¡No aceptaré una heroína como tu! – Capítulo 24

Traducido por Bee

Editado por Lucy


Ha llegado la primavera, Tsubaki y su clase han progresado sin problemas al cuarto grado, pero esta vez está en una clase diferente a la de Kyosuke y Anna, así que no pudo evitar sentirse decepcionada.

Sin embargo, incluso en esta ocasión le ha tocado en la misma clase que Todou y al recordar que esta ya es la sexta vez, llega un punto en que no puede evitar pensar que es inevitable.

Dado que no tiene muchos amigos aparte de Kyosuke y Anna, se ha convertido oficialmente en una solitaria y cada vez que llega el momento del descanso, se esfuerza tanto por pensar en cómo pasarlo, hasta el punto en que sufre un gran dolor de cabeza y así, por primera vez, lamenta haber elegido la ruta de la villana.

Otra cosa a tener en cuenta es que, dado que ahora está en cuarto grado, sus estudios comienzan a ser difíciles. Entonces, cuando decide pasar algún tiempo leyendo sus libros de texto, no puede evitar sentir nostalgia mientras reflexiona para sí misma: 

—Oh, sí, estudiamos sobre esto.

Mientras que de vez en cuando se pregunta: ‘¿Eh? ¿En realidad estudiamos algo como esto?’. Pensando así, se ha convertido en algo bueno, porque puede repasar algunas de sus lecciones.

Sintiendo que no tiene nada de qué preocuparse en Humanidades/Estudios Sociales, ya que su memoria es bastante buena, pasó a Ciencias y Matemáticas y con optimismo pensó para sí misma: “Tal vez todo saldrá bien siempre que resuelva tantos problemas como pueda”. 

A pesar de que lo llaman pausa para el almuerzo, son alrededor de las tres de la tarde, cuando de repente, la maestra de su aula llegó corriendo hacia ella, diciéndole que en medio de su trabajo su abuelo colapsó y fue trasladado de urgencia al hospital.

Por fortuna, pudo recuperar la conciencia, pero parece que tiene cosas importantes que decir, así que Tsubaki y Kyosuke decidieron que pasarían después de la escuela.

Fue alrededor del mediodía cuando su madre, que ya estaba en el hospital, llamó a la escuela para avisarle que se quedaría en el hospital por un tiempo y que pronto enviaría el auto a la escuela para recogerla. Tsubaki le preguntó si quería volver a casa juntas, ya que se quedará en la biblioteca por un tiempo pero fue bastante terca cuando respondió que se quedaría allí un poco más, y la niña no pudo evitar sentir pena por su abuelo, que se derrumbó y dado que podría ser bastante agitado en el hospital, es posible que no se sienta cómodo.

Justo cuando pensó que no podría convencer a su necia madre, cedió y le dijo que después de treinta minutos dejaría el hospital antes de despedirse por teléfono.

Es por eso que se dirigió sin rodeos a la biblioteca, para leer los libros de texto que acaba de recibir para este trimestre mientras esperaba a su madre.

Después del horario escolar no hay muchos estudiantes alrededor porque la mayoría de ellos tienen otras lecciones y actividades, por eso cuando llegó a la biblioteca solo estaban ella y la bibliotecaria, poniéndola un poco nerviosa.

A pesar de sentirse un poco incómoda, procedió a revisar sus libros de texto.

Luego, después de leer el libro de ejercicios de práctica, miró hacia arriba, al reloj de pared y se dio cuenta de que ya era hora de que la recogieran de la escuela.

Se puso de pie, ordenó sus cosas y decidió dejar la biblioteca, sin embargo, consideró que le tomaría más tiempo si iba de primera mano de la biblioteca a la entrada principal, por lo que decidió tomar un atajo cruzando por el costado del edificio de la escuela.

Por lo común, no está permitido pero… pensó que estaría bien, ya que no había mucha gente alrededor, se dirigió segura por el atajo.

Encontró esta ruta de ‘atajo’, el otro día cuando iba camino a la puerta de la escuela. Este espacio secreto está bien escondido de la vista de la mayoría de la gente.

Se escondía bastante entre los árboles altos y gruesos, por lo que una vez que llegue el verano será agradable con toda la sombra y puedes estar seguro de que nadie atravesará por la mitad. Está lejos de los lugares habituales donde los otros estudiantes suelen pasar el rato, si quiere estar sola o, a veces, para ella misma, este es definitivamente el lugar perfecto.

Pero para ella, que estaba pensando en lo conveniente que era el “espacio secreto”, encontró un “visitante” inesperado.

Se encontró con el joven justo en el momento adecuado, con unos bocadillos recién abiertos y con la boca bien abierta mientras comenzaba a llenarse de galletas.

Por lo que puede recordar, estaba en el mismo grado que ella y era el hijo del director ejecutivo del fabricante de bocadillos que está comiendo en el presente y, si no se equivocaba, su nombre es Saeki Takaomi, siendo uno de los objetivos capturables…

Su aura era suave y también su voz denotaba dulzura. Parecía el tipo “hermano menor” y era bastante popular entre las niñas mayores, porque parecía estimular su maternidad.

Pero como él no es de su tipo, en realidad no recuerda mucho, aunque tiene la vaga impresión de haber recorrido su ruta alguna vez.

Al ver que Saeki está frente a ella, recordó cómo Anna le contó con entusiasmo que Saeki se encontraba en el mismo grado y escuela en que ellas.

Pero para ella, que nunca estuvo en la misma clase que él o quizás debido a su comportamiento dócil y que solo lo ha visto de lejos, todavía no está segura de si en realidad era él, no pudo evitar mirarlo.

Y su conclusión es: Sí. Definitivamente es el tipo que puede cosquillear la maternidad en las niñas mayores con su apariencia y personalidad.

En cuanto a Saeki, que acaba de notarla atrapandolo comiendo bocadillos, estaba muy nervioso en ese momento. En el instante en que se puso de pie, la bolsa de mano que tenía se cayó y todo lo que había dentro ahora se había esparcido por el suelo.

Algunos bocadillos también se volcaron cerca del pie de Tsubaki, recogió dos y justo cuando estaba a punto de devolvérselo, lo vio temblando y llorando.

Saeki, acaso eres un cervatillo recién nacido…

Podrían ser los nervios, pero cuando el niño trató de hablar, solo salió un grito ahogado y luego, después de respirar profundamente y como si acabara de tomar la mayor determinación en toda su vida, una voz inimaginable vino del pequeño cuerpo.

—¡Por favor…! ¡Por favor, no se lo digas a nadie!

—¿Que estabas comiendo bocadillos…?

—¡S-Sí!

—Bueno, no es como si tuviera a quien decirle.

—¿Eh? ¿En serio?

Al ver que Tsubaki fácilmente accedió a mantener en secreto sus bocadillos, Saeki no pudo evitar sospechar de sus palabras mientras la miraba con una mirada dudosa.

En primer lugar, la niña no tiene ningún mérito en decirle a nadie que estaba comiendo bocadillos. Después de suspirar levemente y para que la crea, abrió una de las bolsas de bocadillos que tenía en la mano y le dio un mordisco a la galleta.

Al ver las acciones inesperadas de la chica, Saeki no pudo evitar abrir los ojos mientras la miraba fijamente.

Sabía que las galletas pueden hacerte sentir sed y es desagradable cómo parece estar pegado en las hendiduras de tus dientes, de alguna manera le recordaba los bocadillos que solía comer en su vida anterior. Pensó para sí misma que todavía sabían igual que como las que había probado antes.

Y después de tragar las galletas que tenía en la boca, miró sin rodeos a Saeki y dijo: 

—Con esto, soy tu cómplice. ¿Me creerás ahora?

—¿Por qué?

Aún teniendo dudas sobre las acciones repentinas de muchacha, no pudo evitar mirarla.

—Si quieres una razón entonces, supongo que tengo ganas de probar los bocadillos de un plebeyo… Tiene un sabor bastante normal. Ah, lo siento, es de la compañía de tu padre.

—Un. Está bien. Umm… tú eres la persona de la siguiente clase, Asahina, ¿verdad? La prima de Mizushima.

—Sí. Soy Asahina Tsubaki, prima de Kyousuke. Y tú eres Saeki, ¿verdad? Para comer incluso los productos de tu propia empresa, en verdad estás entusiasmado al respecto ¿no?

Pero después de mencionarlo, el niñoi de repente miró hacia abajo.

Me pregunto si dije algo que no debería haber dicho, pensó preocupada.

—Te equivocas. Eso lo recibí de mi padre, siempre se siente mal por estar demasiado ocupado para cuidarme, así que siempre me da bocadillos. Pero como mamá y mis hermanas mayores se enojan cuando se enteran, intento siempre comerlo a escondidas. Sería un desperdicio no comerlo después de recibirlo.

—Así que es así. Como no a todos los padres les gusta dejar que sus hijos coman demasiados bocadillos de plebeyos, por eso me dijiste que no le dijera a nadie.

—Sí. Pero fue inesperado para mí ver a Asahina comer bocadillos como este.

—No soy muy quisquillosa con la mayoría de las cosas y no solo hablaba por hablar, en realidad quería probarlos al menos una vez. Y como estamos en el mismo año escolar, por favor deja de usar un lenguaje formal cuando hables.

Después de escuchar la solicitud de Tsubaki, Saeki pensó un poco antes de arreglar su lenguaje con ella.

No importa cuán dócil sea el niño, que un compañero de escuela del mismo año escolar use un discurso formal hacia ella hace que parezca que le teme. El mero pensamiento de eso le dio a la muchacha un gran impacto.

—Umm. Asahina, ¿de verdad no le dirás a nadie?

Por segunda vez, le preguntó de nuevo como para confirmarlo una vez más.

Pero al ver que la desconfianza de alguien hacia ella le parece demasiado, así que no sabe si sentirse feliz o mal por ello.

—Realmente no tengo ninguna credibilidad, ¿verdad? Bueno, entonces ¿qué tal esto? No lo diré bajo un intercambio condicional.

—¡¿Condición?! ¿De qué tipo?

Después de escuchar las palabras de intercambio condicional, era bastante obvio que Saeki estaba actuando de manera extraña mientras tartamudeaba.

—Si hay productos nuevos o de temporada, ¿puedo comerlos también con usted? 

—¿Eh? ¡¿Sorprendentemente parece que en realidad te gustan?!

—¡Como si me gustaran! Las galletas se te secan en la boca y soy mala con los bocadillos que se pegan fácilmente a los dientes, pero también es la verdad cuando dije que tenía curiosidad por los bocadillos que la gente común suele comer. Vendrás de nuevo para comer en secreto, ¿verdad? Te ayudaré a terminarlos para que no sea tan malo para ti, ¿te parece, Saeki?

Al igual que con Kyousuke, con la misma fuerza que usa Tsubaki cuando le empuja sus opiniones o ideas, Saeki, que todavía estaba un poco nervioso, lo pensó por un rato y como si las palabras lo convencieran por completo, asintió mucho con la cabeza.

Además, si un profesor descubre que ha estado comiendo bocadillos, le da cierto consuelo no ser el único al que regañen.

Pero como ha pasado un tiempo desde la última vez que comió algunos bocadillos de plebeyos, no puede evitar sentir nostalgia por eso.

En su vida anterior, en realidad no comía mucho, pero todavía estaba en la etapa en la que solo elige no comerlo. En este momento, ni siquiera puede ir a una tienda de conveniencia o un supermercado normal y mucho menos comprar algo.

Es más, sería malo que sus padres supieran que comía ese tipo de bocadillos.

La familia de Saeki es una fabricante de esos bocadillos, por lo que estará muy agradecida si puede conseguir algunos de vez en cuando.

Y como está asustada si Anna se entera de que le está ocultando algo como esto, planea contárselo y pensar en el comportamiento de Kyousuke…

Seguro que irá sin rodeos a Saeki, ignorando el propio ritmo de este último y pensando en su dócil personalidad. Tsubaki pensó que sería mejor mantenerlo en secreto.

Dejando a un lado si ella confiará en el muchacho o no, al menos si se entera de que el niño es una persona que se lleva bien con Tsubaki, entonces su desconfianza hacia el primero definitivamente disminuirá mucho.

Después de perderse en su conversación, al fin se dio cuenta de que ya había pasado un tiempo cuando miró su reloj. Finalmente recordando que el auto ya podría haber llegado.

—Lo siento mucho, pero parece que el chófer que viene a buscarme está a punto de llegar, así que tengo que disculparme ahora. Sobre nuestra conversación sobre los bocadillos, por favor llámame cuando planee comerlos. Bien entonces…

Después de despedirse deprisa de Saeki, hizo todo lo posible por caminar a la carrera hacia la puerta principal de la escuela.

Una vez que llegó cerca de la puerta de la escuela, vio el auto que se suponía que iba a buscarla, vio a su mamá, que acababa de regresar del hospital sentada en el asiento trasero del auto.

—¿En realidad no es algo serio?

—Sí. Parece que la fatiga diaria se ha acumulado. En serio, realmente causó tanto alboroto.

A pesar de que su madre lo dijo tranquila, era bastante obvio que se siente aliviada al saber que no fue nada serio.

Cuando recibió la llamada hoy, se la escuchaba bastante nerviosa, por lo que Tsubaki estaba bastante preocupada, pero en realidad es un gran alivio que solo sea fatiga y que no le haya pasado nada grave a su abuelo.

Parece que su expresión es bastante grave, por lo que su madre tomó de quedo la mano de la niña, la miró y dijo: 

—Tu abuelo está bien. Incluso en su habitación del hospital, seguía preguntando “qué pasó con esto y quién se quedó a cargo de aquello” y estaba haciendo ruido.

—Me puedo imaginar al abuelo haciendo eso.

En primer lugar, ese abuelo mío trabaja demasiado.

Tanto mi abuelo como mi tío, incluso cuando algo malo sucede en su vida privada, sin duda elegirán ahogarse en su trabajo, actuando como si todo estuviera bien.

Y entonces no pudo evitar murmurar: 

—Los hombres de la familia Mizushima son en realidad raros, aunque algo lindos.

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