Baño de la Diosa – Capítulo 2: Piedra de fuego

Traducido por Endgame

Editado por Sakuya

Corregido por Maru


Teo Keh no podía calmarse y andaba alrededor del pabellón.

Aunque el grueso pabellón bloqueaba el sol por encima de su cabeza, la temperatura en el interior era muy elevada.

Sin embargo, Teo Keh, ni siquiera abrió las ventanas, ni quito la cortina que estaba colgada cubriendo la entrada, solo se limitó a caminar en círculos, como si estuviera siguiendo el patrón de la alfombra.

—… ¿Todavía no lo tienen? ¿Aún no lo encuentran?

Por su frente corría el sudor y su digno bigote había perdido su brillo.

Teo Keh había servido al primer Rey del Reino Yohk’Zai, Tenuhg, antes de que él hubiera revivido el país, estando a su lado para apoyarlo.

Cuando Tenuhg estaba restableciendo el país tenía 31 años. Pero en ese momento, Teo Keh solo era un joven adolescente. Sin embargo, viendo el excepcional talento de Teo Keh en la política, Tenuhg lo designó como el primer ministro cuando solo estaba en la mitad de sus 20 años.

El recién revivido país, continuó con fuerza expandiéndose, tomando a diez extraños clanes que había alrededor y a dos pequeños países de sus alrededores.  En un instante, se había convertido en una gran nación que controlaba casi todo Zaharya.

Tenuhg era un héroe. Al menos, era un héroe para Teo Keh y los ciudadanos de Yohk’Zai. Tenuhg poseía un tenaz cuerpo y una poderosa vitalidad que hacía juego con su estatus de héroe. Continuó gobernando Yohk’Zai como un rey fuerte, hasta que murió a los 71 años en la cama de su concubina favorita de 48 años. (algo me dice que murió por… ustedes ya saben jajaja)

Sin embargo, un héroe no tiene necesariamente héroes como hijos. El sucesor de 46 años de Tenuhg, Iyoh, no era más que un hombre de buen corazón. Si él hubiera nacido como un plebeyo en la ciudad, probablemente habría tenido una feliz y afortunada vida.

Por desgracia, Iyoh nació como el hijo de Tenuhg. No había manera de que un país, que estaba recién resurgiendo y, el cual, todavía tenía muchos problemas por resolver, fuera adecuado para alguien como él. Como resultado, en solo 4 años, el Reino iba en decadencia.

Iyoh pudo haber sido un tonto que ni siquiera se había dado cuenta de la catástrofe de su nación o ser un obstinado hombre que se había vuelto arrogante desde que se convirtió en rey. Pero la situación todavía era mejor, porque Iyoh, no era ninguna de estas dos cosas.

Aun así, él se lamentaba de su propia debilidad y fue incapaz de soportar la presión. En un instante se volvió cada vez más delgado y luego finalmente sucumbió a la enfermedad dejando este mundo. Hijo y padre habían muerto.

Su reinado había durado 4 años y unos pocos días más. Murió cuando había cumplido sus 50 años.

Lo peor fue que no había dejado a ningún hijo.

Naturalmente hubo una disputa por el sucesor.  Parecía que una lucha por el trono estallaría entre los dos hijos en ley (no de sangre) de Iyoh y los hijos de Tenuhg quienes eran los hermanastros menores de Iyoh.

—… ¡TONTOS!

Teo Keh no podía creer tal estupidez.

Si esto se volviera una guerra interna, incluso la insatisfacción de los clanes y los países afiliados se podría volver en su contra. Para él, era obvio que el futuro del país era caótico y se llegaría a dividir.

Mientras continuaba los días rechazando y apartando las invitaciones de cada facción, un día recordó a una cierta criada que había echado del palacio hace mucho tiempo

A pesar de ser una sirvienta que solo lavaba la ropa, tal vez como una broma de Dios, cuando ella tenía 14 años, de todas las cosas que pudieron pasar, comenzó una relación con Iyoh.

Para cuando Teo Keh se dio cuenta, ella ya estaba embarazada.

Un niño con una mujer sin ninguna posición o linaje. Aún más, Iyoh aún no era un adulto.

Teo Keh le dio dinero a la mujer, y la expulsó del palacio.

Y así, Teo Keh le dijo a Iyoh que ella había aceptado alegremente el dinero de consolación después de haber abortado.

Sin embargo, la verdad era diferente. Ella no había abortado al niño.

Teo Keh se había preparado incluso para usar la fuerza y obligarla, pero la mujer gritaba y se aferraba a él.

No quería poder ni riquezas. Ella solo quería dar a luz al hijo de la persona que amaba. No le causaría problemas a Iyoh o ninguna otra persona. Solo le pedía el permiso para dar a luz.

Al ver a la mujer que gritaba mientras sostenía su vientre, Teo Keh no fue capaz de hacerlo.

Después de prometer que nunca nombraría el nombre del padre de su hijo y que viviría en una tierra lejana, dejó ir a la mujer.

Ese niño pudo haber sido un varón… Pensó Teo Keh.

Era una mujer que tuvo que correr del propio palacio.

Sabía que estaba siendo egoísta. Sin embargo, no tenía ningún otro plan.

Y así Teo Keh siguió los pasos de la mujer, y descubrió que ella había dado a luz a un varón.

Si fue suerte o desgracia, la mujer había fallecido hace diez años. Al enterarse de que el niño con la sangre de Iyoh estaba trabajando como miembro de un grupo de comerciantes en el desierto, Teo Keh en secreto envió soldados para encontrarlo.

Pero este fue el resultado. Nada.

El rayo de luz que había encontrado después de tantos problemas había desaparecido, su grupo había sido atacado por bandidos y para cuando otros comerciantes los encontraron, sus restos estaban enterrados bajo la arena.

Cuando Teo Keh recibió esa noticia, comenzó a planear el escape de su clan fuera del país.

Sin embargo, no importa cuánto excavaran en la arena, no pudieron encontrar a alguien como él. Los únicos cuerpos que encontraron fueron la de los jóvenes hombres en su mejor momento y al final, no pudieron encontrar el cuerpo que debería tener 35 años.

Aunque este fuera de lugar, Teo Keh quería agradecerle a Dios.

No obstante, las circunstancias son las que eran, no podía predecir el resultado y su tiempo era limitado. Lo que es más, la única pista que tenía de él, eran los pendientes que Iyoh le había dado a la mujer. Como herencia de su madre, estos pendientes están hechos de una roca azul, llamada lipse y según el informe, él nunca se había separado de estos por los últimos 10 años. Si no fueron tomados por los bandidos, entonces deberían estar colgando todavía de sus orejas.

Teo Keh oraba. Rezó con todo su corazón.

Después de continuar con su oración en silencio con sus ojos cerrados. Cuando separó los párpados de nuevo, comenzó a dudar de sus ojos.

—… ¿De nuevo? Necesito un descanso…

Y entonces, también comenzó a dudar de sus orejas.

—Mujer… ¿Qué estás haciendo?

Lo que estaba ante él, era una muy extraña escena.

Como si un rectángulo hubiera sido cortado, una cierta parte del pabellón había cambiado y dentro de eso, había una mujer con piel color miel, pero con un aspecto que era básicamente… desnuda. Ella estaba de pie ahí con las burbujas goteando desde su cuerpo y apretaba firmemente un objeto de color rosa.

—Bien, estoy limpiando el baño. ¿Algún problema?

—¿Limpiando el baño? ¿Ese es un baño?

—Sí, es un baño. ¿Qué haces? No parece que estés perdido, ¿verdad?

—No estoy perdido, pero… ¿Qué es lo que exactamente está pasando? ¿Es usted… una usuaria de las… artes oscuras?

Teo Keh notó que su propia voz estaba temblando cuando hizo la pregunta.

—¿Eh? ¿Artes Oscuras? Como si pudiera hacer algo por el estilo. ¿No es algo que hiciste tú?

—¡Absurdo!

Cuando accidentalmente elevó su voz, los hombros de la mujer comenzaron a temblar. Parecía asustada, pero en un momento, su expresión de volvió enojada.

—¡Oye! No levantes la voz. ¡No sé lo que está pasando! Es decir, justo la noche anterior un hombre apareció perdido y ahora hay un anciano gordo y arrogante. Qué está pasando…

Su vigorosa voz del principio, se fue deteriorando rápidamente. Al ver a la confusa y deprimida mujer que parecía que iba a llorar en cualquier momento, Teo Keh se puso nervioso. Después de todo, él era esencialmente débil con las lágrimas de las mujeres.

—L-Lo siento… Estaba un poco agitado, ¿está bien? Siento las molestias.

Después de limpiar su rostro con su delicado desnudo brazo, ella con fuerza apretó sus labios. Al ver que no iba a empezar a llorar, Teo Keh se sintió aliviado.

—Pero aun así, ¿qué diablos es esto?

Cuanto más tiempo se miraba, más extraña era esta escena.

Ese espacio había aparecido de repente en el oscuro pabellón. Se abría desde su cintura hasta por encima de su cabeza, como una pintura flotando en el aire.

Sin embargo, era una pintura donde la persona se movía y hablaba. Y lo que es más, donde la persona era una mujer con un aspecto extraño.

Teo Keh miró fijamente a la mujer.

Su pálida piel era similar a la de la gente del norte, pero a pesar de eso, sus rasgos faciales eran muy suaves.

La ropa que llevaba también era bastante extraña. Una tela de color azul claro cubría sólo la parte de arriba de su cuerpo pero dejaba al descubierto sus hombros y sus brazos.

En cuanto a sus piernas, todo desde los muslos hacia abajo estaban al descubierto. Y a pesar de eso, esta mujer no mostraba signos de vergüenza, sino todo lo contrario, estaba calmada.

—Hey, ¿estás preocupado por el agua?

—… ¿Agua?

—Mis suministros de agua no están particularmente en problemas, pero…

Teo Keh frunció el ceño. Mientras inclinaba la cabeza preguntándose el por qué esta mujer pensaba que estaba preocupado por el agua. De repente se quedó sin aliento.

—¿Dijiste que algo como esto te había pasado antes? Has dicho “de nuevo”, ¿verdad?

Si sus recuerdos no estaban mal, eso había sido lo primero que dijo.

La mujer había experimentado esto antes. Y fue con una persona que necesitaba agua.

Teo Keh estaba lo suficientemente agitado que sentía que el fondo de sus entrañas se saldrían en cualquier momento.

—¿Qué tipo de per-? ¡¿Qué tipo de persona conoció?! ¡¿No estaba usando un par de aretes azules?!

Se sentía como si estuviera siendo tirado por un delgado hilo.

Teo Keh se inclinó hacia adelante por la emoción y firmemente agarro el plateado marco del agujero rectangular.

—S-Sí. Él era.

¡Realmente era él!

Para alguien que no había creído en los Dioses ni siquiera un poco, en este momento su fe había dado un giro de 180°.

—¡OHH! ¡Dios! Muchas gracias. ¿Cómo eran los pendientes? ¿Qué tipo de diseño tenían? Por favor, dígame algún detalle.

—No me importa, pero…

Al ver como el aliento de Teo Keh se volvía cada vez más y más desenfrenado, la mujer se inclinó hacia atrás levantando sus brazos y le mostró las palmas de sus manos para tratar de calmarlo.

—Um, bueno… ¿Podrías no enfadarte?

Quizás se sentía culpable por algo y de repente la mujer se quedó mirándolo.

—¿Q-Qué pasa?

La mujer tomó algo de un estante rectangular, que estaba unido a la pared, antes de ir lentamente hacia Teo Keh.

—¡¿Esto es?! —Los ojos de Teo Keh se agrandaron.

Estos pendientes sin duda eran lo que estaba buscando. Tenuhg le había dado esos pendientes a la madre de Iyoh, la Reina. Después ella se los paso a Iyoh y entonces él, se los pasó a la chica que le gustaba. Y al final, ella se los heredó a su hijo; estos eran inconfundiblemente, el par de pendientes lipse.

Pero algo había sucedido y esos pendientes solo tenían la mitad de su tamaño original.

—Ohhh, ohhhh. ¿Qué les ha ocurrido?

Recibiendo los pendientes de la mujer, Teo Keh cerró los ojos.

El lugar donde se había sido cortado, era más perfecto de lo que jamás se había imaginado. Quien había cortado esto, sin duda era alguien de gran habilidad.

Si hubiera una persona con esta habilidad entre los bandidos, entonces… Teo Keh supuso que el príncipe había muerto y cayó derrotado de rodillas.

Él había… no, Yohk’Zai había perdido su esperanza.

—Ummm. Lo siento mucho acerca de esto. No pensé que estaría tan deprimido. Um, no fue a propósito ¿sabe? No tengo idea de cómo sucedió después de todo. Pensar que desaparecerían una vez lo sacara del baño. Nadie hubiera esperado eso, ¿verdad?

—… ¿Ah?

Al escuchar las palabras de la mujer, Teo Keh perdió la oportunidad para decirle lo que estaba pensando.

—Desapareció. Cuando traté de tomar el pendiente del cuarto de baño, las partes que pasaron el límite de la puerta, ¡desaparecieron! Ah, y no me pregunte, por que, ¿de acuerdo? No tengo ninguna idea tampoco, después de todo.

La mujer desesperadamente trató de explicarlo con una ansiosa voz.

Fue una increíble y loca historia, pero no parece que la mujer estuviera mintiendo.

—Desapareció…

Si esto era cierto, entonces era algo que Teo Keh podía celebrar.

—Entonces, ¿quién llevaba estos pendientes está seguro? —Teo Keh tragó saliva.

—Sí, lo está. Para ser una persona perdida en el desierto, era bastante animado.

—¡¿De verdad?!

Cuando inclinó su cuerpo a través de la ventana, retrocediendo un poco abrumada y silenciosamente asintió.

—¿Qué es de esa persona? ¿A dónde fue?

—¿Dónde…? Ah, si mal no recuerdo, dijo que se dirigía a la Ciudad Oasis en el este. Y nos habíamos encontrado el lugar de Zaharya. Dijo que había salido del desierto y ciertamente, el lugar se parecía más a un terreno baldío que a un desierto. Pero la arena llegaba de frente a esta ventana y era muy peligroso limpiarlo desde arriba. Así que tal vez, recién había salido del desierto, ¿eh?

—¿Tenía un Ruba?

—¿Un Ruba? ¿Qué es eso?

Teo Keh, no sabía cómo responder la pregunta de la mujer.

Por la reacción de la mujer, parece que él no llevaba un Ruba con él.

Si hubiera estado tirando de un Ruba, la reacción de la mujer, probablemente hubiese sido diferente después de todo.

Con los ojos cerrados, la mente de Teo Keh, estaba proyectando el mapa de Zaharya.

Zaharya era enorme.

Probablemente no había comerciante tan estúpido como para caminar por el desierto sin un Ruba durante el día y sin agua ni comida suficiente.

Para un hombre, ir a pie desde el sitio donde lo atacaron los bandidos, caminar solo por la noche, le llevaría 3 o 4 días salir del desierto. Después de eso, si caminara durante un día entero sin parar, alcanzaría una importante ruta comercial.

Si busco ayuda en una ruta comercial, con muchos comerciantes que van y vienen, entonces, debería estar llegando a la ciudad oasis alrededor de… ¡ahora!

—¡Niña! Se lo agradezco. Gracias a usted, la vida de las personas inocentes de esta nación, pueden haber sido salvadas. No, más bien, vamos a salvarlos.

—Ja, ja… Eso suena como un montón de trabajo. Ummm, por favor, intente dar lo mejor.

La boca de la mujer se movió desconcertada.

Ella no sabía nada de las circunstancias de Teo Keh después de todo, por lo que no se podía evitar. Teo Keh bajó su mirada hacia el pendiente en su mano antes de enderezar su postura y mirar a la mujer.

—Soy el primer ministro de Yohk’Zai, Teo Keh. ¿No me daría el pendiente?, estoy dispuesto a compensarte con todo lo que desees.

Por fin había encontrado una pista hacia el príncipe. Teo Keh no podía evitar sentir que si se separaba del pendiente, el rayo de esperanza que por fin había encontrado se le escaparía de las manos.

—Eh… está bien. Para empezar, fue algo que intercambié por agua después de todo.

Teo Keh estaba en guardia, pensando que se quejaría de su propuesta tan extravagante, pero la mujer accedió

—¿Qué quiere a cambio de esto? ¿Oro? ¿Joyas?

Cuando Teo Keh dijo esto, la mujer frunció el ceño, y luego suspiró.

—Ya veo. No estaba bien tomar algo gratis, ¿verdad?. Ummmmm… bueno, entonces, por favor tráigame cualquier vieja roca de por aquí.

Más que admiración, lo que sentía Teo Keh era asombro. Qué mujer poco codiciosa.

—¿Esta bien con eso? Si lo desea, podemos darle una posición apropiada en nuestro país, ¿sabe?

Cuando era demasiado generoso, en su lugar la hizo sentir incómoda.

—¿Eh? No necesito algo como eso.

Los ojos de Teo Keh parecía que iban a salir de sus órbitas. No podía creer las palabras que acababa de escuchar. Para una nación tan poderosa como Yohk’Zai , ser tratada de “algo como eso”… Ella tenía un color de piel diferente, pero pensaba que era de algún modo una mujer normal, pero como era de esperar, ella realmente puede ser una usuaria de las artes oscuras. Teo Keh de repente comenzó a tener miedo de esta mujer

—Y-Yo, voy a recoger inmediatamente una roca. Por favor, espere un poco.

Teo Keh quería terminar el intercambio antes de que la mujer cambiara de opinión, corrió lo más rápido que pudo fuera del pabellón cuando dijo esas palabras.

El sol se dice que ha nacido del aliento de la diosa Shawa, y en el mes de Onse es implacable, quemando incluso el suelo.

Teo Keh sacó un paño de su bolsillo y después de envolver la roca, que era lo suficientemente pequeña como para caber en la palma de su mano, la levantó y regresó al pabellón donde la mujer lo estaba esperando.

—¿Esto está bien?

Quito el paño y le mostró la roca. Al ver la brillante piedra de color marrón rojizo, la mujer asintió de satisfacción.

—¡Espere!

Cuando la mujer despreocupadamente se le acercó, Teo Keh le gritó en estado de pánico. Y cuando hizo eso, la mujer exageradamente sacó su mano.

—¿Q-Qué?

—¿Qué haces tocando una piedra de fuego con las manos vacías? No es mi problema si te quemas a ti misma.

—¿Piedra de fuego?

La mujer inclinó la cabeza confundida. Teo Keh estaba desconcertado. Si ella ni siquiera sabía de las piedras de fuego, entonces, ¿qué era lo que sabía?

—En el mes Once, las piedras horneadas por el sol de Shawa se convertirán en piedras de fuego. Usted ha dicho que eso era un baño, ¿verdad? Trate llenarlo con agua, y ponga esta piedra. Con un baño de ese tamaño, esta piedra por sí sola, debería ser adecuada para elevar la temperatura del baño.

—¡¿Es verdad?! Woww, tan conveniente. ¡Con esto voy a reducir la factura del gas!

Los ojos de la mujer de repente comenzaron a brillar.

¿Qué significa “con esto voy a reducir la factura del gas”? 

Al ver lo extremadamente feliz que era la mujer, tal vez incluso hasta los usuarios de magia negra tienen sus propias preocupaciones. O eso era lo que pensaba, ya que antes había pensado en ella como una abominaba y temible mujer, pero de repente ahora se sentía más cercano a ella.

—Nuestro intercambio se ha completado. Muchas gracias, señorita Maga.

Teo Keh cruzó sus brazos y expresó su agradecimiento.

—Ah, ¡espera, espera!

En el momento que la escucho, su cara se volvió rígida. Como era de esperar, la piedra de fuego no fue suficiente como compensación.

—¿Puedo preguntarte algo?

Parece que los rumores de los usuarios de las artes oscuras, sobre que en ocasiones querían información eran ciertos. ¿Qué clase de información secreta quería?, Teo Keh se comenzó a preparar.

—La persona que estaba buscando, ¿cuánto tiempo ha usado esos pendientes?

—¿Hah?

Él involuntariamente dejó escapar un tonto sonido.

—Según la información que recibí, los había estado usando desde que su madre falleció hace 10 años, pero…

¿Qué planea hacer después de preguntar algo como eso?

Que los usuarios de las artes oscuras eran verdaderamente una existencia completamente diferente fue algo que se clavó profundamente en su corazón.

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