Sentido Común de una Casa Guerrera – Capítulo 100: El desafío del primer ministro (7)

Traducido por Lugiia

Editado por Sakuya


—Gracias por su trabajo el día de hoy, maestro Romeru…

Al volver a la posada, lo primero que hizo Alf fue hacerme una taza de té.

Le agradecí en voz baja al recibir la taza y lentamente vacié su contenido en mi boca.

—Ha, he vuelto a la vida… —murmuré involuntariamente cuando ese suave sabor pareció esparcirse por mis entrañas.

—Para mañana también tiene otra reunión, así que, por favor, tómelo con calma y descanse.

—Eso es verdad. Entonces, aceptaré esa oferta… —concordé con Alf. Sin embargo, no me moví—. Pero, antes de eso, Alf… Te confío las casas del duque Crow y del duque Baskar que planeamos visitar mañana.

—Entendido.

El territorio del duque Crow estaba localizado en la región suroeste del Principado de Rinmel, contiguo al país de Towair y el reino de Tasmeria.

El nombre del actual jefe de la casa era Chester Crow.

Su familia consistía en dos hijas.

Su esposa falleció poco después de dar a luz, por lo que Chester aprecia mucho a sus dos hijas, que eran lo único que le quedaba después de su esposa.

Debido a la ubicación de su territorio, tenía una buena comprensión de la información de la guerra anterior con Towair y como tal, era el jefe de la casa que más temía la amenaza de Gazelle.

—¿Se ha puesto en contacto con él la facción extremista o la moderada?

—Ambas han intentado reclutar a la casa del duque Crow a sus facciones, y han usado todos los medios para ello. Varios de esos han sido explorar matrimonios particulares para sus hijas.

—Entonces, a sus dos hijas todavía les falta un prometido… Bueno, si es un padre que ama a sus hijas, entonces no puede casarlas en cualquier casa con este estado de cosas, ¿no es así?

—Así es, maestro. El mejor plan para la casa del duque Crow sería comprometerlas tanto con la facción moderada como con la facción extremista… De esa manera, aunque una de las facciones de su hija pierda en la lucha de poder, todavía tiene una en la facción ganadora.

—Eso es cierto. Cualquier noble haría eso… Supongo que solo demuestra lo mucho que Chester ama a sus hijas para prepararles matrimonios tan ventajosos.

—Yo tuve el mismo pensamiento, maestro.

—La casa ducal Crow piensa en su familia, ¿no es así…? ¿Cómo gobierna su territorio?

—Aparte de los problemas que se mencionaron en el informe anterior, no ha surgido nada más.

—Oh… Incidentalmente, ¿qué piensas del trabajo de Chester hasta ahora?

—Esta es solo mi opinión personal después de analizar los documentos, pero… pensé que sería tonto considerarlo como “incapaz de salirse de un camino preestablecido”. Mantiene los cimientos construidos por sus predecesores, y sigue sus huellas para tomar decisiones.

—Entonces…, ¿tú también te sientes así?

Encontrando divertido que la opinión de Alf y la mía coincidieran, inconscientemente me reí.

—Hay quienes llamarían mediocre a una persona así, pero… no pueden tomarlo a la ligera. De hecho, lo encuentro bastante temible. Al gobernar, debes planear un gran número de nuevas políticas y ponerlas en acción. Cuando planeas, debes ser capaz de ver si el plan es irrazonable o no, o predecir si tiene o no algún fallo. En contraste, ejecutarlo es… bueno, naturalmente solo estarías siguiendo ese plan y poniéndolo en práctica, pero… ese “solo seguirlo” es lo difícil.

»Es normal que las cosas no salgan como se esperan… Se necesitan hacer cambios para adaptarse a eso, y a veces todo el plan debe ser completamente reconsiderado. En particular, cuando es otra persona la que ejecuta el plan, a menudo es incapaz de hacerse cargo de los pequeños detalles y termina confundiéndose… Por lo general, las cosas no van tan limpiamente.

—Me temo que sus palabras engloban la realidad…

—Ja, ja, en efecto… Incluso ahora, son buenos recuerdos las pruebas por las que pasé cuando me hice cargo del trabajo de mi padre.

Alf también se rió de mis palabras.

—Hablando de gente temible…, se me viene a la mente la señora de la casa del duque Ferring.

—Kelly Ferring, ¿presumo?

—Sí, ella.

De repente, solté una pequeña risa.

—¿Podría señalar qué era exactamente lo que era temible de ella? Estoy bastante avergonzado de preguntarlo, pero ¿podría indicarme eso como referencia para el futuro?

Tal vez porque Alf estaba teniendo problemas en comprender el verdadero significado de mis palabras, me dirigió una mirada interrogante mientras preguntaba eso.

—Veamos… Las decisiones finales naturalmente recaen en Bruno, pero… mirándolo bien, el manejo de todo el territorio lo hace su esposa.

—No me diga que…

—No tengo ninguna prueba concreta… pero, estoy bastante seguro que ese es el caso.

Mientras murmuraba eso, no pude evitar sonreír.

—¿Por qué dice eso? Y, ¿por qué se ve tan feliz…?

—Es algo que pude notar durante nuestra conversación. Parecía bastante acostumbrada a hacer negociaciones… Estoy bastante seguro que la razón por la que se fue a mitad de la discusión fue porque sintió que yo había notado ese hecho… Y, ¿preguntas por qué estoy tan feliz? En lugar de un sentimiento de felicidad, debería ser más exacto decir que me siento bastante entretenido.

—¿Entretenido, maestro?

—En efecto… La capacidad de esa señora para conversar es muy buena. Sentí que, si me dejaba llevar, terminaría revelando nuestra mano. Ha pasado mucho tiempo desde que pude disfrutar estar en contra de tal táctica. Además, la cantidad de conocimiento que posee Bruno es bastante sorprendente. Hacen una gran combinación.

—Pensar tan favorablemente a pesar de que ustedes todavía no son aliados… No, tal vez es por ello que está tan feliz de que aparezcan enemigos tan formidables… Me pregunto si le gusta exigirse a sí mismo, maestro Romeru…

—Quizás… No, amo la paz por encima de todo lo demás. Por eso, he llegado tan lejos. No obstante, al mismo tiempo, me hace querer ver lo lejos que puedo seguir llegando. Por eso, bueno…, estoy emocionado de haber encontrado un duro oponente con el mismo trabajo que yo.

—Ya veo… —murmuró Alf con una sonrisa en su rostro.

—¿He logrado convencerte?

—Dos cosas… El hecho de que usted, maestro Romeru, se haya dedicado desinteresadamente a servir al país se ha reflejado desde hace mucho tiempo en mis ojos… Siendo honesto, es hasta el punto de que pienso para mí mismo “¿por qué ir tan lejos?”. Sin embargo, no hay humanos sin ningún deseo. Escuchar que tiene el deseo de probar su propia habilidad, honestamente me alivia.

—Ya veo…

—En cuanto a lo segundo… Creo que esto también puede decirse del maestro Gazelle, pero, ya que ustedes dos no odian el peligro y tienen el coraje de encontrar diversión en él, son capaces de actuar con la mayor compostura en todo momento…

—Deja de analizarme… En cambio, volvamos al tema principal. La siguiente es la casa del duque Baskar.

El análisis de Alf me hizo sentir avergonzado, era como si estuviera mirando dentro de mi mente. Por eso lo interrumpí.

—Le ruego me perdone —respondió, profundizando su sonrisa ante mi reacción. Un momento después, recuperó su seria expresión, hizo una reverencia y comenzó a abrir la boca de nuevo.

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