¿Qué hace una villana? – Capítulo 12: El contrato con Rector (POV de Rector)

Traducido por Elisa

Editado por Nemoné


La gente ha estado hablando de lo increíble que es Cardinal Brauz.

— ¿Podría hacerlo un poco más barato? Sólo es un poquito, por favor. 

—Señorita, esto es lo más bajo que puedo llegar.

—Umm~ Entonces…, volveré más tarde.

— ¿Eh~? ¡Espere! ¡Me doy por vencido! ¡Te rebajaré el precio!

—Gracias.

Cuando la conocí por primera vez, ella tenía solo 12 años en ese momento, mientras que yo tenía 16.

Fue en el distrito comercial de la ciudad; ella estaba en medio de una sesión de regateo con los vendedores. Y según mi criterio, su habilidad de negociación realmente merecía un sello de aprobación.

—Señorita, ¿no le interesaría visitar mi tienda?

Usualmente, si una mujer es abordada por alguien que posee el tipo de rostro que ha sido favorecido, sin duda el aspecto influirá en ella. Es más, mis ojos también reflejaban mi interés en esa persona. Sin embargo, contrariamente a lo que esperaba, cuando sus ojos fueron puestos en mí, no había ningún signo de interés reflejado en ellos.

—Mi nombre es Rector.

— ¿El segundo hijo de la familia de Ridley…?

— ¿Has escuchado sobre mí…?

—Un joven heredero de una determinada provincia que estaba en un viaje por todo el país solo para jugar y por placer.

Sabía que los rumores sobre mí no eran tan buenos… Pero no esperaba que fueran así de malos.

—También me parece recordar que cierto hijo de la familia de un comerciante utiliza el viaje de placer como un camuflaje, y que realmente trabaja en un lugar fuera de la vista de cualquier persona.

El viejo que estaba regateando con ella comenzó a reírse con un fuerte [Gahaha].

—Nadie debería atreverse a meterse con la señorita Cardinal, ni siquiera el mocoso de Rector; perdería si lo hiciera.

— ¿Realmente es la señorita Cardinal? ¿La hija de ese primer ministro?

— ¿Acaso hay otra señorita Cardinal? Sí, ella es realmente una buena dama.

Ella sonrió amablemente mientras revisaba el contenido de la bolsa.

—Gracias. Ah, te daré esto.

— ¿Eh?

—Es una pomada. La última vez me dijiste que querías una, ¿no?

—Si es así, le daré un precio diferente por su compra.

—Está bien. Hacer medicina es solo una afición mía. Entonces, gracias.

Esa chica puso un pequeño recipiente con forma de rosa en el mostrador, antes de salir de la tienda.

—Me pregunto si esa señorita sabe lo valiosa que es esta pomada, en comparación con otros artículos raros disponibles en los alrededores.

Cuando abrí la tapa de ese recipiente, un leve olor a rosa me hizo cosquillas en la nariz.

¿Todavía hay un tonto en este mundo que voluntariamente dé medicina gratis?

—Viejo, por favor dame un poco.

— ¡Nunca te daré esto! ¡Ve y pregunta a la señorita! Esa persona seguramente te dará un poco.

Rápidamente la seguí.

—Señorita Cardinal.

—Basta, no tengo la intención de hacer amistad con alguien que me sigue llamando formalmente.

—Entonces, Cardinal.

Ella se detuvo enfadada.

— ¿Qué sucede?

— ¿Por qué me odias tanto? ¿Hice algo?

—Nada en concreto… Es solo que no creo que sea necesario que me lleve bien contigo.

¿Te disgusto tanto?

—Haré todo lo que desees con tal de ser tu amigo, ¡incluso si tengo que negociarlo!

—Qué arrogancia.

—Realmente me gustaría llevarme bien contigo, Cardinal…

—Entonces, si digo que quiero el hongo que parece una estrella proveniente del interior de una cueva, ¿me lo darás?

— ¿Por qué necesitas algo tan siniestro…? Aunque podría conseguirlo para ti.

Al escuchar mis palabras, sus hermosos ojos esmeralda oscuros brillaron.

— ¿Podrás conseguirlo?

Sus ojos eran hermosos. Parecían poder absorber a las personas dentro de ellos.

En ese momento, quedé perdido en mis pensamientos al observar sus ojos. Ella, por su parte, sacó lentamente una pequeña bolsa.

—Te daré esto, ¿así que podrías conseguirlo para mí?

De la bolsa que había en su mano salió una gran joya.

—Est-…

—Si esto no es suficiente como pago, todavía tengo muchos más en casa, ¿estás dispuesto a seguirme a la mansión?

— ¿Por qué tienes tantos?

—Si usas bien las plantas con poder mágico, puedes hacer una piedra mágica. Aunque este es un fracaso, sigue siendo una joya valiosa así que, por favor, siéntete cómodo y tómalo.

—Entonces lo aceptaré…

—Hay otros que son incluso mejores que este, sabes.

Una expresión extraña revoloteó en su cara cuando acepté la joya del mismo color que sus ojos.

¿En serio esta persona no entiende el valor de estas cosas?

¡Realmente no puedo comprender su razonamiento!

— ¿Para cuándo necesitas esos hongos?

—Quiero muchos lo más pronto posible.

—Entiendo. Correré a mi casa.

—Entonces, ¿podrías enviarlo a mi residencia?

—Absolutamente.

—De todos modos, por favor, detente con ese discurso cortés, Rector.

Esta chica… ¿Qué pasa con ella?

Aunque solo dijo mi nombre, de alguna manera, un sentimiento esponjoso parecía florecer en mi corazón.

♦ ♦ ♦

La casa de esa niña era grande, en la medida en que era demasiado llamativo.

—Ya he sido informado sobre su visita de la señorita. Eres Rector-sama, ¿verdad?

—Sí.

—Por aquí por favor.

Me guiaron al salón. Y ella apareció un poco más tarde.

Sentí que había visto con anterioridad el carro que utilizó para llevar el té y los dulces.

—Aquí tienes.

—Muchas gracias.

— ¡Por favor, deténgase con ese discurso educado!

—Gracias…

Ella sonrió.

Linda.

Con el fin de engañar a la sensación que me invadió, rápidamente metí la magdalena dentro de mi boca.

— ¡Delicioso!

—Me alegro. Valió la pena hacerlo.

— ¿Eh? Esto… ¿Lo hiciste personalmente?

—Sí.

— ¿Puedo poner esto en mi tienda? Te daré el dinero.

Esa chica me dio una taza llena de té recién hecho mientras me miraba comer los dulces con gusto.

El té también era algo refrescantemente delicioso.

— ¿Podré abrir mi propia tienda una vez que caiga en la ruina?

— ¿Eh?

—Estoy bromeando…

Ella sonrió amargamente.

¿Qué fue eso?

¿Tenía algún tipo de secreto?

No pude evitar sentir que necesitaba protegerla.

En ese momento, se sintió un pequeño golpe en la puerta.

—Hermana.

— ¿Qué sucede?

— ¿Tienes un visitante? Siento molestarte.

—Está bien, por favor entra.

Un niño más pequeño que ella, lentamente inclinó la cabeza hacia mí antes de hablar con ella.

—La princesa Kokoru dijo que la próxima vez le gustaría visitar nuestra casa…

—Lo consultaré con la reina.

— ¡Sí! Por favor. Me gustaría mostrarle a la princesa Kokoru la ranita que he estado cuidando.

—Umm~ ¡Detengamos ese plan! Aunque la ranita es linda, no la debes mostrar a la princesa.

— ¿No?

—Pienso que eso la haría llorar. ¡Así que detengámonos con eso! 

Mientras acariciaba la cabeza de su hermanito que se encontraba molesto, dijo:

— ¡Hagamos galletas juntos! Las galletas con forma de rana son definitivamente lindas, ¿verdad? 

— ¡Sí! ¡Hermana!

Realmente son hermanos cercanos.

—Iré a preparar un poco de té para ti, Yard.  Así que esperen un momento mientras traigo una taza.

Una vez que ella desapareció de nuestra vista, su hermanito comenzó a mirarme.

—Oye, no te atrevas malinterpretar a mi hermana mayor. O tendré que matarte.

 ¿Eh…? ¿Qué le pasa a este tipo?

—Entiendo lo que estás pensando. La voz de mi hermana es capaz de convertir a los demás en idiotas que malinterpretan fácilmente sus intenciones.

Fu~ Poco a poco liberé mi respiración; parecía que este tipo ha estado fingiendo su inocencia a fin de encubrir su verdadera personalidad.

—Entonces, en ese caso, tu hermana nunca podrá convertirse en la esposa [1] de alguien.

— ¿A quién estás tratando de esposa?

Ese hermanito dejó de fingir inocencia y me miró con desagrado.

— ¿No se dice que la felicidad de una mujer es cuando es capaz de convertirse en la esposa de un buen hombre?

—No pongas a una mujer tan tonta en la misma categoría que mi hermana mayor. Incluso sin tener que casarse, mi hermana mayor seguirá siendo feliz. Es suficiente que yo la haga feliz. 

—Que hermano tan confiable.

Su hermanito continuó frunciendo el ceño.

—Si decepcionas a mi hermana, te mataré. Por favor, recuerda eso.

—Complejo de hermana.

Mientras sonreía, me miró.

—Está bien.

Poco después de que su hermanito dijo eso, la puerta se abrió una vez más.

—Parece que estás teniendo una conversación divertida.

— ¡Sí, hermana!

—Así que Rector es realmente capaz de llevarse bien con todos rápidamente.

Su hermanito parecía sorprendido de ver a su hermana hablando tan familiarmente conmigo.

— ¿No es así también para Cardinal?

Traté de imitarla al abandonar las formalidades.

—Así es, nos llevamos bastante bien rápidamente.

—Si observas tu alrededor, me entenderías. De todos modos, dejando eso de lado, hablemos de trabajo.

Elisa
Rector se refiere a que para Cardy también le es fácil llevarse bien con todos.

— ¿Trabajo?

—Me gusta el trabajo fallido de Cardinal. Entonces, espero que me lo vendas.

Estaba sorprendida, y con una sonrisa continué.

—Como dije antes, abriré mi tienda una vez que se cumplan todos los requisitos. ¿Te gustaría firmar un contrato basado en ganancias?

Comenzó a reírse antes de asentir con la cabeza.

Es realmente linda.

Su hermano pequeño siguió mirándome con expresión de odio mientras yo bebía mi taza de té.


[1]

Elisa
Rector utiliza el término Yome 嫁 lo cual significa mi esposa, normalmente se utiliza cuando se refiere a la propia esposa/ fue a proposito o lo hizo sin querer, este tipo si me interesa.

Mientras tanto la traductora Elisa: *saca una tarjeta y la lee*

Elisa
No voy a decir nada sobre Yard ya que no quiero problemas con la Onu. Guardaré mis comentarios cuando sea un poco legal. Tarjetas que me salvan xD ahora si, lo siento Rector no te apoyare ya que al único que apoyo es a Broudo. De todo corazón agradezco su paciencia conmigo y espero con ansias sus comentarios.

Capítulo 13 ya disponible en Kovel Times edición 23.

5 respuestas a “¿Qué hace una villana? – Capítulo 12: El contrato con Rector (POV de Rector)”

  1. Ah, jolines, me cae bien Rector, pero quiero que esté con Broudo. Por otra parte, adoro a Yard y lo astutamente adorable que es. Gracias por el capítulo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido