Vida Feliz – Capítulo 31: Inseguridades

Por el momento, para calmar el ambiente, padre le dio un puñetazo a la mujer pervertida.

Padre también estaba contrariado con el entusiasmo de la mujer y por eso la limitó a una silla; aún estaba empapada por lo que frunció los labios en respuesta. Creía que padre era relativamente feminista … pero no parecía que se fuese a contener con ella. Si ella seguía con su excesivo comportamiento, él le mostraría que estaba dispuesto a golpearla de nuevo. Entonces, ella se enfurruñó y se calmó.

Estando al lado de la mujer, quien me había atacado antes en ese momento estaba llorando a lágrima viva. Como pensaba, eso no me resultó agradable. Además, a pesar de ser del mismo sexo, no fue tan malo comparado con el hijo del Conde.

—Si alguno de vosotros toca a Liz, os expulsaré a todos de la Institución Mágica, ¿entendido?

—Hahaha. No es como si fuese Caldina-san, no hay forma de que le ponga una mano encima.

—Tu eres el más preocupante. Si incluso llegas a pensar en acercarte a ella, seriamente te echaré de aquí.

—… Hahaha, de ninguna manera tranquilo.

El hombre de antes que tenía un interés en las mujeres se encontró que padre no le devolvió la sonrisa, y por un segundo se congeló su respuesta. Había pensado que era un hombre apacible y directo, pero … Siento que era mejor mantener la distancia.

Cuando di un paso atrás instintivo, el hombre con una sonrisa dijo —No, no— y movió sus manos como si me incitase a volver. Yup, no era de confianza.

—Cecil, tú también ven aquí.

No es que quisiera desprender una actitud despreocupada, pero el aura de esa persona en comparación con el trío era como comparar el cielo y la tierra. ¿Cómo debería decirlo? Se podría hacer una clara distinción basándose sólo en su aparición.

Tenía un sedoso y bonito cabello plateado, y ojos dorados. Bien proporcionado, el chico … no mejor el niño se sentó en una silla cerca de la ventana para leer.

Con su espalda contra los bordes de la pared, pensé que su figura era la de algún chico guapo mientras pasaba las páginas de su libro con una mano. Sin embargo, es lamentable llamarlo guapo cuando no tiene edad. Apuesto a que la edad del chico no era diferente de la mía.

♦ ♦ ♦

El chico llamado Cecil miró hacia aquí por un momento antes de volver a mirar su libro. Sentí que había visto esa figura en algún lugar antes. Eh, pero, aun así, no recuerdo haberle visto antes.

—Lis, este es Cecil. Es un misántropo* así que no se relaciona mucho con la gente, pero no es un mal compañero. Por favor llévate bien con él.

—Si.

[Nota Naiarah: misántropo= persona que huye del trato con otras o siente gran aversión hacia ellas]

Bien, hablaré con él mientras no llegue al punto de desagradarle. Si llega a no gustarle, estaré lo más lejos posible de él. No obstante, si su misantropía no se corrige, creo que con el tiempo lo tendrá difícil.

—Todo lo que queda es el nombre de esos tres. La persona aquí empapada es Caldina, el tonto que se ríe por allí es Felt y la que llora es Melphondo.

—Mi nombre es Caldina Harvis. Soy más o menos la jefa de sección del Tercer laboratorio. Encantada.

Estando todavía atada, Caldina-san hizo un guiño mientras se presentaba. Terminó su discurso en un tono animado y juguetón como si hubiera puesto una estrella al final de su oración. Esto la hizo parecer más joven a pesar de estar en la veintena. A pesar de ser una pervertida hasta cierto punto, podía tener aptitudes, por otro lado, no debería ser jefa de sección.

—Soy Felt, estoy encantado de conocerte. Por ahora Liz-jou, ¿podría sacarte algo de sangre?

—Te voy a despedir.

—Rehúso.

—Dura, ¿no?

—Liz, si te atacan, te doy permiso para liberar tu magia.

Es inaguantable si dejo a esta gente analizarme y todavía más, quieren aprender más de mí diseccionándome. Quiero decir, sacarme sangre…

Cada vez era más reacia a familiarizarme con ellos. Porque había aquí un montón de gente excéntrica… Ah, padre dijo que era una reunión de bichos raros.

La chica que padre había introducido permanecía vacilante y sollozaba. Mepholdo-san, ¿no? Parecía relativamente respetable. Pero, tenía cara de víctima.

—Hay aún una persona más, pero… Bueno, esa persona está normalmente fuera de modo que no tiene nada que ver.

—¿Fuera …?

—Él hace varias cosas fuera de la capital como cazar monstruos y experimentar. Parece que no volverá de momento así que no tiene nada que ver. Cecil, ¿podrás guiar a Liz por favor? De momento, ella se quedará en tu habitación.

—¿Ah?

A las palabras de padre, Cecil-kun respondió con una voz amenazante que uno no esperaría de un niño y le miró fijamente. Sin embargo, creía que tendría una voz adorable, pero sus reacciones obviamente no eran conforme a un niño. A pesar de tener una linda cara, la mirada desagradable en sus ojos emitía un aura intimidante.

—Cecil es el más digno de confianza, lo sabes. Me entiendes ¿verdad? De entre estas caras.

Caldina-san, Felt-san, Mepholdo-san, Cecil-kun. Mepholdo-san aparte, los otros dos son imposibles … Algo podría pasarme física y sexualmente mientras estuviese durmiendo.

No parecía que Mepholdo-san oyese la conversación estaba llorando, y Cecil-kun pensaba en el más o menos como un chico.

Cecil-kun aparentemente chasqueó su lengua enérgicamente a las órdenes de padre mientras me miraba furioso. Viendo cómo me estaba provocando, suspiré. Cerrando el libro que tenía en las manos, se levantó sin intentar ocultar su indiferencia.

Caminó rápidamente hacia la puerta detrás de mí y nos dejó así, salí apresuradamente y fui tras él. Bueno, parecía que no estaba muy entusiasmado con la idea de guiarme. Ya que, si quisiera hacerlo, me habría llamado para que le siguiera.

♦ ♦ ♦

Parecía que Cecil-kun tenía intención de dejarme atrás. Se puso a caminar a paso rápido. Juzgando por las apariencias, no era mayor que yo, entonces no era como si no pudiera mantener su paso.

Viéndose descontento de que hubiera trotado, rápidamente intentó recobrar su paso para dejarme atrás. Aunque actualmente estoy bien con correr.

Después de caminar un poco, Cecil-kun se detuvo y entró en una habitación. Probablemente la suya.

Viajar de y hasta casa mientras trabajas en la Institución Mágica es problemático, y hay muchos beneficios en vivir en los dormitorios. Parece que también está bien el pasar la noche en el laboratorio. Cecil-kun no era una excepción.

Pienso que es increíble poder trabajar en la Institución Mágica a la edad de Cecil-kun.

Entrando en la habitación después de Cecil-kun, él no me dirigió ni una mirada llevaba una barra de color lima de su escritorio. Oh, parece que él ha buscado algo parecido a la tiza para dibujar una línea en el suelo.

En un lado, estaba el sofá y en el otro, la cama. Los muebles en el medio actuaban como partición mientras el escritorio había sido movido al lado de la cama.

Con un silbido, Cecil-kun señaló el lado del sofá. Como no usaba palabras, entendí que me decía que podía usar ese lado.

Bueno, no es como si tuviese pensado estar por mucho tiempo y no era un problema dormir en el sofá, no tenía intención de encogerme. Después de todo, lo tomaba prestado.

—Lo tengo. Sólo usaré este espacio de aquí.

Por el momento, me disculpé a mí misma y puse mi ligero equipaje sobre el sofá. Sólo por si acaso, había traído ropa de repuesto para cambiarme mañana. Si no había suficiente, padre seguramente podría conseguir más para mí.

Cecil-kun me miró antes de salir de la habitación. Probablemente volvía al laboratorio.

Me empecé a preocupar de si Cecil-kun y yo podríamos cohabitar juntos en los próximos días.


  • Nota Nelea: Cecil kun, descuida Liz chan te ayudará a superar tu misantropía muahahaha 3:)

♥ ❤ ♥

                

2 respuestas a “Vida Feliz – Capítulo 31: Inseguridades”

  1. Ohhhhhhh 😮😮😮😮 posible husbando encontrado, repito: posible husbando encontrado; se encuentra arisco pero Liz-chan seguro lo arregle 🤣🤣🤣
    Gracias por la droga 😆😆😆

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