Mi hermana, la heroína – Capítulo 40

Traducido por Sharon

Editado por Tanuki


Por alguna razón, los momentos felices son los que más rápido se pasan, como una bola de lana volviéndose más y más pequeña cuando alguien jala de la punta.

La esencia restante de ese momento es algo de lo que formé parte aunque no quería. Estaba segura de que el Festival continuaría aunque yo no esté, pero nuestra pequeña aventura de hoy se terminó.

También nos separamos de Leon, nuestro guía por el día. Durante la despedida, incluso dijo “No todos los nobles son despreciables, ¿huh?”.

Así que por lo menos para él también fue un día fructífero.

Ahora nos estamos dirigiendo a casa.

Mishuli, Marywa y yo estamos en un carruaje que la Familia Calibrachoa envió para nosotros. Surfania regresó a su Mansión primero. Caminó por ahí, lloró, se obsesionó, e hizo varias cosas desconocidas una detrás de la otra, así que debe estar durmiendo en su cuarto por el cansancio.

Ahora que volvió a casa, el carruaje nos está llevando directamente a la Mansion Noir.

Mishuli está durmiendo en mi regazo. Tenía bastante energía hasta que entramos al vehículo, pero probablemente sea una reacción a su emoción de antes. Está colgada de mí mientras respira suavemente en su sueño.

El espacio en donde estábamos bloqueaba la atmósfera del festival desde todos lados. Hay algo solitario en la forma en que se escuchan las ruedas del carruaje girando.

Dentro de esta atmósfera, sólo Marywa y yo estamos despiertas, mirando a la otra.

—Entonces, ¿cómo fue?

—Estoy muy satisfecha.

Preguntó sobre los resultados del día, y respondí con una sonrisa brillante.

Fue un día muy divertido. La alegría que sentí después de ver a Charles fue la mejor, pero dejando eso de lado, sucedieron varias cosas interesantes. Estoy feliz de haber podido mostrarle los alrededores a Surfania, y aunque fue por pura suerte, también me alegra haber encontrado a Leon para que pudiera guiarnos.

También es la primera vez que salí con Mishuli de esta forma. Fue bastante estimulante. Más que suficiente para ayudar a expandir su mundo.

—Muchas cosas pasaron hoy. Además, estoy feliz de haber podido ejecutar mi plan para volverme independiente de mi hermana.

En un sólo día, el mundo de Mishuli se expandió de ser sólo la mansión a algo mucho más grande. Y sigue siendo la parte más pequeña de algo más amplio. Todavía puedo sentir que es muy mimada por la forma en que se durmió en mi regazo, pero el hecho de que accedí alegremente demuestra que sigo dependiendo mucho de ella.

Pero está bien.

Lentamente, las dos podemos encontrar la mejor distancia que necesitamos. Sin inclinarnos en la otra, sino encontrando el lugar correcto que será mejor para ambas.

—Un plan para independizarte de tu hermana.

Marywa repitió mis palabras. Al verla, inflé mis mejillas algo molesta.

Ella claramente quiere burlarse. Después de todo, incluso Charles declaró que mi plan es imposible sin tener bases.

Voy a hacer un espectáculo si se atreve a burlarse de mi plan, el cual funcionó exitosamente hoy. Eso es lo que pensaba, pero cuando continuó, sus palabras no eran las que esperaba.

—Estoy impresionada de que hayas pensado en algo como eso. Aunque son jóvenes, son demasiado cercanas. Especialmente Mishuli, que tiene un lado peligroso, y usted Señorita usualmente lo ignora.

—… ¿Qué?

Me tomó unos segundos entender lo que estaba diciendo. Cuando lo logré, mis ojos se abrieron.

¿Podría ser? ¿Realmente estoy recibiendo elogios de Marywa?

—Mishuli prácticamente no tuvo padres desde el momento en que nació, y usted perdió un padre cuando era joven, Señorita. Sus pérdidas son parecidas. Quizás pensaron enterrar sus pérdidas en la otra.

—…

Escuchando sus palabras indirectas, recordé algo de mi pasado.

No estaba completamente desvinculado con lo que Marywa dijo. O del plan para volverse independiente.

Es sobre mis orígenes como genio, un precioso recuerdo que mantengo dentro de mi conciencia. Es de cuando comencé a caminar cuando tenía un año.

Una sola voz que nunca olvidé.

… ¡Brillante! ¡Ya puede caminar! ¡Christina, eres una genio!

Esas fueron las sabias palabras de mi madre cuando me vio caminar por primera vez.

Ella fue la primera persona en el mundo que notó mi inteligencia, quien me bañó con palabras de elogio bien merecidas. Recuerdo la felicidad que sentí cuando fue tan directa.

Me elogió como si fuera una niña abandonada.

Estaba feliz. Feliz de que ella lo estuviera. Incluso recuerdo que intenté caminar hacia mi madre que me alabó para fallar al final.

Pero ella murió antes de que pudiera cumplir dos, y la nodriza que me cuido´recibió su recompensa por su terrible traición.

Las dos personas más cercanas a mí desaparecieron en un instante. Pienso que fue durante ese tiempo que el genio dentro mío decidió estudiar y evolucionar como si no hubiera un final.

—La dependencia trae cierta tranquilidad, el poder apoyarse en el otro. No es sencillo pensar en romper eso y regresar a un estado saludable. Incluso más porque la persona en cuestión lo está haciendo por su propia cuenta.

—… Sí.

Lo hice bien. Soy una genio, pero aun así, lo hice bien. No sólo con el plan de hoy. Siempre lo intenté con ganas, me esforcé, perseveré. Cuando cumplí tres ya estaba caminando libremente. A los cinco me leí todos los libros en la biblioteca, es normal que lograra algo como eso.

Es obvio.

¿Qué debería hacer ahora? ¿Qué necesito hacer? ¿Qué más necesito hacer para…?

Entonces, recordé algo.

Mi madre ya no está aquí.

Mi amada madre que me elogió ya no está aquí.

No importa lo que hice a partir de entonces, ella nunca me elogiará por nada más.

Este hecho tan obvio me golpeó por primera vez en esa biblioteca, después de que la conquiste. También fue en ese momento que padre me dijo que Mishuli vendría a vivir con nosotros.

Al principio, asumí que era la hija de una aventura, y enfurecí por el insulto a mi madre. Pero tales pensamientos se fueron tan pronto como puse mi mirada en ella.

Sus ojos son hermosos, transparentes como vidrio. Pero el color es tan puro, que siento que su corazón debe estar en un lugar mucho más peligroso que el mío.

Así que la elogié con toda mi voluntad.

Le arrojé todo lo que pensaba, aunque nos acabábamos de conocer. Que era adorable, que estaba feliz de tener una hermana menor. Sentí que los recuerdos de mi vida pasada vinieron de forma tan repentina para que pudiera elogiar a mi hermana frente a mí.

Así que me esforcé en hacerlo.

Hice con Mishuli lo que me hace más feliz. Sus ojos parecían vacilantes al principio, pero entonces pequeñas pruebas de un color alegre comenzaron a aparecer.

Estaba tan feliz por su reacción tan positiva que supe entonces que yo era capaz de darle esa felicidad, y desde entonces dirigí todos mis esfuerzos hacia Mishuli. Sin palabras, supe que lo que ambas queríamos era algo similar. Intentábamos enterrar lo que nos faltaba en la otra, intentando sentirnos completas.

Pero es probable que eso termine hoy.

—Señorita, Chris, has trabajado duro. Siento que debería recompensarte, aunque sea un poco… ¿Hay algo que le gustaría que haga por usted?

Tengo el presentimiento que en este momento, Marywa me dará lo que sea, siempre y cuando esté en su poder.

Pero no siento que esté bien obligarla. Como siempre hice con los sirvientes, como hice con Leon hoy. No quiero ordenarle que haga lo que deseo.

Nací en la clase alta y soy una genio, no hay error al decir que mi posición es mayor. Pero no puede garantizarme lo que deseo demandando de esa forma.

—Entonces, Marywa.

No una orden, sino palabras que expresen lo que quiero que haga. Acaricié a Mishuli lentamente mientras dormía en mi regazo. Regresé a como me sentía cuando comencé a caminar mientras miré a Marywa directamente a los ojos.

—Elógiame.

Soy el tipo de niña que crece cuando la elogian.

Por eso quiero que lo haga.

No mi madre, ni mi padre, que observaron mi crecimiento todos estos años. Tampoco los sirvientes que me apoyaron, ni los amigos que caminan a mi lado.

Es esta persona, que es increíblemente estricta, fría la mayor parte del tiempo y usa castigos corporales para educarme.

Pero tengo plena confianza en ella, y quiero que me elogie.

No de forma indirecta que usó hace rato. Algo más simple. Todo lo que quiero es que acaricie mi cabeza y diga “lo hiciste bien”.

—Señorita, Chris.

A pesar de estar en un carruaje en movimiento, Marywa se puso de pie. Sus brazos se extendieron lentamente hacia mí y me acercaron hacia ella para abrazarme.

No estaba esperando tanta amabilidad, así que un suspiro escapó de mis labios. Pero por supuesto, no tengo intenciones de resistirme.

—Lo has hecho bien.

Su abrazo era incómodo de alguna forma, y la forma en que me acarició podría mejorar con la práctica. Pero ahora que está cerca de mi oído, pude escuchar sus palabras de elogio.

—Lo has hecho bien hasta ahora.

—… ¡Sí, lo hice!

No fue mi imaginación, ni un malentendido. Ella es tan cálida que las lágrimas caen de mis ojos.


Autor:

Miss Toinette la elogió porque fue en privado, y no durante sus lecciones.

Marywa quiere hacerlo pero no puede, Christina quiere elogios, pero no recibe ninguno.

Así va la historia de dos personas torpes.

♥ ❤ ♥

7 respuestas a “Mi hermana, la heroína – Capítulo 40”

  1. Ah… Casi lloro con la escena de Marywa y Chris, en serio la veo como su madre… Gracias simplemente gracias por traer estas hermosas novelas…

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