Riku – Capítulo 89: La discusión decidir sobre la verdad y lo falso

Traducido por Kiara

Editado por Limsah

Corregido por Sharon


En el Castillo del Señor Demonio.

Habían pasado unas pocas horas desde que el Ejército del Señor Demonio se había movilizado al lugar del «Sello».

Con los brazos dentro del bolsillo de su abrigo, Vrusto Asuteroide caminaba por un pasillo. Los únicos sonidos en el corredor vacío eran sus pasos. No había gente pasando ahora mismo.

Era obvio.

La mayoría de los Demonios habían salido.

—Realmente, ¿por qué tengo que hacer esto?… ¿Hm?

Justo en el momento en que se volvió hacia otro pasillo, notó que había alguien delante de la habitación a la que se dirigía.

Roppu Nezaarand estaba de pie allí frente a la puerta como si estuviera vigilando. Vrusto inclinó ligeramente la cabeza en confusión.

—Ah, ¿no es Roppu? ¿Estás de guardia?

Cuando Vrusto habló, él apartó los ojos en vacilación.

—Pero, ¿por qué está  en el Castillo el Teniente Primero Vrusto?

—Estúpido, es obvio. Estoy aquí para proteger a ojou-chan.

Vrusto miró la puerta de la habitación.

Era el lugar donde Riku Barusak realizaba su arresto domiciliario.

Debería sentirse mal… Más bien, habría sido bueno si su condición pudiera expresarse con algo tan lindo como sentirse mal. Vrusto esperaba que pronto escapará y planeará una manera de alcanzar al Ejército del Señor Demonio.

—Estamos hablando de Ojou-chan. Ya puedo imaginar cómo sus emociones sanguinarias se salen de control e intenta escapar.

Vrusto soltó un suspiro cansado. En su mente, podía imaginar claramente cómo Riku debía estar enredada en pensamientos como:

“Definitivamente no perdonaré al Capitán que me dejó fuera de la batalla” o “Nadie mata a Rook excepto yo”.

—Y así, vine aquí para estar en guardia para que no se escape. ¿Bien? Ya puedes irte.

—Creo que el General Riku definitivamente no saldrá. Por eso creo que está bien si vigilo la puerta por mí mismo.

Vrusto usó su mano para apartar a Roppu, pero él no se movió .

El Demonio lobo levantó levemente la ceja. Roppu era un soldado muy manso. Por lo menos, nunca había visto que fuera contra sus superiores. Se movía de acuerdo con las órdenes y cumplía su misión sin fallo. Ese era uno de sus puntos buenos.

—¿Quién te dijo que te quedaras de guardia aquí?

Vrusto era un Capitán, a diferencia de Roppu, que era sólo un Sargento Mayor.

Ya fuera en el rango militar o en el tiempo de servicio, Vrusto era su superior. Debido a cómo Roppu seguía oponiéndose, significaba que recibió órdenes de alguien con una posición aún más alta.

Sin embargo, él no sabía qué personas caían bajo esas condiciones.

—Lo siento. Me dijeron que no podía decírselo a nadie, así que…

—¿No podría decírselo a nadie?

Vrusto se rascó ligeramente la mejilla con su garra.

—En realidad, también fui asignado a estar en guardia aquí. El Capitán Leivein me ordenó directamente.

—¿Te lo ordenó el General?

—Sí. Así que déjenme a mí  cuidar de Ojou-chan.

Ante las palabras de Vrusto, Roppu palideció de inmediato.

Vrusto entrecerró los ojos. No había duda de que era un Demonio con una posición menor a Leivein quien el ordenó permanecer de guardia. Si no fuera así, él insistiría que no podía hablar de ello.

En su lugar, su actitud cambió. En otras palabras, era la orden de un Demonio de rango inferior a General.

—Te lo preguntaré una vez más. ¿Quién fue el que le dijo que vigilaras aquí?

Dio un paso más cerca de Roppu, cuyo rostro palideció aun más. Después de un empujón más, debería ser capaz de hacerle rendirse. Sin embargo…

—Lo siento, es imposible.

Cerrando fuertemente sus pálidos labios, Roppu se negó a cumplir las órdenes. Sus finas piernas temblaban como las de un pequeño cervatillo, pero su determinación no se sacudió. Más bien, había una luz fuerte en sus ojos mansos.

En el instante en que Vrusto vio esos pares de ojos, pudo adivinar de quién Roppu recibió sus órdenes.

—Ha… Muy bien, lo entiendo ahora. Sé quién fue.

Vrusto dio un largo suspiro.

Y luego, al instante siguiente, su puño se dirigió directamente a Roppu. La diferencia entre su físico era evidente. Era un ataque que si Roppu recibía directamente, el único misterio que quedaría era si sería capaz de levantarse o no.

Sin embargo, Roppu tomó el ataque de frente.

—¡Kuha!

El puño que fue lanzado con todo el peso corporal de Vrusto, golpeo directamente el pecho de Roppu.

Sangre y aire fueron expulsados ​​de su boca.

—La razón por la que eres tan obstinado en mantener la boca cerrada es porque fueran órdenes de Ojou-chan, ¿verdad? Ahora que sé la razón. ¿Puedes dejarme pasar?

Vrusto volvió a golpearlo.

A pesar de que se lo tomó con calma, su puño golpeó un punto débil. Para Roppu, que no tenía experiencia en verdaderas batallas, este fue un ataque muy severo. En realidad, su cuerpo comenzó a bambolearse hacia abajo.

—Lo siento, Roppu. En serio, esa chica estúpida. ¿Qué hay dentro de su habitación para que te haga hacer guardia?

Sucedió en un instante.

Los ojos de Vrusto se abrieron de par en par.

Roppu agarró el brazo de Vrusto. La fuerza que mostró Roppu al intentar detenerlo con todo su peso corporal hizo que una alarma interna sonara en el Demonio Lobo. El mensajero usó el impulso que Vrusto provocó al intentar sacudirlo de su brazo, y saltó.

—¡Lo siento, Teniente Primero!

La rodilla derecha de Roppu golpeó la cara de Vrusto.

Él corría a través de montañas y valles, y a veces, junto a los caballos por el campo de batalla. La fuerza de sus piernas que habían sido entrenados por ser un mensajero se había convertido en un poder de ataque que incluso reverberaba a través de los huesos. El golpe hizo que el cerebro de Vrusto temblara y su vista se volviera borrosa.

—Guh, ¡estúpido! Cuando te disculpas…

Sin embargo, Vrusto no era alguien que se dejara caer con eso.

Sosteniendo la rodilla que le golpeaba en la nariz con los brazos, lanzó a Roppu a la pared.

Él no se esperaba un contraataque tan rápido. Sin poder absorber el impacto, golpeó la pared de piedra con su espalda.

—Debes hacerlo después de que ya ganaste.

Roppu cayó al suelo.

Pero aun así, su espíritu combativo no desapareció de sus ojos. Poniendo la mano en el suelo como si fuera a arrancarla, dio una patada usando la fuerza de sus piernas.

Sangrando por sus labios, se acercó con una expresión horrible.

—¡Ésa sería mi línea!

Roppu deslizó una patada de barrido en Vrusto, quien lo esquivó con pasos ligeros. Sin embargo, eso estaba de acuerdo con lo que Roppu estaba planeando. Con el puño derecho, lanzó un un golpe feroz.

—Estúpido, ¡eso no es suficiente!

Con el puño cerrado, la barbilla de Roppu se comió el codo izquierdo de Vrusto. Ese ataque hizo que el mensajero volviera a caer al suelo. Estaba agachado en el dolor, pero su espíritu de lucha todavía ardía.

Dándole una última mirada, Vrusto abrió la puerta con una patada. Atravesó el portón de inmediato, y la sala triste que parecía una celda de la prisión entró en su vista.

Era un dormitorio solitario con la cantidad mínima de muebles. Cada vez que Vrusto venía a la habitación de Riku cuando tenía negocios con ella, se sentía afectado por la triste sensación de vacío.

El dueño de la habitación no estaba a la vista.

—Tch, ella ya se escapó.

Después de recoger una de las plumas negras del suelo, Vrusto sintió un mal presentimiento.

No había nadie en la cama. En esta habitación que no tenía ni siquiera un armario, no había ningún lugar en el que pudiera esconderse. Por lo que veía, parecía que alguien con plumas negras estuvo viviendo allí.

— Pero ¿qué pasa con esas… ? ¿Son plumas?

Por supuesto, Riku no tenía algún tipo de pasatiempo de colección de plumas de aves. Ella era una chica que carecía de feminidad y que declararía en voz alta que su pasatiempo era entrenar.

En ese caso, ¿cuál era el significado detrás de esas plumas que él nunca había visto antes?

Había muchos Demonios con plumas negras dentro del Ejército del Señor Demonio. Sin embargo, no recordaba a nadie con este tipo de plumas. Además, no podía sentir ningún olor en ellas. No importaba cuánto olisqueaba, el único olor flotando alrededor de esta habitación era de Riku Barusak.

Debido a lo antinatural que era todo, un sentimiento similar a tener una hoja fría apuntando a su espalda recorrió su cuerpo.

Algo ocurrió entre Riku Barusak y el dueño de esas plumas negras.

¿Por qué escapó?

—Dejaré eso para más adelante. Así que… ¿sabes a dónde fue Ojou-chan?

Rascándose la cabeza, Vrusto volvió los ojos hacia Roppu, y le preguntó porque no tenía nada que perder por intentarlo.

Con su cuerpo apoyado en la pared de piedra, Roppu movió inútilmente su cuerpo. Lo único que pudo hacer fue apretar los dientes y mirar con furia a Vrusto. Después de unos momentos, finalmente  respondió…

—No lo sé.

Su voz ronca era difícil de entender.

Probablemente, conocía el destino de Riku, pero no se lo diría. No había dudas de que si sus posiciones estuvieran invertidas, él tampoco filtraría el lugar.

—Haa. Bueno, tengo una idea de dónde fue.

Vrusto abrió la ventana.

Debido a que no había vestigios que Riku había salido de su habitación, probablemente se escapó de allí. Sacando la cabeza, Vrusto miró hacia abajo. Era una altura de seis plantas. Sin embargo, justo debajo, había árboles que crecían densamente.

Como las hojas se habían secado y había muchas que habían caído de los árboles, era posible que mitigaran el impacto de la caída si saltaban hábilmente.

En realidad, al mirarlo, había algunos lugares donde las ramas de los árboles estaban rotas de forma poco natural. Probablemente era donde había aterrizado.

No tiene su caballo, ¿así que va a pie? Por otro lado, es posible que consiga uno en algún lugar… Bueno, de cualquier manera, vamos a seguirla por ahora.

Afortunadamente, todavía había rastros de su olor.

No había señales de que iba a llover. Si Vrusto se apresuraba, podría alcanzarla siguiendo su olor.

—Oye, Roppu. Despiértate ya. Tienes que mantener la guardia aquí, ¿verdad?

—¿Eh?

Roppu levantó una voz sorprendida. Dándole una mirada de soslayo, Vrusto saltó sobre el marco de la ventana. El viento soplaba, y su manto se movía suavemente.

—¡Estúpido! ¿Quieres que sepan que Ojou-chan fue en contra de sus órdenes y desapareció? Ese es exactamente el tipo de cosas que los chicos que se oponen a Ojou-chan quieren para usarlo y echarla.. Además… Te dejó el trabajo de cuidar de ella después de todo.

Hacía diez años que Vrusto estaba encargado de cuidar y de educar a Riku.

Este trabajo aún no había terminado, continuaba incluso ahora.

Aunque le dijeran que su tarea había terminado, como su instructor todavía tenía la responsabilidad de los errores de su discípulo. Debido a eso, todo lo que podía hacer ahora era ir a golpearla y traerla de vuelta.

—Entonces, me voy, y te dejaré esto a ti…  La mano derecha de Ojou-chan.

Con decisión en su corazón, Vrusto saltó por la ventana.

♦ ♦ ♦

En ese mismo momento, en la Residencia Barusak cerca de la Capital Real, las cortinas de la guerra ya habían sido derribadas.

La alabarda silbó mientras se dirigía hacia el cuerpo de Raimon, deseando cortarlo por la mitad. La espada en forma de un látigo la paró, reduciendo parte de la fuerza del ataque. Y luego, dibujando un arco en el aire, se dirigió al cuello de Riku.

No había signos de las palabras ‘misericordia’ y ‘tomárselo con calma’ en esa batalla.

La chica que Raimon Barusak estaba tratando de matar era su verdadera hija… y a quien había desechado una vez. En su espada no había nada más que intento puro de matar. Apuntando al indefenso cuello de Riku Barusak, la espada descubrió sus colmillos.

—Qué ingenuo, padre.

Sin embargo…

Con una cara tranquila, Riku paró el ataque.

Sin mostrar ningún signo de tensión, manejó con agilidad su alabarda.

—La ingenua eres tú, Riku.

Sin embargo, él tampoco perdió.

Con un rostro indiferente, sin moverse un paso del lugar en el que se encontraba desde el principio, Raimon sacudió el látigo.

Devolviendo los ataques rápidos de Riku, a veces los evadía y contraatacaba. Si un aficionado mirase esta batalla, creería que era una pelea dura donde la ofensa y la defensa cambiaban en instantes, pero la realidad es que era difícil decir que ambos estaban realmente usando todo su poder.

—¿Qué te pasa, Riku? La exactitud de tus ataques está cayendo, ¿sabes? ¿Podría ser que esto es porque has perdido uno de tus brazos?

—¿No es padre el que está un poco lento? ¿Te descuidaste sólo porque estás a punto de aplastar al Ejército Demonio entero en  unos momentos?

—Ahora bien, ¿de qué podrías estar hablando?

Mostrando una sonrisa en sus labios, intercambiaban palabras de manera casual.

Ambos sabían bien que ninguno de los dos iba en serio todavía.

Raimon Barusak ajustaba su fuerza para enfrentarse a la fuerza de los ataques de Riku, y la propia Riku realizaba ataques sencillos para poder escuchar a Raimon decir ciertas palabras.

—Ya hemos reunido todos los sacrificios para la resurrección del Señor Demonio. Tenemos la sangre de la Realeza y también la sangre de los Barusak. Esto significaría el fin del Barusak… ¿Así que realmente está bien que estés tomando un desayuno tan tranquilamente en un lugar como este?

Riku tenía una pregunta.

Incluso si los Espiritistas hubieran preparado una trampa en la ubicación del «Sello» tal como le había dicho el Shinigami, los Demonios seguían teniendo en sus manos las piezas necesarias para romperlo. No se suponía que tuviera tiempo para comer tranquilamente y escribir cosas en su libro.

En su lugar, ellos necesitaban hacer su movimiento con todas sus fuerzas para detener a los Demonios.

—Ya veo. Riku… ¿Quieres saber el verdadero significado detrás del «Sello»?

Raimon se rió entre dientes.

—Sí. No puedo seguir siendo manipulado por la información falsa de otras personas por más tiempo.

En toda la vida de Riku, siempre había sido manipulada.

En el momento en que ella era joven… Debido a la información falsa, recibieron un ataque sorpresa de los Espiritualistas de Bernaal.

Como Riku no fue informada de la traición de Kurumi, estuvo entre la vida y la muerte.

Como los Demonios se dejaron llevar por la información sobre la «Corona del Rey Demonio», un tesoro del que ni siquiera sabían si existía, una División entera fue aniquilada.

Esta vez también.

Como no preguntó acerca de las verdaderas intenciones de Leivein Adlar, su sueño de convertirse en su mano derecha había terminado.

—Respóndeme, Raimon Barusak.

Por eso, Riku preguntó.

La primera razón era para poder vengarse.

—¿La sangre de los Barusak es realmente necesaria para romper el «Sello»?

La segunda razón era confirmar las verdaderas intenciones detrás de las palabras del Shinigami.

¿Era realmente necesario la sangre de los Barusak?

Si era verdad, no sería extraño que Raimon Barusak ya se hubiera movido para detener la resurrección del Señor Demonio hace mucho tiempo.

Sin embargo, ¿por qué no había señales de que hubiera hecho algo?

—Eso es obvio, mi objeto defectuoso.

Raimon entrecerró los ojos como una serpiente y mostró una sonrisa audaz.

Sharon
No suelo escribir mucho en esta historia, pero amé la primera parte de este capítulo. Es una muestra clara donde vemos que la existencia de Riku sí tuvo un significado. Antes, cuando Leivein la desconoció, ella entró en un estado de depresión grave, porque para ella que su Capitán no la reconozca significa que no tiene valor. Sin embargo, en esta primera parte vemos cómo Vrusto y Roppu, los subordinados que siguen a Riku prácticamente desde el comienzo, le muestran su lealtad. Vrusto era un subordinado de Leivein. Le conoció primero, y le sirvió antes que a Riku. Rayos, si se suponía que era su niñera, nunca se imaginó que una humana fuera a superarlo en rango. Y sin embargo, en cuanto se entera de que Riku podría estar en problemas al ver las plumas negras, no la delata. Por el contrario la va a buscar. Roppu es igual. No creo que haya muchos subordinados que muestren ese tipo de lealtad después de ser golpeados de esa forma. Riku tiene un lugar al que pertenecer, aunque ese no sea al lado de Leivein. Ojalá y se de cuenta antes de que sea demasiado tarde.

3 respuestas a “Riku – Capítulo 89: La discusión decidir sobre la verdad y lo falso”

  1. Muchas gracias por el capítulo!! Realmente Riku se ganó el corazón de muchas personas!!
    Tengo miedo de que algo le pase a Vrusto…

  2. Muchas gracias por el capítulo, oh por Dios, oh por Dios, oh por Dios, decir k esto se ha prendido es decir poco. Demonios, esto no solo se prendió, esto esta en un estado en que la batalla del día D fue un solo juego de niños. K información obtendrá Riku?, En realidad, eso importa?, nahh, lo k queremos ver es rodar cabezas y pronto lo veremos. kukuku, saludos

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