Villana mimada por el príncipe vecino – Capítulo 84: Tomando la base de los Reyes (1)

Traducido por Sharon

Editado por Ayanami


Después de ser teletransportadas por el círculo mágico, Tiararose y Akari aparecieron en un cuarto de dieciséis metros cuadrados.

Las paredes y el techo estaban hechas de cristal, y las rodeaba una luz transparente. No parecía haber otros cuartos o corredores conectados, solo había un pedestal en el centro de la habitación. Aun así, no había nada en él.

—¿Qué es este lugar…?

Tiararose miró alrededor, pero no parecía haber nada fuera de lugar además del pedestal.

Akari lo tocó para verificar que no hubiera nada, pero no sucedió nada.

—Hmm, creo que, ya que tú comenzaste el evento, deberías tocar el pedestal. ¿No crees, señorita Tiara?

—Ah, quizás…

Sin otra opción más que ponerse de pie, Tiararose se paró frente al pedestal.

Era redondo y hecho del mismo cristal que el resto del cuarto. Brillaba con una luz tenue, así que era sencillo saber qué es la clave del evento.

Espero que al proceder, las preocupaciones del príncipe Aqua desaparezcan.

Con ese pensamiento en mente, Tiararose lo tocó, nerviosa.

Parecía ser la forma correcta de proceder, porque los Anillos comenzaron a emitir una luz tan brillante que las obligó a cerrar sus ojos.

Decir que estaban emocionadas por lo que sucedería a continuación sería una mentira. Sin embargo, Tiararose perdió el aliento en el momento en que escuchó esa voz.

—¿Qué diablos, Tiara…?

—Ah… ¿Príncipe Aqua…?

Después de que la luz se apagara, y Tiararose abriera sus ojos, encontró a nada menos que a Aquasteed de pie frente a ella.

—Nosotros también estamos aquí —sonó la voz de Keith detrás suyo.

Dándose la vuelta rápidamente, encontró que Keith, Grail y Pheles también habían aparecido.

—Hiciste algo bastante egoísta… —sonrió con amargura Keith. Poco después, Grail suspiró.

—Ha pasado tiempo desde la última vez que estuve aquí.

—Nunca pensé que terminaría aquí de este modo…

¿Todos saben lo que está pasando?

Aquasteed abrazó con cariño a su confundida esposa. Sin embargo, podía ver, por su rostro, que estaba enojado. No tenía dudas de que no le había gustado que hubiera actuado por su cuenta.

No tenía motivos para haberse escapado ni para traer a Aquasteed y los demás contra su voluntad a este lugar.

—L-Lo lamento… No podía decirle a nadie lo que estaba haciendo.

—Me preocupé cuando desperté y no te vi allí.

—Lo lamento…

Después de ver que Tiararose se disculpaba con franqueza, Pheles, que había estado en silencio hasta ahora, abrió la boca.

—Bueno, ha pasado tiempo desde la última vez que jugamos. La Reina Hada del Mar sigue dormida, pero asumo que todos entienden la situación, ¿verdad?

Los rostros de todos mostraban seriedad al escucharlo.

Tiararose sintió a Aquasteed apretar su agarre, así que era probable que supiera lo que estaba sucediendo. Las únicas en la oscuridad eran ella y Akari.

—Ya que Tiararose no parece saber, permíteme explicarte. Este es el punto de partida donde los reyes debemos tomar nuestras bases.

—¿Bases…?

—Es correcto.

El evento que resultó de la oración de Tiararose era “Tomar las bases de los Reyes Hada”. La primera vez que este evento tuvo lugar fue cuando Marineforest fue fundado.

Los Reyes Hada establecen sus bases en una batalla táctica para decidir los límites de sus dominios. Tenían un acuerdo tácito que, en caso de cualquier disputa, debían arreglarlo tomando estas bases. Era de este modo debido a que si los Reyes Hadas fueran a la guerra, la tierra podría verse fuertemente afectada.

—Cuando fundé Marineforest, recibí la bendición de los otros tres Reyes Hada. Pero, pronto, nos preocupamos por quién debería bendecir qué parte de Marineforest. Ellos fueron los que pensaron cómo dividir la tierra.

—¿Así que los Reyes Hada roban sus bases para mostrar su propio poder?

—Es correcto, Tiararose. Yo también he peleado por mi propia base de la misma manera, todo para demostrar que era digno de ser el rey de este país.

Tiararose asintió, mostrando que entendía la explicación de Pheles hasta ahora.

Ya veo, así que el propósito de este robo de bases es… ¡Ah!

—Señor Pheles, esto es…

—Parece que te has dado cuenta, ¿huh?

La primera vez que este evento sucedió fue cuando la nación fue fundada. En otras palabras, cuando Pheles se convirtió en el rey del Cielo Estrellado.

Así que esta vez, era probable que estuviera sucediendo porque Aquasteed se convertiría en el siguiente rey.

La oración de Tiararose había decretado que Aquasteed tomaría las bases de los Reyes Hada para convertirse en el verdadero rey.

—¡Príncipe Aqua, yo…!

—Está bien, Tiara. Estaré bien. No importa lo que diga, sé que estarás a mi lado, ¿verdad?

De esa manera, él podría dar lo mejor.

—¿Sabes las reglas, Aquasteed?

—Sí —asintió Aquasteed a la pregunta de Pheles.

La tierra de Marineforest se encuentra llena de las bendiciones de las hadas que son invisibles para las personas. Habían tomado la forma de gemas, corales, flores y otras cosas. Si uno las obtenía, podría conseguir ese dominio.

De eso trataba el “tomar las bases”.

El lugar en sí, eran cuadrados dentro del territorio de Marineforest. Dentro de cada sección, había una bendición. Por ello, los participantes necesitaban tomar cada base, una a la vez.

Sin embargo, era posible perder la base propia.

Por ejemplo, digamos que Keith toma una base. Si Grail obtuviera las bases a los dos lados de Keith, la de este último terminaría atrapada entre las del Rey Hada del Cielo, por lo que perdería.

Podría ser más sencillo entender este juego si se pensaba en Marineforest como un tablero, y al juego en sí como el reversi[1].

—Bueno, entonces… —dijo Pheles, una vez que terminó su explicación—. ¿Deberíamos comenzar con la oración de inicio, Tiararose?

—¿Yo?

—Por supuesto. Originalmente, el posible rey tendría su propio anillo para hacerlo. Sin embargo, un tercero necesita todos los anillos para forzar a los otros a comenzar.

Este hecho hizo que Tiararose se quedara sin aliento.

En verdad había ido demasiado lejos esta vez. Pheles, Aquasteed y los Reyes Hada ya sabían cómo comenzar el evento por su propia cuenta.

—Lo arruiné en grande, ¿verdad…?

—No, no digas eso. Hiciste algo bueno. Algunas veces es mejor que alguien fuerce este tipo de eventos en lugar de pasar el tiempo sin preocupaciones y sin dejar que nada suceda. Tiararose, por favor, pon tu mano en el pedestal para que comencemos.

—Sí…

La princesa hizo lo que Pheles le pidió. Estaba temblando un poco, quizás se debía a la tensión de toda la situación o porque estaba ansiosa, ya que no sabía lo que sucedería después. Aun así, Aquasteed estaba a su lado y le sonreía, queriendo transmitirle que todo estaría bien.

El príncipe Aqua me dijo que se convertiría en el rey del Cielo Estrellado.

—Príncipe Aqua, oraré por ti. Lamento haber sido tan egoísta.

—Ahora que lo mencionas, soy igual. Lamento haberte hecho preocupar tanto.

Los dos encontraban divertido que se estuvieran disculpando de esa manera, y comenzaron a reírse.

—Entonces, la oración…

«Al combinar los tres anillos en uno, esta tierra será llevada al orden. El tiempo límite es de tres horas»

—¿Tiara?

—¿Han escuchado esa voz de recién?

—¿Qué voz?

—Pero yo…

Ni Aquasteed, Akari, Pheles o los otros podían escuchar la voz a la que Tiararose se refería.

Sin embargo, ella la había escuchado con claridad. Había sido tan poderosa que hacía eco a través del cuarto.

«Ir más allá de ese límite traerá una fuerza enorme que podría consumir el cuerpo de uno.»

—¿Eh?

La voz habló de nuevo, y Tiararose abrió sus ojos sorprendida.

La “fuerza enorme” podría haber sido lo que causó que Pheles perdiera su vida y Liliarge se convirtiera en un monstruo. Así que, sin importar lo que sucediera, a continuación, Aquasteed no podía permitir que ese poder lo consumiera también.

En ese caso, Tiararose sólo tenía una opción.

Crear un Marineforest donde nadie resultara herido al combinar el poder de los anillos.

Pronto, toda la información fluyó a través de la despistada Tiararose.

—¡Escucha mi oración! ¡Declaro el inicio de la “Toma de las bases de los Reyes Hada”! —dijo con decisión y, de inmediato, abandonó el pedestal. Ya que actuó tan de repente, verificó que nada le hubiera sucedido a Aquasteed—. Príncipe Aqua, lo lamento. Yo… ¡haré lo que pueda!

—¿Tiara?

Tiararose se dirigió hacia una de las paredes del cuarto, y sostuvo los anillos sobre su cabeza.

Como respuesta, una puerta apareció de repente. El primero en reaccionar a esto fue Grail. No sabía lo que la princesa estaba planeando hacer, pero sabía qué había al otro lado.

—¡¿Qué estás planeando hacer, Tiararose?!

Estaba intentando decirle que no podía avanzar sin darles sus motivos.

—Está bien, Lord Grail. ¡Haré mi mejor esfuerzo para ayudar al príncipe Aqua!

—¿A qué te refieres…? ¡Ah, espera!

Entonces, Tiararose desapareció del cuarto, y Grail corrió tras ella. Los únicos que quedaron fueron Aquasteed, Pheles, Keith y Akari.

Pheles se rió cuando los vio irse.

—Enérgicos, ¿verdad? —Luego se giró hacia Aquasteed, que estaba de pie a un lado del pedestal, y le preguntó—: ¿Está bien que no los persigas?

—Tiara dijo que haría todo lo posible, así que creeré en ella y la dejaré hacer lo que dijo.

La verdad era que quería ir tras ella. El hecho de que Grail la hubiera perseguido le preocupaba, pero también quería confesar lo que pensaba hacer.

—Yo… me convertiré en el Rey del Cielo Estrellado.

Pheles sonrió con cariño ante la fuerte determinación de Aquasteed.


[1] El reversi, othello o yang es un juego entre dos personas, que comparten 64 fichas iguales, de caras distintas, que se van colocando por turnos en un tablero dividido en 64 escaques.

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