Dinero de consolación – Capítulo 69: Monopolio

Traducido por Hime

Editado por Hime y Anyi


Había una serie de casos disponibles para ser resueltos, por lo que decidimos volver al palacio. Se celebró una fiesta previa a nuestro regreso.

Vestí un vestido azul cielo de princesa con accesorios de cintas negras.

Su alteza vestía un traje plateado con una corbata gris oscuro.

—Su Alteza, su corbata está torcida.

Ambos decidimos esperar un rato en la sala de espera.

Yo estaba un poco nerviosa ya que hacía tiempo que no estábamos solos los dos.

Estaba arreglando la corbata de Su Alteza cuando de pronto sentí la urgencia de fastidiarlo. Así que decidí poner en práctica la técnica de mirarlo hacia arriba como me enseñó la princesa Pao.

Acerqué más mi cuerpo al de él y lentamente alcé mi mirada hacia su rostro… pero él se estaba cubriendo los ojos con una mano…

—Um… ¿Su Alteza? ¿Hay algo malo?

—Estar a solas contigo ya me pone lo suficientemente nervioso. Si te acercas más, podría perder mi autocontrol y ponerte las manos encima. Intento no ver, en la medida de lo posible.

¿Ponerme las manos encima?

Bueno, ese era mi último objetivo.

—Su Alteza.

—¿Qué sucede?

—¿Sueles tener aventuras?

Lamenté haber hecho una pregunta tan estúpida. No tuvo sentido alguno.

—¿Deseas que las tenga?

Creí que era tonto responder a una pregunta con otra.

—No quiero que lo hagas.

—¿Mm?

Sujeté y jalé la mano de Su Alteza, con la que cubría sus ojos.

Se sorprendió con mi movimiento repentino.

—¡Yo…! ¡Yo deseo monopolizarlo, príncipe Rudy!

Estaba tan avergonzada que no podía mirarlo directamente a la cara.

Él se congeló un momento después de escuchar mi vergonzosa declaración y me abrazó de repente.

—Demonios. ¿Qué te sucede últimamente?

Después de escuchar las palabras conflictuadas de Su Alteza, quise escapar.

—L-lo siento

Cuando me disculpé apenada, él me estrechó aún más entre sus brazos.

—¿Por qué te disculpas?

—Porque fui egoísta al decir que deseo monopolizar al príncipe Rudy…

—No te disculpes.

Él reposó la cabeza en el inicio de mi cuello.

—Si ese es tu deseo, tal vez deberías monopolizarme. De todas formas no tendré una aventura. Además, eres demasiado linda, Julia. Así que eso sería difícil para mí.

Él besó suavemente mi nuca.

—En cambio, deja que yo te monopolice.

Envolví mis brazos alrededor de su cuello y le dije:

—Entonces, Su Alteza me pertenece.

—Sí. Y tú también me perteneces.

Acercó su rostro muy cerca del mío mientras decía aquello.

Estaba por ser besada.

La última vez fuimos interrumpidos en un momento similar.

¡Esta vez….!

Mientras esos pensamientos cruzaban velozmente por mi mente, sentí como sus labios tocaron a los míos.

—¿A-acabas de besarme?

Su Alteza descansó su frente en mi hombro.

—Incluso yo deseo besarte apropiadamente. Pero estoy seguro de que seremos nuevamente interrumpidos, y también podría asustarte.

Me volví hosca tras oír aquellas palabras.

—¿Piensas que voy a asustarme?

Cuando respondí con todas mis fuerzas, él levantó mi barbilla y me besó.

Era un beso tierno y gentil. Lo hizo con tal gentileza que no me asustó y solo pude sentir felicidad.

—Lo siento. Tu labial se corrió

Después de aquel beso, él me dejó ir y se acercó a mi rostro.

Sostuvo mi rostro con ambas manos y acarició mis labios con su pulgar derecho. Que vergonzoso.

—¡Alteza, solo puedes hacer este tipo de cosas conmigo!

Mis repentinas palabras lo hicieron sonreír con ternura.

—De ninguna manera podría hacerlo con alguien más. Por cierto, ¿son celos lo que oigo?

Tragué saliva al escuchar su comentario.

—¿Eso sería malo….?

—¡Es lo mejor!

De nuevo, me abrazó con enorme ternura.

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