Sustituta vs Príncipe – Capítulo 6

Traducido por Nidhogg

Editado por Ayanami

Corregido por YukiroSaori


—¿Deberíamos tomar un descanso e ir por un poco de té, señorita Theresa? —Su alteza Ikuta me llamó, agitando su mano y sonriendo desde el banco.

—¡Claro, estaré aquí mismo! —respondí, mirando hacia abajo y escondiendo mi rostro con el sombrero, para ocultar mi vergüenza.

La mitad del mes, dedicado a la elección de su prometida terminó, y la tercera semana estaba en marcha. Sería agradable ir a ambas, al almuerzo y la cena, con esas lindas señoritas, pero, como de costumbre, fui asignada al último grupo de pretendientes, por lo que estaba jugando con algunas hierbas medicinales.

Sin embargo, desde entonces, su alteza iba al jardín todos los días.

Levantándome para anticipar la llegada del príncipe, he comenzado a pensar en Peko, la heroína del casco brillante.

Hace cinco días.

Su alteza llegó y casi me fuerza a sentarme en el banco diciendo:

—Necesitas descansar.

Peko, al vernos sentados juntos, se alejó, dejando salir una sonrisa y diciendo nerviosamente:

—Perdón si los he molestado…

Quería decirle que solo era un malentendido, pero escapó demasiado rápido. No sé si ella se fue para no molestarnos o simplemente porque su alteza, finalmente, encontró su escondite, desde entonces, no apareció más.

Y aquí estaba su alteza, mirándome con un porte noble.

El jardinero dejó la escena, deseándome buena suerte con un gesto de su mano, mientras la sirvienta, quien preparaba el té y pastelillos tranquilamente, se escabulló con la gracia de una sombra. Incluso uno de los caballeros, se escondió detrás del arbusto y solo la punta de su espada era visible.

Estaba a solas con él, a salvo de miradas indiscretas.

¡Si nos vieran las otras señoritas del grupo, probablemente, me asesinarían con una guadaña afilada!

Cuando estaba a punto de lavar mis manos sucias en el cubo, su alteza trajo un cuenco y amablemente me ayudó. Probablemente, lucí conmovida, pero era demasiado extraño el ser atendida por un miembro de la familia real, cuando podía hacerlo por mí misma. ¡Mira! ¡No sé cómo ni cuándo, pero él colocó un almohadón en el banco!

El té que bebí era delicioso y el almohadón era realmente suave y mullido. Para mí, todo lucía como un tipo de hospitalidad que no merecía.

—¿No vienes al salón?

—Bueno… crecí en la remota región de Rionia, y me siento realmente apenada por no tener ningún buen tema para iniciar una conversación con los ciudadanos…

—¿Ni siquiera has tratado de hablar con ellos?

—No tiene sentido, voy a regre… ¡No! ¡Y-Yo me siento avergonzada por solo ser una campesina! —Era demasiado arriesgado intentar involucrarme y establecer relaciones, mientras pretendo ser mi hermana…

—Parece como si no te importaran esas cosas…

Mientras lo decía, le respondí con una simple sonrisa. Había muchas cosas que me gustaría hacer, pero no eran adecuadas para un lugar como el palacio real. Mi único deseo era regresar lo más pronto posible a mi paraíso…

—¿Te gustarían algunas galletas? Las preparé con las hierbas que tanto te gustan…

—Se lo agradezco, su alteza, pero prefiero que no. Gracias, en serio.

Escondí mi mano en frente de esas fragantes galletas. Incluso si lavé mis manos, cuidadosamente, aún había rastros de barro debajo de mis uñas. ¿Cómo puede alguien pretender tomar una galleta en frente de su alteza con esos terribles dedos? Pensé… pensé que sería mejor si me rehusaba amablemente a comerlas que dejar que me viera comer con las uñas sucias. Él lucía un poco perplejo, pero al momento siguiente sonrió, tranquilizadoramente.

—¡Aaaahm! —pronunció, mientras acercaba una galleta a mi boca.

Me sentí bastante avergonzada… ¡¿Cómo se supone que comiera de esa manera?!

Tomé la galleta de su mano justo antes de que tocara mis labios. A pesar de que encontré la situación un poco molesta, estaba realmente deliciosa y comí todas las galletas junto a él, quien me miraba complacido, por lo que acababa de suceder.

—Siempre te comportas de una manera distinta cada vez que te veo. Eres una persona tan misteriosa…

—No sé qué lado de mi personalidad vio, pero por favor, solo olvídelo todo…

Probablemente, se refería a mi pobre comportamiento en la ceremonia del té o mi humilde estilo campesino.

—Verás… mi hermana podría permanecer molesta toda una hora cada vez que su vestido se manchaba con barro, pero tú… pareces estar tranquila incluso si tus manos se ensucian.

Puso su mirada en mis manos.

—Desde mi llegada al palacio real he cuidado de mis manos muy bien, así que no están tan estropeadas como antes. Aun así, la diferencia sigue siendo enorme en comparación con las otras chicas. Sus uñas son largas y elegantes, mientras que las mías son cortas y redondeadas. Estoy segura que no se verían para nada bien junto a su alteza, quien camina junto a la princesa Arlibell o las otras damas, pero me gusta como lucen.

»Amo cuidar de los jardines. Hierbas medicinales, vegetales, frutas, después de todo la tierra nos da vida a todos. Todos los seres humanos y los animales sobreviven gracias a la misericordia de la tierra. Es por eso, que me gusta estar en contacto directo con el suelo. ¿Este paisaje verde no le recuerda una feliz calma dentro de su corazón? Hace dos años, en mi casa no se podía cultivar nada. Plantas y flores se estropeaban y morían, y eso me trae tristes memorias. Pero, cuando vi que el jardín se llenó de flores y plantas, finalmente, comprendí que el amanecer había vencido a la noche oscura.

»El suelo húmedo y fresco. Los retoños que deja salir la primavera de la suave tierra. Los insectos que se arrastran fuera de la tierra cultivada. Las bellas plantas girando sus rostros hacia el cielo. Cuando sopla el viento, puedes oler el perfume de las flores y todo este verde brillando bajo el sol. Por lo que, me siento feliz cuando estoy en contacto con la tierra.

»Cuando el Rey Demonio fue derrotado, me dediqué completamente, a la jardinería. Realmente, entendí que la oscuridad se había ido cuando el jardín había vuelto a lucir hermoso.

Su alteza me escuchaba atentamente con ojos alegres, como si navegara en mis palabras con el barco de su imaginación.

—¿Así que el amanecer llegó finalmente a tu hogar?

—El sol apareció a través de las nubes y brilló sobre la devastada ciudad y su gente, venciendo la oscuridad en cada remoto rincón… “el ángel dorado que descendió sobre la oscuridad, anunció el amanecer con su aguda voz.”

—Eso… es un verso tomado del Descendiente de Leonos…

—Sí, pero no creo que ni el cuidado de los Dioses o el descenso de los animales sagrados, se compare a la victoria de la heroína y sus compañeros.

—Cuéntale la misma historia a mi cuñada. Aunque puede no ser suficiente para hacerla feliz de nuevo, puede que la anime. Aunque, quizás esta idea es demasiado presuntuosa…

Tuve el mismo sentimiento, mientras observaba su triste rostro.

¿Cómo se puede compensar a la heroína, quien venció al Rey Demonio y le dio esperanza a la gente?

—No necesita caer en la desesperación. Peko lo considera como su hermano menor. En un país extranjero como este, ¿qué podría causar mayor felicidad, que el tener a alguien con quien relacionarse como familia? —Peko, seguramente, sabía cuánto la quería. Por lo que intenté bromear acerca de esto—. Además, todo estará bien si ella confía en su alteza real…

—Tienes toda la razón. Él es implacable —dijo el príncipe con una sonrisa sincera, pero con un velo de miedo. No pude preguntar a qué se refería… esperaba que Peko no estuviera sufriendo…

Me estremecí, pero seguí bebiendo mi té caliente.

—¡Theresa! ¡¡¿Theresa?!!

—M-Mmm, ¡¿Qué?! Oh, sí, estoy aquí… estoy aquí…

Absorta en mis pensamientos, a media taza de té, no me di cuenta que estaban diciendo mi nombre. A menudo, no logró responder cuando me llaman “Theresa”. Tarde o temprano alguien pensara que soy sorda o estúpida…

—¿En qué estabas pensando? Estabas mirando al vacío…

—¡Caray, realmente lo siento! Nunca haría algo tan grosero… solo me sentí tímida por su mirada… pido su perdón, si lo molesté.

—Bien, señorita Dalton. La típica respuesta de la nobleza.

—¿Qué está diciendo su alteza? ¿Acaso duda de mí?

—Entonces mírame.

Lo complací. Era buena mirando a los ojos de los demás.

Sus iris tenían muchos tonos de azul y ahora mismo, se difuminaban en un intenso tono azul y celeste. Sus pestañas casi lucían como las falsas que usan las señoritas. La nariz recta. Los labios rosados que a todas las chicas les gustaría tener, ahora lucen aún más delgados.

—¿Por qué me miras así? ¡Sonríeme!

—¡Es un juego, uno no puede sonreír!

Abriendo sus ojos, estalló en carcajadas.

¡¡Yuhuuuu!! ¡Yo gané! Debería hacer una de esas bromas de los nobles.

—¡Me gusta su estilo!

Él tomó un respiro hondo y suspiró.

—No podré venir aquí por un tiempo.

Estaba ocupado escogiendo a su prometida. Ni siquiera tendría tiempo de disfrutar una taza de té conmigo. ¿Quizás se sintió obligado a explicarlo porque sigue viniendo aquí todos los días? Es realmente sincero.

Pero ya lo extraño…

Me encanta charlar con él. Los temas eran en su mayoría simples: “¿Qué te gusta más, los escarabajos o los cometas?” o “¿Prefieres leche con tu té?” o “¿Qué tipo de hierba es tu favorita?” Realmente, disfruté cada momento que pasé con él…

—Debes estar muy ocupado. No te preocupes por mí.

—¡Oh, eres tan cruel~! ¿No me extrañarás cuando no pueda venir aquí?

—¡Hah! ¡Está actuando como un niño!

Le dije que me vengaría por su broma, pero ahora tenía una expresión extraña. Temí por su silenciosa mirada, ¿quizás lo hice enojar? Entonces, repentinamente, me preguntó:

—¿Qué edad tiene, señorita Theresa?

—Soy mayor que usted, tal vez demasiado…

—¿Qué quieres decir con “demasiado”? ¿Qué edad tienes? Por favor, responde alto y de manera sincera.

¿No debería saber ya todo acerca de sus pretendientes? Seguramente, no me descartará solo por una brecha de edad, ¡¿verdad?!

—Yo… yo tengo veinte años…

—Eres seis años mayor que yo, pronto cinco. ¿Crees que puede ser un obstáculo?

Inconscientemente, estaba notando la diferencia de edad entre su alteza real y Peko cuando sacudí mi cabeza violentamente.

—¡¡N-No!!

Él me miró y se acercó. Al ser más baja que él, tuve que levantar la cabeza. Parecía que los niños estaban creciendo bien estos días, pero, después de todo, él seguía siendo un niño ante mis ojos… Me pregunté si llegará a verse como su hermano una vez crezca.

—No me interesa lo que pienses de los demás… quiero que me digas tu opinión acerca de nosotros… voy a preguntar de nuevo. ¿Piensas que la diferencia de edad será un obstáculo insuperable?

—Y-Yo… yo siento que eres demasiado joven… —¿Estaba equivocada al ser honesta?

Él solo parecía un chico enfurruñado… y lo que hizo justo después no fue agradable en absoluto. Después de quitarme, repentinamente, mi taza de té con el platillo, él sostuvo mis brazos con sus manos y me jaló hacia él.

—Demasiado joven… ¿Eh? ¡¿Aún cuando eres más baja que yo?!

—¡¡¡No estoy hablando de su físico!!! ¡¡¡Es demasiado joven como para comportarse de esta manera conmigo!!!

—Por el contrario, lo hago justamente porque soy solo un niño…

—¡Está tomando venganza por lo que dije!

Solo quería levantarme y salir corriendo… me habría alejado de él de no ser porque estaba al borde del banco…

No podía escapar, cualquier intento sería en vano, con su mano sosteniendo firmemente mi vestido. Incluso a costa de romper el encaje, logré liberarme de su agarre. Mientras luchaba, perdí el balance, terminando con él sosteniendo mi barbilla con su mano… incluso el listón de mi sombrero se desató durante la conmoción, provocando cosquillas en mi cuello y cayendo al suelo.

—Ese sombrero te queda muy bien… pero no lo necesitamos ahora mismo…

El sombrero parece estar detrás del banco.

Los rayos del sol iluminaron su rostro y sus ojos estaban llenos de un brillo malicioso… ¿Qué va a hacer?

—¿Piensas que hiciste algo que merezca un castigo?

—B-Bien… quizás… tal vez solo un poco…

—Al menos eres una mujer honesta y, como una, mereces un premio.

De repente se inclinó hacia adelante sosteniendo una galleta en su boca, en ese momento iba a decir “¡NO!”, entonces, la presionó contra mis labios y comencé a sentir su dulzura… aún sorprendida, la mitad de la galleta se partió dentro de mi boca.

Su Alteza se levantó y lamió los restos esparcidos en sus labios.

—¿Es dulce?

¿Fue realmente dulce? Honestamente, no pude saborear nada, la sorpresa del premio sofocó mis sentidos…

Inconscientemente, lo empujé y su cuerpo se movió sin oponer ninguna resistencia. Entonces noté que estaba libre de cualquier restricción. Después, volvió a ponerme el sombrero. Me sentí aliviada cuando pude volver a esconder mi cara debajo del ala ancha. Mis mejillas estaban de un rojo brillante, ambos sabíamos que no era debido al efecto del sol.

¡¡¿Cómo pasó?!! ¡¡¡Él, simplemente, me trató como a una niña!!!

Quería quejarme firmemente, pero las palabras se ahogaron en mi boca e, incapaz de tragarlas, lo vi marcharse.

Incluso el caballero que escoltaba a su alteza y la sirvienta con el juego de té, desaparecieron de mi vista. Ahora estaba sola en el jardín.

Gimiendo y ocultando aún más mi rostro sonrojado, escuché una voz familiar.

—¡¡¡Peko!!!

—Ha pasado bastante tiempo desde que te vi… ¿Has cogido un resfriado? Tu cara está roja…

—¡¡N-No, no!! Estoy bien…

—Gracias a Dios… no te quedes fuera demasiado tiempo, el viento se vuelve muy frío después del atardecer… ¿Estás bien?

—Lo sé, gracias.

Mientras me sentía tan feliz de estar con ella, me recordó lo que sucedió hace un momento.

—¿Sigues pasando el rato con su alteza Ikuta?

—Él ya se fue. Si necesitas algo de él, es mejor que vayas directamente al palacio, ya que no vendrá aquí por un tiempo…

—¿Él te lo dijo?

—Si…

—Entiendo… por favor, no estés triste… él solo siguió mi consejo…

—¿Qué tipo de consejo?

—Se dice que comenzó a reunirse contigo en secreto. Ya sabes… pasará un tiempo antes de que escoja una novia… y algunos han malinterpretado la situación, especialmente, cuando ni siquiera las princesas pueden reunirse con él en privado… le dije que prestara atención a su comportamiento…

Ahora lo entiendo. Todas las cosas que me han ocurrido últimamente, no eran solo mi imaginación, sino, simples travesuras. Cada vez que regresaba a mi cuarto encontraba algo fuera de lugar. Un pañuelo perdido, un par de zapatos mojados o la cama llena de orugas… nada serio después de todo, era solo un simple pañuelo, los zapatos se secan rápido y quité las orugas con cuidado…

Era muy probable que alguna de mis vecinas de las puertas contiguas lo hiciera, ya que todo sucedió mientras estaba fuera… realmente, no me gusta sospechar de las otras señoritas de mi grupo, pero nuestra relación nunca volverá a ser la misma.

De todos modos, mi primer pensamiento siempre era el de regresar al jardín… lo hacía casi inconscientemente…

Era inevitable encontrarme con su alteza cada día, ya que pasaba la mayor parte del tiempo allí…

—Me encanta ver como se vuelve ciego al estar enamorado… pero pensé que nuestra amistad podría entorpecer tu relación con él, así que evité encontrarme contigo… ¿Te ofendí por casualidad?

—¿Cómo podría ofenderme por tu consideración conmigo?

Alzó la comisura de sus labios en una bella sonrisa, tomó alegremente mi mano.

—¿Vendrás a visitarme al palacio real aunque él no te elija como su novia?

—Me siento bien en este lugar…

—Huhu ¿De verdad? Te sientes más cómoda en este jardín que en el palacio real… ¿Cierto?

—Además, estás aquí…

—¡Si, pero también te esperaría allí! ¡Ven cuando quieras, mi querida amiga Theresa!

Sus ojos negros brillaron con cariño. Me sentía mal por ella… Theresa es el nombre de mi hermana, no el mío… nuestra amistad estaba basada en una mentira… sin embargo, no sabía como responder, así que estreché su mano en silencio.

—Una última cosa, mantente atenta con Cecille Ruff Galaner. Parece que está esparciendo rumores acerca de ti.

—¿La señorita Cecille?

—Creo que está intentando incitar las cosas en tu contra. Por favor, evítala. Déjalo en mis manos si algo sucede. ¡Me haré cargo de ello!

—Te lo agradezco, pero ya que su alteza no vendrá más aquí, no deberían haber más rumores. No habrá nada más por lo que preocuparse.

—Eso espero…

Todavía preocupada, se levantó y me dijo:

—¡No debería haberme quedado tanto! —Y, después de aconsejarme que me mantuviera en contacto con ella por cualquier problema, se fue.

En ese momento fui ingenua. No consideré la situación seriamente.

No tomé en cuenta cuán importante era su intuición, los consejos de la heroína que derrotó al Rey Demonio.

Ayanami
¡¡Esta pareja es tan tierna!!

7 respuestas a “Sustituta vs Príncipe – Capítulo 6”

  1. Kyaaaaaaaaaaaaaaa kyaaaaaaaaaaaaaaa su alteza Ikuta si q es agresivo😆😆😆😆; aunque tiene q serlo con una chica tan densa 😉😉😉
    Gracias por la droga 😆😆😆

  2. Anessa, mi pequeña tonta… sí, ya la has jodido pero si bien. Si tenías aunque sea la más mínima oportunidad de librarte de ser la prometida del príncipe, la has jodio, querida mía. Ahhh, qué decepción.

    XD Gracias por el capíulo.

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