Mi hermana, la heroína – Capítulo 8

Traducido por Sharon

Editado por Narumi

Corregido por Maru


Un maravilloso escenario estaba presente.

Un lujoso festín fue preparado y la champaña fluía libremente.

Di vueltas alrededor del espléndidamente decorado Salón del Baile viendo los vestidos coloridos y a la moda, y trajes de alta calidad completados con chaquetas.

Era bien sabido a través del mundo que la socialización se realizaba en este lugar. Del mismo modo, no era algo que deba subestimarse.

Si hubiera sido una niña ordinaria, habría estado abrumada la primera vez que vi las luces deslumbrantes. O si fuera una persona de mente simple, estaría brincando alrededor inapropiadamente.

Sin embargo, soy una niña genia.

Ahora, reconozco que era diferente a esos otros chicos.

Mi deber como un elemento de esta deslumbrante reunión, yo, Christina Noir, brillaría y mostraría mi existencia. Para ese único propósito, empujé con gracia una de mis piernas adentro y atrás, inclinándome gentilmente en la otra, con ambas manos tomando y elevando ligeramente mi falda, entonces me incliné.

—Es un placer conocerle. Soy la primogénita de la Familia Noir, Christina.

Ya lo había hecho multitud de veces, aún así realicé una reverencia perfecta sin una marca de angustia frente a un hombre fornido mientras le daba una gran sonrisa.

—Es muy cortés de tu parte. Soy de la Familia Istar, Augustine Istar.

—El Señor Augustine de la Familia Istar… ¡Oh, cielos!

Mi padre estuvo relacionado con el Señor Augustine durante su tiempo de estudiante.

Para una niña de mi edad envolverse en una conversación fluida con un adulto era inusual. Pero, generalmente se limitaba a frases determinadas. Ser capaz de adivinar correctamente las relaciones familiares sólo por escuchar su nombre; debía ser una genio después de todo.

Viendo que la pequeña niña frente a él era capaz no solo de saludar suavemente, sino también de iniciar una pequeña charla, el Conde Istar estaba sorprendido.

—Es cierto. Sin embargo, estoy agradablemente sorprendido. Eres elegante y encantadora, aun así posees tal inteligencia, refinamiento y experiencia, para no considerarte menor a un adulto, simplemente es muy impresionante. ¡Estoy envidioso del Señor Noir por estar bendecido con una hija tan maravillosa!

Por alguna razón la sonrisa de Padre tembló cuando le respondió al Conde Istar. Me pregunto por qué.

Como su hija, le di un saludo perfecto e incluso ofrecí un tema de conversación, pero sus ojos parecen decir: “¿Realmente eres Christina?”

Es horrible. Como su hija, me lastima que mi propio padre me mire de esa forma. Bajé la mirada elegantemente, y mostrando algo de timidez, accedí con mi padre.

—Sí. Solo he comenzado los estudios. No puedo evitar preocuparme por si he realizado apropiadamente mi etiqueta. De acuerdo a los ojos del Señor Auguste, ¿cómo fue mi desempeño?

—Tu padre aquí a menudo excusó su presencia en los eventos sociales diciendo que eras una ‘marimacho incurable’, ¡qué gracioso! ¡La modestia excesiva rápidamente se vuelve desagradable, duque Noir!

—Ha ha ha…

Mi padre se rió débilmente. Yo, por otro lado, puse mi mejor sonrisa de Princesa después de escuchar la reputación que mi padre construyó para mí.

—Eso es equivocado, Señor Augustine. No hay error en las palabras de Padre. Soy diferente en la Mansión comparada con eventos públicos como este. Estoy avergonzada de admitirlo, pero me comporto un poco juguetona en la comodidad de nuestra Mansión…

Los ojos de mi padre parecían querer preguntar desesperadamente por ese poco, pero no dejó de sonreír en silencio.

—No, no, estoy aliviado de escuchar eso. Mientras llevas la elegancia de un adulto, todavía hay un lado infantil. Después de todo, el hecho de que puedas navegar entre ambos significa que tienes una inteligencia distinguible.

—¡Oh Cielos! Por favor deténgase. ¡Ser elogiada tanto, comenzaré a llenarme con emoción!

—¡Hahaha! Todavía teniendo tal modestia, que maravillosa Señorita.

—A partir de ahora, por favor tráteme bien.

—Por supuesto. Por todos los medios.

Agarrando mi mano ligeramente, nuestra mutua amistad finalmente floreció. Y así, vi al Conde Istar irse con una sonrisa elegante.

Sí. Estuve perfecta.

Christina Noir definitivamente se grabó en la mente del Conde Istar como una Señorita perfecta. Si era así, entonces el día en que fuera conocida como una dama de la alta sociedad no estaba lejos. En otras palabras, me estaba acercando al día en que Marywa fuera respetada.

Aunque la urgencia de reir creció, todo sería arruinado si fuera a hacerlo con fuerza en esta reunión. Tragando y suprimiendo la risa, sostuve mi rostro neutro.

—Hey, Christina.

Luego de que el Conde se fue, nadie vino para saludar, por ello tuve un pequeño descanso. En una voz que no podría escucharse por las amigables charlas de los alrededores, Padre me habló.

¿Me pregunto qué será?

Equipándome con mi rostro ‘Señorita’, rápidamente le vi y reaccioné.

—Eres Christina, ¿cierto?

Por último, escuché las palabras de Padre.

Debía decir que la anterior evaluación de Padre sobre mí era lamentablemente decepcionante.

Era una genia, una niña que podía hacer lo que le pase por la mente. Sobre todo, soy una señorita que no se avergonzará sin importar el lugar.

Aunque viniera de un pariente, no podía permitir tales palabras mal intencionadas. Vamos a arreglarlo con un pequeño castigo. Para ser extremadamente herida por las palabras de desconfianza hacia su hija biológica, decidí airear la ansiedad de Padre riéndome entre mis labios cerrados.

—¿Oh? ¿No lo habías notado? No soy Christina. Soy un hada atraída por Mishuli, el ángel más lindo del mundo. Para estar con el arcángel Mishuli, quien descendió a esta tierra, su hija biológica, Christina, ha sido reemplazada secretamente.

Siendo amenazado por un hada con una dulce sonrisa, Padre suspiró aliviado.

—Oh, bien. Ciertamente es Christina, sí.

—¿Cómo te diste cuenta?

Para que mi conducta perfecta y mentiras fueran descubiertas tan fácilmente, secretamente presioné mis labios en una fina línea.

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