¡No seré un enemigo! – Capítulo 1: Rompecabezas

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


Pensé que era imposible.

A veces tenía sueños extraños.

Soñé que veía algo en una cosa llamada TV.

No sé si era magia o no, pero en la caja con una pieza de vidrio unida a ella, se estaban reflejando distintas personas. Desde allí, vi a muchas mujeres llevando ropas extrañas, además de vestidos, que exponían sus piernas.

Cuando me desperté, me sentí un poco preocupada, de si quería o no exponer mis piernas, como lo hacían las mujeres en mi sueño.

Era un misterio, cómo es que mi cerebro podía imaginar una televisión, el cual era un artículo imposible de tener en la realidad, pero eso no era todo, reflejada en el espejo, vi a una persona que no era yo. No llevaba nada puesto. El yo en el espejo que no llevaba ni ropa interior*, tenía el pelo negro y los ojos de color oscuro.

Kiara
varias capas de ropa bajo la pieza única

Actualmente, tengo el pelo como marrón glaseado y mis ojos son de color verde grisáceo. Me pregunté si me gustaría tener el pelo y los ojos negros, mientras miraba mi cara reflejada en los cubiertos pulidos.

Pero, me di cuenta de que no tenía tales deseos.

Más bien, la persona reflejada en el espejo, me hizo sentir algo nostálgica. Me pregunto si fue por su parecido con mi difunta madre.

Es sólo que cuando empecé a tener estos sueños, mi forma de pensar comenzó a cambiar.

Todo comenzó cuando la segunda esposa de mi padre me evito tratándome de manera fría y mis tres sirvientes cedieron ante la persona con más poder.

Yo, Kiara Patorishiel, tenía 7 años en ese momento.

En mi habitación, el lugar donde siempre lloraba; fue también el lugar en donde empecé a soñar, —yo, tal vez, empecé a sentir más valor.

Primero, dejé de esperar a que mi padre me salvara. Hasta ahora, no había hecho otra cosa que llorar, ya que mi padre estaba tan enamorado de su joven esposa que aceptó, sin ninguna molestia, la forma en que me trataban.

Al  hacer esto mi corazón cada día se sentía más ligero, pero algo aún más doloroso me sacudió. Mi padre falleció y tras su pérdida, me convertí en una sirvienta. Con la excusa de que no era su verdadera hija, ella no quiso comprarme ropa. Me arrojaron la ropa de una sirvienta, cubierta de tierra y que no era llamativa, me quitaron todas mis cosas, incluso las que había dentro de mi habitación.

Por otra parte, la segunda esposa compró ropa de seda para su hijo el cual nació mientras su padre aún estaba vivo. Los sirvientes, que tenían miedo de la persona con mayor poder, ni siquiera trataron de consolarme.

Aun así, esto era apenas tolerable debido a los recuerdos del tipo “familia” que veía en mis sueños. Lo soporté, pensando en que la segunda esposa y mi hermanastro no eran mi familia.

Sin embargo, esa forma de vida terminó después de tres meses. Debido a que fui adoptada por un aristócrata desconocido.

El aristócrata que me adoptó, Earl Patorishiel, quería una hija, para utilizarla como una pieza de ajedrez, para expandir su influencia.

Debido a que era necesaria, nunca hubo un momento en que me hiciera falta comida, en la casa de mi anfitrión adoptivo. Me dieron ropa hermosa y también fui tratada correctamente por los sirvientes. Pero, no había amor.

Aun así, fui capaz de entrar en el dormitorio de una escuela de la Iglesia, y por tres años, pude vivir como una señorita noble y normal. Vivía allí aprendiendo sobre comportamiento y modales, temas acerca de cómo convertirme en una apropiada novia.

Había pensado que eso era suficiente. Por lo que, estaba bastante aliviada. Los extraños sueños se hicieron lejanos y de esa manera, pensé que se debían a que siempre había querido huir de la realidad.

Pero…podría haber tomado todo demasiado a la ligera…

Encontrándome en los dormitorios de la Escuela de la Iglesia, específicamente en mi dormitorio, me agache y suspire, mientras leía la carta enviada por mi anfitrión adoptivo, estaba tan sorprendida que casi grité. Mientras lo aguantaba, me sorprendió la tremenda sensación de desesperanza.

Escrito en la carta, estaba la orden de casarme con un Oji-san* quien tenía dos veces mi edad. Además, había oído rumores de que él tenía tres o cuatro amantes, lo cual hacía más difícil el poder halagarlo por su cabello gris. [1]

Había visitado a mi familia adoptiva y, como lo que soy, una hija adoptiva, lo había visto por lo menos una vez hace tres años…. su cara era como la de una rana toro. Aunque, no puedo presumir de mi cara tampoco, pero yo tengo solo 14 años de edad. Pensaba que al menos podría soñar con mi pareja matrimonial, pero en realidad ¿No puedo?

Mi padre adoptivo, Earl Patorishiel, escribía que me casaría dentro de poco, así que pronto seré recogida.

Me pregunté, si yo era una persona admirable, ya que no grité “Debe ser una mentira” cuando leí la carta.

Ahora que lo pienso, Earl Patorishiel había dicho que me adoptó para que yo pudiera convertirme en una criada del palacio real. Por eso pensé, que eso era lo que haría después de la graduación…Fui demasiado ignorante.

Si se quiere ser la dama de compañía de la Reina, debías ser una mujer casada.

Si se es hija de un aristócrata, incluso si está en una posición en la que puede convertirse en amante del rey, sería tratada como la hija o el hijo de ese noble.

La política del país era no aceptar a los niños ilegítimos, por lo que no había ninguna preocupación por nada que pudiera amenazar el estatus de la reina y los problemas a la sucesión del trono eran pequeños.

A pesar de que era para prepararse ante una emergencia y para evitar que la familia fuera eclipsada, no deseo casarme para conseguir un trabajo, además seria incapaz de rechazar al viejo rey, quien puede quererme como su amante. —Yo quiero huir… Era lo que sentía.

Los riesgos psicológicos de trabajar en el palacio real, eran demasiado altos.

Incluso si me convertía en la dama de compañía de la Reina, no podía hacer que mi corazón palpitara con agrado, aunque la reputación de la Reina era muy buena.

Además, la reina era alguien que venía del país vecino, y al parecer últimamente los países vecinos tienen un aire de inquietud. Ya que al parecer habían invadido repetidamente a sus países adyacentes.

Dijeron que el reino de Faruzia estaba a salvo, debido a que la reina era la hermana menor real del país vecino, pero hay mucha gente que estaba tomando medidas por precaución.

Si me convertía en sirvienta de tal reina, entonces, si hubiera una mínima posibilidad de invasión,

¿Tendría que estar al lado de la reina? ¿Eso no me convertiría en el enemigo de este país?

El camino estaba completamente oscuro. No podía ver luz en mi futuro.

No quiero hacer el trabajo de un villano.

Tan pronto como pensé eso, lo que regresó a mi cabeza fue el sueño que tuve cuando era joven. Y los recuerdos de mis sueños surgieron como burbujas.

Mi yo de 14 años que vivió en Japón en un planeta llamado Tierra. La figura de la chica de pelo y ojos negros que había visto muchas veces en mis sueños regresó a mi mente. Recordando los edificios altos, había vivido en una ciudad algo pacífica. A pesar de que  sólo tenía recuerdos de hasta los 14 años, recordé el juego que jugaba con frecuencia, y contuve mi respiración.

Siempre me gustaron los juegos de simulación. Las escenas de batalla eran rápidas, las giros y movimientos eran fáciles de entender por qué encajaban muy bien.

En esos juegos de simulación, había uno sobre un personaje principal que luchó por recuperar el reino que fue tomado.

El nombre del país, Reino de Faruzia, fue utilizado.

El personaje principal se levantó para salvar al país, en el que la familia real fue asesinada, mientras el país había sido invadido por los países vecinos, debido a la lucha contra los países enemigos y la Reina, que los atrajo.

En el juego, hubo un mago que se interpuso en el camino del personaje principal a medida que éste avanzaba. Este mago era la ayudante de la venenosa Reina Marianne, Kiara Credias.

La persona con quien se me dijo debía casarme, era alguien llamado Credias.

Una vez que me case, tendré el mismo nombre…

—¡Espera! ¡¿No me digas que soy la villana?!

En este momento, estoy pasando por una situación de pánico en mi cabeza.


[1] Oji-san, tío en japonés

Kiara
Mucho gusto, me llamo Kiara Adsgar, soy la traductora del inglés al español, y aquí estamos dando la bienvenida a un nuevo proyecto, aquí en el Reino de Kovel, en espera de que les haya gustado, nos estamos leyendo

Shisai
Sí, nuestra traductora se apoda igual que la protagonista. Esperemos que no confundan las notas con los diálogos, jaja

7 respuestas a “¡No seré un enemigo! – Capítulo 1: Rompecabezas”

  1. Jajaja es curioso qué se apoden igual, haber si no confundo los diálogos con las notas xD

    Y se ve interesante, como la mayoría de novelas del sitio Jajaja

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