Riku – Capítulo 74: El honor del Rey Demonio Regente, Charlotte

Traducido por Gorrión

Editado por Nelea

Corregido por Sharon


Se extendió un rumor sobre el incidente de Deurofoi.

Al público en general se le informó que la escolta de Charlotte fue asesinada cuando la protegían de los Espiritistas. Entonces, arriesgando su vida, Leivein Adlar y Riku Barusak fueron a salvarla, dejando en descubierto al traidor del Ejército del Rey Demonio.

Resumido de esa forma, todo más o menos correcto.

Pero se excluyó la parte más importante.

Si, eso era…

―¿Charlotte-sama… enamorada de Rook Barusak?

La voz de alguien sonó repentinamente.

Con un silencio muerto, todos se quedaron sin palabras. Sin siquiera necesitar mirar a los alrededores, Riku sabía qué expresiones estarían mostrando los Demonios reunidos.

El nombre de Rook Barusak era bien conocido en el Ejército del Rey Demonio.

Era un desagradable Espiritista que apareció hace unos pocos años, y que había tenido numerosos éxitos en el campo de batalla. Era posible resaltar que recientemente destruyó la Segunda División de Zerrik.

Después de esto pasara, y teniendo en cuenta el futuro de los Demonios, era inevitable que llegaran a la conclusión que era necesario arrancar los brotes del talento de Rook antes de que florecieran.

Pero, no solo el Rey Demonio Regente quien se suponía debía asesinar a Rook Barusak no lo había hecho, sino que además se enamoró de esa persona y su escolta fue asesinada en consecuencia, siendo encima capturada por los Espiritistas.

Un escándalo sin comparación.

Debido a esto, Keity y otros Demonios habían controlado la información, pero ahora Riku acababa de exponerla. Sus esfuerzos fueron inútiles.

Entre los Demonios, la agitación alcanzaba una escala sin precedentes.

―Es… ¿Es eso cierto, Charlotte-sama? —preguntó uno de los Demonios con timidez.

Ella no respondió nada. Con un semblante considerablemente blanco, negó con debilidad.

Qué estúpida, pensó Riku inevitablemente al verla actuar de forma tan estúpida.

Si lo hubiera negado tajantemente, entonces la situación habría mejorado. Pero, de una forma estúpidamente honesta, Charlotte se puso nerviosa.

Era como si no esperara que la verdad fuera expuesta aquí.

―¿Es… la verdad? ¿Puede ser que Charlotte-sama cayera ante Rook Barusak?

―… ¡E-Es mentira! ¡No dejéis que os engañe! ¡Todo fue preparado por Riku Barusak!

Charlotte finalmente volvió en sí. Aún se notaban sus nervios, pero de alguna manera fue capaz de alzar la voz, intentando negar las acusaciones.

Sin embargo, ahora mismo… Aunque intentara rechazar la realidad de ‘haberse enamorado de Rook’, la situación no podía cambiarse.

Los ojos de más de la mitad de los Demonios ya estaban llenos de sospechas.

Notando los cambios, Keity se apresuró a hablar.

―Todos, no hay manera de que Charlotte-sama cayera enamorada de un Espirit…

―¡Silencio!

Quien interrumpió rudamente fue Rudogar Gortoberuk al tiempo que se ponía de pie. Su cuerpo era tan grande que parecía que una montaña se hubiera levantado.

―Ocultar tal desventajosa realidad. Quizás en tiempos como este fue una acción apropiada como Gobernante por el bien de la estabilidad del Ejército del Rey Demonio.

Con su voz alzándose como en sus tiempos en el campo de batalla, la voz de Gortoberuk resonó por toda la sala de reunión, llenando cada rincón.

Y entonces, en el momento que Charlotte y Keity respiraban aliviadas por el apoyo…

―¡Sin embargo! ¡Las pérdidas por cubrir tal realidad son demasiado grandes! ¡Charlotte-sama sólo recibió la autoridad de mando del Señor Demonio como ‘sustituta’! ¡Y no es exagerado decir que dejó su honor por los sueños! ¡Por eso, es necesario que Charlotte-sama reciba el castigo adecuado!

En ese instante, cuando estaban por relajarse, Keity y Charlotte cayeron al borde de la desesperación.

En resultado de la derrota de Myuuz, la Casa Gortoberuk había caído considerablemente. Pero aun así, no cambiaba el hecho de ser una prestigiosa familia.

Con las palabras de su Líder, además del gran argumento, era posible imaginar lo que sucedería a continuación.

―… Es cierto. Charlotte-sama debería recibir castigo.

De la nada, una voz se escuchó.

Esa voz… Pertenecía a un Demonio que Riku conocía. Como vieron la lógica en los argumentos de Riku y Gortoberuk, terminaron siendo provocados por sus declaraciones.

Primero, eran menos de diez. En la situación actual donde la debilidad de Charlotte había sido expuesta, con diez personas apoyándolo, voces deseando un castigo comenzaron a alzarse por toda la habitación.

―¡Eei, silencio! ¡¿Por qué no os callais?!

Keity trataba desesperadamente de alzar la voz.

Ella creció en el Ejército, y sabía que su voz podía escucharse con claridad en lugares ruidosos, pero no podía desafiar a cien Demonios. Su voz fue eclipsada por los gritos que pedían el retiro de Charlotte.

―¡Ugh, Fiore! ¡¿Tienes algo que decir?!

Charlotte no podía moverse. Acabó convirtiéndose en una niña pequeña temblando con la cara blanca.

Un gran número de aliados se volvieron enemigos y las denunciaban. Los pocos Demonios de su lado que quedaban acabaron encogiéndose con miedo a objetar.

La esperanza de Keity era… Su mejor amiga que había estado en silencio esperando desde el comienzo de la reunión, Fiore.

―Fiore, tú también estás en contra de que está humana gane poder, ¿verdad? ¡Todo está saliendo como Riku Barusak lo había planeado, ¿sabes?!

―…

Manteniendo un rostro serio, Fiore silenciosamente pasó la mirada a través de la sala de reunión.

Sin hablar, ni siquiera miró en dirección a Keity.

―¡Fiore! ¡Hey, Fiore! ¿Qué tal si dices algo? Ahora mismo, si es tu voz, quizá aún pueda hacer algo con ellos. Si eres tú, con tal influencia como noble…

―Fiore Panther —habló Riku interrumpiendo a Keity.

Los ojos de todos estaban dirigidos a Charlotte. Ninguno estaba prestando atención a Keity, que luchaba por su cuenta, ni a Riku, que se ocultó en la sombra de Gortoberuk.

Solo Keity miraba a Riku llena de ira.

―No diré nada. Todo cae sobre vuestra decisión.

―…

Fiore giró sus ojos a Riku.

La figura de ella sentada en silencio era como la de un monje de montaña.

―Pero por favor, piensa bien… Piensa qué lado no tiene futuro.

Con esas palabras, le dio la espalda. Aun así, Fiore se mantuvo en silencio.

―¿Qué quieres decir Riku Barusak…? Fiore, no le prestes atención a alguien así. Ahora, dilo. Di algo que pueda poner fin a este despropósito.

De forma implorante, Keity se sumió en silencio.

La única persona con poder para cambiar esta situación era Fiore, quien tenía influencia para destacar entre los nobles.

―¡Fiore!

―… Keity, retirate.

En los ojos de Fiore, se veían pequeñas lágrimas.

Pero estas no cayeron. Mirando al público directamente, declaró su decisión sin mirar a su amiga.

―¿Eh…? ¿Fiore?

Parece que Keity no entendía lo que pasaba. Miró a Fiore perpleja.

―¿Cuál es el problema? ¿Qué quieres decir con retirarme?

―Charlotte-sama tiene que tomar responsabilidad por sus actos. Es su deber como Rey Demonio Regente.

―¡¡Fiore!! ¡¿No has traicionado?! —gritó mientras se apresuraba a distanciarse, su rostro al rojo vivo. ―Tú… ¡¿Harás lo que Riku Barusak dijo?! ¿Sabe tu debilidad o algo? ¡Si es así no te preocupes, la detendré!

Rápidamente, se recuperó de la sorpresa y se acercó a Fiore.

―¡S-Soy tu mejor amiga! ¡La mano derecha de Charlotte! ¡Una Mayor General justo como Riku Barusak, y también…!

―En realidad, ¿no deberías responsabilizarte por no poder detener a Charlotte-sama para que no siguiera a Riku Barusak?

Justo ahora, los ojos de Fiore se encontraron con los de Keity por primera vez. Mostrando una firme determinación.

―Incluso si eres Mayor General, realmente es el Mayor General Riku quien protegió a los Demonios del peligro. Tiene mejor posición, y sus palabras tienen más influencia que las tuyas. Yo… Estoy de acuerdo con la dimisión de Charlotte-sama.

Como si estuviera deslizándose, Fiore declaró sus pensamientos.

El rojo de la cara de Keity se fue, cambiado por blanco. Entonces, cayendo al suelo de rodillas, comenzó a golpearlo con su puño. Una leve rotura pudo verse en el suelo.

Los argumentos emocionales de Keity no tendrían más efecto. Ahora que no sólo había sido traicionada por lo que podría ser la última barrera, sino también por los otros Demonios, la situación no podía ser revocada.

Y con eso, no había nadie que pudiera detener la destitución de Charlotte.

Elevando las esquinas de su boca, Riku murmuró en voz baja.

―Adiós, Charlotte.

El Rey Demonio Regente, Charlotte.

La gloria de la que solía hacer gala lentamente comenzó a desmoronarse.

En ese instante, su Reinado de cientos de años llegaba a su fin.

Gorrión
Ufff RIP Charlotte, a ver cómo acabas, hehe

Nelea
Muahaha, con ver la cara del monje te das cuenta qué tan bien fue el plan de Riku

Una respuesta en “Riku – Capítulo 74: El honor del Rey Demonio Regente, Charlotte”

  1. Riku se abra quedado de desmenbrar uno a uno el cuerpo de Charlotte, pero a cambio pulverizó su honor y autoestima.
    Es toda una mente maestra dentro y fuera del campo de batalla

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