Vida en prisión de la villana – Capítulo 10: La noble dama demuestra su arte

Traducido por Den

Editado por Sharon


La luz de la luna pasó a través de la oscuridad, iluminando una forma delgada en el suelo desde la ventana. La luna era tan brillante que se podía leer un periódico sólo con su luz, mientras que la oscuridad a su alrededor era lo suficientemente espesa como para contener cualquier cosa en sus oscuros agujeros.

Junto al charco de luz en un espacio tranquilo, Rachel abrió los ojos y levantó su cuerpo del cojín en el que estaba hundida.

—Uum… Dormí demasiado durante la mañana.

Su mirada estaba clara, y dormir se había vuelto imposible.

Se había emocionado demasiado porque no había nadie que se enfadara con ella que tomó una larga siesta. Se había abrumado por vivir sola.

Rachel dejó de intentar dormir y se puso de pie. Podía ver sólo con la luz de la luna que entraba por la ventilación.

—Una buena luna, eh… Me pregunto si es luna llena.

Rachel entrecerró los ojos cuando miró hacia el círculo de luz brillante en el cielo, y en lugar de volver a su sábana una vez más, se le ocurrió una gran idea.

Tras transportar un par de cajas de madera, subió una escalera improvisada hasta el fondo de la ventana.

—Buena idea.

Tomando su estuche con ella, subió las escaleras de madera que había creado. Se sentó en la fila superior y miró por la ventana, disfrutando de la brisa nocturna.

—Me siento emocional mirando hacia la luna.

Luego, sacó su instrumento favorito de su estuche, y con una mirada soñadora en su rostro, se lo llevó a sus labios.

En el cielo nocturno estrellado, un tono suave hizo eco en todas partes.

♦ ♦ ♦

El pijama que el príncipe Elliot usaba para la cama consistía sólo de una bata. Pero después de ponerse un par de zapatillas cercanas, saltó de la cama y corrió hacia la mazmorra de esa forma.

Estaba haciendo una expresión bastante intensa, pero su voz era tranquila cuando habló.

—Rachel, ¿tienes algo que quieras decirme?

Rachel estaba sosteniendo su instrumento con los barrotes de hierro que los separaban, y al ver que llevaban batas a juego, se cubrió tímidamente su parte frontal con los brazos.

—Su Alteza… venir a la habitación de una dama tan tarde en la noche, sabe que no es algo para elogiar, ¿verdad?

De un golpe, dos segundos de silencio pasaron.

Elliot pateó los barrotes de hierro con las pantuflas que cubrían sus pies.

— ¡Eso no es! ¡¿Tienes algo que decir, aparte de eso?! ¡Algo como: ¿lamento causar problemas?! ¡Aunque es tarde en la noche, no debería estar escuchando los balidos de esta trompeta!

—Su Alteza… ¿cree que esto es una trompeta? Aunque pertenece a la familia de viento, en un sentido estrecho, en realidad es diferente.

—¡Lo sé! ¿Crees que me importan esas cosas? ¿Te sientes sentimental al ver la luna llena, así que decidiste comenzar a hacer este estruendo a la medianoche?

—Sí.

—En tal situación, ¿por qué estás tocando Canta, canta, canta y Pequeña jarra marrón? ¿Qué clase de sentimientos tienes?

—Cielos… Su Alteza, está bastante bien educado.

—¡No seas idiota! Está bien, entonces ¿qué tal si vamos con esto después? ¡Esta vez movilizaremos la orden de caballeros y te convertiremos en un erizo!

—Eso podría ser una apariencia buena para mí si lo digo yo…

Elliot regresó a su habitación con un resoplido mientras Rachel colocó su trompeta de nuevo en su estuche riéndose para sí.

—La probabilidad de que lo escuche era del 50%, pero ya que la dirección del viento parecía buena, mereció el esfuerzo.

Fundiéndose en el cojín, Rachel le dio unos pequeños golpecitos y sintiéndose satisfecha, recostó su cabeza.

—Ah… Después de disfrutar del magnífico rostro lloroso de Su Alteza, debería poder dormir bien esta noche.

♦ ♦ ♦

Observando la pared por alguna razón después del desayuno, Rachel  recordó de repente que había traído algunas pinturas con ella.

—Es verdad. Pensé que las paredes de aquí se mirarían tristes, por eso traje un poco de pintura para decorarlas.

Sentía que disfrutar de un poco de arte acompañaría la actuación de anoche. Rachel se levantó lentamente y encontró la caja que contenía sus herramientas de pintura.

Al desplegar algunos de los periódicos viejos que se habían utilizado para llenar los espacios en la caja, Rachel abrió una de las latas de pintura que necesitaría. Volviéndose hacia la pared de piedra, comenzó a prepararlo con una capa blanca antes de ladear la cabeza.

—Nnn… Sería un desperdicio solo pintarlo como papel tapiz.

El plan original era pintar todo con su color verde menta favorito, y después dibujaría algunas flores donde quisiera… Pero mirando la pared blanca, ahora pensaba que sería una pena.

—¡Bien, voy a desafiarme y hacer una obra maestra!

La inspiración la había atacado. Como no podía salir, estaría bien dibujar un paisaje con la imagen de un lugar pintoresco.

♦ ♦ ♦

Con los codos apoyados en el escritorio, Elliott miró los documentos frente a él e hizo una mueca cuando George intentó hablar con él.

—¿Qué sucede, Su Alteza…? ¿Tiene sueño? Tiene ojeras debajo de los ojos…

—Ah…

Elliot tenía una mirada desanimada en su rostro. Tenía la cabeza gacha, apoyando s frente en el dorso de sus manos.

—¡Maldita Rachel…! Incluso cuando regresé a mi habitación, no podía dormir porque la melodía se repetía incesantemente en mi cabeza.

—¿Ja?

—No, estaba diciendo…

Elliot estiró la espalda, pero Sykes entró por la puerta antes de que pudiera decir algo más.

—Sykes… deberías llamar antes de entrar en una habitación.

—Ah, ya veo.

Sykes se dio la vuelta, a punto de salir de la puerta para rehacer su entrada, pero Elliot lo detuvo frustrado.

—¡Práctica tus modales en casa! ¡¿Hay algo mal?!

—Oh, sí. No, es solo que recibimos una queja sobre un olor extraño procedente de la dirección de la mazmorra.

Elliot y George compartieron una mirada.

—De ninguna manera… ¿el cuerpo de tu hermana mayor ya se ha convertido en un cadáver…?

—Ese es solo el deseo de Su Alteza. Se encontró con ella en mitad de la noche ayer, ¿verdad? El olor no se extendería en solo medio día.

—No, no es un olor tan sofocante. Es algo, algo más irritante.

♦ ♦ ♦

Los tres hombres que bajaron hasta la mazmorra se vieron obligados a cerrar la boca después de ver las paredes cambiadas.

—T-Tú… Esto…

En la pared del calabozo, que había sido una masa de piedra agrietada el día anterior, ahora se había convertido en un prado florido y un majestuoso cañón con un mar de montañas que se extendía sobre un fondo blanco. Perspectiva y sombras, este era un paisaje tridimensional visto desde un solo punto que tenía un toque de realismo, y que hizo que aquellos que lo vieron tomaran un respiro y pensaran que estaban viendo un portal a otro mundo.

Sin embargo…

—Esto, a pesar de que es un calabozo…

Incluso si tal imagen existiera, para que estuviera en un lugar donde nadie podía verla…

El olor desagradable que se extendía por la mazmorra era el de la pintura. Porque Rachel había usado mucha pintura en un solo día, el olor químico había llenado el sótano.

—Sin embargo, huele horrible… Rachel, ¿no puedes oler esto?

Después de terminar algunos retoques a un jardín de flores, Rachel miró por encima de su hombro ante la pregunta de Sykes.

—Fue increíble al principio, pero después de olerlo durante medio día, ya no me molesta porque mi nariz se ha acostumbrado.

—¿No lo odiaste al principio…?

—Estaba preocupada, pero…

Habiendo terminado, se movió al otro lado de la habitación para ver mejor.

—Tal vez…

—¿Tal vez?

La chica ladeó la cabeza.

—Me pregunto si mi habitación no necesitaba esta pintura.

—¡Sé consciente de eso primero!

Mientras Rachel y Sykes discutían sobre la pintura a través de los barrotes, de repente notó que había otra persona que había estado callada hasta ahora.

—¿Hm? ¿Su Alteza?

George miró por encima de su hombro.

—¡¿Su Alteza?!

En el suelo estaba la figura de Elliot, que había colapsado.

—¡Su Altezaaaa!

Skyes y George lo levantaron rápidamente, notando que sus ojos se habían puesto blancos por completo.

—Me pregunto si el olor de este lugar se combinó con la falta de sueño.

—¡La causa no importa ahora mismo! ¡Sácalo de aquí rápidamente!

Los hombres salieron de la habitación en un estrépito. Al final, Rachel llegó a una conclusión.

—Bueno, ¿fue tan bueno que mató a Su Alteza de un disparo?

Den
Jajaja, esta Rachel. Posiblemente sí XD. Supongo que por fin se está dando cuenta del talento que posee.

7 respuestas a “Vida en prisión de la villana – Capítulo 10: La noble dama demuestra su arte”

  1. Me gustaria meterme en la novela y caerle a hostias al principe a ver si espabila. ¿ Que le habra visto o que intenciones en realidad tiene la nueva prometida del principe ? porque si es por amor debe ser tanto o mas estupida que Elliot.

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