El Sentido Común de la Hija del Duque – Capítulo 2: El amor se enfría


No puedo mantener esta farsa por más tiempo, pues, si mi memoria no me falla, en este momento ya me encuentro en la parte del juego en la que Edward, junto a los demás aristócratas que defendían a la hija del Barón, comenzarían a desacreditar mi imagen pública, con el propósito de mortificarme y señalar a Yuri como la víctima en toda esta historia. Entonces, si no puedo lograr evitar este escenario, no seré capaz de escapar del arresto domiciliario.

Ya no hay nada que pueda hacer, no puedo volver atrás. Lo más importante es evitar ser encarcelada por la Iglesia, sin embargo, eso es algo que debe decidir mi padre, no yo. No hay escapatoria a esta situación, el destino está escrito. No hay nada más que pueda hacer.

— Puesto que, no seré capaz de verlos a todos con la misma frecuencia desde ahora en adelante, aprovecharé esta instancia para despedirme. — al ser esta mi despedida no quería mostrarme abatida o frágil, por lo que corregí mi postura, intenté reunir los últimos trozos de dignidad que me quedaban e inhalé profundo — Quiero darle las gracias a todos aquellos estudiantes que fueron tan amables conmigo. El haber sido capaz de asistir a esta academia junto a todos ustedes, me convierte en la persona más dichosa del reino y atesoraré todos nuestros recuerdos. Desde el fondo de mi corazón, les entrego mi más sincera gratitud.  — sin nada más que decir comencé a caminar hacia la salida. Debido a todo este escándalo  probablemente nunca más pueda volver a mostrarme en la alta sociedad, por lo que tampoco será necesario que vuelva a la academia. — Adiós a todos.

— Iris— un escalofrío recorrió mi cuerpo al escuchar su voz —  ¡Espera!

Quería terminar de una vez con esto y salir con la cabeza en alto de ese lugar, pero no, el príncipe Edward me detuvo ¿Es que acaso no sabe leer la atmósfera? Me pregunto cómo me pude llegar a enamorar de un hombre como ese.

— Antes de que te vayas, pídele disculpas a Yuri. — al oír sus palabras me detuve y la rabia junto a la indignación me invadieron. En serio, no lo llego a comprender ¿¡Cómo pude amar a este hombre durante tanto tiempo!?

Por otro lado, creo que he escuhado mal, me pareció haber oído algo extraño. Quería que Yo, la hija de un Duque ¿se disculpara con la hija de un Barón delante de todos? Jamás. No estoy diciendo esto solo por resentimiento u orgullo, ya que después de todo ella era simplemente la hija de un Barón. No obstante, lo mismo iba para mí, ya que seguía siendo la hija de un aristócrata y el cómo me comporte ante esta situación, repercutirá altamente sobre mi casa, que tiene una gran influencia entre la aristocracia. En otras palabras, cuando me disculpe, será como si la Casa Armelia se inclinara ante la Casa de un Barón. Algo simplemente inaudito, puesto que no solo afectaría nuestra casa, sino que también, afectará a las Casa de los Marqueses y Condes, pues si un nuevo aristócrata se vuelve desvergonzado, puede crear una situación en la que el equilibrio del poder se derrumbe. Que gracioso, ni me podía imaginar que se volviera tan estúpido por amor.

En primer lugar, eso no es algo que le puede decir así como así a su antigua prometida, colóquese una mano en el corazón y ¡piense con claridad!. En segundo lugar, considere la situación, no me encuentro sola en la habitación, además, hay una gran cantidad de espectadores muy curiosos.

A pesar de que muchos parecían altamente excitados por la situación en la que me encontraba, habían algunos que me miraban con una extraña simpatía, o mejor dicho, podía ver la lastima que les producía, reflejada en sus ojos. Tal vez, sea capaz de salir de este lugar logrando que algunos se pongan de mi lado.

— No pediré disculpas. — Me volví para encarar a Edward — En cuanto a las cosas que hice, las hice con dignidad y orgullo. Incluso si eso lleva a mi destrucción, no voy a ceder. — Estaba decidida cuando hice todo eso, era lo que quería dejar claro.

— Señorita Yuri — desvié mi mirada hacia ella — ¿Qué más quiere usted de mí?  ya tomó a mi prometido, mi status… — Dejé caer unas cuantas lágrimas para dar la sensación de una heroína trágica. Con el repentino giro de los acontecimientos, muchos de los espectadores mostraron compasión en su rostro, aunque, hace tan solo unos instantes, me tomaban por villana, pero en este preciso momento los papeles se habían invertido y la víctima era yo. — Yo soy yo, es por eso que hay algunas cosas que usted no podrá robar, y que tampoco voy a dejar ir con facilidad. El orgullo, precisamente, es una de esas cosas, si me disculpo, éste se verá pisoteado, por lo tanto, no voy a disculparme ¡No voy a permitir que tomes y alejes nada más de mí! — Lo he soltado todo, y eso me relajó. Una sensación de frescor y alegría me invadió, entonces, con nuevas fuerza, me fui de allí.

La expresión en el rostro de Edward era de insatisfacción. Por otro lado, la heroína tenía la mirada perdida y el rostro en blanco, sumado al signo de interrogación que parecía asomarse en su cabeza, como si su cerebro estuviera hecho de flores.

Después de alejarme del lugar, he llegado a las afueras de la academia. Aunque, podría ser un poco extraño, debido al enfrentamiento reciente, pero confiaba en que mi buen hermano menor, nótese el sarcasmo, hiciera los preparativos para mi retiro de la institución y, tal como esperaba, ya se había puesto en contacto con la casa para que me recogieran.

Abordé el gran carruaje sola y, en cuanto a mi equipaje, mi casa probablemente se encargará de que se devuelve o se elimine. Con esto, supongo he de despedirme de la academia. Además, ya no tengo razones para quedarme, pues, según la historia, además de ser confinada y privada de mi condición social, existían también otros motivos para mi retiro, y uno de ellos era que mi propio padre me quería fuera de la Academia.

Un suspiro escapó de mis labios sin darme cuenta, pues la presión y el nerviosismo se habían ido por completo de mi cuerpo después de que la farsa había terminado. Ahora solo queda reunirme cara a cara con el “Jefe Final”, mi padre, ya que, llegado a este punto en la historia, no hay guión. Para ser franca, me siento bastante tensa.

Mientras que el carro comenzaba su camino hacia la Residencia Armelia en la Ciudad Real, el ambiente en el interior del carro se tornaba cada vez más pesado.

♥ ❤ ♥

                

3 respuestas a “El Sentido Común de la Hija del Duque – Capítulo 2: El amor se enfría”

  1. Otra vez la “heroína” del príncipe es de las q no se da cuenta de todo lo q causa x su “amor verdadero” 😒
    Gracias por la droga 😆😆😆

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido