¡No seré un enemigo! – Capítulo 23: El año que sigue

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


Las huellas que fueron descubiertas, sobre lo que parecía ser la muerte de un mago fallido se mantuvieron en la línea del “podría ser”.

Aunque en la escena se encontraron ropas llenas de arena y cerca del lugar encontrado un cadáver quemado, cuya forma apenas parecía humana y pasaron tres días antes de ser encontrado, la arena que pudo haber sido parte del cuerpo del mago fallido, se había dispersado y mezclado con la tierra circundante, después de que había llovido, ahora ni siquiera se podía decir si la ropa, realmente, había sido usada.

Así que, me ordenaron permanecer en el castillo por un mes más.

El Marqués Vain, aumento la seguridad dentro del castillo, durante los últimos tres meses y, dentro del período prolongado, no se habían visto personas sospechosas.

Debido a esto, la mayoría había llegado a la conclusión de que el cadáver descubierto, era de hecho un mago fallido.

Después de eso, se anunció que, finalmente, podría salir de mi escondite.

Aunque mi trabajo es ser la criada de Madame Beatrice. No puedo usar una espada, ni se montar a caballo, así que ni siquiera podía seguir a Madame Beatrice, mientras salía a inspeccionar las tierras o la frontera. Además de esto, también estamos a la mitad del invierno, así que he asumido que mi vida continuaría siendo la misma, aun cuando he sido liberada de mi reclusión.

♦ ♦ ♦

—Bien, Kiara. ¡Vamos a salir!

Tan pronto como la nieve se derritió, Madame Beatrice decidió llevarme a patrullar fuera del castillo.

—Pero, señora. ¿Qué pasa si estoy contigo y algo sucede…?

Si la suerte no está de nuestro lado y nos atacan de nuevo, seguramente me vería obligada a abandonar las tierras del Marqués Everal, mientras lloro y grito pidiendo perdón.

Sabía que tenía las cualidades correctas para convertirme en mago, y esto me hace pensar que el Conde Patorishiel atacará de nuevo.

Pero Madame Beatrice me miró con ternura, como si entendiera mis pensamientos.

—No te preocupes. En todo caso, estas con una ex reina, lo que dificultará que alguien te toque, además, eres mi doncella. Puede que tenga que mandarte a hacer recados algún día. Sería bueno que conocieras a los sirvientes, los guardias y a otros que trabajan aquí.

Y de esa manera, se decidió que acompañaría a Madame Beatrice, a sus sirvientas Maia y Clara, y también a dos caballeros asistentes.

Maia me permitió sentarme con ella en su caballo. Ella había estado con Madame Beatrice desde antes de su matrimonio. Y, a pesar de ser hija de un comerciante, es alta y posee una gran fuerza. Aparentemente, captó la atención de Madame Beatrice, mientras ayudaba a su padre a descargar los bienes en el castillo.

Esa es Madame Beatrice. Incluso en aquel momento, ella eligió a sus sirvientas en función de si parecían capaces o no,  de mover una espada.

Maia tiene el aura de una hermana mayor digna y ejemplar pero, de hecho, es una persona muy amable. Siempre responde a mis preguntas con una voz tranquila.

Pronto se convirtió en una rutina diaria para la pequeña campaña de Madame Beatrice, el hacer viajes de ida y vuelta como este, desde el castillo hasta los muros fronterizos.

Después de un mes, me obligaron a tomar clases de equitación. Tres meses más tarde, me dieron un caballo propio y ahora puedo cabalgar al lado de Madame Beatrice, tuve que entrenar bastante para poder hacer esto. Puedo decir, con total seguridad, que no hubo un día en que mis piernas, espalda y músculos no gritaran de dolor.

Pero, a medida que mi posición se hizo más visible, la gente del castillo comenzó a acostumbrarse a verme. Madame Beatrice incluso cazaba alimañas, mientras patrullaba, a menudo recibimos regalos de gratitud de los residentes cercanos. En esos momentos, les era mucho más fácil hablar conmigo, ya que soy pequeña y no llevo una espada.

—Jovencita que no sostiene una espada, por favor, dele esta ofrenda a la señora Beatrice. Estamos en deuda con ella por mantener al margen a los ladrones, la última vez.

Abuelos o niños que habían sido enviados por sus padres, vendrían a mí con paquetes de frutas.

Al principio, los caballeros que nos acompañaron me habían mirado con un poco de temor, pero ahora las cosas parecen estar bien.

Este tipo de patrullas comenzaron a disminuir, a medida que se acercaba el invierno.

Las tierras del Marqués están ubicadas en una región con nevadas, más que moderadas, por lo que es poco probable que las tropas de Ruain se movilicen. Por lo que ahora, las patrullas de Madame Beatrice solo se realizan una vez cada dos días si hacía buen tiempo.

Incluso, mientras los días pacíficos continúan, no me había olvidado de la magia.

Necesitaba una carta de triunfo. Y, sin embargo, no tenía permitido leer los libros de la biblioteca sola, me vi obligada a esperar y mirar.

Mientras esperaba, el Marqués y Allan se fueron al palacio real. Para asistir a la celebración del año nuevo.

Allan debe haber estado muy emocionado de encontrarse con Reggie, ya que no podía ocultar la felicidad escrita en su rostro.

Mientras me quedaba aquí, pasé mi tiempo hablando, ocasionalmente, con las sirvientas mayores sobre lo que sucedía dentro y fuera del castillo o conversando con el aprendiz de la cocina, Harris, quien siempre me preguntaba si tenía suficiente para comer aun después de haber comido.

Cuando Allan regresó, me entregó una carta que Reggie le había confiado.

En la carta, Reggie explicaba, mientras intentaba investigar la magia, que el mago del palacio se había desvanecido sin previo aviso. Entonces, él había usado un sirviente para ponerse en contacto con la Princesa Thorn.

—Oh no. ¡Llegó tan lejos! —Dije en estado de shock, mientras leía la carta.

Me preguntaba a quién había usado para hacer esto.

Reggie había oído que la Princesa Espina prefería niños menores de doce años, por lo que había usado un niño de un pueblo cercano al bosque, para lograr ponerse en contacto con ella.

Él atrajo a la Princesa de la Espina.

La llamada “Mi Princesa de espinas” por un niño frágil debe haber atraído a la dispuesta princesa con facilidad.

Usando esta estrategia, Reggie había preguntado:

— ¿Cómo alguien puede convertirse en mago? ¿Los magos también se convierten en arena cuando mueren? ¿Podrías hacer un mago con una bebida como las que el Conde Patorishiel ha usado?

La respuesta de la Princesa Thorn fue está, — ¿Por qué crees que te di la piedra? Dile eso a Kiara. Además, no utilices otra piedra que no sea esa.

Lo siento. No entiendo nada, en absoluto.

Incluso Reggie parecía desconfiar cuando escribió, ¿lo entiendes?

En cualquier caso, supuse que eso significaba que, mientras mantuviera cerca la piedra que la Princesa Espina me había dado, todo lo demás, de alguna forma funcionaría. No parecía probable que la princesa estuviese mintiendo después de haber sido bendecida con la oportunidad de ver a un niño.

Después de todo, la princesa Thorn/Espina le había regalado hierbas muy costosas, lo que había conmocionado al caballero de Reggie, quien vio al niño salir, muy alegre, del bosque. Así que ella debió haber estado muy complacida.

Parecía poco probable que obtuviéramos más información sobre la magia.

La Princesa Thorn dijo que solo necesitaba aferrarme a esta piedra. Eso significa que, de alguna manera, se volverá útil en un momento de necesidad. Tal vez cuando llegue ese momento, se produzca la necesidad real de un mago.

Después de eso, Reggie vino en la siguiente primavera a quedarse en el castillo del Marqués Everal durante una semana. Y él también había llegado a la misma conclusión que yo.

—Me parece que hay una razón por la que la Princesa Espina no puede decir más de lo que sabe.

Como esta es una conversación secreta, Reggie me había llevado del castillo hasta una pequeña colina. Estábamos sentados uno al lado del otro en una roca limpia que sobresalía del suelo. Me di cuenta que había crecido mucho en el año y los meses que habían pasado.

[Traducido por Reino de Kovel]

Sus piernas se habían alargado. Él era, media cabeza, más alto que yo el año pasado, pero ahora, mi cabeza solo llegaba a la altura de su pecho cuando estábamos juntos. Y eso, que yo también había crecido durante este tiempo.

Su cabello plateado era más largo. Su rostro se había vuelto más fino. Al verlo, sentí que había cambiado de una belleza angelical a algo más divino.

Debido a todo esto, ahora tenía un aire mucho más maduro sobre él. Y eso que había sido una persona muy compuesta el año pasado.

Allan también experimentó algo así como signos de crecimiento, hasta cierto punto, me lo esperaba…pero cuando pasó, se sintió tan diferente, fue como si lo conociera por primera vez y de alguna forma, fue un poco embarazoso.

De hecho, me había molestado bastante, por lo nerviosa que me encontraba desde antes de salir del castillo.

Después de todo, aquí frente a mi estaba la encarnación de uno de los más bellos personaje del juego y ahora es tridimensional. Además, me llamaba, casualmente, con un “Ah, Kiara.”

Debería ser perdonada por tratar de alejarme de un ser tan magnífico.

Aunque me reunía regularmente con Allan y estoy acostumbrada a verlo. Aún hay momentos en que me siento hipnotizada cuando lo miro de perfil.

Fue por eso, que estaba muy feliz de poder montar sola, cuando Reggie me ofreció un lugar en su caballo.

Incluso cuando vinimos a sentarnos en esta roca, intenté mantener una cierta distancia, pero Reggie me había frustrado, casualmente, los planes.

Estamos muy cerca, como aquella vez que nos sentamos en el bosque de la Princesa Espina

En esta ocasión, siento unas leves cosquillas muy profundo en mi corazón.

Pero puse una expresión seria para ocultarlo y respondí.

—Si ella tiene que guardar silencio, ¿eso significa que los magos tienen algún tipo de restricción?

—Creo que sí. Pero ella dice que solo necesitamos la piedra. No creo que tengas problemas incluso si algo sucediera…y Kiara, ¿no quieres, simplemente, quedarte quieta sin tener que tocar la magia?

—Bueno, sí. Quiero decir, realmente no hay nada que pueda hacer ahora.

No es que quisiera mentir, es que no puedo hacer nada en absoluto. De hecho, me había estado probando en secreto, para ver si podía usar magia. Pero ningún hechizo causaría que algo ocurriera. Además de eso, había resultado algo muy vergonzoso cuando Maia fue testigo de mi intento. Nunca le relataría esto a Reggie.

— ¿De Verdad? Allan me dijo que aún no has mostrado signo de locura o algo así como los otros intentos de mago…pero estoy preocupado.

Una nube pasó sobre la cara de Reggie, mientras miraba hacia mí. Puso su mano sobre la mía que estaba sobre la superficie de la roca.

Woah. Reggie, ¡esto es realmente, muy embarazoso!

Es decir, aunque están lejos, ¿tus dos guardianes no nos siguen mirando? Sin embargo, nuestras manos se tocaban de manera que no sería visible para los dos caballeros. ¡Como si esta fuera una relación secreta!

El sol primaveral brillaba sobre nosotros, pero a diferencia de la roca, que solo estaba tibia, la mano de Reggie era cálida.

Y, eso estaba causando que mi corazón latiera furiosamente.

Mi pulso estaba acelerado, como si hubiera estado corriendo con todas mis fuerzas. Empecé a sentirme mareada. Decidí preguntarle con sinceridad antes de volverme loca.

—Ah, um, Reggie. Tu mano… ¿por qué?

—Ah, me estoy asegurando de algo.

— ¡¿De qué?!

—No es necesario saberlo todavía.

¿Qué con esas palabras tan sugerentes? Sabía que eran sugestivas, ¡pero no tenía idea de la razón de todo esto!

Luego, como para evitar más preguntas, Reggie decidió que deberíamos regresar al castillo.

Como su estadía era de solo una semana, no tuvimos mucho tiempo para largas conversaciones, antes de que tuviera que irse.

Pero, él era inteligente.

En el viaje de ida y vuelta, había visitado dos casas de nobles y los había traído a su lado. Una vez que escuché esto, recordé que habían sido familias neutrales en el juego, aunque las tropas, despiadadas, de Ruain los destruirían más tarde.

Por supuesto, era probable que hubiera hecho un trabajo en el palacio para alentar a los nobles a aclarar sus lealtades. Pero incluso entonces, estas casas habían sido inflexibles sobre su neutralidad, y él había cambiado sus opiniones. Para mí, esto era nada menos que magia.

Le preguntaré cómo logró esto, la próxima vez que nos encontremos. Espera…

— ¿Será en seis meses?

Solo quedaban seis meses hasta que Reggie muriera como lo exigía el destino.

Según el juego, su próxima visita sería en seis meses.

Una vez que pensé esto, el pánico comenzó a controlar mi corazón. La sensación era insoportable.

Pero lo único que podía hacer ahora, era creerle a la Princesa Espina, y usar la piedra roja que me había dado, la cual había convertido en un colgante.

En cuanto a mis preguntas sobre cómo convertirse en mago, ella había dicho esencialmente “espera y todo irá bien”. Así que esta piedra debe ser necesaria para el momento en que llegue a convertirme en un mago. Y como esto también implicaría la muerte, habíamos preguntado si los magos se vuelven arena cuando mueren. Pero para esto, no hubo respuesta.

Si esto es el resultado de preguntar a la fuente de información más probable, entonces realmente no tenía más remedio que esperar y mentir un poco. Después de todo, no me permitían abandonar las tierras del Marqués libremente.

Lo único que podía hacer era escribir una lista de cosas a tener en cuenta y otras que él debería saber cuándo sea tiempo, y entregárselas al Marqués.

Luego estuvimos a principios del verano.

Tal vez fue porque las cosas habían sido tan tranquilas hasta ahora, que todos tenían la guardia baja.

Acompañaba a Madame Beatrice, mientras visitaba a una de las familias filiales del Marqués en el norte, cuando nos encontramos con una nueva situación.


[Palabras de Jawbrie (traductor del inglés y a quien agradecemos mucho): ¡Gracias por leer! Realmente aprecié todos sus agradables comentarios para el último capítulo. Lo siento, esto fue un poco tarde.]

[Kiara: Ay Reggie haces que mi corazón lata fuerte, boom, boom, oh tan guapo, tan hermoso, tan misterioso, haciendo latir el corazón de la tocaya. este capítulo tuvo de todo un poco y quedó en una parte súper emocionante ya quiero saber que pasará, a continuar traduciendo.]

♥ ❤ ♥

               

3 respuestas a “¡No seré un enemigo! – Capítulo 23: El año que sigue”

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