Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 20: Una tarde siendo drenada por la fatiga

Todos los ojos estaban fijos en mí. Mi corazón latía tan rápido que resultaba molesto e incluso doloroso.

—… ¿Qué es esto?

La primera voz que sonó fue la del marqués Rittergau. No escondió el tono áspero de su voz. Su actitud parecía amenazante, pero tuve que controlar mi propio miedo.

-Si es necesario, entonces mi dominio podrá aceptar a los refugiados, tal y como he dicho.

Lo dije intentando sonar más directa que antes. Después de todo, el dominio Kaldia sería igualmente forzado a aceptarlos. Si decía que los aceptaba de antemano, podría obtener condiciones más favorables.

El Marqués Rittergau no respondió, solamente me observó con anticipación. Sentí que la presión me invadía, y un pesado silencio regresó.

En mi mente, conté hasta diez. El Marqués Rittergau y yo nos observamos fijamente durante todo ese tiempo -Y entonces, finalmente, el susurro de los otros nobles se esparció por el aire de la sala de conferencias.

—Deberíamos regresar a los puntos principales del día ahora

—Sí. Bueno, entonces, la Vizcondesa Kaldia se ha nominado a sí misma como candidata para aceptar los refugiados…

Mi discurso de ese momento, parecía haber ayudado a continuar en la Cámara de los Lores. Casi no había posibilidad de que alguno de los dominios interiores aceptase a los refugiados, y yo había presentado una propuesta práctica.

Aunque los nobles del norte nuevamente  se quejaron de los asuntos sobre Rindar, fueron silenciados por los sacerdotes que hablaban sobre cómo el reino fue fundado con los preceptos de aceptar cada uno en las sectas religiosas de Xia, y el alboroto que causaría si no tomamos a dichos refugiados . En primer lugar, el ducado de Densel ya había sido, prácticamente, el enemigo de Arxia, así que empezar una guerra contra ellos no sería una gran sorpresa para nuestro reino.

Los señores del dominio fronterizo ya habían comenzado a hacer preparativos militares, y a estas alturas, los señores del sureste del dominio probablemente ya irán en estado de alerta militar completa y recibirán la cooperación de los demás.

—Bien, en ese caso, a partir del próximo mes, los refugiados Artolas serán trasladados al dominio de la vizcondesa Kaldia en grupos de cincuenta. Los suministros de alimentos serán suministrados por el dominio de Henznaut, así como por los diferentes señores de la región de Greenfield, Margrave Genas proporcionará veinte tiendas de campaña, y todo lo necesario será prestado por el dominio Freche, el dominio Ruktoferd y el ejército real. Contaremos con todos ustedes.

Al final, aparte de los dominios del norte, la mayoría de los dominios más cercanos acordaron dar algún tipo de apoyo a los refugiados. Además de eso, una gran cantidad de fondos serían proporcionads para nosotros desde el tesoro nacional, así como la iglesia.

Los nobles del sureste (en su mayoría, los nobles del interior), sabiendo que esto probablemente estimularía sus propias economías, mantenían expresiones bastante alegres, pero a cambio los nobles del norte, que eran superados en número y habían perdido su causa, les miraban con resentimiento. “Espero que esta herida no se convierta en una demasiado  profunda y todos podamos cooperar más adelante” es lo que pensé.

—¿Fue bien la reunión de la Casa de los Lores, Riliza?

—…Es Eliza, Claudia…

Aunque estaba agotada después de regresar de la Cámara de los Lores, la primera voz que me saludó al regresar fue realmente despreocupada, una voz enérgica increíble. Fuera de la puerta del alojamiento del conde Terejia en la capital real, esa chica estaba haciendo girar una lanza alegremente. Era una verdadera belleza, y su largo pelo dorado brillaba a la luz del sol.

A pesar de haberla corregido tantas veces, ella siempre diría mal mi nombre, no importa cuántas veces habláramos. Al ver la deslumbrante sonrisa en su rostro, sentí como si fuera una ofensa a mi cuerpo cansado y a mi agotada mente.

—Oh, me disculpo. Es sólo que soy realmente mala, a la hora de recordar nombres de otras personas…

—Sí, es algo que sé muy bien

—Oh, de acuerdo. De todos modos, ¿Fue todo bien en la Casa de los Lores?

“Oh, de acuerdo”. Sus respuestas eran siempre tan simples, que la chica no parecía tener ni una sola preocupación. ¡Se está acumulando aún más en mí! Es cierto que su energía ha causado que mi espíritu sufra aún más daño en ciertos puntos.

El nombre de la joven es Claudia Rolentsor. Es parte de la prestigiosa familia militar. Es una de las compañeras que se quedará en Kaldia conmigo, junto a Elise Sherstok.

Ella ha sido criada y entrenada para convertirse en una caballera, y lo está haciendo de verdad a pesar de lo extraño que esto le parece a las demás mujeres, y había sido bastante difícil para mí. Honestamente hablando, había sido realmente agotador. Por cierto, esta chica cree en hacer todo lo justo, seguir  los ideales de la justicia, cree en la integridad absoluta, y si no fuera por lo molesta que es su personalidad, podría decir que en realidad es una persona realmente buena.

—A pesar de que no hablan en nuestro idioma, estas totalmente dispuesta a aceptarlos en tu dominio, realmente admiro el atrevimiento de Eliza-dono. ¡Dar una mano amiga a los débiles sin ninguna pretensión, una causa tan maravillosa!

—Um, cambiando de tema, Claudia-dono, ¿Por qué razón has venido aquí?

Claudia me recibió con una expresión que parecía decir que pertenecía aquí, pero cuando salimos del dominio de Kaldia hace dos días, debería haber permanecido en la mansión. Se tarda dos días en llegar con un carruaje tirado por caballos, entonces,  ¿por qué está aquí?

—La razón es que Elise-dono ha escrito una carta para ti. He venido hasta aquí para entregartela.

Mientras Claudia hacía esa declaración distraídamente, sentía que el dolor de mi cabeza aumentaba. ¿Qué quiere decir que haya cabalgado todo el trayecto hasta aquí, una distancia que tarda dos días en ser recorrida por caballos? No la entiendo. Incluyendo mi vida anterior, es la primera vez que trato con alguien que es tan difícil de comprender. No tengo ni idea de cómo manejarla.

—Bueno, Eliza-dono, probablemente estás cansada de haber estador constantemente sentada en el carruaje de caballos y en la Casa de los Lores. Te presto una lanza, ¿qué tal si aflojamos tu cuerpo con algo de práctica de combate?

Parecía estar preocupada por mí, pero en cuanto a su propuesta, no tengo intención alguna de cavar mi propia tumba de cansancio a una hora tan temprana. Claudia me siguió hasta el jardín de buen humor, sin querer escuchar mis quejas.

Como último recurso, miré al conde Terejia para pedirle ayuda, pero él estaba tan cansado como yo, y simplemente asintió con la cabeza, como si me estuviera animando a hacer todo lo posible.

….Supongo que no se puede hacer nada. Tendré que jugar con Claudia un poco.

El jardín del cond Terejia estaba cubierto de pavimento de piedra en lugar de césped. Claudia encontró un camino para llegar hasta aquí, me pregunto si eso significa que ella también conocía al conde de antes. “Como el suelo está hecho de piedra, ¡no uses tu lanza con demasiada fuerza contra mí!”  Pero por alguna razón, cuando le dije eso, ella sonrió felizmente, y asintió ambiguamente a mi vez.

—Eluza-dono tiene seis años ahora. ¡Soy diez años mayor que tú! Acabo de empezar a aprender a combatir con la lanza, así que espero cumplir tus expectativas, y las de Terejia también.

—Mi nombre es Eliza, no Eluza. Escuché que la familia Rolentsor empieza a enseñar a combatir con la espada a sus aprendices cuando estos cumplen los tres años. Entonces, ¿Cómo es que acabas de empezar a usar la lanza?

Me pregunto si hay algo divertido, acerca de todo esto. La sonrisa de Claudia no desapareció en lo absoluto cuando empezó a cubrir sus manos con tela. Puesto que tiene una lanza hecha a su medida, y no hay cuero en el mango de su lanza, parece que tiene que hacer esto para evitar que resbale de sus manos.

—Mis hermanos mayores y yo empezamos a aprender el uso de la espada a los dos años. Empecé a aprender a utilizar la lanza cuando cumplí los siete.

Empezó a aprender a usar la espada a los dos años, ese dato hizo que mis mejillas se contrajean. involuntariamente. Aunque era algo de esperar de la noble familia Rolentsor, una familia habilidosa en la lucha y la milicia.

Estuve calentando durante unos minutos de acuerdo a las instrucciones de Claudia, cosa que era realmente buena para refrescar mi cuerpo, que definitivamente se sentía un poco más ligero. He estado tan ocupada últimamente, que no he tenido mucho tiempo para practicar la lanza, así que esto podría ir bien.

Pero, de todos modos, Claudia parecía ser aún más hábil con la lanza de lo que esperaba. Esta era la primera vez que practicaba la lanza contra ella, aunque había oído hablar de su destreza por parte de  los soldados después de que ella llegara a la mansión. Su familia tiene una conducta realmente caballerosa, y me di cuenta de lo habilidosos que eran en todo tipo de artes marciales. La habilidad de Claudia con la lanza, no importa que tanto la observaba, parecía superior a la de mi profesor, Gunther.

—¿Como es mi habilidad con la lanza?

—Parece ser mejor que la de mi profesor

—Gunther, eh. Tal vez el estilo de pelea de mi familia es demasiado fuerte. Si te parece bien, Eliza-dono, ¡podemos pelear juntas!

Mientras limpiaba tras la práctica, Claudia no parecía mostrar signos de fatiga y reía alegremente. Como era de esperar, es una persona incomprensible. Ya sea por la práctica de la lanza, o por dejarla permanecer en la mansión conmigo, yo tampoco podía rechazarla. Ella asintió, y de repente cambió su expresión.

—Me preguntaba qué haría si rechazabas practicar conmigo. Ya que Terejia me pidió practicar la lanza con Eliza, ¡Me he esforzado para cumplir mi promesa!

¿Podría ser, podría ser realmente que él había sido la causa de mi práctica de lanza? Me quedé estupefacta ante ese inesperado comentario de Claudia, y perdí completamente mi energía.

♥ ❤ ♥

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