea un mal sujeto… pero si piensas que es peligroso, por favor rechazalo. Solo para estar seguros, por favor no vayas sola. Sería malo si corres peligro.

Él lo dijo como si se lo dijera a su propia hija y acarició mi cabeza gentilmente.

Sin embargo, inmediatamente se enderezó después de darse cuenta de algo y dio un paso hacia atrás.

—Lo siento… justo ahora, la traté del mismo modo de antes. Por favor, discúlpeme, su alteza.

— ¡…Por favor no te preocupes por eso!

Él intentó arrodillarse, pero inmediatamente lo detuve. Se levantó renuente. Aún podía ver un poco de vergüenza en su rostro.

No esperaba que me tratara como antes, pero esto era salirse de control.

Incluso si fuera a decir que es el resultado de mis propias acciones, aún es doloroso. No sabía qué hacer y me quedé en silencio.

Cuando no pude soportar más ese silencio incómodo, le dije que estaba apurada y lo dejé plantado ahí mismo.

Regresé con Klaus solo para encontrarme con que las preparaciones ya habían terminado.

Klaus estaba boca abajo con sus manos y pies atados para que nadie fuera lastimado si recuperaba la conciencia. Su boca estaba mordiendo algo y la habitación se llenó con humo que flotaba. Incienso. Creo que era usado para aliviar el dolor y promover la relajación.

Wolf susurró Llegas tarde con tela cubriendo su boca. Me disculpé después de cubrirme también.

Como me paré al lado de Wolf, vi las manos del doctor desde aquí. En una de ellas había un brillante escalpelo. Hizo que mi corazón saltara.

Mi boca se sentía seca y el sudor comenzaba a esparcirse a medida que entraba en pánico. Incluso aunque no había hecho nada, sentía que me iba a desmayar.

—Voy a comenzar.

Declaró el doctor en un tono pesado al tiempo que el escalpelo tocaba la piel de Klaus.

*Putsu*

Un pequeño sonido fue hecho cuando la hoja penetró y se enterró en lo profundo de la piel. La sangre comenzó a emanar y formó una bola alrededor del mango de la cuchilla.

Con solo verlo, dolía, pero no podía desviar la mirada. Había decidido que iba a ayudar.

Mantuve mis manos apretadas. El dolor de mis uñas presionando en mi piel me mantuvo consciente.

Sólo podía oírse el sonido de las herramientas metálicas chocando en el aire frío y sofocante.

Como si rompiera el insoportable silencio, se podía escuchar una multitud bulliciosa más allá de la puerta. En poco tiempo, la puerta se abrió de golpe con un fuerte sonido.

— ¡Señorita Mary!

— ¡¿?!

Era un muchacho apuesto quien se abalanzó con un fuerte impulso.

La capucha que cubría su rostro cayó para revelar su cabello rubio platino. Él debió haberse apurado, pues el sudor cubría su frente. Sus ojos violetas adornados con largas pestañas, buscaban a una persona.

Era una cara que conocía bien.

— ¿¡Greog!?

Lo llamé.

Las personas que lo habían detenido lo dejaron ir al ver mi reacción.

—Gracias a dios… ¿No estás herida, cierto?

— ¿Por qué estás aquí?

Le pregunté mientras él daba un suspiro de alivio.

—Un ave entregó el mensaje. Decía que habías sido atacada por piratas cuando te dirigías a la ciudad portuaria.

— ¿…Un ave?

Él asintió mientras añadí Un ave negra.

No era sorprendente que no lo supiera, y por supuesto quería saber quién envió el ave, pero no había tiempo.

—Mary, deja tu reunión para más tarde. También dile a ese hombre que nos deje.

— ¡Lo lamento!

Me disculpé con Wolf, avergonzada.

Después de decirle que hablaremos más tarde, lo empujé fuera y regresé, solo para ser tirada hacia atrás por una mano que no me soltaba.

El sostenía mi muñeca. Estaba confundida y esto me avergonzaba aún más de lo que me irritaba. Era una caballerosidad rara en Greog.

— ¿Greog?

—Sobre el tratamiento, espera un momento.

La mirada de Greog pasó a través de mí y se dirigía a la espalda de Wolf.

Mirando sobre mi hombro podía ver al doctor poniendo los ojos en blanco y el rostro inexpresivo de Wolf. Su rostro era estoico como una estatua, que hacía bajar aún más la temperatura de la habitación.

—Hay una persona muriendo aquí y ¿quieres que esperemos? ¿Quién diablos te crees que eres? ¿Dios? ¿Puedes cambiar el destino de este hombre?

— ¡…!

La expresión de Greog se volvió áspera, pero no desvió la mirada.

—No soy dios. Soy solo un mocoso sin ningún talento. Pero él puede ser de ayuda.

— ¿…Él?

El sonido de la puerta abriéndose una vez más ahogó la voz de Wolf.

La señorita Bianca entró a la habitación con un muchacho delgado sosteniéndose en su hombro por soporte. Debido a la capucha que cubría su cabeza, su brillante cabello negro estaba enredado como un nido de pájaros. Gotas de sudor se formaban en su cabeza junto a su exhausta compleción, él estaba sin aliento.

Cada paso que él daba, era inestable y errático, pero el muchacho eventualmente dejó el hombro de la señorita Bianca. La señorita Bianca lo miraba ansiosa mientras él se reía de su preocupación.

—Estaré bien desde aquí.

—Pero… Michael… [2]

—Está bien ahora. Gracias, hermana.

El muchacho… Michael, se quitó su chaqueta y se la entregó a la señorita Bianca antes de dirigirse a mí.

Nuestro encuentro fue incómodo. Quiero decir, la última vez que nos vimos no fue precisamente la mejor memoria de todas ni nada parecido. No sabía cómo dirigirme a él.

Michael me mostró una expresión complicada al verme confundida.

—Princesa.

Michael, quien me miró, se dio cuenta de algo y ajustó su línea de visión hacia abajo. Seguí su mirada y me percaté de que mi delantal tenía algunas manchas rojas aquí y allá. Inconscientemente arruine el vestido pese a que lo había tomado prestado.

Mi mano derecha, que era levantada gentilmente, tenía un par de marcas con la forma de lunas crecientes. Ellas habían sido causadas por lo fuerte que estaba empuñando. Michael puso sus manos sobre las mías

—Quiero que mantengas un secreto por mi.

— ¿Eh?

— ¿Sabes que soy un mago con el atributo de tierra, cierto?

Él preguntó, yo asentí.

— ¿Si un mago no puede usar magia ofensiva, entonces qué tipo de magia puede usar en su lugar?

Sus delgados dedos comenzaron a trazar mi mano.

*surushi*

Con un suave apretón de su mano, que apenas rozó mi piel, sentí un cambio en mi palma.

Viéndola, las tres pequeñas heridas que estaban ahí, habían desaparecido hermosamente.

Me quedé mirando mi mano derecha.

Michael sonrió brillantemente cuando vio mi rostro, era la sonrisa de un niño al borde de las lágrimas debido a una inmensa alegría.

—Salvaré a su preciada persona… es por eso que estoy aquí.


[1] Yousei: como a la gente siempre se le olvida quien es, es el ex-prometido de Mary, hijo del marqués, el que se suponía que era medio drag en el juego ah y el sobrino del mercader de la cosa del escorbuto.

[2] Lo mismo que con Greog, Michael es la ruta secreta, el malo del otome etc etc 😀 pero se volvio bueno porque la trama, vayan a leer para atrás. El punto es que, es el personaje maravilloso que salva al gato <3 <3 (que también aparece antes XD extraño a Nero TT_TT el amo felino ha sido abandonado muchos capítulos)

5 respuestas a “La Princesa derriba banderas – Capítulo 84: Los Invitados de la Princesa Reencarnada”

  1. Me encantoooii, no se cuanto espere por un nuevo cap…
    MUCHAS GRACIAS!!!!
    Gracias por el recordatorio de grog… Ya me habia olvidado de el, pero algo en mi cabeza me decia que era el ex prometido de Marie

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