La traviesa señorita – Capítulo 35: Prefacio de un nuevo encuentro (2)

Traducido por Naremi

Editado por Ayanami


Siendo ese el caso, en la noche…

Mi hermano, que vino a recogerme le dijo a Giselle que viniera.

Mi hermano y Giselle, están en buenos términos. Eres más cariñoso con ella que conmigo, ¿verdad?

En lugar de ser duro, prefieres a la educada Giselle, ¿no?

¡Esa diferencia!

Ah, en realidad no es que esté celosa, sino que entiendo…

El problema es, si mi Giselle, caerá en las manos demoníacas de mi hermano. Por el momento se ve bien, Giselle no es una niña simple.

— ¿A dónde vamos?

—Aah…el dormitorio de los hombres

Cuando él lo dijo, Giselle y yo intercambiamos miradas.

Eh, está claro que el dormitorio de hombres es un lugar que no debemos visitar en este momento.

Cuando llegamos, no pasamos por la entrada principal, él nos llevó a la parte de atrás.

Una puerta vieja.

Mi hermano pone sus manos sobre la puerta. Sin embargo, no se abre.

—…Haciéndome usar una llave

¡Hermano  solo, respira! ¡Respira!

¡También he escuchado el sonido de su lengua chasquear!

Mi hermano, saca una llave, mientras yo entro en pánico. Hay una escalera detrás de la puerta.

Una escalera de caracol que conduce…

—… ¿Vamos a la cima?

—De hecho

¿Es un tercer piso? El lugar al que mi hermano quiere llevarnos. Está oscuro, así que no puedo decir con certeza, pero hay una luz que proviene de la parte superior, por lo que debe haber una habitación.

Pensando que ese es el objetivo, Giselle y yo seguimos a mi hermano.

— ¿Vaya, esta Theo?

—Alex traerá a Theodore

—Haa…

¿Estás usando a Su Alteza como el chico de los recados? Mi hermano es desagradable. Si alguien difunde algunos rumores extraños, no podrá negarlos.

Pobre Theo. Definitivamente, está disgustado.

Cuando subimos la escalera, hay otra puerta. Mi hermano llama y llama, pero no hay respuesta.

Mi hermano, abre la puerta sin importarle.

—Oi, Gab. ¿Estás despierto?

Una voz resuena alrededor. Parece que hay otra habitación al lado de la que estamos actualmente.

¿Es este, el ático del dormitorio o es el tercer piso?

Giselle y yo no tenemos más remedio que seguir a mi hermano, que va más y más adentro. ¡La mesa y el sofá aquí, parecen algo sin sentido y extravagantes!

Sin embargo, estoy preocupada, ya que escucho una voz por todas partes y huelo un aroma agradable. Es un olor a pescado a la parrilla.

No tengo hambre. Cené, pero…me está dando hambre.

—Ah…lo siento, lo siento. No es como si estuviera durmiendo, ¿sabes? Estaba haciendo una comida —Una voz seca y alegre. Aparentemente, es alguien cercano a mi hermano.

—Ah, ¿llegamos primero? ¿Alex está aquí?

—Su Alteza está dentro

—Ya veo

Su Alteza, que trajo a Theo, ya está adentro.

De alguna manera, entiendo que esta persona esté cerca de los dos.

—Como se esperaba, Bel no está aquí, eh

—Bel no estaba en su habitación. Parece que fue llamado a casa

Ya veo, fue un buen momento. Theo vio a Giselle y esbozó una sonrisa irónica, después de descubrir que se había involucrado.

—Lo siento. Te hice esperar, también lamento haberte hecho esperar mientras como

Es cálido, probablemente, acaba de preparar una comida, una bandeja entra en mi vista.

Es un metrosexual de una manera diferente a mi hermano y Su Alteza.

Cara ligeramente descuidada y una sonrisa despreocupada.

El metrosexual con una cola de caballo negra se ve muy despreocupado.

Pone la bandeja sobre una mesa, se sienta en el sofá, nos pide que nos sentemos y se presenta.

— ¿Quiénes eran? La hermanita de Tristán, su amiga y su asistente, ¿verdad? Soy Gabriel Gab está bien, Gab

Gabriel, el metrosexual, se presentó. Luego, comenzó a comer su comida sin importarle nada más.

Más bien, espera.

¡¡Espera!!

¡Esa bandeja, eso es!

¿No es eso una sopa de miso? ¿¡Arroz!? Lo de allá es arroz, ¿verdad?

Huevo, la forma es diferente, pero no es esa una tortilla de huevo, ¿verdad?

¡Oye, espera, la comida japonesa apareció de repente!

Noo, de ninguna manera, mi estómago se vació…espera, ese ataque sorpresa es injusto.

No hace falta decir que mi vista fue clavada en la bandeja de Gab.

—…Tu hermana me está mirando muy duro, sin embargo…

—Eso parece

—… ¿Quieres comer?

Cuando me preguntaron, asentí frenéticamente en respuesta. —Quiero —le digo con ojos brillantes.

No sé si mis ojos brillan o no, ¡pero…!

Tú, esos ojos. Letty…una mirada como esta es un poco…

Tal reacción no se puede evitar. ¡Quiero decir! ¡Quiero comer!

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