No quiero hacer trampa – Vol 1 – Capítulo 12

Traducido por Army

Editado por Yusuke

Corregido por YukiroSaori


[POV Mira]

Tal como lo indicó la profesora, practique Fortalecimiento Físico de viento hasta la hora del almuerzo, sin lograr resultados.

No importó cuántas veces lo intenté, tengo miedo a la velocidad desde que dí ese primer paso. ¿Qué puedo hacer?

Por el momento, voy de regreso al campamento para almorzar con la princesa y los demás como lo había prometido.

Ahora bien, hay que cambiar mi actitud.

A la par con las estufas hay una fila de estudiantes que esperan obtener su ración. Los que ya han recibido su comida, están sentados.

Al buscar a la princesa y a las demás, noto que una chica agita su mano para señalar su ubicación.

—Keina.

Con paso apresurado me acerco a ella y a la princesa que está junto a ella. El amigo de la infancia de Keina, A y B, están igual aquí, aunque todavía no escucho sus nombres, pero siento que ya es demasiado tarde para las presentaciones.

—Mira, bienvenida de nuevo —dice Filseria.

—¡Me alegro de que pudieras lograrlo! —dice felicitandome el estudiante A.

—Bienvenida de nuevo, Mira. Como vamos a almorzar, siéntate aquí —dice Keina.

—Gracias.

Keina está golpeando con ahínco un pequeño trozo de tierra y hace unas sillas de tierra acorde para nuestra edad en donde toman asiento.

—¿Hay trozos de tierra como este por aquí?

Cuando inclino la cabeza, Kenia asiente con orgullo.

—Soy quien lo hizo. No podemos dejar que la princesa se siente en el suelo, ¿cierto? No es mucho, pero es suficientemente adecuado para sentarse —expresa con orgullo Keina.

Aunque llevamos una bata, no podemos dejar que se ensucien, somos chicas después de todo. La pequeña montaña de tierra endurecida, aunque no es muy cómoda sin cojines, no está del todo mal.

—Lamento profundamente entrometerme en tu comida —dice con tristeza un niño.

Una joven grita y todos volteamos a su dirección. Se inclina hacia la princesa y luego hacia mí. Su actitud cortés hacia la princesa, su cabello castaño brillante y su juventud me hacen ver una presencia digna en él, así que supongo que debe ser un noble.

Los estudiantes que asisten al campo de entrenamiento son solo los de primer año de primaria, secundaria y preparatoria y a juzgar por su figura, él debe estar en el mismo año que yo. Sin embargo no recuerdo haberlo visto antes, por lo tanto debe ser del curso para caballeros.

—Eres Mira de la aldea Ilga, ¿cierto? ¿Dónde está Gai? —pregunta el niño.

—Él no vino aquí. ¿No está cenando con sus amigos?

—Ya le pregunté a todos sus amigos pero dijeron que tenía un compromiso y se fue hacia otro lado —aclara el niño.

Me pregunto, ¿por qué tiene una forma de hablar tan complicada y burlona?

—¿No huyó porque le tendrá miedo a Bellanc? —dice otro niño.

Según escucho se llama Vallas, o sea que es el hijo del duque, quien ha estado compitiendo contra Gai desde que inició el periodo escolar.

—¿Gai huyendo? No lo creo.

Gai siempre confronta todo. Aún si fuera una bestia mágica, y no pudiera hacer nada, sin embargo…

—Prometimos tener un partido luego del almuerzo. Tampoco creo que ese idiota mienta y huya. Quizás esté jugando y se le haya olvidado la promesa —afirma Bellanc.

—Si dices que lo ha prometido antes, entonces creo que ya debería haber regresado —respondo con preocupación.

No, Gai también es capaz de mentir, ¿sabes? Aprendió relativamente rápido cuando los adultos lo regañaron, pero él siempre cumple sus promesas. Es esa clase de persona.

—Entonces, ¿debería adivinar el paradero de Gai? —pregunta la princesa Filseria con inocencia.

—No puedo molestar a la princesa Filseria por pequeños inconvenientes —dice Ballanc.

Aunque Bellanc se negó con firmeza, la princesa ya ha puesto sus manos delante del pecho, comenzando a cantar hechizos.

Con mi maná como tu provisión, oh agua, muestra la respuesta de mi fraynen —canta dulcemente Filseria.

Así una luz azul se desborda entre los pequeños espacios de su mano. Luego aparece un enano con túnica azul, y en la mano de ella flota una esfera de agua.

Aunque la princesa tiene dos atributos, se puede decir que su aptitud para la magia de tierra es inestable . No en la medida que no pueda usarla, sino porque su aptitud para el agua es muy poderosa debido a que la princesa consorte le ha enseñado antes de que ella viniera a la academia. Así que fue aprendiendo varios hechizos de magia de agua. Entre esos, está el hechizo que acaba de usar, Adivinar Espejo de Agua, aunque la precisión y control de este son influenciados por el maná, este hechizo puede proyectar la condición del objetivo dando su ubicación o el resultado más probable en un futuro.

Aunque por ahora la princesa solo puede mostrar la condición de su objetivo, sin embargo, la princesa consorte puede adivinar el futuro cercano. Varias personas me han dicho que nadie puede predecir el futuro lejano, aunque quizás yo pueda hacerlo. Tengo que tener cuidado de no agobiarme por muchas actividades.

Lo primero será obtener una defensa impenetrable a partir de los hechizos. Por esa razón, me recomendaron ir primero por la magia de tierra.

—¿Dónde está Gai ahora? —pregunta la princesa Filseria.

La princesa coloca ambas manos sobre la esfera de agua esta se ilumina con una luz tenue en el centro de la misma luego empieza a formar una imagen. Muestra la figura y con ella seis personas cerca.

Quizás dos sean de secundaria, ya que son más altos. Gradualmente la imagen se hace más clara y muestra a Gai siendo acorralado en un acantilado por otras cinco personas.

—¡Espera un momento! —grita Keina.

—¡Qué es esto! —grita también B.

Todos gritan sorprendidos.

—Estos de aquí, ¿no son los gemelos de la casa Barulle? —pregunta Ballanc disgustado.

Entonces esta situación no es algo que él ha ordenado. ¿Dónde podrá estar Gai y las personas de la imagen? Tal vez es parte del campo donde se dan las lecciones, hay muchos acantilados en las llanuras. Estoy buscando algo que pueda convertirse en referencia de un lugar. Miro bien y me doy cuenta que ese acantilado está cerca de la puerta de la academia.

Hay humo en toda la cocina…

—Se está cayendo. ¡Se va a caer! —grita con fuerza Keina.

Aunque yo no tengo mala vista, como es de esperarse, buscar una figura infantil sobre los acantilados es algo complicado.

—Rufi, los acantilados…

Antes de pedirle a Rufi que me ayudara a escuchar las voces desde lo alto de los acantilados, me quedo sin aliento. Detrás de mí todos gritan y cuando volteo mis ojos veo una pequeña sombra caer desde los acantilados.

—¡Justo debajo de él!

Envio una gran cantidad de maná a Rufi y el viento empieza a surgir junto a los gritos a mi alrededor. Al mismo tiempo Rufi se envuelve de una luz verde dorada. Tanto la luz como el viento se combinan en una explosión desde el suelo que se dirige soplando hacia la dirección de la sombra.

—¡Mira! —grita Filseria.

La princesa me señala cuando comienzo a correr, sin embargo, no tengo tiempo para responderle. La altitud es diferente a cuando recojo las frutas de rabo, no sé si pueda interceptarlo con seguridad, no quiero imaginarme lo que sucederá si fallo. Por eso tengo que hacerlo.

Rufi se convierte en un espíritu de apariencia de 18 años, y vuela a mi lado, su pelo es verde y liso, en su espalda tienen alas, cuando la miro cambio de plan.

Ya que no puedo volar al cielo para atraparlo.

—¡Rufi, préstame tus alas! —exclamo.

Rufi desaparece entre el viento y envuelve mi cuerpo. Después de un momento siento que estoy flotando, me elevo en el aire y aumento mi distancia del suelo con gran velocidad. Dejando atrás a todos, atónitos.

¡Más rápido! ¡Más rápido!

La imagen del avión acrobático de JASDF que vi una vez, apareció en mi mente.

—¡No puedes hacerlo, maestra! ¡Un cuerpo de sangre y carne como el suyo no podrá soportarlo! —grita con preocupación Rufi.

Aun así, tengo que darme prisa, antes de que Gai termine de caer.

—Todavía hay tiempo. ¡Lo haremos! —digo con confianza hacia Rufi.

En ese momento siento que Rufi me abrazaba con fuerza. Ella está en lo correcto, necesito creer en ella, levanto la cabeza y abro los ojos… y ahí está.

—¡Gai! —grito.

Todavía está lejos, pero sin duda es él, con sus extremidades extendidas, su velocidad disminuye a medida que cae. Quizás ha perdido su túnica porque no la está usando en este momento. Gracias a Dios que no se enredó en su cuello.

—¡Gai! —grito con más fuerza.

—¡¿Eh, alasssss?! Whoaaaaaa —exclama asombrado.

Está tan sorprendido que rompió su equilibrio y empieza a dar vueltas…

—¡Gai! ¡Vuelve a tu postura anterior! —le indico gritando.

—Qué, estás, diciendogggg —dice confundido.

Cuando intento cruzarme con Gai, el viento interfiere. Gai continúa gritando un poco, pero de repente se detiene con la cabeza hacia abajo, ¡Oh no! Pero tal vez incluso sea más fácil que extender su mano.

—¿Eh, parece que deje de girar? —dice con extrañeza.

—¡Solo quédate así! ¡No te muevas! —grito.

Doblo mis alas y me agacho, ya que cancele la barrera contra el viento, este seca mis ojos y ensordece mis oídos. Sin embargo, la barrera hubiese sido un obstáculo a la hora de atraparlo. Por otro lado, si intento atrapar a Gai desde abajo, ambos terminaríamos heridos, lo más seguro es atraparlo luego de igualar su velocidad. Recuerdo que había escuchado algo que decía que un movimiento de traslaciones a la misma velocidad, se vería similar al moverse en la misma condición detenida.

Extiendo mi mano hacia Gai, él también lo hace. Aunque le dije que no se moviera, caramba. ¿Qué harás si comienzas a girar de nuevo? Dejo el regaño e intento concentrarme para igualar nuestras velocidades.

Solo un poco más, un poco más y lo alcanzo.

Extiendo mis alas y lentamente me acerco a él. Gai parece que está detenido delante de mí.

¡Ahora! —exclama Rufi.

Al escuchar sus palabras, con un chasquido tomo la mano de Gai y lo abrazo.

—¡¿M-Mira?! —grita con duda.

—¡No te muevas! —le advierto.

Así tal vez se calla, si se rompe el equilibrio, giraremos sin control. Entonces, caeremos a nuestra muerte y sería fatal.

—No te asustes. Necesitas tener una vida larga y luego mirar a tu familia desde lo alto del tatami —digo con claridad.

Gai está queda envuelto por el viento para que no se caiga. Después de todo no tengo fuerzas para abrazarlo con firmeza hasta que aterricemos.

—¿Qué es un tatami? —pregunta con extrañeza.

—¡Una especie de estera que tiene muy buen olor! —intento explicarle.

Mientras doy una respuesta adecuada, extendiendo mis alas de par en par para elevarme. Por la velocidad que tengo ahora, necesito mis poderes para evitar chocar contra el suelo. El cambio repentino de dirección hace que mi cuerpo se resienta. Aprieto mis molares para soportarlo y no gritar. ¡No puedo gritar! Gai y Rufi podrían preocuparse por mí, ¿Gai está bien? Como el dolor ha disminuido un poco, tengo la oportunidad de mirarlo.

Su cara está roja, ¿por qué? ¿Tiene la presión alta? Pero no creo que sea eso, si alguien tiene un vuelo aerostático de gran altitud como este, ¿no debería ser pálida…? Miro el suelo y mi rostro se torna blanco, me da vértigo, sólo con mirarlo.

Aaaaaah, un nuevo trauma desbloqueado, sin embargo no debo perder el conocimiento a toda costa antes de aterrizar. En este momento, Rufi me llama.

Maestra. Para aterrizar de manera segura, creo que será mejor desacelerar lentamente. Con la velocidad actual, será difícil evitar una colisión.

—¡Oh no!

La conmoción se nota en mi voz.

Intento usar mi ingenio para evitar que Gai caiga y muera, pensaba que de alguna manera podría volar como un pájaro, pero ahora que estoy volando, comprendo que las cosas no son tan simples como en mi imaginación.

Vamos demasiado rápido, la altura es muy alta, ¡olvide que nunca soporté una montaña rusa!

¿Qué tengo que hacer? Soporto el miedo, incluso si mi primer plan era imitar a un pájaro, justo antes del aterrizaje, voy a necesitar hacer una desaceleración repentina y mantener el enfoque de aterrizaje. La carga que siento sobre mi cuerpo debido a la empinada caída es intensamente agotadora. Para  ser honesta, no tengo la confianza de no desmayarme si la experimento una vez más.

Ah, no es bueno, no podré hacerlo si no disminuyo mi velocidad. Si me descontrolo aunque sea un poco, es muy probable que me caiga. Además, como no puedo utilizar el viento natural, teniendo el viento en contra, se consumirá una gran cantidad de mi maná.

Aunque en los anime o las películas, hay escenas de batallas que representan una parada repentina a alta velocidad. A menos que forje mi cuerpo en el nivel inhumano que poseen los personajes ficticios, no podría imitar sus movimientos. ¡No puedo pensar en ninguna manera que pueda detener el vuelo, sin causar una carga mi cuerpo!

—¡Mira! —grita Gai con inquietud.

Así que lo abrazo un poco más fuerte para calmarme.

¡No te desconcentres! Todavía hay muchas maneras de aterrizar. No debo rendirme.

—Está bien. El aterrizaje va ha ser duro, pero no hay posibilidad que muramos en el intento. Pero tal vez saldremos… heridos —digo con sinceridad.

—Jajá. Pensé que tal vez moriría cuando estaba cayendo por  ese acantilado. Por lo tanto, terminar herido sería trivial en comparación a eso —responde Gai alegremente—. El viento anterior me ayudó, ¡Mira, creo en ti!

Él hace una sonrisa natural. Ahh, de verdad.

—Rufi, ¿sabes cuánto queda de mi maná?

Me recupero y luego trato de formular un plan para un aterrizar de manera segura.

Sí, la cantidad se ha reducido y está cerca de la mitad —responde Rufi.

Como no podía ver mi tarjeta, pregunte a Rufi. Sin embargo, consumir la mitad de mi maná es más de lo que esperaba.

El vuelo que hice a alta velocidad al principio consumió la mitad de mi maná, pero al parecer mi nivel actual de vuelo no consume tanto. El maná que estoy usando ahora es para mantener la Unificación con Rufi, preservar la velocidad actual y sostener a Gai. Sin embargo, como dije antes, sería peligroso aterrizar con nuestra velocidad actual.

Entonces, para disminuir la velocidad, sin detenerme. Tal vez necesitaré algo como  una bolsa de aire, o eso creo.

—¿Dónde está el viento más fuerte? —pregunto con interés.

Junto al acantilado, soplando de Oeste a Este —responde Rufi.

Entonces los acantilados, ¿eh? El flujo de aire puede ser caótico en cierta medida, por lo que puede ser peligroso.

Entonces, ¿qué pasa si nos mantenemos a cierta distancia de los acantilados? También hay un río hacia el oeste —responde Rufi.

—Hmm… ¿Eh? No he dicho nada en voz alta, ¿verdad?

—Ya que estamos Unificados.

¿Mis pensamientos están siendo escuchados?

Sólo limitado a los pensamientos más fuertes.

¿Entonces eso significa que ella se lo estaba guardando justo ahora? Pero esto será conveniente  para comunicarse en secreto, supongo.

—Gai, nos lanzaremos al río como último recurso. Por favor prepárate —digo con preocupación.

—No te preocupes por mí —me responde con tranquilidad.

Mientras tanto, veo un pequeño punto moviéndose en el suelo hacia la academia.

—Eso es… —trato de ver con claridad.

Es un carruaje —señala Rufi.

Si seguimos volando, pasaremos el campamento, eso significa que el carro viene de allí, ¿verdad? El grupo, que está en la parte delantera del carruaje, son Guno y los demás, ya que puedo sentir la presencia de mis espíritus. Aleteo mis alas y vuelo en círculos sobre el lugar.

—¡Mira! —grita Filseria.

—¡Mira! —grita con sorpresa un profesor.

Nos divisaron en el cielo, aunque apenas puedo escuchar sus gritos. Tal vez porque tienen miedo de influir en la corriente de aire que permite que siga volando, no han usado magia de viento para que su voz llegue a mis oídos, pero la amplificaron para que se escuche en toda la llanura.

—Rufi por favor hazles llegar mi voz.

—Entendido.

—Haré un aterrizaje en el acantilado, desde el Oeste hacia el Este. Como voy a utilizar el suelo, no se acerquen.

—¡Muy bien! —dice el profesor entendiendo mi plan.

Después de recibir la respuesta del profesor, doy una vez más un gran respiro. Al mismo tiempo hago circular mi maná e invoco el nombre de mi espíritu que está en el suelo.

—Guno, por favor prepara la superficie del suelo.

Mientras transfiero la imagen deseada, noto que mi maná se extrae de mi cuerpo. Puedo transferirlo a los espíritus sin importar la distancia. Mientras mi voz pueda llegar a ellos, este les llegará por algo así como una línea que nos vincula. Aun así, es la primera vez que la distancia es tan lejana.

El suelo de los acantilados se cubre con un cinturón de luz. Que al desaparecer, revela un camino bastante largo. Donde las rocas y los guijarros se transforman en arena, los prados se desvanecen y los pantanos se secan. Todo es preparado para que incluso si me demoro en aterrizar, no nos lastimemos demasiado. Además, a un lado del camino está el río, su ancho es regular y también es profundo. No es grande, pero si es necesario, empujaré a Gai.

Lo hice lo mejor que pude, pero nunca pensé que terminaría en una situación como esta: hacer un aterrizaje tolerable para un cuerpo humano.

Vuelo hacia los acantilados, me acerco lo suficiente a la pista de aterrizaje, girando en círculos por última vez.

—¡Aquí vamos, Gai! —exclamo con determinación.

—¡Esta bien! —me responde Gai con confianza.

Me deslizo en línea recta. El suelo debajo de mi pasa a una velocidad terrible.

Que desalentador, en nuestra situación actual, sin una barrera de maná, nuestros cuerpos serían asaltados por la intensa presión del viento. El sonido de nosotros cortando el aire es fuerte. Nuestra altitud empieza a disminuir gradualmente.

Decido imitar la manera en que aterriza un avión. Es solo que, en lugar de utilizar ruedas, usare mis piernas mejoradas con maná, dudo poder soportar el impacto del aterrizaje. Es por eso que extiendo mi barrera en unos 360 grados y establezco una cantidad de bolsas de aire en el suelo para poder aterrizar deslizándonos. Pero aun así será un aterrizaje directo del cuerpo.

También pensé en algo como un paracaídas, pero en el momento en que se abra el conducto, habrá también un fuerte shock. Y además habrá un impacto similar al aterrizar, si no puedo recrear un aterrizaje seguro, será un gran desastre para mi cuerpo recibir ese impacto. Además, no sé si pueda o no hacerlo correctamente.

—Rufi, haz una capa de pared de atmósfera comprimida en frente de nuestro curso. Luego, una segunda pared separada por una corta distancia después de que logremos reducir la velocidad.

Me imagino una atmósfera comprimida que actúa como una bolsa de aire.

Sí, maestra —responde con confianza.

Una luz verde dorada se arremolina en el aire. Entre los vientos crecientes como una cresta, la cual atravesamos justo por el medio.

La atmósfera retumba y nuestra velocidad y se reduce un poco. Apenas hay conmoción en nuestro cuerpo.

Luego pasamos a través de la segunda. Vamos mucho más lento en comparación a la velocidad anterior. De inmediato hago otro muro más para desacelerar. No sé si deba o no seguir reduciendo la velocidad, pero si la reduzco demasiado, caeremos verticalmente. Como es de esperar, no creo poder controlar mi magia en esas condiciones.

Entiendo que en comparación con el paracaidismo sin paracaidas, aterrizar con mi cuerpo es menos objetable. Mientras soporto el miedo, para poder comprender la altitud actual, miro el suelo debajo. Muy por debajo de mí, encima de los acantilados hay figuras de personas. Los inspecciono involuntariamente.

Podrían ser los nobles idiotas.

¿Entonces, qué debería hacer? Esto es algo que haré si aún me queda energía física después de haber aterrizado con seguridad, los estrangulare a todos. No creo que los profesores y la realeza tengan problemas si hago eso después de todo esto. Luego, mientras los miro con una vista completamente cargada de resentimiento.

—Hola, Mira. ¿Sabes nadar? —pregunta con preocupación Gai.

—¿Eh? —respondo con duda y sorpresa.

—Recordaba lo que había dicho la tía. Si recuerdo claramente, cuando Mira todavía tenía tres años, se cayó al río y se resfrió terriblemente, como si estuvieras a punto de morir. Entonces, cada vez que queríamos llevar a Mira para jugar en el río, la tía mostraba una gran renuencia y luego nos recordará repetidamente que solo podíamos jugar en los extremos poco profundos —me dice con tono de reproche.

—¿Algo así sucedió?

Ahora que lo pienso, ciertamente no recuerdo si alguna vez había nadado antes. Tampoco recuerdo haber caído al río, pero sí mamá dijo eso, entonces debe ser cierto. Como se esperaba de mí, quien solo tiene 30 HP. Cuando aún era pequeña, no tengo dudas de que el HP era aún más bajo. Pensar que estaba cerca de la muerte. Pero, había estado tomando clases de natación en las clases de educación física durante mi vida anterior, así que todo estará bien, ¿verdad?

—¿Alguna vez has intentado el Fortalecimiento Físico de agua? ¿En el que nadas mientras usas ropa? —pregunta de forma acusativa.

—No lo hice—respondo en voz baja.

O más bien, la natación que hice en mi vida anterior se hizo en traje de baño. Nunca tuve entrenamiento en naufragios ni tampoco nadaba con la ropa puesta.

—Entonces, ¿es imprudente si quiero nadar? —pregunto con cierta culpa.

—¡Por supuesto que es imprudente! —me grita Gai.

¡Es imprudencia pura! —me replican juntos en una sola voz.

—Estaría bien si tuviera uno o dos huesos rotos después del aterrizaje, se puede  curar. Pero nunca te sumerjas en el río por ningún motivo. ¡Te vas a ahogar! —grita desesperadamente Gai.

Si Gai dice eso, entonces podría ser un método muy imprudente, Sin embargo, actualmente es imposible. En lugar de eso, ¡usa maná para crear una barrera o una atmósfera comprimida como ahora! Hola, Dine, Guno, Sala, creo que ustedes también se oponen, ¿verdad? —les digo a los espíritus.

¡No puedes! ¡No puedes! ¡No puedes! —rechaza Dine la idea.

Rechazado —niega tajante y sin cambio absoluto Guno.

Creo que será mejor renunciar esa idea, maestra —dice Sala.

Eh, ¿qué es esto? Hay voces dentro de mi cabeza. Además, de alguna manera sé quién habla a quién. Aunque es la primera vez que los escucho.

La maestra está conectado a la Línea de comunicación directa de los espíritus. Lo intenté porque estamos unificados, y realmente funcionó —aclara Rufi.

Lo dije en broma, ¿realmente te conectaste…? No digas esto tan a la ligera…

Tomar solicitudes para un plan alternativo para la maestra que actualmente está atrapado volando por el cielo —aclara Rufi.

¡Oye!

—¿Qué pasó mira Mira? —Gai se preocupa porque yo estaba en silencio.

—De alguna manera, los espíritus han comenzado una conferencia dentro de mi cabeza —explico la situación.

—¿Qué es eso? ¿Qué es eso realmente? —pregunta Gai sin entender nada.

¿La primera conferencia sobre cómo salvar a una descuidada?

Sé que fui yo quien presentó la propuesta, pero dado que sumergirse en el río es demasiado arriesgado, lo retiro. Nunca lo imagine, ya que la maestra estaba convencida de que podría nadar…

No, realmente puedo nadar. Sin embargo, no en el río sino en la piscina. También en traje de baño.

Quiero ser adulto, pero como la maestra apenas tiene maná, no quiero que se agote —dice con decepción DIne.

Al escuchar las palabras de Dine, inclino mi cabeza imaginaria dentro de mi mente. Dado que el crecimiento de Guno también se produjo cuando utilicé magia en estado de emergencia, no sé cuánto maná se necesita para que crezca un espíritu, pero tal vez sea difícil hacerlo con dos espíritus a la vez.

Con la cantidad actual de maná restante, no solo no es suficiente para el crecimiento de Dine, sino que creo que también será difícil crear una barrera sólida y extensa. Por eso, planeo atrapar a la maestra —expresa con confianza Guno.

¿Guno lo hará? ¿Qué?

Ya soy un adulto y me convertí en un espíritu de alto rango. Entonces, para la seguridad de la maestra, en lugar del río, ¿qué tal si aterrizamos en el suelo? —expresa con confianza Guno.

Así es, ya que Guno es fuerte —dice Sala estando de acuerdo con Guno.

Entonces se decide. Maestra, por favor empuje a Guno —indica Rufi.

—Incluso si dices que me sumerja… —digo con algo de curiosidad.

—¡No puedes en el río! —niega rotundamente Gai.

—No, no en el río, sino en Guno —respondo algo molesta.

—¿Guno? ¿Ese espíritu de tierra?—pregunta con curiosidad Gai.

—Ya que dijeron que es fuerte.

—Ah. Así es. Cuando buscábamos el brazalete perdido de la princesa, ese tipo levantó una caja grande, ¿verdad? Además, estaba lleno de manzanas y era tan grande como un carruaje —recuerda con entusiasmo Gai.

—Sí —afirmo con aún más confianza.

Esto fue algo que sucedió en unas vacaciones hace algún tiempo. Bajo el pretexto de practicar maná, jugamos a las escondidas usando toda la villa real. Sin embargo,  la princesa perdió su brazalete en el lugar donde se almacenaba la comida.

Todos buscaban entre los huecos de las cajas, sin embargo no pudimos encontrarlo. Entonces dije:

—Quizás esté debajo de algo.

Guno levantó la caja de manzanas cercana, suavemente.

Para ese Guno, atrapar dos niños es una tarea fácil… Si está en la condición normal que es.

—Sin embargo, aun así, si empujamos a Guno ¿como atravesamos la atmósfera comprimida? Entonces… —lo digo pensativamente.

Gai y mi peso combinado estarían alrededor de 40 kilogramos, sin embargo, con esta velocidad, aumentaría varios pliegues. ¿No será como ser atropellado por un automóvil? Guno podría morir.

Estará bien. Estará bien, maestra. Ya que soy un espíritu de tierra, después de todo —explica con confianza Guno.

Guno me persuade con un tono gentil.

—Pero… —lo digo con algo de duda en mi mente.

—Mira, no soportes toda la carga sola  —me dice con confianza Gai.

—Maestra, no lo hagas sola estamos contigo —dice Guno.

—Gai, Guno. —Me conmueven sus palabras.

—Sé que es extraño para mí decirlo cuando no puedo hacer nada en este momento, pero Mira eres demasiado imprudente. Si un hombre dice que lo hará, entonces lo hace. Mira tiene mucho maná, pero eso no significa que Mira tenga que hacer absolutamente todo. Confía más en las personas que te rodean —afirma con mucha confianza Gai.

Eso es correcto maestra. Estoy bien con esto. Si la maestra se preocupaba de que pudiera ser aniquilada después de recibir el impacto, entonces estaría bien ya que no soy yo quien está recibiendo el impacto, ¿verdad? —expresa  de manera tranquila Guno.

¿No recibe el impacto? ¿Pero cómo?

¿Hm? ¿Cómo puedo decirlo? Esto es algo que te había dicho antes… —dice Guno reprimiendo su decepción.

¿Quieres redirigir el impacto al suelo? 

¡Eso es correcto! —lo dice en un tono que hace imaginarme de repente que está sonriendo.

—Mira, Mira, ¿no crees en tus espíritus? —pregunta con tono de reproche Gai.

—Por supuesto que sí creo en ellos —afirmo con confianza de inmediato.

Yo creo en ellos. Sin embargo, la inquietud sigue proyectando sus sombras sobre mí. Los espíritus nacieron del maná que llena este mundo. Son una existencia que no poseía una sustancia física. Si pueden influir en el mundo, a la inversa, pueden ser influenciados por el mundo.

¡Maestra, nos estamos quedando sin tiempo! —dice con apuro Rufi.

Sorprendida por la repentina voz de Rufi, mi conciencia vuelve, pronto estaremos en la línea sobre los acantilados de la academia. No creo que la desaceleración para el aterrizaje sea suficiente.

¡Qué fracaso!

Mientras mi rostro palidece, la ira brota en mí.

En cualquier caso, libero todo mi maná para crear una barrera de maná de 360 ​​grados y un escudo en el frente. Por supuesto, no es algo aerodinámico como una forma ovalada. Es solo una pared simple. Un muro que atrapará el viento al máximo.

—Rufi. Haz una bolsa de aire comprimido…. —doy la orden a Rufi.

Cuando miro el punto donde tomaríamos la tierra, hay una persona allí. No, no es una persona. La única persona que puede verlo parado allí con su largo cabello rubio ondeando en el viento, soy yo.

—¡Guno! —grito.

Está bien —responde con confianza Guno.

Me muerdo los labios. Yo creo en él. Pero, pero… ¡No quiero ver a alguien que sea especial para mí salir lastimado!

Nosotros también —dice de forma optimista Guno.

Pierdo mis palabras. ¿Por eso no dijo nada incluso cuando me acerqué al suelo? Para que yo, que me he esforzado demasiado, pueda confiar más en ellos.

Había rechazado sus sentimientos… ¡Hasta el último minuto así!

—Creo en ti.

Deshago el escudo y las alas, y envío todo mi poder mágico a la barrera que me rodea. Más redondo y más redondo. Más pequeño, incluso más pequeño. Para facilitar la captura de Guno.

—¡Mira! —grita Gai.

Entonces, Gai, a quien había estado abrazando hasta ahora, de repente me acerco a él, para envolverle.

El gran impacto ruge.

Sin embargo, el impacto que reverberó en el aire fue comparativamente… inesperadamente pequeño.

Con una sacudida verdaderamente pequeña, aterrizamos o más bien, terminamos cayendo.

—¡Maestra! —grita con alegría Rufi.

Después de que Rufi, que había sido liberado de la Unificación, me envía una Transmisión del Pensamiento, abro los ojos que estaban cerrados herméticamente. Poco a poco me acerco al duro suelo y libero la barrera.

Bienvenida de nuevo, maestra. —De forma armoniosa me recibe Guno.

Miro a Guno cuya cabeza me mira por encima del hombro de Gai, luego sonrió con un sentimiento un poco complicado.

—Estoy de vuelta, Guno.

—Gracias a todos —me inclino para agradecer a todos.

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