¡No seré un enemigo! – Capítulo 38: Una breve lección

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


Cuando desperté, lo primero que vi fue el techo de piedra. Mientras estaba parpadeando, poco a poco, recordé las cosas que sucedieron, dónde estaba, qué estaba haciendo y qué vi.

En cuanto los recuerdos llegaron a mi mente, se me dificulto respirar.

Luché porque era necesario y, porque entendí que solo yo podía hacerlo, no tenía la intención de huir.

Sin embargo, lo que hice no fue más que herir y asesinar a mucha gente.

El castillo estaba a salvo. Logramos rescatar al Marqués Vayne. Estaba bien el asumir que, en cierta medida, logramos derrotar al enemigo.

A pesar de todo, en lo más profundo de mi corazón, no podía encontrar la alegría por el hecho de que todo había resultado bien. Ahora que el tiempo de desesperación ha terminado, el único pensamiento que me vino a la mente fue el de que podría descansar un poco.

Entonces, la imagen que vi cuando cerré los ojos fue la de los cuerpos sin vida de los soldados, cuerpos, muchos cuerpos tendidos en el suelo…

Lo sabía, sabía que sería así, por eso me había preparado para ello. Desde el principio, tenía la intención de involucrarme activamente en la guerra. Después de todo, me convertí en mago solo por eso.

—Kiara, ¿estás despierta?

La voz gentil de alguien me llamó.

Alguien estaba conmigo. Cuando giré el rostro aún somnolienta, a mi lado, estaba la compañera de servicio de Madame Beatrice, Maya.

La habitación estaba muy oscura, ya que no había otra fuente de luz además de la vela colocada en la parte superior de una pequeña mesa. Quizás, no era la única razón por la que la habitación parecía sombría, ya que Maya también tenía una expresión desgastada. Su cabello castaño oscuro que, usualmente, ataba para formar una trenza para que no le obstaculice la visión, se estaba soltando.

—Yo…

¿Cuánto tiempo llevo durmiendo? ¿El castillo sigue rodeado por el ejército de Ruain? ¿Qué pasó después de eso? ¿Todos están bien?

Aunque quería hacer esas preguntas, mi voz era tan ronca que no podía hablar bien.

Entonces, Maya me ayudó a sentarme y beber el agua que vertió de la jarra que había dejado a un lado.

Las manos me temblaban y parecía que el agua se derramaría si la bebiera sola. Por lo que Maya terminó ayudándome.

— ¿Cuánto tiempo ha pasado desde entonces?

—Han pasado unas tres horas. Ahora, es de noche.

—El ejército de Ruain, que es lo que ha…

Después de que Maya recibió el vaso vacío, estaba a punto de bombardearla con preguntas, lo puso sobre la mesa y procedió a abrazarme con fuerza.

Me pregunto qué es lo que pasa. En respuesta a mí, que estaba nerviosa de que pudiera haber algo triste o que fuera difícil de decir, Maya solo me dio una palmada en la espalda.

—Todo está bien y todo es gracias a ti, Kiara. El ejército de Ruain está a cierta distancia del castillo.

Aah, entonces lo que hice fue útil. Mi corazón comenzó a volverse, lentamente, más suave. Sin embargo, sus siguientes palabras, me hicieron sentir como si alguien derramara un balde agua fría sobre mi corazón.

—Después de que derrotaste al general del enemigo, su cadena de mando quedó en desorden.

—Derrotado…

Tal vez, fue uno de los oponentes que fue pisoteado por el golem que cree.

Como tenía demasiado miedo de lo que estaba tratando de hacer, en ningún momento, miré sus caras. Había gente que llevaba abrigos con capuchas y estaban rodeados por caballeros, así que pensé que, mientras los derrotara, los otros soldados se retirarían sin que tuviera que matarlos personalmente. Fue en lo único que pensé.

Por la forma en que dijeron que de derrote al general del enemigo, tal vez, quien se dio cuenta de eso fue Caín quien, en ese momento, estaba conmigo. Lo hizo en mi nombre, ya que estaba demasiado asustada para identificarlos.

—Gracias a eso, todos pueden tener un pequeño descanso. El marqués regresó a salvo, y el enemigo no debería atacarnos durante un tiempo, ya que tú, un mago, está de nuestro lado. Muchas gracias, Kiara.

Una vez más, Maya me abrazó con fuerza, luego se fue de la habitación y dijo que le avisaría a todos que estaba despierta.

Terminé en estado de shock.

Pude hacer algo por lo que la gente estaba agradecida. Se suponía que era algo bueno, pero la emoción llamada “felicidad” no brotaba de mi corazón.

¿No estoy feliz?

La duda surgió dentro de mi corazón. ¿Por qué no puedo sentirme alegre? No lo entiendo muy bien. Solo siento que estoy muy cansada.

Por eso, no pude emitir respuesta alguna de mi garganta, cuando alguien llamó a la puerta. Ni siquiera pude levantar la cabeza y continué mirando hacia abajo.

Sin embargo, a pesar de que no emití una respuesta, la otra parte entró en la habitación,.

¿Quién se acerca a mí, mientras permanece en silencio?

Incluso es problemático para mí el levantar la cabeza para verificar quien es.

Justo cuando me preguntaba si esa persona estaba sentada en la silla donde estaba Maya, unos brazos me rodearon, completamente en silencio. En ese momento, ya no podía ignorarlo.

La ropa militar de colores claros que reconozco, un olor familiar.

—Re…

—Está bien, no necesitas forzarte a decir nada. Es decir, no es tu culpa ser así.

—Aah, pero… —Reggie continuó con una voz que contenía la risa.

—No te dejaré ir, incluso si dices que no te gusta lo que hago. A pesar de todas mis advertencias, haz vuelto a hacer algo demasiado imprudente. He estado esperando que despiertes y, mientras estaba en ello, he pensado en cómo te voy a castigar por la cantidad de vida que me has reducido en estas horas.

Reggie dijo eso, pero si realmente fuera a castigarme, entonces, no había forma de que me acariciara la espalda con tanta suavidad. El calor de su mano creó una ilusión de disolver algo que se había estado endureciendo, profundamente, en mi columna vertebral.

Pensé que este era un sentimiento que recordaba en algún lugar. Está sensacion de calidez la he sentido antes, cuando era realmente pequeña, o más bien, fue hace mucho tiempo, en mi vida anterior, cuando mi madre me estaba mimando. Es realmente una maravilla.

Tal vez por eso, terminé apoyándome en Reggie antes de que me diera cuenta, y Reggie tomó mi mano izquierda como si la estuviera levantando.

—Creo que elegiste convertirte en mago porque no tenías otra opción —Dijo, como si estuviera hablando consigo mismo. Mientras lo hacía, Reggie me besó la punta del dedo.

Kiara
OOH, me derrito, ¡KYA!

Sentí una suave sensación, en la punta de mi dedo índice.

— ¿Qué…? —no pude evitar que mis hombros saltaran ante el repentino toque.

—El refuerzo que arreglé temprano, llegara pasado mañana en la mañana. Ni siquiera podía predecir que el Sarehald1 había sido alertado de las dificultades del ejército de Ruain y haber ingresado en el ejército que fue obligado a ser presionado. Todo…fue el resultado de que mi predicción fue insuficiente.

Mientras expresaba sus palabras con indiferencia, me mordió ligeramente la punta del dedo, era como si estuviera expresando su aflicción.

Junto con el dulce dolor, llegó la confusión, no podía comprender por qué lo hacía.

—Uhm, Reggie…

Esta vez, sus labios tocaron el centro de mi palma. Jadeé cuando sentí la sensación de cosquillas.

¡¿Espera, espera?! ¿Qué está pasando aquí?

Reggie y yo somos amigos, ¿verdad? Pero, los amigos no se mordisquean los dedos entre sí, ni ponen sus labios en las palmas de las manos, ¿verdad? Es extraño que los demás hombres hicieran algo parecido, entonces, esto es algo que normalmente no se hace en una amistad entre un hombre y una mujer, ¿verdad?

En ese momento, recordé el hecho de que nos habíamos abrazado antes de la reunión de ayer.

Quería que él entendiera que su proximidad no era buena. Cuando estaba pensando que no lo entendería, y sin saber qué hacer para que Reggie se alejara, él continuó acercándose.

A pesar de mi confusión, Reggie siguió hablando.

—Entiendo tus acciones, en cuanto al deseo de salvar al Marqués Vayne. Sin embargo, después de esto, creo que quiero que pienses más en cómo puedes protegerte. Estabas consciente de que yo estaba allí. Si es así, deberías haberme pedido que te ayude a proteger al marqués. ¿Por qué no confiaste en mí…? ¿Realmente, soy tan poco confiable?

Reggie besó suavemente el lado interno de mi muñeca.

—No…

Los escalofríos me recorrieron la espalda.

— ¿Lo odias…?

La expresión en su rostro se notaba triste y las palabras “para, detente” se atoraron en mi garganta.

— ¿Eh? Bueno en lugar de odiar, es más como miedo o, más bien…

— ¿Has pensado en odiarme?

— ¿Odiarte?…No me atrevo a hacerlo. Quizás, en toda mi vida, no podría hacerlo…

Incluso si intentaba buscar dentro de mi corazón, no podía encontrar el llamado sentimiento de odio hacia Reggie. Estaba desconcertada.

Definitivamente, sería una cosa extremadamente horrible si fuera alguien que no conocía.

 — ¿Por qué dices eso? Ahora, estoy empezando a preguntarme si uno puede volverse obediente mientras es abrazado por alguien que odia.

— ¿Por qué deseas ser odiado por mí?

—Quiero decir, incluso si te digo que no exageres, parece que no te transmití el mensaje correctamente. Si Wentworth no te hubiera acompañado, estabas planeando hacer todo sola, ¿verdad? Si eso ocurriera y hubieras sido derribada en medio del ejército de Ruain…

No quiero imaginarme el escenario que Reggie menciona mientras se aleja de mí.

Sin lugar a dudas, era un escenario probable.

Si Wentworth no me hubiera apoyado, me habría aferrado, desesperadamente, a los hombros del golem, mientras corría, y me habría sido imposible usar mi magia en el camino. Si ese fuera el caso, el mago que ha salvado a muchos de sus aliados habría muerto allí mismo.

No sé si, al final, hubiese terminado siendo atravesada por lanzas o espadas.

Con una expresión que parecía decir: ¿Finalmente lo entendiste? Con un rostro más pálido que antes, Reggie continuó hablando.

—Creo que te falta mucha confianza en ti misma. No sé qué es lo que podría pasar, piensa lo difícil que sería para un soldado entrenado el ser abandonado, solo, en territorio enemigo, y cuán difícil sería para una joven como tú…además, es un lugar al que tus aliados no pueden acudir, rápidamente, para ayudar. ¿Cómo puedo evitar que actúes de forma imprudente, otra vez? Ese pensamiento ha estado en mi cabeza por un tiempo.

Ciertamente, fue una acción imprudente, tal como dijo Reggie.

Por lo tanto, pensé que él comenzaría a sermonearme, pero…en cambio.

Reggie, de repente, agarró una de mis piernas debajo de la manta. Como era de esperar, Me sobresalte.

—Eh, ¿qué…?

—Ser humillado de esta manera, me pregunto si con esto puedo obligarte a comprender cómo me siento.

Cuando Reggie dijo eso, mantuvo la manta alejada de la punta de mis dedos. Luego se inclinó sobre su cuerpo, su cara se acercó, eh, e-espera, ¿podría ser…? ¿Va a hacer lo que le hizo a mi mano antes?

 —No, no, ¡para! Es totalmente malo que un príncipe haga algo como esto, ¡¿verdad?!

¡Lamer los pies de alguien! ¿Por qué Reggie, un príncipe, está haciendo algo así?

—Pero, si te pregunto como de costumbre, no escucharás…

Cuando vi a Reggie mirar hacia abajo con ojos tan tristes, involuntariamente, mi fuerza abandonó mi cuerpo pero, aun así, ¡Esto no es bueno!

— ¡Fue mi error! Realmente, creo que tuve la culpa, ¡así que detén este tipo de cosas!

Levanté mi voz, mientras jalaba mis piernas. Sin embargo, Reggie, quien continuó con su acción, levantó la cara y señaló despreocupadamente.

—Si continúas luchando, la manta se alzará y tus piernas quedarán totalmente expuestas, ¿sabes?

— ¡El problema se resolverá si Reggie me deja ir!

Mientras gritaba desesperadamente, Reggie se echó a reír a carcajadas.

—Entonces, me detendré si dices esto “La próxima vez, pediré tu ayuda adecuadamente”

—E-entendido. La próxima vez, pediré ayuda apropiadamente…

En cuanto lo dije, quitó sus manos de mis piernas, respiré profundamente hasta que mis hombros se movieron hacia arriba y hacia abajo.

Él podría estar muy enojado pero, la orientación educativa de Reggie es…extremadamente, aterradora.

Como era de esperar, me hizo sentir que no debía ir contra él.


[Nota traductor en inglés: 1 サ レ ハ ル ド; es el nombre de otro país/reino; traducido previamente como Salehard pero decidí cambiarlo ya que pude ver un juego de palabras con ese nombre ~. También puede traducirse como un lugar no ficticio: Salekhard. Pero, para mantenerlo todo ficticio y sonar bien, me decidí por Sarehald. …No cuestione mi preferencia de nombre, ¿por favor?]

Kiara
enamorada, enamorada, de este capítulo Reggie mi amor, bésame las manos cuantos quieras, jajaja me encanta esta novela. ¡Nos vemos en el próximo!

5 respuestas a “¡No seré un enemigo! – Capítulo 38: Una breve lección”

  1. Esta es mi historia favorita de todo el reino de Kovel. Me encanta leerla y ya es la segunda vez que lo hago. Espero que puedan seguirla, y muchísimas gracias por la traducción ❤❤

    1. Tambien es mi novela favorita, me encanta Kiara y como ha estado luchando con sus propios miedos con tal de hacer que sus preciados seres queridos, gracias por comentar, no pienso abandonarla hasta terminarla.

Responder a Kiara Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido