Sentido Común de una Casa Guerrera – Capítulo 69: Mi encuentro con mi asistente personal (2)

Traducido por Lugiia

Editado por Sakuya


—¿Por qué las apoyaste…?

—¿No lo hiciste tú también?

Cuando sonrío ligeramente y miro hacia mi padre que se está levantando, hace una expresión incómoda mientras desvía la mirada.

—Fue un pequeño desliz…

—Te devolveré esas mismas palabras. Cuando escuchaste el nombre Pueblo de Ferrotta, reaccionaste bastante, ¿sabes? Después de eso, comenzaste la charla sobre ser asistentes personales, ¿no es así? ¿Exactamente qué tipo de conexión tienes con ese pueblo?

—¿Qué? Me siento muy sentimental, es todo. El lugar donde conocí a Meliruda… era el Pueblo de Ferrotta en el territorio Sezun.

—¿Eh? Espera… podría ser…

Cierto pensamiento surge de mi interior. No puede ser… Aunque mi juicio trate de negarlo, no puedo desechar ese pensamiento.

La razón de ello… ¿Le era posible a un noble enviar a su hija a otro territorio donde el peligro persistía? Además de eso… ¿justamente a un lugar que es un campo de batalla?

Tales dudas me impiden descartarlo. Para empezar, que la hija de un noble esté en tal sitio, aunque sea para atender a los heridos, es raro… más bien, se podría decir que es imposible.

A pesar de eso, ¿por qué se esforzaría en ir a la escena de batalla en otro territorio?

—En efecto. Tu madre, Meliruda, es una superviviente de la Casa del Barón Sezun —responde mi padre y se sienta frente a mí, donde Anna y Enerine se habían sentado antes.

—¿Qué…? Para empezar, ¿no murió toda la Casa del Barón Sezun por la campaña militar de Towair…?

—La confundieron con su prima que se había refugiado en la mansión en ese momento. Parece que se fue en contra de los deseos de su familia y recorrió los pueblos que yo había liberado, como enfermera.

—Entonces… ¿Su prima y la familia de su prima?

—Parece que eran residentes del territorio Sezun y se les dejó a cargo de la administración de una porción del vasto territorio. Sin embargo, su familia murió un tiempo después de que la guerra comenzó. Al no tener otros parientes, ella, actuando como su prima, se hizo cargo temporalmente de la Casa del Barón Sezun… es lo que pasó.

—Um, esta puede ser una terrible pregunta, ¿pero se pensaba que su prima, que murió en lugar de mi madre durante la guerra, era de ascendencia directa?

—¿Por qué preguntas eso…?

—Porque… si no fue así, ¿por qué mi madre no se convirtió en la sucesora de la Casa del Barón Sezun?

—Había un boceto de su retrato incompleto en su casa. La dibujaron al lado de la pareja de la Casa del Barón Sezun. Casualmente, el retrato que quedó del Barón Sezun y el de ella, eran completamente idénticos. Si quieres verlo, entonces échale un vistazo más tarde, todavía está guardado en la habitación de tu madre… Bueno, para mí, si Meliruda era la prima o una descendiente directa, no importaba realmente. De todas formas, le propuse matrimonio sin saber que era de la Casa del Barón Sezun.

—Si ese es el caso, ¿entonces por qué…?

—Más bien, ¿por qué a te preocupa tanto eso?

Ante la pregunta de mi padre, mi mente terminó de despejarse.

Es verdad… ¿Qué estoy preguntando a estas alturas? No importa quién haya sido ella, el hecho de que fue mi madre no cambiará.

—Bueno, si tuviera que decirlo, fue decisión de la familia real. En ese momento, querían revivir rápidamente esa región y buscaron construir un campamento de defensa ahí. En particular, estaban desesperados por hacerlo con el fin de fortificar las defensas de la parte norte del reino. Había un medio en el que tu madre podría haberse comprometido para su familia, pero… bueno, traté de ser adoptado en su familia. Cuando ese informe llegó a la capital, se decidió que heredaría la Casa del Marqués Anderson. Me opuse mucho a eso. Había decidido que, si me casaba con Meliruda de por vida, no tenía planes de heredarla, y era en serio lo de retirarme del ejército para ser adoptado en su familia. Lo discutimos durante un tiempo, pero nunca llegamos a nada… la familia real no quería que me retirara del ejército, mi familia quería que heredara la Casa del Marqués Anderson, Meliruda deseaba el apoyo del país para revitalizar el territorio y la construcción de un campamento defensivo del Ejército, mientras que yo deseaba estar casado con ella de por vida. El resultado del acuerdo de las expectativas de esos cuatro bandos dio como resultado el estado actual de las cosas.

Su inesperada respuesta me dejó momentáneamente sin palabras.

—Qué gran historia…

—Bueno, sí… En cualquier caso, nos desviamos un poco del tema, pero cuando escuché que eran del antiguo territorio Sezun, y además del Pueblo de Ferrotta, donde conocí a Meliruda, en contra de mi buen juicio, fui algo blando con ellas.

—Entonces fue así…

—¿Escuchaste lo que querías de ellas…?

Con esas palabras, recuerdo la existencia de Anna y Enerine.

Para empezar, la razón por la que me había olvidado de ellas era porque la información sobre mi madre había sido muy impactante.

—Sí, bueno. Sólo planeo cuidarlas después de esto… ya que parece que todavía necesitan entrenamiento.

—Eso es verdad. Observando sus movimientos cuando salieron de esta habitación, parece que necesitan entrenar. Te diste cuenta de eso incluso antes de que las conociera, ¿verdad? A pesar de eso, por qué…

—Porque quiero verlo.

—¿Verlo?

—Sí. Te lo dije al entrar en la habitación, ¿verdad? Por ahora, por favor ve y escucha su deseo en persona. Has escuchado su deseo, así que lo siguiente es verlo. La fuerza de su deseo… y cuán fuerte puede llegar a convertirse una persona con la fuerza de su determinación.

Mi padre se ríe sorprendido de mis palabras.

—¿Qué? ¿No puedes ser honesta y decir que te agradaron? Estoy seguro que ya tenías la intención de darles un hogar incluso antes de que las conociera, ¿no es así?

—Sí, es cierto… ¿lo descubriste también con tu supuesta intuición?

—Jajaja, por supuesto.

—Bueno, entonces, con eso me despido… Padre, gracias por acompañarme.

Cuando me levanto y hago una reverencia, él agita su mano como para decir no me importa.

Sonrío por reflejo ante ese gesto y abro la puerta para salir.

Al regresar a mi habitación, me dirijo al escritorio para leer un libro.

Hasta hace poco había estado leyendo algunos escritos en lenguas extranjeras, así como de historia y similares, como asignaciones de Aurelia-sama, pero últimamente he empezado a leer libros sobre otros temas además de esos.

Quizás sea porque no estoy acostumbrada a leerlos… pero me lleva bastante tiempo terminar uno. Y como quiero pasar más tiempo entrenando, estos últimos días me he dirigido siempre a mi escritorio cuando estoy en mi habitación.

Después de leer tranquilamente el libro durante un rato, oigo el sonido de un golpe proveniente de la puerta.

—Discúlpeme, señorita.

Tres personas entran en la habitación: Granny, Anna y Enerine.

Parece que hizo que se cambiaran, ya que ahora llevan los uniformes de sirvientes de esta casa.

Aun así… pienso distraídamente mientras las observo.

Cuando usan la misma ropa, con sus rasgos faciales tan similares, no puedo decir quién es quién. Antes, me era posible diferenciarlas basándome en las ligeras diferencias de su ropa, pero… ambas tendrán que usar ropa completamente similar debido a la necesidad de un uniforme.

En el futuro, será necesario tener alguna forma para distinguirlas… pienso para mí misma mientras miro sus rostros.

Tienen aproximadamente 20 años, más que mi hermano mayor, y sus ojos son claros.

Esto no es bueno, no puedo encontrar ninguna diferencia entre ellas…

Dejo escapar un suspiro interno y abro la boca.

—Me llamo Mellice Reese Anderson. Por favor, cuiden de mí de ahora en adelante.

—¡P-Por favor, cuide de nosotras también!

—Por favor…

—Yo las guiaré a ambas. Haré todo lo que pueda para que le sean útiles a la señorita a su debido tiempo —dice Granny y les muestra cómo hacer una reverencia.

—Me alivia escuchar eso, Granny… Puede que no se acostumbren al trabajo al principio y probablemente será bastante difícil, pero por favor trabajen duro. Además, les será posible participar en el entrenamiento de mi padre a partir de mañana por la tarde. Por eso, si necesitan algo, asegúrense de comunicárselo a alguien dentro de la mansión.

—¡S-Sí!

—Entendido…

Es interesante como, a pesar de que sus rostros son completamente iguales, muestran reacciones diferentes.

—Entonces, señorita. Le hemos molestado durante su lectura. Ya que ambas han terminado sus saludos, nos retiraremos.

—Muy bien.

Cuando las tres se retiran, regreso mi mirada al libro. Después de eso, todo lo que hago es concentrarme en mi lectura.

El único sonido que llego a oír es el pasar de las páginas. Todo está muy silencioso…

Me siento tan atraída al mundo del libro que termino inmersa en él.

—Discúlpeme, señorita, los preparativos para la cena han sido completados.

Cuando me olvido de todo y la lectura me absorbe, junto con el sonido de un golpe, la voz de Granny suena fuera de la habitación trayéndome de regreso a la realidad.

Aparto mi mirada del libro y abro la puerta.

—¿Cómo les fue a ellas en su primer día?

—Como no están acostumbradas todavía, estaban bastante desconcertadas.

—Bueno, eso es natural… Jojo, entiendo ese sentimiento.

—Por eso creo que usted también debería convertirse en un buen modelo a seguir para ellas. Las guiaré para que no se avergüencen sin importar a dónde vayan, pero como es de esperar, si tienen muchas personas a su alrededor con buenos modales, crecerán más rápido.

—Haré todo lo posible para instruirlas…

Después de cenar, no regreso a mi habitación, sino a la de mi madre. Cuando abro la puerta, cada rincón está tan limpio que da la ilusión de que ella todavía vive aquí. Quedan rastros de ella aquí y allá.

—Madre…

Frente a esta habitación, en la que parece que el tiempo se ha detenido, mi tiempo también se detiene una vez más.

Sin embargo, regreso a mis sentidos rápidamente, y comienzo a investigar el interior de la habitación.

Después de un momento, logro encontrar mi objetivo… el boceto del retrato. Lo han guardado con mucho cuidado dentro del escritorio como si fuera un tesoro.

Rodeada de personas que parecían ser la pareja de la Casa del Barón Sezun, estaba el retrato de una madre más joven.

Tenía una sonrisa muy feliz. Sin embargo, al verlo, me pongo triste al pensar en cómo, está feliz escena se rompería en pedacitos no muy lejos en el futuro debido a la guerra.

Hasta ahora, sólo conocía los detalles de esa guerra como un mero conocimiento, pero últimamente han llegado a convertirse en algo mucho más cercano.

Detrás de la sonrisa de esa gentil madre, ¿cuánto dolor guardaba en su interior? ¿Qué clase de sentimientos miserables albergaba?

Miro una vez más ese bosquejo para grabarlo en mi memoria, y luego lo guardo cuidadosamente y salgo de la habitación.

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