Riku – Capítulo 98: La Tierra del Sello

Traducido por Kiara

Editado por Nelea

Corregido por Sharon


Había un proverbio en la sociedad demoníaca.

“El Señor Demonio arroja a sus propios hijos del acantilado”.

Las generaciones de Reyes dejarían dejarían caer a sus hijos por el acantilado, y sólo harían de sus sucesores a los que sobrevivieron. Esta costumbre no sólo fue hecha por los Señores Demonios, sino que también fue popular entre los Demonios más influyentes.

Leivein Adlar era alguien que pasó por esta prueba.

Incluso ahora recuerda ese día.

Cuando era joven, su padre lo llevó a un acantilado junto con sus hermanos. Recordó sentir el fondo de su estómago enfriarse en el momento en que miró hacia el acantilado.

El vasto mar se extendía a lo lejos.

Aunque las olas estaban tranquilas, porque el acantilado daba la impresión de estar de pie en lo alto de un pino, podía sentir la altitud en su cuerpo. Sentía que definitivamente moriría si caía de allí.

—La Familia Adlar no necesita a los débiles que mueran.La Familia Adlar no necesita a los débiles que mueran.

Diciendo eso, su padre le dio una patada.

Inmediatamente después, oyó los gritos de sus hermanos que seguían detrás de él.

No tenía el tiempo libre para mirar hacia atrás, ni para preocuparse por su seguridad. Después de enfrentarse a un impacto que sentía que rompería su cuerpo, dio un respiro mientras movía sus brazos y piernas para oponerse a las olas.

En lugar de respirar, decir que estaba jadeando sería una mejor manera de describirlo. A veces terminaba bebiendo algo de agua de mar, que luego se quedaba en su garganta.

Fue doloroso, agonizante y agotador. Cuando se dio cuenta de que no podía mover sus extremidades porque las sentía de plomo, ya había golpeado la orilla. Recordó cómo las alas de su espalda le pesaban, pesadas como si fueran un trozo de metal.

Con la mejilla hacia la playa blanca, echó un vistazo a la distancia. Había alguien derrumbado.

Leivein recordó haber visto la ropa que llevaba esa persona. El viento soplaba en su ropa y cabello, haciéndolo revolotear a izquierda y derecha.

Trató de gritar por el nombre de sus hermanos, pero debido a que su garganta estaba seca, sólo salió aire cuando abrió la boca. Debido a que no podía levantar la voz, y no podía moverse, sus párpados comenzaron a volverse pesados.

Aunque sólo era un niño, sintió intuitivamente que su muerte se acercaba.

Sus hermanos estaban muertos. Probablemente también iba a morir.

Frente a esa realidad, su corazón comenzó a temblar.

Su cuerpo comenzó a crujir por todos lados. Un dolor que sentía dentro de sus huesos empezó a extenderse por todo su cuerpo. A causa del agua de mar, su cuerpo se enfrió y no pudo detener su temblor.

¿Cuánto le aliviaría si muriera y finalmente se liberara de toda esta agonía?

Teniendo tales pensamientos hipnotizantes, empezó a sentir que debía dejar que el sueño envolviese todo alrededor, dejar que se apoderará de su cuerpo y de su conciencia. Pero al mismo tiempo… también deseaba no morir.

No quería morir en un lugar como éste. Él todavía quería vivir.

Leivein quería volver a su casa, aunque sólo estuviera un poco lejos del mar. Poniendo todo su corazón, fue capaz de mover un dedo.

A pesar de que puso todo su esfuerzo, sólo pudo rascar la arena. No podía hacer ningún progreso en absoluto. Pero aun así, reunió fuerzas profundas de su corazón y avanzó…

Fue en ese momento que sucedió.

—¿Qué ocurre, chico?

Vio un pie.

Cuando levantó la cara, vio a una joven que lo miraba con curiosidad. Tenía cuernos magníficos, un refrescante pelo dorado, bellos ojos redondos llenos de curiosidad y una suave piel blanca.

—Todavía quieres vivir, ¿verdad?

La joven sacó una cantimplora de agua de su bolsa y la llevó a su boca.

—Puedes beber si quieres vivir. Si no lo quieres, no bebas. Me gustan los Demonios que tienen una fuerte fuerza de voluntad. El Ejército del Señor Demonio debe mantenerse fuerte después de todo.

Al ver a Leivein poniendo su boca en la cantimplora, la chica mostró una sonrisa.

Era como una flor que brotaba en el desierto. Sus ojos estaban siendo succionados por esa sonrisa encantadora.

Ese Demonio era Charlotte Demonz.

Ella era la chica que tomaría la posición de representante del Rey después del sellado del Señor Demonio.

♦ ♦ ♦

Eso era oscuridad.

Asaltado por la sensación de prisa, Rook Barusak continuó su camino mientras arrastraba su mano sobre la pared.

Al principio, la luz aún llegaba a la cueva. Sin embargo, después de  diez metros, su campo de visión quedó completamente nublado por la oscuridad.

Incluso en los momentos en que estaba en lugares oscuros o cuando se movía en la noche, sus ojos aún se acostumbraban a la falta de luz. Sin embargo, esta vez la negrura era absoluta.

En este mundo que carecía de luz, sus ojos no se acostumbraron. Incluso si él concentraba sus ojos con todo lo que tenía, todavía era sólo oscuridad y nada más.

A pesar de que sólo habían transcurrido unos minutos, sentía que ya habían pasado más de diez minutos.

Debido a eso, cuando finalmente fue capaz de ver un poco de luz, soltó un suspiro de alivio. La verdadera identidad de la iluminación era el musgo verde claro que alumbraba levemente el camino.

Usando la planta que crecía en las paredes de piedra, siguió cuidadosamente paso a paso.

Una luz más brillante venía de la esquina un poco por delante suyo.

Era la ubicación del «Sello»… En otras palabras, el lugar de su última batalla.

Rook apoyó su cuerpo en la pared justo al lado de la esquina. Con una de sus manos, comprobó la cantidad de flechas que le quedaban, y con la otra agarró su espada.

Solo un poco más.

Si giraba esa esquina, todo habría terminado.

Como para sacar a relucir su espíritu de lucha, Rook respiró lentamente dentro y fuera. Y luego, miró con cuidado a la esquina.

Tal vez porque había estado caminando en un lugar tan oscuro durante todo este tiempo, sólo por ver un poco de brillo sus ojos comenzaron a sentirse deslumbrados. Entrecerrando los párpados, trató de comprobar la situación del lugar, aunque sólo fuera un poco.

En ese lugar había una cabaña de piedra.

En esa sala abierta, el olor de la humedad flotaba alrededor.

A lo lejos sentía una presencia solitaria.

Había un ataúd de piedra consagrado dentro de la choza de piedra y antorchas en las paredes paralelas unas a otras que iluminaban el sarcófago y le daban un mal presentimiento.

Sobre el ataúd de piedra había alguien. Cuando el fuego de las antorchas reveló el rostro de esa persona, Rook soltó un suspiro de alivio.

—Princesa.

Rook tragó y comparó la situación con su conocimiento del juego.

Para que el ataúd de piedra se abriera, era necesario sacrificar la sangre de la Realeza y de un Espiritista de una de las Cuatro Familias Espiritistas.

Si dejaba que sucediera, el Señor Demonio sería resucitado y el mundo caería en el caos.

Desde su punto de vista, todavía era imposible saber con certeza si la Princesa estaba viva. Se dio cuenta de que nadie más que ella había sido traído allí; nadie de la sangre de una de las Cuatro Familias Espiritistas distintas a la suya, Raku y Riku, que también compartían su sangre.

Eso significaba que el Señor Demonio todavía no había resucitado. distintas a la suya, Raku y Riku, que también compartían su sangre.

Eso significaba que el Señor Demonio todavía no había resucitado.

Sí, el Señor Demonio seguía sellado.

Rook no vio a nadie más que a la Princesa. Tal vez habían ido a buscar a alguien más que Rook para el sacrificio. Aunque no podía bajar la guardia sólo por eso… Era demasiado conveniente para él.

—¡Princesa!

Reuniendo su fuerza, Rook se adelantó.

Era su oportunidad perfecta ahora que nadie estaba cerca. No debe dejar pasar esta oportunidad. Sus pasos apresurados resonaron en la habitación.

—Vine a salvarte, Princesa. Rápido, necesitamos…

Sin embargo, cuando se acercó, finalmente se dio cuenta.

La chica estaba completamente quieta. Su nariz pequeña, labios bien formados, senos abundantes y dedos finos no se movían ni siquiera un centímetro.

Sí, era como si fuera una muñeca.

—¿Puede ser que sea falsa?

¿Era una trampa para atraer a Rook? Mientras reflexionaba sobre la posibilidad, le tocó la mejilla con sus temblorosos dedos. Una vez que hizo eso, un filamento de sangre fluyó de sus labios azulados.

En ese instante, la emoción que sintió al encontrarla desapareció de una vez.

Ya era demasiado tarde.

No llegó a tiempo.

Sin palabras, y sin siquiera ser capaz de mover un paso, sólo podía seguir mirando a su cadáver. Ahora que se dio cuenta de que la Princesa había muerto, necesitaba llevarse su cuerpo y escapar para evitar que se rompiera el sello.

Aunque sabía lo que tenía que hacer en su cabeza, no era capaz de moverse.

Repitiendo su respiración rápida, fue capaz de calmar su corazón palpitante.

Y entonces, cuando dio un largo suspiro, un fuerte latido de alas rompió el silencio.

Rook levantó inmediatamente la cabeza.

Al mirarlo, vio una figura negra que se le acercaba desde el techo. Reconociendo que el dueño de la silueta llevaba consigo una cuchilla brillante, muy brillante, Rook logró recuperarse de su sorpresa.

La figura asaltó a Rook con su espada para alejarlo de la Princesa. El sonido metálico y las chispas que salían de sus cuchillas alejaban la oscuridad.

—Reconoceré tu valentía por venir hasta aquí sólo para salvar a esta mujer, Rook Barusak.

Frunciendo el ceño, Rook miró a la figura negra… A Leivein Adlar.

Sintió que una roca lo aplastaba. Frente a esta fuerza abrumadora que hizo que entumeció sus brazos, apretó los dientes.

Él sabía desde el principio que los Demonios no eran oponentes fáciles hasta el punto de que uno sería incapaz de suprimirlos con una sola mano. Inmediatamente llevando su otra mano para apoyar su espada, cambió de defensa a ofensa. Mientras que en realidad él quería seguir defendiendo y esperar a que su oponente mostrará una apertura, estaba claro que sería superado si sólo se enfocara en defender todo el tiempo.

—Puedes arrepentirte de venir aquí ahora.

—¡Como si fuera a hacerlo!

Apuntando a la brecha en la armadura de Leivein, con suavidad y rapidez balanceó su espada.

Si podía cegar a su oponente usando su Poder de Prohibición Demoníaca, la luz plateada, hará que la batalla prosiga con suavidad.

Sin embargo, aunque Leivein estaba a punto de quedar cegado por la luz, ya había visto a través de su técnica.

Después de todo, poseía grandes alas que incluso podían bloquear las flechas infundidas con el poder de los Espiritistas

Rook no estaba seguro de que pudiera vencerlo en un combate directo.

Sin embargo, no había manera de que pudiera perder ahora. Ya fuera por el bien del juego, o por el bien del mundo, esas cosas no importaban.

—Yo, por mi propio bien, te derrotaré.

—Inténtalo, Rook Barusak.

La gran espada de Leivein tan larga como su propia altura fue barrida por la delgada espada de Rook.

A pesar de que era un Espiritista, al final no era más que un humano. No podía defenderse de esa espada cuyo ataque llevaba consigo una ráfaga de viento.

Al ser enviado volando por la repentina ráfaga, su pequeño cuerpo chocó contra la pared.

—¡Kuhah!

Una fuerte sensación de entumecimiento recorrió su espalda.

Sabía que era el sabor de la sangre lo lo que se extendía en su boca.

Lamiendo sus labios que fueron cortados por la presión del viento, trató de levantarse lo más rápido posible. Llevando su espada verticalmente, Rook dio un puntapié al piso áspero y saltó de nuevo.

Leivein también fue a atacar a Rook sin perder tiempo. La fuerza y ​​la velocidad de ese ataque estaban por encima de lo normal. Por otro lado, Rook no sólo saltó imprudentemente.

—¡Ve!

En el instante en que ambas espadas se superpusieron, Rook cambió la dirección de su arma. Rompió magníficamente el ataque de Leivein y lanzó un agudo ataque horizontal. Sin embargo, el ataque dirigido a su cuello fue superficial.

En su piel quedó un rasguño de poca profundidad.

Rook chasqueó su lengua mentalmente y procedió a sacar su siguiente mano.

—¡Luz de plata!

Rook rápidamente reunió su poder de Prohibición de Demonios en su espada antes de que Leivein pudiera entrar en la ofensiva.

Como era de esperar, incluso él tuvo que cerrar los ojos contra un disparo instantáneo. Por supuesto, seguía siendo la persona que ascendió hasta convertirse en un General del Ejército del Señor Demonio.

Al menos podía presumir que su oponente estaba apuntando para su vida ahora. Reflexivamente cerrándose en sus alas, protegió su cuerpo.

Sin embargo….

—¡Rook, sigue presionándolo! ¡Te cubriré!

Esas palabras alentadoras resonaron desde la entrada.

A pesar de que había sido sólo un instante que su atención se desvió y que perdió sus alrededor por cerrar los ojos, se convirtió en un error fatal para Leivein Adlar.

Rook también tenía los ojos cegados. Sin embargo, utilizando su intuición y su memoria, y confiando en la precisión de sus técnicas que había estado entrenando, apuntó hacia el cuello de Leivein.

Alentado por la voz de Raku que venía detrás suyo, apuntó sin vacilaciones. Sin embargo, había cometido un leve error de cálculo.

Debido a que sus ojos también estaban deslumbrados, terminó cortando diagonalmente el hombro izquierdo de Leivein, quitándole su brazo.

Cuando el Demonio que prohibía el poder y la luz que llenaba todo el lugar se estableció, pudo ver a Leivein Adlar respirando con dificultad. Ni siquiera se veían huellas de su magnífica ala. Desde el corte, una gran cantidad de sangre fluía como un río.

—Hah… Hah…  Has perdido tu oportunidad…  Para derrotarme…

—No, creo que mi hermanito ha hecho muy bien.

Antes de que nadie lo notara, Raku estaba de pie al lado con una cara orgullosa.

El abrigo blanco que llevaba no convenía al campo de batalla. Sin embargo, toda la capa estaba manchada de sangre.

—Raku-ane…  Tu abrigo…

—Eso que importa, puedo cambiarlo más tarde… Lo has hecho bien, Rook. Ahora déjame el resto.

Mientras decía eso, Raku sacó una granada de mano.

El poder de los explosivos de Raku estaba garantizado. Con sólo uno de ellos, era posible volar a Leivein en pedazos. Afortunadamente, había perdido su ala izquierda, y por lo tanto no podía escapar por el cielo. Tampoco podría proteger su cuerpo.

Le sería imposible evadir el explosivo lanzado contra él con su cuerpo adolorido y su conciencia desapareciendo.

Afuera, Gortoberuk no era más que un cadáver. Dentro, Leivein también estaba incapacitado para el combate.

Una vez que los Espiritistas derrotaron a esos dos, los Demonios restantes no serían un problema.

Serían capaces de detener el despertar del Señor Demonio. Y entonces, la Tierra del «Sello» volvería a caer en el sueño.

Con eso, finalmente habrían sido capaces de impedir que el mundo fuera destruido.

—¡Esto termina aquí!

La voz de los hermanos Barusak se superpuso. La granada de mano fue arrojada de la mano de Raku. Pero en ese instante…

—No te lo permitiré.

Una chica pelirroja saltó entre ellos.

Con una velocidad que haría abrir los ojos, ella saltó delante de Leivein. No se detuvo allí, sino que giró su alabarda de inmediato.

El arma lanzó la granada de mano de regreso, volando frente a la nariz de su fabricante.

—¡¿R-Raku-ane?!

Rook trató de correr hacia Raku. Sin embargo, no fue capaz de avanzar contra el brillo y la onda expansiva de la explosión.

Una vez que la luz y la explosión se aclararon, ya no había nadie parado allí.

Sólo quedó un abrigo quemado negro que no conservaba rastros de su forma original. Bajo él había un bulto que despedía un olor fétido.

—Una manera tan anticlimática de morir. Pero no estés triste, Rook Barusak.

Las brasas de la explosión brillaron en la encantadora sonrisa de la chica que lanzó la granada de mano… Riku Barusak.

Sin poder seguir la situación que se había invertido de repente, Rook sólo pudo mirar sorprendido la traviesa sonrisa de su hermana sanguínea.

Kiara
Aquí yace el último miemrbo del harem de Rook, Raku. Ah, pero qué capítulo más emocionante, ¿verdad? Nos vemos en el próximo, dos para el final
Nelea
¡Pues regresé! No quería spoilers, pero bueno. Me comentaron que necesitaban ayuda para editar estos últimos capítulos

8 respuestas a “Riku – Capítulo 98: La Tierra del Sello”

  1. Ya volvi y estoy esperando ver el final
    PD: es solo teoria pero creo que riku se sacrificara para despertar al rey demonio ya que necesita sangre de una de las 4 familias y creo que ella es uno de ellos

    1. Gracias por leer, oh me gustan las teorías pues te digo que si, Riku puede romper el sello con su sangre ya que ella es un descendiente directo.
      Esperemos a ver si tu teoría es cierta o no.

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