Mi hermana, la heroína – Capítulo 20

Traducido por Sharon

Editado por Tanuki

Corregido por Maru


Soy Christina Noir, soy una genio.

Pude correr libremente por la Mansión desde que tenía un año, a los tres dominé el habla, a los cinco leí cada libro en la biblioteca, y a la joven edad de siete representé a la Dama perfecta en un baile y sorprendí a la sociedad.

Soy una chica genio sin fallas.

Y ahora tengo nueve.

En los dos años que pasaron, gané más conocimientos ya que tengo la habilidad de absorber lo que leo. Como se podría esperar de un genio.

Durante unas horas todos los días, aprendí de las lecciones de Marywa y luego pasé el tiempo con mi hermana, el Arcángel, para curar mi corazón. Los días pasaron con la posibilidad de crecer aún más.

Desde entonces tuve varias oportunidades para aparecer en público y comportarme de forma digna de elogio. Mi reputación está tallada en piedra en este mundo.

¿Quién era la chica sobre quien todos en la sociedad hablaban, diciendo que era la más prometedora? No sería exagerado decir que era yo.

Soy una chica talentosa cuyo futuro es el más brillante.

En los pasados años, el resto del mundo comenzó a ver mi inteligencia. Esta verdad que lentamente comenzó a extenderse definitivamente satisfizo mi autoestima. Más que eso, se produjo un maravilloso resultado.

Lo que era mejor, todo ese crecimiento fue durante dos años.

—Hmm, muy bien entonces. Reconoceré que la etiqueta y modales de la Señorita finalmente cruzaron cierto umbral.

Estas fueron las palabras que escuché después de dos años de lecciones de etiqueta y un simple examen. Estoy tan satisfecha que casi lancé un puño al aire.

Esta felicidad amenazó con robarme mi autocontrol, pero sabía que, si aunque sólo apretara el puño, la mano huesuda de Marywa habría caído en mi cabeza. Así que me conformé con mantener mi emoción oculta.

Sí.

Crecí hasta el punto donde soy capaz de recibir esas palabras del diablo sangre fría conocido como Marywa.

Apenas notando mi felicidad, Marywa se sentó con su espalda recta al igual que siempre y continuó hablando en un tono tranquilo.

—Ha crecido, Señorita. Sus acciones marimachas parecidas a un simio se volvieron más suaves ahora. Probablemente pueda vestir la piel de un gato sin lucir sospechosa. Casi no hay diferencia en su naturaleza, que es como un caballo salvaje, pero es dudoso que alguien pueda descubrirlo. Así que le daré un aprobado.

—Fu, fu, fu. No es problema para mí, Señorita Toinette.

Contuve mi necesidad de reírme con fuerza y sólo sonreí agradablemente. Sus palabras parecen implicar algunas cosas, pero sigo siendo feliz.

Hablando en general, Marywa nunca me elogió para nada. Y aunque todavía no me palmeó la cabeza, estoy realmente motivada por sus pocas palabras de alabanza que me dio.

—Soy una mujer de talento que se encargará de la Casa Noir, después de todo. Quien un día brillará radiantemente en la sociedad. ¡Es de esperar que mi nivel sea algo como esto!

Teníamos una regla donde debía hablar como una dama durante las lecciones de etiqueta. Hasta ahora, siempre fue raro que rompiera esta regla y ella me golpeara con su puño.

Esa es la prueba de que estoy progresando en el estricto camino de una señorita.

Estaba mostrando mi orgullo de una forma tan elegante que tardé en notar algo.

—Ah.

Ahora que se determinó que adquirí los modales y etiquetas necesarias, ¿eso significa que el rol de Marywa aquí terminó?

No pude evitar quedarme en silencio al preguntarme esto.

Marywa es una profesora privada que fue contratada para enseñarme etiqueta. Si esto ya no era necesario, entonces por supuesto, ella no tendría que volver a visitar la Mansión.

Marywa se irá.

Eso no puede suceder.

Era un resultado tan obvio, y aún así mi mente se llenó de pensamientos de rechazo.

Porque yo todavía… Bueno… ¡Eso es!

¡Todavía no hice que se arrodillara!

—Eso es verdad. Ahora que has aprendido a controlar tu apariencia exterior, lo siguiente será pulir tu interior. A continuación estudiarás artes liberales.

—¿Hmmm?

Mi mente de genio estuvo trabajando furiosamente para encontrar una solución, pero las palabras de Marywa me hicieron detenerme confundida.

—¿No terminamos con las lecciones de etiqueta?

—Pareces estar malentendiendo algo. Te lo dije. Todo lo que aprendiste hasta ahora no fue más que una improvisación de emergencia para pulir tu apariencia exterior. A partir de ahora, intentaremos convertirte en una señorita por dentro también. Y el primer paso son las artes liberales. [1]

Mi dilema fue resuelto de inmediato. El camino para ser una señorita no es sencillo, y parece que todavía falta mucho para terminarlo.

Eso estaba bien, pero ahora tengo otra pregunta.

—¿También me enseñarás artes liberales, Marywa?

Artes liberales. Era el estudio del Trivium y Quadrivium. En sus orígenes era un “Estudio que le daba libertad a al gente”, y yo pensé que aprenderlo daba una educación general.

No tengo problema con aprenderlo. En efecto, era normal que los Nobles lo sepan. La Academia Real, que permitía a los estudiantes inscribirse a la edad de catorce años, usaba las Artes Liberales como parte central para la educación de los estudiantes.

Así que mis dudas no tenían ninguna relación con el material.

—Es Señorita Toinette, Señorita.

—Espera, dijiste que acabo de completar el entrenamiento de etiqueta exterior, ¿eso no significa que esas cosas ya no importan?

—Hmm. Bueno, eso es verdad. Podemos ignorarlo por ahora entonces.

Sorprendentemente, aceptó mi argumento con facilidad. Marywa lucía obstinada, pero podía ser flexible algunas veces. Si tenías un argumento con una buena razón, entonces era posible refutarla.

Dejando eso de lado, quería una respuesta de Marywa.

—Déjame preguntarlo de nuevo. ¿También me enseñarás Artes Liberales?

—Sí. Aprenderlas es obtener una educación básica. Si una mujer educada quiere considerarse una dama, entonces las Artes Liberales entran en la etiqueta. ¿Por qué debería ser extraño que te enseñe, entonces?

Soy una genio, así que supe de inmediato que era algo extraño. Pero no presioné el tema. Le preguntaría otra cosa que me estaba molestando.

—¿Vas a enseñarme todas las materias, por tu cuenta…?

—Sí.

—¿Huh…? ¿Por qué?

¿Quién podía culparme por sorprenderme con su afirmación tan despreocupada?

Esto era algo que no creería en circunstancias normales.

Para aprender todas las materias era necesario, por supuesto, un profesor que enseñara cada una.

Era posible que un maestro le enseñase a un niño una introducción de todas, pero en este caso, el estudiante es una niña genio. Mi habilidad para absorber conocimientos a gran velocidad no era normal, requeriría de un profesor particularmente bueno que pueda mantenerse al ritmo.

Aún así, dijo que me enseñará cada materia ella sola. No tiene sentido. Marywa tomará la molestia de siete personas, ¿por qué no contratar a más como una persona normal?

Pero no había ni una pizca de incertidumbre en el rostro de Marywa.

—No hay necesidad de preocuparse, Señorita.

Sus ojos fríos no vacilaron, sólo mostraron la verdad. La boca que tragaba lo irrazonable escupió con habilidad las siguientes palabras.

—Es fundamental que, mientras esté aquí como tu profesora, te ayude a adquirir el conocimiento en las siete materias hasta que alcances la edad de catorce años y entre a la Academia Real. Para entonces, te habré convertido en una estudiante que podrá proceder orgullosamente por el abismo de la filosofía y el aprendizaje superior.

—Uh, sí.

No estaba en mi personalidad asentir tan sinceramente. Pero ese fue el nivel de intensidad que sentí del espíritu de Marywa.

¿Qué era ella?

Realmente es algo que debería haberme preguntado hace tiempo.


[1] Las artes liberales es la expresión de un concepto medieval heredado de la antigüedad clásica que hace referencia a las artes cultivadas por hombres libres. Se dividía en dos clases: Trivium (gramática, retórica y dialéctica) y Quadrivium (aritmética, geometría, astronomía y música)

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