Riku – Capítulo 46: Así ondea la bandera

Traducido por Gorrión

Editado por Nelea

Corregido por Sharon


Popii Buryuser tenía una pizca de esperanza en esta batalla que acababa de comenzar.

Si los prisioneros obtuvieran logros, tal vez sus crímenes podrían ser perdonados. Y aunque no fuera el caso, tal vez la sentencia podría reducirse. Mientras sostenía su arma, oraba por tener suerte en la batalla.

━Popii Buryuuser, se te ha ordenado que vayas a la oficina.

Por eso en el momento en que fue llamada a la oficina… Ella cayó al suelo.

No había manera de que su querido y poco fiable Rook fuera a visitarla por su propia voluntad. Si ese fuera el caso, habría ido.

A pesar de que había tenido en sus manos una oportunidad única en su vida, ahora se estaba desmoronando, escapando por los huecos de sus dedos. Si su posición fuera un poco más alta, tal vez podría ir en contra de las órdenes. Sin embargo, quien la llamaba era el líder del Templo. Alguien de una Familia secundaria como ella no podía oponerse a él.

━…Sí.

Popii siguió las órdenes de mala gana.

Con su arma en manos y sus pasos pesados, fue hacia dónde Theodore se encontraba. En la oficina, lo encontró mirando por la ventana, sin su armadura ni su espada. Definitivamente no se veía como el cabecilla del Tempo que debería estar comandando la batalla que sucedía.

Mientras Poppi dudaba lo que veía, Theodore inclinó ligeramente su cabeza.

━Has venido.

━Sí. … Entonces, ¿tienes algo que tratar conmigo?

━Sí, es una cosa muy simple. Tiene relación con la reconciliación con los Demonios después de rendirnos, pero-

━¿Qué…?

Poppi estaba sin palabras.

Entre todo lo que podía hacer, el hombre frente a ella había renunciado a la batalla. Había asumido que perderían y levantaba torpemente la bandera blanca hacia los Demonios, sus enemigos.

Mancillaba por completo el orgullo de los Espiritistas.

El cuerpo de Poppi temblaba de la rabia. Cuando estaba por alcanzar su arma, Theodore alzó su mano como para decirle que no fuera imprudente.

━Bueno, bueno, trata de pensar. La diferencia en números es demasiado grande. Incluso si agregaramos a los prisioneros, sólo aumentarán unas decenas de personas. Con estos pocos Espiritistas no hay manera de que podamos derrotarlos. Además, por lo que vi desde la ventana… Hay un Demonio pelirrojo que vale por mil soldados allí.

━¿Por eso te rendirás? ¿Los Espiritistas venderemos nuestro orgullo a los Demonios?

Escuchando la entonación que Poppi le puso a sus palabras, Theodore sonrió.

—Por eso he hecho un plan.

━¿Plan?

Ante la pregunta de ella, Theodore asintió. Apartándose de la ventana, se acercó a Poppi. Los sonidos de la batalla de afuera se oían como ruidos de fondo.

━En vez de entregarnos, negociaremos por la paz. Definitivamente vinieron aquí por una razón. En ese caso, si les dejamos conseguir lo que buscan… Seguramente podremos arreglar esto pacíficamente.

━Bueno, si eso así… ¿Planea enviarles comida envenenada mientras negociamos…? No, eso no funcionará.

Se dio cuenta al decirlo que no era lo que sucedía.

Los Demonios no eran estúpidos. No podía imaginar que fueran a comer algo que consiguieron en territorio enemigo sin vacilar. Si lo fueran los Espiritistas los habrían aniquilado hace tiempo. Para envenenar a un ser vivo inteligente, era ciertamente necesario tener algunos elementos.

━Exacto. En realidad, Potii Buryuuser, en este banquete… Quiero que toques tu instrumento para entretenerlos. Un cierto consuelo tras la batalla que nos dará la ventaja, ¿sabes?

━…Ya veo. Estabas hablando de eso.

Gorrión
¿Soy el único al que le parece el peor plan de los Espiritistas hasta la fecha

Nelea
Sí y no Gorrión, el plan es un asco. Pero bien usada esa habilidad; por supuesto como apoyo y no como ataque único, les daría en la torre hehe

Poppi por fin había comprendido la razón por la que había sido llamada y lo aceptó mientras acariciaba lentamente su arma… Su  instrumento musical.

━Si no me equivoco, tu arma podía dormir… Si tocas tu instrumento mientras infundes tu poder, no importa qué sea Demonio, todos se quedarían dormidos.

Gorrión
No me lo esperaba... Para nada... Nada predecibles estos Espiritistas... En serio

━Pero… El efecto se infundirá a todos. También pondrá a dormir a los humanos.

━No me importa. Mientras no te duermas tu misma, no hay problemas. ¿No está bien cortarles la cabeza mientras duermen?

Theodore y los otros Espiritistas que participarían en el banquete se quedarían dormidos junto a los Demonios. Sin embargo, quien tocaba el instrumento, Popii, no se dormiría.

Cuando todos durmieran profundamente, lo único que necesitaba hacer era cortar tranquilamente las cabezas de los Demonios uno por uno. Al matar a su Comandante, se quedarían sin su líder en instantes.

Lo demás sería sencillo. Todo lo que tendrían que hacer era hundir a los Demonios que se habrían retirado a sus barcos con su flota.

━En definitiva, usarás tu música para que esos salvajes Demonios se duerman y les cortarás la cabeza, disminuyendo su fuerza de combate. Y si derrotamos a sus soldados más fuertes, subirá la moral a nuestras tropas, ¿verdad?

━… Entiendo.

━Por lo tanto, no participarás en el banquete como Espiritista, sino como instrumentista. Ve a cambiarte de ropa.

━Sí.

Generalmente no quería cumplir las órdenes de este tipo. Sin embargo, era diferente esta vez.

Ella podría de conseguir las cabezas de esos ambiciosos Demonios que atacaron esta Esla con sus propias manos. Reducir su sentencia ya no era un sueño. Tal vez recibiría permiso para permanecer fuera de la isla por algunos días.

━Esperame, Rook.

Su amado Rook.

Su persona importante, quien la había tratado como una igual a pesar de pertenecer a una Familia secundaria. Pero a diferencia de su apariencia, era una persona que insegura que sentía que se rompería en cualquier momento.

Ella quería ayudarlo con eso, dirigirlo en una buena dirección aunque sólo fuera un poco. Poppi pudo ver un cambio, por más que haya sido ligero.

De buen humor, se dirigió al vestuario.

♦ ♦ ♦

Mientras tanto, la batalla delante del Templo se desarrollaba con dureza.

Blandieron sus espadas encantadas y sus lanzas, las llamas volaron y los fuertes vientos danzaron alrededor. Sin embargo, ninguno de los Demonios temía eso.

Con su pequeña figura, Riku estaba encabezaba la marcha, cortando a través de los soldados. Detrás suyo, Vrusto, Asty y otros Demonios que se especializaban en estados pesados la seguían.

A Riku no le importaban las llamas que parecían asar sus mejillas, ni la sangre que volaba.

━Todos y cada uno de ellos… ¿Es esto realmente todo lo que tienen?

Simplemente girando la alabarda en sus manos, cortó a los Espiritistas como si bailara. Finalmente, cuando la idea de que ella era demasiado peligrosa brotó en sus mentes, los Espiritistas en retirada aumentaban.

━Mierda… ¡Esa maldita de cabello rojo!

Sin embargo, no significaba que esos fueran todos.

Un Espiritista cuyo sueño era dejar ese Templo portaba una espada del mismo tamaño que la estatura de Riku. Su velocidad era la misma que la de alguien sin equipo; no, era más rápido.

━¡Este es el fin! —gritó desde lo profundo de su pecho el Espiritista que se acercó en un instante.

Apuntando hacia Riku, giró su enorme espada. Sin embargo, ese golpe terminó en el aire. En el lugar donde ella estaba hace unos momentos no había nadie. Dando un medio paso, saltó a un lado y llegó a la espalda del Espiritista.

—¿Eh?

━Demasiado lento.

Dibujando una suave sonrisa, bajó la alabarda sin vacilar. El arma cortó el aire y dividió al Espiritista en dos con un sonido agudo. Así de sencillo, terminó su vida.

Como era de esperar, los Espiritistas que vieron eso tuvieron miedo. Todos detuvieron sus movimientos por un instante, y Riku no dejaría pasar esa oportunidad.

━Mira. Ha dejado de moverse.

━¡Guaah!

Sin vacilar, cortó a los Espiritistas petrificados con su alabarda. Seis cabezas cayeron al mismo tiempo.

Viendo esto, los otros volvieron a sus sentidos. Riku les lanzó una mirada.

━Ahora, ¿Quién es el próximo?

━¡Hii, ¡No temáis!!

Entonces se oyó otra voz en dirección del Espiritista que sostenía su lanza firmemente.

━¡¡No, deteneos, parad!!

El sonido de los gritos se acercaba desde el Templo.

Un humano con bandera blanca se acercó corriendo. Curiosamente, la bandera blanca ondeaba sobre una lanza extravagante. Los Espiritistas que estaban dispuestos a luchar tenían la boca abierta.

━Yo soy el líder del Templo, Theodore Bernaal. Declaró que el Templo Espiritista de la Isla Sherr se rinde.

¿Rendirse?

El humano que se nombró a sí mismo como líder se acercó a Riku emocionado, aunque sus ojos intentaban ocultar su miedo. Al final, parecía que se entregaba porque quería seguir viviendo.

Viendo la bandera ondear, Riku estaba completamente disgustada. Un ser humano tan vergonzoso. Era completamente imposible sentir deseos de luchar contra él.

━¿… Por qué te rindes? —intentó preguntarle con su alabarda lista. A pesar de que su voz temblaba, él la miró adecuadamente y contestó.

━Hasta hoy, los Demonios nunca habían atacado este lugar. Que estén en este lugar ahora significa que necesitan algo de esta Isla. Pensé que si lo entregara no habría necesidad de matar innecesariamente a mis camaradas.

━…Ya veo —murmuró Riku aburrida.

Al parecer, si los dejaba vivir ellos entregarían la «Corona del Señor Demonio». Conseguirían el objetivo por el que vinieron.

Sin embargo, a menos que no exterminara a todos los Espiritistas, Riku no se conformaría. Después de reflexionar un poco, se dio la vuelta hacia Vrusto, quien sostenía su espada.

━¿Qué piensas, Teniente Segundo Vrusto?

Riku quería saber la opinión de todos los Demonios.

¿Debía aniquilar a los Espiritistas a pesar de que levantaron la bandera blanca, o aceptar su propuesta? Vrusto abrió la boca como si hablar fuera una molestia.

━Bueno… Qué decir, si conseguimos esa «Corona», habremos completado nuestra tarea. Además, no me siento bien matando al enemigo después de que alzaran la bandera blanca.

━Sí… Pero, todo lo que hacen es suplicar por su vida.

━Tal vez. Pero ya sabes, en lugar de matar a un montón de cobardes, ¿no es mejor tener tiempo libre?

Riku reflexionó un poco después de escuchar la opinión de Vrusto.

La imagen del Espiritistas que suplicó por su vida en Derufoi hace unos días surgió la mente. Era un mal Espiritista que, ante las puertas de la muerte, se lamentó sobre su hijo y su familia.

Los enemigos más vergonzosos se entregarían tan pronto como notaran que iban a perder. En ese momento, sólo uno había huído, así que lo habían matado sin pensarlo.

Por supuesto, ella podía fácilmente acabar con todos los Espiritistas frente a ella. No obstante, matar a las decenas o cientos de enemigos uno por uno llevaría mucho tiempo, y durante ese tiempo, ellos les atacarían.

Sus preciados soldados podrían morir. Era algo que necesitaba evitar.

Riku asintió a regañadientes.

━Entiendo. Si cumplen nuestras condiciones, podemos evitar matarlos a todos.

El rostro de Theodore brillaba.

Riku mostró indiferentemente su objetivo.

━Entregue la «Corona del Rey Demonio» que está siendo custodiada aquí.

━«Corona del Rey D-Demonio»… ¿Dices?

El brillo de la cara de Theodore se desvaneció y mostró una expresión preocupada. En ese instante de vacilación, la alabarda se colocó en su cuello. Del punto donde el hacha cortó superficialmente la piel de su garganta comenzó a fluir sangre.

━Lo tienes, ¿verdad?

━No sé nada sobre este objeto que llamas «Corona del Rey Demonio», pero hay muchos tesoros que se han transmitido a través de las generaciones en este Templo Espiritista. Podría tomar tiempo hasta que lo encontremos…

━En este caso, ve inmediatamente a buscarlo.

━¡Sí, sí! Oye, tú… ¡Ve y tráelo inmediatamente! —ordenó Theodore con un grito agudo. Sus subordinados se precipitaron al Templo como si sus culos estuvieran ardiendo.

Confirmando que les traerían la «Corona», Riku bajó la alabarda.

━Errr… Ya que tomará tiempo hasta lo encontremos, ¿qué debemos hacer? Afuera está frío, ¿qué les parece si entramos, y tal vez tomamos un poco de té? —preguntó vacilante. Como hasta hace poco estuvo moviendo su cuerpo, Riku estaba tibia. Sin embargo, si esperaba allí sin moverse… Con la brisa del mar y la fría primavera, podría pillar un resfriado.

Estaría mal rechazar un gesto de buena voluntad. Pero quien lo hacía era un Espiritista que se había rendido hace unos momentos. Si entrara a su base con indiferencia y resultara ser una trampa haría el ridículo.

━En ese caso, ¿podemos montar una tienda aquí? Luego, junto con usted, podemos preparar un poco de té y esperar a que llegue el informe.

En ese caso, todo lo que necesitaba hacer era tomar a Theodore como rehén y preparar un campamento aquí. No había manera en que confiara en un enemigo que podía traicionarla en cualquier momento. Por un instante, Theodore mostró un rostro preocupado, pero luego lo aceptó de inmediato.

━Bien. Es solo que hay muchos tesoros dentro del Templo… Tomará mucho tiempo. Mientras disfrutamos del té, ¿qué tal si pedimos algo de entretenimiento?

━… No me importa.

No tenía ningún interés en este tipo de cosas, pero si estaba tramando algo, simplemente podría cortarlas todos.

Dentro de la tienda donde se habían instalado, comieron dulces que no tenían peligro de ser envenenados. Con la boca muy llena mordisqueando la comida, seguía hablando.

━Por cierto, eres muy fuerte … ¿Eres de una prestigiosa familia de Demonios?

━No, fui recogida por alguien.

━Ya veo… Aah, eres tan joven, pero tan excelente. Mi hijo está en la Capital Real, pero una vez más consiguió malas notas… Realmente, una cosa tan vergonzosa. ¿Debería adoptar a alguien? ¿Qué debería hacer…?

A pesar de las miradas que Vrusto y Roppu le dirigieron a Riku, no dijo nada.

Theodore cambiaba de tema una y otra vez. Ella contestaba cuando no tenía razón para no hacerlo, y cuando no quería, no respondía.

Pasaron dos horas de esa forma… Y por la sombra que se proyectaba del otro lado de la entrada de la tienda, parecía que alguien había venido.

━¿Quien?

━Sí, mi nombre, Popii… Por la orden de Theodore-sama, he venido a entretenerles con mi música.

━Eres bienvenida, pasa.

Acudiendo a la llamada de Theodore, la la instrumentista llamada Popii se mostró.

En general, parecía tranquila y se sentía como si no hubiera ningún signo de que fuera a atacar a alguien.

Riku echó un vistazo a su ropa, pero no parecía que estuviera escondiendo algún arma.

Al final, decidió que parecía ser un verdadero intérprete. Colocando el instrumento de cuerda que debía de ser tocado con una vara, bajó la cabeza silenciosamente hacia Riku y los demás.

Y entonces, con voz delicada, dijo:

━Ahora, entonces… empezaré a tocar mi canción.

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