Riku – Capítulo 96: El asalto

Traducido por Kiara

Editado por Limsah

Corregido por Sharon


Hasta qué punto estaba predeterminado el destino.

Creer en uno mismo y seguir adelante imprudentemente. Sin apartar la mirada ni alejarse de su viaje, ella había sido absorbida por balancear la espada.

Sin embargo, a veces…  Por ejemplo, cuando miraba a la luna, existían esos momentos en los que terminaría preguntándose si estaba caminando en un sendero que fue diseñado por alguien más.

Tal vez esto es lo que se llama “Futuro predestinado”.

Por supuesto, no había manera de que pudiera aceptar todos los sucesos inesperados que ocurrieron hasta ahora con palabras débiles como destino.

En lugar de eso, ella odiaba más la manera en las que alguien podía casualmente lidiar con la situación usando esas palabras

Sin embargo, ¿qué pasaría si… ? ¿Si durante todo el camino donde ella decidió por sí misma qué era lo correcto en realidad no fue su elección?

En ese caso, ella definitivamente…

♦ ♦ ♦

— ¡Oh no! Llegué demasiado tarde.

Después de mirar la desastrosa escena bajo sus ojos, Rook apretó los dientes.

La tierra del ««Sello»» del Señor Demonio…  El Valle del Crepúsculo. Su entrada era una vista horrible hasta el punto en que uno querría evitar mirarla.

Era difícil ver la situación porque él estaba viendo el valle desde el acantilado… Pero aun así, era tan malo al punto que estaba seguro que nadie había sobrevivido.

Los Espiritistas elegidos de cada una de las familias habían muerto.

Cabezas separadas de los torsos; algunos agujereados en el estómago. Había cadáveres que tenían sus caras destrozadas hasta el punto en que era imposible discernir unas de otras y otros donde no se distinguía el cuerpo.

Uno se preguntaba si en verdad eran seres humanos.

El olor a sangre que ahogaba a la gente se elevaba al aire. Rook clavó la cara en  un lienzo para evitar el olor.

Sin embargo, todavía sentía el hedor a muerte en su piel.

El Valle del Crepúsculo estaba lleno de muerte.

Después de aclararse la garganta, Rook volteó la cabeza.

Detrás suyo estaban los Espiritistas bajo el mando de Raku esperando órdenes. Todos tenían sus caras torcidas en la misma mueca.

Sin embargo, mientras sus expresiones eran iguales, cada una tenía sus propias diferencias individuales. Uno de ellos estaba enojado por la tragedia, y otro estaba triste por la muerte de sus compañeros. Y también… Había otra persona que tenía el rostro pálido, imaginando el infierno que les esperaba.

— Raku-ane, todo el mundo…  Me gustaría que me escuchéis.

Enderezando la espalda, Rook miró directamente a cada uno de ellos.

— Lo que nos espera es un infierno inimaginable. Y así, las personas que tienen miedo de morir… Pueden regresar.

En realidad, él mismo era el más asustado. No podía soportar el miedo. Era el que más quería huir con la cola entre las piernas.

—Todos, no me importará si no me siguen. Después de todo, ustedes tienen una familia por la que deben volver, y un futuro. Si deciden seguirme, quizás no tengan otra oportunidad de vivir. Por eso, los que están asustados pueden irse. Yo seguiré. Incluso si estoy solo.

Como si pudiera convencerse de que podía seguir adelante hasta el último paso, Rook continuó hablando, presionando palabra por palabra.

— Necesitamos detener la resurrección del Señor Demonio…  Incluso si mi vida se convierte en un intercambio por eso…  Quiero salvar este mundo.

Rook bajó ligeramente los ojos y golpeó su mano sobre su pecho.

Sabía que él había matado a Charlotte. Él era la razón por la cual la Princesa fue secuestrada y su corazón se rompió.

De cierta manera, no sería exagerado decir que él era la causa principal de todo.

No importaba cuántas veces se arrepintiera, no sería suficiente. No importaba cuántas veces le remordiera la consciencia, la pena seguiría siendo la misma.

Por eso necesitaba expresar todo eso en sus acciones. Incluso si tuviera que dar su vida por ello.

—Si el Señor Demonio resucita, el mundo será destruido. Los humanos… e incluso los Demonios serán aniquilados. Yo soy la razón por la que la situación llegó a esto. En realidad, está bien si no me siguen, porque esto es algo que debo hacer yo mismo.

Rook pensó en el conocimiento del juego.

En caso de que no lograrás capturar a Charlotte, ni siquiera era necesario preguntar: ibas directo hacia el mal final. Sin mencionar a los Espiritistas, el pueblo común y toda la vida se extinguirían.

Sin embargo, si fuera al revés… En otras palabras, si la captura de Charlotte fue exitosa, la situación cambiaría.

El señor Demonio resucitado vería que Charlotte se enamoró de un ser humano y decidiría que no sólo los humanos, sino también los Demonios que criaron a Charlotte para ser tan tonta también tenían la responsabilidad, así que quemaría todo.

Ahora que ella murió, el resultado sería el mismo. Presionará la responsabilidad sobre los Demonios que inventaron razones para matar a Charlotte y todos serían exterminados.

En otras palabras, si no es capaz de detener la resurrección, no había error en que el mal final ocurriría.

Rook definitivamente no podía aceptar un final donde los humanos y Demonios no serían felices.

— Por eso…  ¡Sólo pueden venir los que tengan la resolución de morir conmigo!

Miró hacia adelante y declaró su determinación. No hubo respuestas para esas palabras.

No, no hubo una respuesta oral.

Primero Raku. Luego los Espiritistas detrás iluminaron sus ojos con espíritu de lucha.

Estaban decididos a detener el despertar del Señor Demonio. Comprendían su resolución de luchar hasta que sus vidas se perdieran.

Por un momento, Rook sintió ganas de llorar.

No podía dejar que murieran. Aunque no desearan morir, si Rook realmente pensara en su bienestar, debía hacerlos regresar aunque fuera por la fuerza.

Al final, no lo hizo porque no podía ganar solo.

— Está bien vamos.

No sería capaz de detener la resurrección del Señor Demonio sin sacrificios. Él usaría su fuerza y ​​lo pararía con todo lo que tenía. Siendo el líder de este grupo, esta era su misión.

Rook sacó su espada en silencio. La hoja brillaba con la luz de la luna, iluminada en plata. La cara que estaba siendo reflejada por la hoja ya no era una estupidez.

Era el rostro de un hombre que tomaba su decisión.

Mostrando su espada, respiró aire de una sola vez, y luego…

— ¡Levanten sus gritos de guerra! ¡A la carga!

— ¡Uooooooh!

De repente, cargaron con sus caballos. Con una velocidad que deslumbró los ojos, descendieron por el acantilado a toda velocidad mientras levantaban nubes de polvo. Eran como una avalancha.

Si la situación se desarrollara como el juego, los Demonios caerían en la confusión ante los refuerzos que no esperaban y huirían desorganizados.

Sin embargo, Rook aprendió que debería dejar de confiar en su conocimiento del juego.

Sharon
Tranquilo, sólo te tomó unos 96 capítulos entenderlo. Pero mejor tarde que nunca XD

De hecho, los Demonios arqueros inmediatamente entraron en formación para comenzar a disparar. Dibujando arcos con sus flechas, atacaron a los Espiritistas que bajaban por el acantilado.

Por supuesto, siendo los caballos criados por los Barusak, fueron entrenados para no asustarse con la lluvia de flechas. Sin embargo, dejarían de moverse cuando una flecha les golpeara o incluso saltarían por el dolor.

A medida que iban bajando el acantilado, era posible ver cómo los caballos que perdían su equilibrio aunque sea un poco terminaban muriendo.

Al ser heridos por las flechas, los animales que recibían lesiones fatales se equivocaban, y sus jinetes se caían junto con ellos sin poder descender de su lomo.

Los gritos de los caballos y de los Espiritistas resonaron por el valle. Rook inconscientemente comenzó a desear cubrirse los ojos.

Sin embargo, no había forma de hacerlo aquí. Si fuera a apartar la mirada del valle aunque fuese un poco, cometería errores al manejar su caballo y también sería golpeado por las flechas. Si esto sucedía, sólo estaría repitiendo el mismo error que los Espiritistas que cayeron.

— ¡¡Vamos!! ¡¡Presionen adelante!!

Como si respondiera a los gritos de Rook, los caballos siguieron cargando.

Incluso con el cuerpo entero regado por flechas, los caballos no perdieron el equilibrio, ni levantaron ningún grito.

Ahora avanzaban mucho más, y finalmente alcanzaron a las fuerzas militares demoníacas. Uno de los Demonios que estaba a punto de disparar más flechas fue asaltado por el caballo de Rook.

El ruido de los casco del caballo rompiendo su cuello fue notable.

— ¡Sigue Rook!

Él escuchó la voz de Raku desde atrás.

Siguiéndolo, los Espiritistas detrás suyo también hicieron que sus caballos saltaran sobre el oponentes. Utilizando los animales como si fueran armas, los hábiles Espiritistas concentraron su poder de Prohibición de Demonios en los cascos.

Ahora, con el poder de la Prohibición del Demonio reunido en sus piernas, los caballos pulverizaron los duros caparazones o las armaduras resistente del enemigo

— ¡Llegaron los refuerzos de los Espiritistas! ¡Inmediatamente repelan esas fuerzas!

— ¡No es suficiente con sólo el escuadrón de exploración! ¡Necesitamos pedir refuerzos a las tropas!

— ¡Como si les dejáramos, Demonios!

Las espadas de ambos bandos se enfrentaron entre sí. Los violentos sonidos metálicos resonaban por el valle y hacían doler las orejas.

Mientras enfrentaba un Demonio con su espada, Rook echó un vistazo al lugar donde estaba la entrada del acceso directo al «Sello».

Se dio cuenta que ese lugar que parecía ser nada más que una brecha entre las rocas a simple vista, en realidad era el camino de acceso directo al «Sello».

— Está bien, si es ahora, yo…

— ¡Como si te dejara, mocoso!

Rook divisó una enorme sombra que se le acercaba desde arriba a la derecha antes de que pudiera correr hacia la brecha.

Saltó de su caballo y escapó al suelo.

En el siguiente instante, con el suelo vibrando, el caballo que Rook montaba fue asaltado por una vara enorme. El animal quedó aplastado, sin tiempo siquiera para gritar.

Esto había sido hecho a su caballo…

— ¿Oh? Así que lo evitaste. ¿No eres un mocoso con suerte?

— Tú…

El que estaba en su camino era un gran Demonio vaca. Tenía músculos abultados y una altura que te hacía alzar la cabeza para mirarlo.

Podía mover con facilidad el mazo que era tan grande como él.

Rook lo observó con atención.

Por lo que él sabía, el Demonio vaca delante de sus ojos era alguien que debió haber muerto en la batalla en Myuuz. Originalmente, él habría sido asesinado por Celestina.

No debía estar en la última batalla decisiva.

Con sus labios comenzando a temblar, Rook llamó al nombre del Demonio, mientras un sudor frío le corría por la frente.

— Rudogar Gortoberuk.

Kiara
Y el antiguo general hace su aparición. Esto está bien bueno, gracias por leer. Nos vemos en el próximo capítulo~
Limsah
Woo, General ¡destroce a ese princeso!

8 respuestas a “Riku – Capítulo 96: El asalto”

  1. Muchas gracias por el capítulo, y nos acercamos al final, así k se dan múltiples batallas entre los protagonistas, rayos, general Gortoberuk, prepárate para luchar contra el Sr Demonio.
    Saludos

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