Mi hermana, la heroína – Capítulo 54

Traducido por Sharon

Editado por Tanuki


No es como si mi humor hubiera mejorado después de molestar a Surfania.

La razón por la que lo hice es que estaba volviéndose irritante, eso es todo. No tiene nada que ver con lo que siento por Charles que tengo encerrados estallando de imprevisto. Por eso aunque hice que Surfania gritara y llorara, estos sentimientos turbios no desaparecieron.

Habiendo dicho eso, mi inclinación a descargarne con Surfania a cada rato no es genial tampoco. Por supuesto, la mayoría de las veces ella comienza. Pero aunque sea en defensa propia, todavía no puedo decir que mis acciones son aceptables.

Cuando huí de Charles en la fiesta, sólo compliqué la situación. Sumándole a ello que ataqué a Surfania, no tengo remedio. Por más que sepa que para resolver la situación lo único que necesito es ir a ver a Charles, por ahora seguiré posponiéndolo.

Sip, vamos a hacerlo en otro momento.

Dejando de lado el encuentro con Charles, por ahora iré a disculparme con Mishuli.

—No es algo por lo que debas preocuparte.

Aunque al huir empujé todo sobre ella, mi hermana ni siquiera se preocupó por ello.

—Mejor dicho, que confíes en mí me hizo feliz. Gracias a eso entiendo que incluso yo puedo ser útil para ti. ¡Por eso, a partir de ahora confía en mí más y más!

—¡Mishuli…!

Con su buen humor reflejándose en su sonrisa, no hay duda de que mi hermana lo hizo bien. Como ella es tan linda, no pude resistir la urgencia para apretarla en un gran abrazo… Pero ya decidí hace dos años que no la sofocaría. Conteniendo mis ganas, acaricié su cabello ligeramente en su lugar.

—Lamento ser una hermana tan desvergonzada… Aunque mi pequeña Mishuli ha crecido tanto, mi estado es patético.

—No es así, hermana. Soy la persona que mejor sabe que mi hermana es la persona más genial en el mundo, después de todo. Así que no te preocupes por algo como eso.

—No, esta vez es claro. Sobre todo porque sucedió en un evento que nuestra familia organizó. Incluso le causé problemas a la hermana mayor de nuestros amigos los Calibrachoa…

—Si se trata de ellos, no son el tipo de persona que pensaría mal de ti por eso. Por el contrario, es la última persona a la que debes preocuparte por haber ofendido.

Aunque ayer se conocieron por primera vez, al parecer Mishuli comprendió la personalidad de la hija mayor de Calibrachoa.

En realidad, es porque esa persona lo dejará pasar sin problemas que debo disculparme apropiadamente. Es lo que se llama etiqueta social. Por más que una disculpa parezca una formalidad, ignorarlo y dejarlo de lado sería lo peor que podría hacer. Necesito llamarla apropiadamente en el futuro y explicarme.

—Además, la atmósfera de esa ocasión no se volvió fea, así que no creo que debas preocuparte por ello tampoco. Todos estaban algo perplejo, pero eso es todo. Incluso Charles no parecía demasiado molesto, por eso no deberías preocuparte demasiado, hermana.

—… Eso supongo.

La edad promedio de los invitados era lo suficientemente jóvenes para considerarlos infantiles. Por esa razón no causó demasiados problemas.

Aunque las palabras de Mishuli deberían ser buenas noticias… No puedo celebrar con honestidad.

Por supuesto, fui yo, la organizadora que se deshizo de sus responsabilidades, quien está equivocada. Saber que los invitados no se preocuparon demasiado por mis acciones debería ser algo bueno.

Que no haya dejado una mala impresión es algo por lo que debería estar feliz, sin importar qué.

Pero un poco… Desearía que se hubieran molestado.

Nunca se lo diría a nadie… Pero quería que se preocuparan.

—… Hmph.

En respuesta a la mueca inconsciente de mi rostro, los ojos azules de Mishuli parecieron ver a través de mi mente.

—Estoy algo disgustada.

Comencé después de que me leyera con tanta facilidad.

Hace tiempo que soy un libro abierto para ella, me rendí en intentar comprender cómo lo hace. Me pregunto por qué esta persona siempre puede detectar hasta el ligero cambio en mis emociones. Esta vez también pudo ver a través de mi insatisfacción. Sus ojos se entrecerraron.

—Ese Charles, sólo ignóralo.

—No Mishuli.

Pensar que ella vería todo el camino hasta mi corazón con esa percepción aguda, sólo para decir algo como eso. Tengo que admirar el crecimiento de mi pequeña hermana. Aunque haya negado con la cabeza.

—Yo estoy equivocada. Necesito aceptarlo.

—Hermana no es mala. El único que está errado es Charles.

Como pensé, Mishuli es muy amable. Inflando sus mejillas de ese modo, protegiéndome incondicionalmente aunque soy su hermana mayor. No importa su expresión frustrada, mi hermana es linda.

Palmeé sus rizos dorados en un intento por calmarla.

Esta linda hermana mía está creciendo poco a poco para volverse alguien fuerte. Puede permanecer en sus propios pies ahora. Mejor dicho, se volvió alguien tan confiable que puede apoyarme.

Con esto, para alguien como yo, no tengo otra opción más que convertirme en alguien que pueda pararse a su lado.

Y con eso nuestro intercambio terminó cuando golpearon la puerta.

—Ahh, ella está aquí.

Al parecer tenemos un visitante. Ante el sonido, el rostro de Mishuli se volvió resignado.

Incluso ella tiene personas a las que no puede enfrentar, y ambas sabemos quién está al otro lado. Se apresuró hacia la puerta, convirtiéndome en el sacrificio del día.

—¡Buena suerte, hermana!

—¡Ya lo dijiste!

Cuando la sonriente Mishuli apretó el puño en una muestra de apoyo, la puerta se abrió.

—Por favor, discúlpeme por interrumpirla, Señorita Christina.

En el espacio de la puerta abierta habían dos jovencitas.

Una vive como sirviente, y aunque sigue siendo joven, estuvo trabajando con nosotros por varios años. A su lado hay una mujer que no necesita presentación.

—Señorita Chris, lamento interrumpir su conversación pero es tiempo de clases.

No parece tener más de 40 años con su espalda perfectamente recta. Su tono estricto o expresión severa no muestra suavidad.

El tutor empleado por la Casa Noir, Marywa Toinette.

—B-Buenos días, Señora Marywa.

—Buenos días, Señorita Mishuli.

Se saludaron brevemente cuando pasaron una al lado de la otra. Mishuli, que normalmente se para frente a cualquier enemigo, hizo una reverencia y a penas miró a la otra mujer mientras salía por la puerta. Al parecer incluso ella le teme a Marywa a veces.

Bueno, no es como si no lo entendiera.

—Bien, ya escuché sobre eso, Señorita Chris.

Una vez Mishuli partió y habiendo confirmado que la sirvienta cerró la puerta, Marywa abrió la boca.

Después de eso, su voz envió escalofríos por mi espalda.

En realidad, Marywa es increíblemente aterradora.

—¿Qué? ¿De qué estás hablando?

—Escuché que abandonaste tu propia fiesta. Además, le dejaste a la Señorita Mishuli limpiar tu desastre.

Es inútil intentar fingir ignorancia. No hay escape en su breve resúmen de lo que sucedió. Tengo ganas de chasquear la lengua por ser descubierta, pero dejarme llevar por el impulso sólo llevará a más problemas.

—¿Dónde escuchaste algo como eso…?

—En cualquier lugar y en todos lados.

Realmente tiene su cantidad saludable de rumores e información. Es una situación difícil donde sólo puedo maldecir su habilidad. Aunque habla con indiferencia, su aura es pacífica y severa.

Si fuera a clasificarla, diría que está suprimiendo su ira.

—Pensé que habías despertado como una dama, pero creo que me equivoqué. Hoy, vamos a corregir el error repasando etiqueta, ¿bien?

Las clases de hoy serán específicamente estrictas, parece.

4 respuestas a “Mi hermana, la heroína – Capítulo 54”

    1. Gracias por todos los comentarios, espero que sigas con nosotros esta genial historia que todavia falta lo bueno. Todos los viernes aquí en Kovel

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