¡Vamos a romper este compromiso! – Capítulo 33

Traducido por Kavaalin

Editado por Nemoné


Continuamos enfrentándonos cara a cara. Si nos movíamos imprudentemente, el Rey y los demás podrían resultar lastimados.

El joven Allen poseía bastante habilidad en combate, por lo que, en términos de poder de batalla, claramente teníamos la ventaja.

Ah, esto ya habría terminado si tan solo el Príncipe León no se nos hubiese adelantado…

—Vaya, señorita Lilyna, suelte esa peligrosa espada y diríjase al lado de los Reyes.

—Si soltara mi arma, usted vendría a atacarme de inmediato, ¿no es así?

—Jaja, yo no haría una cosa tan incivilizada. Vamos, es peligroso blandir un arma cuando no se está acostumbrado a ello.

¿Acaso el Duque no me había visto derrotar a esos soldados? Que no estoy acostumbrada a las armas, dice… ¡Cuando en realidad estoy extremadamente acostumbrada!

Si tan solo pudiera continuar luchando incluso después de tirar mi espada. Pero enfrascarme en una pelea cuerpo a cuerpo con mi apariencia actual es un poco… no es que me preocupara tanto como al Duque, pero incluso yo me preguntaría ¿qué pensarían de mí como dama al hacer eso?

Sin embargo, no puedo ponerme exigente con mis métodos en un momento como este.

— ¡Lilyna! ¡No te preocupes por nosotros, escapa! —exclamó el Príncipe León. En verdad no tiene rival en lo denso que puede llegar a ser.

No hay forma de que me permita escapar después de haber prometido protegerlo a él y a los demás. Es más, incluso si decidiera realizar una retirada estratégica, aun así estaríamos acabados. Eso solo aumentaría la probabilidad de que nunca más fuera capaz de volver a verlos.

—Príncipe León… ¿Puede quedarse callado por un momento? Creo que hay muchos problemas con su comportamiento como miembro de la Realeza.

Como asombrado, el Duque le ofreció al Príncipe León su honesto consejo. Efectivamente, como parte de la Realeza había muchos problemas en su actuar, pero dar un golpe de estado sólo por eso era irrazonable.

De continuar nuestro enfrentamiento de este modo, sus refuerzos podrían llegar en cualquier momento. ¡No quiero tener ningún remordimiento a futuro, así que daré todo lo que pueda en este momento!

Cuando ataque, por favor, sígueme. —Susurré en voz baja para que solo el joven Allen pudiera oírme.

Él asintió quedamente como respuesta.

Al instante siguiente, arrojé mi espada hacia el Duque. En la pequeña abertura que se creó cuando este se sorprendió, comencé a correr, cerré mi distancia con la del soldado que mantenía al Príncipe León bajo control y lo pateé. En estos momentos no podía quedarme a pensar en mi falda. Seguidamente, pateé las armas de los soldados que rodeaban a la Reina Rachel y los derroté con una llave de judo. El joven Allen continuó derribando soldados a mano limpia.

Listo, con esto debería estar bien, ¿no? Mientras miraba alrededor pensando en eso… Por alguna razón el Príncipe León y el Duque estaban parados uno frente al otro preparando sus espadas…

— ¡Duque! ¡No puedo perdonarlo por intentar dañar a Lilyna!

—Príncipe León, realmente su cabeza solo está llena de la señorita Lilyna. Usted es alguien con el deber de convertirse en el Rey de esta nación. Acaso, ¿no debería haber otras razones por las que empuñar su espada contra mí?

El Duque mostró una expresión abatida, sin importarle que el Príncipe León comenzara su ataque contra él. Ambos lucharon por la superioridad sobre el otro. Cómo decirlo, esta no era una situación en la que uno realmente pudiera interrumpir.

Tal vez debido a su juventud, el Príncipe León había empezado a sobrepasar a su oponente. El Duque estaba haciendo todo lo posible para bloquear los ataques. La espada que el Duque había estado empuñando fue lanzada lejos por el Príncipe León. Y este continuó tratando de atacar al, ahora desarmado, Duque con intenciones de acabar con él.

Esto es malo, a este ritmo, el Duque…

En ese instante, las puertas de la Sala de Audiencias se abrieron estrepitosamente. Obviamente, eso debe haber sorprendido al Duque, ya que el Príncipe León había logrado inmovilizar su mano.

Los que entraron fueron… ¿mis padres? ¿Eran nuestros refuerzos? Ignorándonos a nosotros, quienes nos encontrábamos sorprendidos, se dirigieron hacia el Duque.

*Golpe*

— ¡Argh! —El Duque no recibió el puñetazo de mi madre, sino que el de mi padre. Y este lucía como si su mano le doliera por el golpe que había dado.

— ¡Idiota! ¿Por qué demonios hiciste algo así? —gritó mi padre al Duque.

—Hm, lo sabes, ¿no? Pensando en el bienestar del reino, este golpe de estado…

—Aah, pensaste al respecto y terminaste decidiendo sacrificarte para proteger al reino, ¿no?

¿Qué? ¿Proteger? ¿Sacrificarse?

—Pero, ¿qué ridiculeces estás…? Intenté hacer que los Reyes desaparecieran para poder gobernar la nación yo mismo. Quiero que te abstengas de decir sandeces como que me estaba sacrificando.

— ¿Por qué eres siempre tan estúpido? Siempre intentando hacer todo por tu cuenta. Sé que tú, más que nadie, piensa en el bienestar de este reino. Lo escuché del Vicecomandante… de tu hijo, ¿sabes?

—Aah, incluso aunque le dije que se mantuviera callado.

El Duque se sentó en el suelo, abatido. No había rastro del espíritu de lucha que había mostrado hasta hace unos momentos.

—Desde antaño, siempre te gustó convertirte en el chivo expiatorio, ¿no?

En algún momento, la Reina Rachel se había acercado a él.

—Apuesto a que, dado que el descontento con León de aquellos en su círculo social se acrecentaba cada vez más, se dio cuenta de que, a este ritmo, ocurriría una revuelta genuina. Por lo que decidió actuar como su líder y asegurarse de que esta insurrección terminara en un fracaso. Y, con respecto a esto último, con la esperanza de que, al menos, algo de conciencia como miembro de la Realeza despertara en León, se dispuso a formar este pequeño teatro.

El Duque mostró un gesto irónico ante las palabras de la Reina Rachel.

—Realmente es… ¿No me estaba siguiendo la corriente hasta hace solo unos momentos?

Esto es, quizás… ¿Desde el principio, el Duque trató de hacer que el golpe de estado terminara en un fracaso? Ya veo, es por eso que no habían más nobles de la facción rebelde en el castillo.

—Aparte de eso, en estos momentos, tal como lo había planeado, aquellos que realmente querían quitar a los Reyes del trono deberían estar siendo capturados por la Orden de Caballería. Como ya sabrán, se trata de un grupo de personas cuyas fechorías habían sido previamente expuestas por el Príncipe León y que, por lo tanto, sus tierras habían sido confiscadas. Ciertamente, también tengo mis reservas sobre las habilidades como Rey del Príncipe León y con respecto a su actitud con la señorita Lilyna, pero esos sujetos sólo mantenían un resentimiento injustificado contra él.

¿Eh? Pero realmente trató de matarme, ¿no? Habiendo revelado todo, el Duque pareció calmarse y comenzó a hablarme a mí.

—Señorita Lilyna, Allen, me disculpo por haberlos involucrado en algo como esto. Quien envió a esos asesinos fui, sin duda, yo. Es solo que… No podría ni siquiera imaginar que usted perdiera contra ellos. Para empezar, sería imposible que la hija de Lisa fuera derrotada por un montón de bandidos ordinarios.

Ah, entonces el Duque sí conocía mis habilidades. Incluso conocía las de mi madre.

—Allen, les he hecho algo realmente terrible a ti y a Ange. Dejaré que regresen con su madre una vez que todo se haya calmado.

—Realmente eres un idiota. Ya deberías saber lo que te pasaría por hacer algo así, ¿no?

El joven Allen mostró una expresión enojada y afligida, una que contenía emociones complicadas. El que su padre se convirtiera en el culpable de tal incidente era…

*Clap, Clap*

La Reina Rachel aplaudió.

—Ahora bien, esta supuesta revuelta ha terminado. Estos soldados son de su ejército provincial, ¿verdad? Que regresen a su feudo. En cuanto al Duque, obviamente, no puedo absolverlo de los cargos después de todo lo acontecido. Sin embargo, también está la cuestión de haber ayudado a evitar un motín a gran escala. Hablemos de esto más entre nosotros, como viejos conocidos, ¿de acuerdo?

Ante sus palabras, las cuales no daban lugar a ninguna objeción, solo pudimos asentir con la cabeza.


[Kavaalin: Este desenlace era de esperarse, supongo…]

[Nemoné: El Duque es un M (porque le gusta hacer de chivo expiatorio) ]

7 respuestas a “¡Vamos a romper este compromiso! – Capítulo 33”

  1. quiero saber con quien se queda lilyna!! T-T cada cuanto actualizan esta novela? y gracias por la traducción hasta el momento, me he vuelto fan de Reino de Kovel!! XD

    1. Gracias a ti por leer ^^
      En Kovel Times edición 25 ya encuentras los capítulos 34 y 35.
      Sobre la ship de Lilyna, no recuerdo exactamente en cuál capítulo, pero diría que *le tapan la boca* tomó la delantera ´・ᴗ・`
      Sigue leyendo~

  2. Enserio todo este show por nada, interrumpieron cuando iban a cancelar el compromiso por nada….
    Me siento totalmente estafado xD fuera de cosa casi lo veo como un relleno inesesario, no se si aporto algo a la historia todo esto que sea xD

  3. Oh bueno, al final todo fue para que el príncipe León madurara, aunque no puedo asegurar que haya funcionado.
    Gracias por el capítulo

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