Riku – Capítulo 99: ¡Hacia Adelante!

Traducido por Kiara

Editado por Nelea

Corregido por Sharon


—Riku Barusak, ¿por qué has venido?

Por alguna extraña razón, Riku sintió un déjà vu cuando escuchó la voz de Leivein.

Tenía la impresión de que Gortoberuk le había hecho la misma pregunta hace un año, en esa situación desesperada cuando acababa de perder su brazo derecho; De la misma manera que Leivein ha perdido el suyo ahora.

Sin embargo, había dos diferencias entre el caso de  Gortoberuk de entonces y el Leivein de ahora.

El primer punto es el cansancio en los ojos. La segunda es la reacción a la situación.

En ese momento, Gortoberuk no entendía completamente la situación; su tono de voz se llenó de auténtica sorpresa. Por otra parte, el tono de voz de Leivein era demasiado tranquilo. Daba la sensación de que sabía que Riku llegaría a tiempo.

Lo más probable…  No, sin dudas, había predicho que Riku vendría tras él.

—Yo…  he sido salvada por ti.

Riku habló en voz baja. Con su alabarda a la mano y sin darse la vuelta a pesar de sentir su mirada en su espalda, habló mientras miraba a Rook con inmensa hostilidad.

—No importa las circunstancias que te llevaron a hacerlo…  Este hecho no cambiará nunca.

El cuerpo de Riku estaba a punto de alcanzar sus límites. El sabor de la sangre poco a poco comenzó a extenderse a través de su boca, su vista temblaba.

A pesar de que había aceptado el consejo de Vrusto y había descansado un poco, su pelea con Raimon realmente le había afectado. Su hombro derecho fue asaltado por el dolor, sintiendo que se desmoronaba.

Quizás, fue porque tomó el ataque completo de Raimon. Incluso ahora sentía que sus piernas iban a ceder.. Apenas podía mantenerse derecha apoyándose en su alabarda.

En esa condición, había enterrado cerca de un centenar de Espiritistas escogidos por la élite fuera de su camino.

Francamente hablando, sólo quería acostarse y dormir; ni siquiera importaba dónde.

Sin embargo…

—Quiero convertirme en el Ala Derecha del Capitán Leivein.

Mientras hablaba de sus sentimientos que había mantenido dentro de su pecho, se concentró para mantenerse consciente y elevó su espíritu de lucha.

Despertando su mente, ella comenzó a sentir dolor incluso en las yemas de los dedos. A pesar de la tenue oscuridad en esa habitación que sólo estaba iluminada por unas cuantas antorchas, podía ver los músculos faciales del Espiritista al que se enfrentaba minuciosamente.

—Por eso… Quitaré a toda persona que se encuentre en tu camino en lugar de tu brazo derecho.

Con un rugido enojado, Riku lanzó su ataque.

Haciendo uso de todos los músculos de su cuerpo, desencadenó un ataque devastador. Si Rook recibiera eso, no había duda de que se dividiría en dos en un solo golpe.

Sin embargo, como era de esperar, el Rook que sólo se quedaba allí estupefacto esperando a ser asesinado ya no estaba allí.

—¡Lo siento, Riku-ane!

A pesar de que estaba un paso por detrás, se movió con flexibilidad y se alejó del ataque, el cual sólo le quitó unos mechones de pelo plateado..

Habiendo fallado, la postura de Riku quedó inclinada.

—No puedo dejar que ese Demonio se salga con la suya.

Rook no dejó que Riku cerrara la apertura que acababa de crear.

Sin un momento de retraso, cortó con su espada, apuntando a la pierna de su hermana. Sin embargo, aunque ella estaba agotada y no tenía su brazo derecho, seguía siendo parte de la élite del Ejército de Señor Demonio.

Moviendo el cuerpo, levantó la alabarda como si fuera a recogerla. La espada de Rook fue bloqueada por la hoja.

—Ahora que Charlotte-chan ya no está viva, el mundo será destruido si el Señor Demonio va a ser resucitado, ¿sabes?

—¡Eso no tiene nada que ver conmigo!

Ambas cuchillas se cruzaron entre sí. El sonido metálico resonó por la habitación.

—Una vez que te acabe, usaré tu sangre como el sacrificio. Si no es suficiente con sólo su sangre, también ofreceré mi sangre también. Si la resurrección del Señor Demonio es lo que el Capitán desea, entonces haré que sea verdad.

—¿Qué… ? ¡Pero Riku-ane, ese tipo te está usando!

—Pero no me importa.

Riku empujó la espada de Rook.

Debido al retroceso, él tropezó hacia atrás. Inmediatamente, la pelirroja corrió hacia Rook mientras su postura todavía estaba rota.

—Incluso si todo fuera mentira, él sigue siendo la persona que primero se preocupó por mí.¡No hay cambio en eso!

—Gh, ¡Riku-ane!

Rook recibió los ataques frontales de Riku con su espada. Mientras las chispas subían por la hoja de la alabarda, Rook fue empujado hacia la pared. Apretando los dientes, él gritó con todas sus fuerzas.

—Así es como es… ¡Entonces voy a responder a su resolución con todo lo que tengo!

Incluso mientras vomitaba sangre, Rook pudo desviar la alabarda cuando estaba al borde de ser acorralado a la pared. Su espada se envolvió en luz.

—Te he hecho daño, Riku-ane. Sé que no podré compensarlo, aunque deba dar mi vida por eso. ¡Pero aun así!

Rook alzó la espada y, sin vacilar, se dirigió hacia Riku.

Podría haber sido porque Riku se acercó demasiado. Tal vez la oscura habitación hacía más difícil de ver fuera otra razón.

Tardando en esquivar la espada, la armadura roja crujió después de absorber tanta sangre.

—¡Tengo que vengarme de Raku-ane, Celestina-chan, y de todos los demás! ¡Además, más que nada, debo parar la resurrección del Señor Demonio! ¡Por eso, Riku-ane, te derrotaré!

No había tiempo para sorprenderse por la grieta de la armadura. Sin descanso, Rook siguió su ataque.

Riku paraba contra los ataques y luego contraatacaría. Cuando iba a la ofensiva, Rook los desviaba y lo devolvía.

Todo eso sólo podía describirse como un intercambio de golpes continuo.

¿Cuántas decenas de veces se habían cruzado el par de cuchillas?

No había espacio para que los forasteros. Era como si estuvieran bailando con espadas.

Sin embargo, como los dos ya habían estado luchando por días, estaban al borde del agotamiento.

Cuanto más cansancio se acumulaba, su respiración se aceleraba más. No había un solo punto en sus pieles que se hallase sin heridas. Estaban sangrando por todas partes, pero aun así, con su mirada fija solamente en el enemigo delante de los ojos, continuaron luchando.

El primero en perder su enfoque fue Rook.

Tal vez fuera por mantener sus ojos en Leivein en la periferia de su campo de visión para asegurarse que no se uniría a la pelea.

Barriendo a la espada de Rook, Riku giró su alabarda en la palma de su mano, y apuñaló su mango en el estómago de su hermano. Al ser incapaz de reaccionar contra el ataque que se produjo en el lapso de tiempo en que perdió su concentración, Rook aflojó el agarre en su espada. Escupió espuma de su boca, junto a la sangre.

—Con eso es tu fin, Rook Barusak.

Después de eso, ahora usando la punta de lanza de la alabarda, ella apuñaló a Rook. La sangre fresca fluía a lo largo de la hoja. Su cuerpo empezó a convulsionar

—No… Aún no… Todavía no… En un lugar como este…

—No, esta es nuestra despedida.

Como objetivo de su venganza, era lamentable que no pudiera convertirlo en su juguete.

A pesar de sus deseos, no podía permitirse hacerlo debido a las circunstancias actuales. Debería terminar su vida de inmediato y ofrecer su sangre al ataúd y el lugar donde el Señor Demonio está sellado.

Justo cuando pensaba esto y estaba por rasgar el estómago de Rook… Sucedió.

Sonaba como si la habitación estuviera crujiendo. Antes de advertirlo, los pequeños guijarros que rodeaban el lugar comenzaron a moverse. El temblor se hizo aún más intenso, hasta que finalmente llegó a ser como un terremoto.

—¡¿Esto es?!

¿Podría ser que el Señor Demonio ya se estaba liberando del sello aunque Riku todavía no sacrificaba a Rook? Mientras ella caía en la confusión, Rook movió cansadamente sus pálidos labios.

—Como era de esperar… de los explosivos de Raku-ane.

—¿Explosivos… ?

—Con…  estas muchas explosiones… En una pequeña cueva… No hay manera de que no se derrumbe.

La sonrisa de Rook parecía tener un toque de triunfo.

Los temblores aumentaron gradualmente de intensidad, creando una grieta enorme en el suelo, la cual se extendió a las paredes. En el momento en que llegó al techo, una enorme roca cayó arriba de Riku.

¡Eso es malo!

Alejando su alabarda de Rook, ella inmediatamente saltó lejos de la roca que caía.

El Espiritista permaneció en el suelo con la espalda apoyada en la pared. No podía moverse porque estaba agotado. El techo colapsado los separó..

Incesantemente, muchos desechos continuaron cayendo, elevando el polvo.

—¡Capitán! ¿¡Está bien!?

Riku abrió sus ojos y gritó con toda su fuerza.

—Riku Barusak. ¡Deja de preocuparte por asuntos inútiles y usa tu sangre en el ataúd a la vez!

Oyó la voz de Leivein de algún lugar cercano.

Una vez que se esforzó por ver el polvo, confirmó la ubicación de su figura. Todavía estaba de pie, con las manos cubriéndose el hombro.

Detrás suyo estaba el ataúd. El polvo y la luz de las antorchas que brillaban sobre el sarcófago hacían que el ataúd se sintiera fuera del lugar, como si fuera ilusorio.

—Entendido, Capitán.

Ahora que no podía hacer uso de la sangre de Rook, sólo podía usar la suya.

Sin ninguna duda, se dirigió hacia el ataúd. Su campo de visión estaba restringido debido a la oscuridad y el polvo. El suelo no dejaba de temblar, las vibraciones se extendían por su cuerpo, y el ruido de la grieta extendiéndose resonaba por la habitación.

A pesar de que ella estaba en una situación tan mala, corrió hacia el ataúd tan rápido como pudo.

Sin embargo…  Riku vio algo…

Vislumbró una enorme roca que estaba a punto de caer.

Debajo de la roca estaba Leivein.

En pocos pasos podría llegar al ataúd y sacrificarse a sí misma.

Por otro lado, si volvía unos pasos, podría salvar a Leivein. Sin embargo, si ella lo hiciera, el camino al ataúd quedaría cortado, y sería imposible resucitar al Señor Demonio.

—¡Adelante, Rinkus Barusak!

Con su alma atada, Riku pegó un salto cuando Leivein gritó su verdadero nombre.

Un fuerte poder fuera de su imaginación le decía que siguiera adelante. En el rincón de su mente se dio cuenta de que Leivein estaba usando su verdadero nombre.

Aunque ya había experimentado ese poder tiránico, nunca lo había sentido con tanta fuerza. Sentía como si su alma fuera apretada pro las cadenas hasta el punto en que terminaría en pedazos si intentaba desafiarlo.

Apretando fuertemente su alabarda, pateó el suelo con todo lo que tenía.

¡Adelante!

Mientras el impulso de avanzar continuaba presionándola.

Kiara
¡¡Oooooh, sin comentarios, unos más y ya estamos!!
Nelea
¡¡Demasiados spoilers!! Pero esto se está acabando, y el capítulo se corta en lo más importante

3 respuestas a “Riku – Capítulo 99: ¡Hacia Adelante!”

  1. Justo en lo más importante, no quiero que muera Riku (。╥д╥。) y no quiero que muera Leivein, ya quiero leer el último capítulo y a la vez no por que será el último (๑-﹏-๑) ni yo me entiendo
    Gracias por el capítulo

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