Vida en prisión de la villana – Capítulo 25: La noble dama acoge a algunos invitados

Traducido por Den

Editado por Sharon


Elliot también es un príncipe, por lo que hay varios eventos y trabajos que deben hacerse todos los días. Últimamente su papeleo e inspecciones han incrementado con rapidez, creando un caos de días ocupados que lo hacían olvidarse completamente de la mazmorra que había estado molestando su mente hasta ahora.

Durante uno de sus descansos para el té, dio la casualidad que miraba por la ventana y no pudo evitar verse obligado a recordar a esa mujer… Se percató de algo.

Un columna de humo se elevaba en la distancia.

No importa cómo lo mires, eso definitivamente provenía de una zona que se había vuelto demasiado familiar.

—Ah, hoy hace tan buen día…

—¿Puede verlo? Su Alteza, el humo es…

—Para un cambio de ritmo podría estar bien llevar a Margaret a dar un paseo hasta la colina.

—Por allí está la mazmorra, ¿verdad? Me pregunto si está quemando leña…

—Ahora que lo pienso, últimamente mi cuerpo se siente un poco rígido por todo el trabajo. Eso no es bueno.

—¿Eh? Huele a carne quemada… Oye, esa chica tiene bastante apetito.

—¡Bien, hoy vamos a las afueras! ¡Nos iremos tan pronto como Margaret llegue, así que ve a preparar los caballos en los establos!

—¿Su Alteza está escuchando? Parece que Rachel está tramando algo.

—Sykes, Su Alteza está fingiendo que no puede ver nada…

♦ ♦ ♦

Un poco renuente a ir y medio sintiéndose obligado, Elliot llegó a la entrada de la mazmorra y encontró a dos jóvenes organizando una estufa de barbacoa. A juzgar por su ropa, parecían aprendices de chef.

Elliot los ignoró y entró a la prisión.

—¿Eh? ¿Su Alteza, no los va a interrogar?

Sorprendido, Sykes tiró de la manga del príncipe, pero Elliot sacudió la cabeza mientras hacía una mueca como si estuviera masticando un insecto amargo.

—No importa cómo lo mires, son subordinados. El subterráneo es la principal fuente de lo que sea que esté pasando. Por lo menos, encontraremos la causa allí abajo.

—Mi hermana no puede salir de la prisión.

Elliot y George asintieron, sin estar convencidos. Sykes quiso detenerlos.

—Pero Su Alteza…

—¿Qué? ¿Pasa algo?

—Si vamos a ver a Rachel sin evitar que organicen eso ahora mismo, ¿no se habrán ido a casa antes de preparar la nuestra?

—¡¿Tu preocupación principal en este momento es la comida?! ¡¿Comida?!

Frente a la celda, un chef corpulento estaba frente a los barrotes de hierro y daba una clase de cocina a la persona que estaba dentro.

—El plato principal de hoy será un extraño filete de ternera, al estilo de la prisión. Por lo general, cocino esto en una placa de hierro para que la carne parezca más hermosa, pero con la imagen de los barrotes de su celda en mente, me atreví a asarla hoy. Decidí no añadir el jugo de carne a la salsa porque creo que la fragancia del carbón que se filtra le da al plato cierto sabor exótico.

—¡Delicioso! Esta salsa es diferente de lo que comía en tu tienda antes —dijo Rachel animada con la primera rodaja en la boca.

—Sí. Esta vez tomamos la hermosa imagen de la hija de la casa Ferguson y derretimos un poco de chocolate negro para la salsa.

—¡Ya está bien, adulador…!

Mientras el cliente y el chef compartían en armonía sus impresiones sobre el filete, Elliot gritó.

—Espero puedan incluirme en su pequeña charla.

—¿Eh?¿Para qué vino?

Mientras decía unas palabras asombrosas, estaba haciendo una expresión que decía que ya estaba acostumbrado a esto. Elliot intercambió una mirada con su séquito, y George inclinó ligeramente la cabeza al frente.

Él miró de forma orgullosa a su hermana y señaló al plato frente a ella.

—Hermana, esa comida de allí… ¿Cómo conseguiste esos platos dentro de la prisión?

—¡¿Eso es lo que quieres saber?!

El chef hizo una reverencia.

—Hice que un ayudante sostuviera el plato en el que lo habíamos colocado previamente y después de usar pinzas para colocar el plato, hice los toques finales a través de los barrotes.

—¡Ah, así que es así!

—¡Eso no importa!

Elliot comenzó a gritar después de apartar a George del camino.

—¡Rachel, ¿qué te dije?! Nada de entregas a domicilio.

Ella se tragó la comida que todavía estaba en su boca antes de asentir con sinceridad.

—Sí, eso es lo que dijiste.

—Ya veo. Entonces, ¿qué es esto?

Rachel bajó la mirada hacia el palo en sus manos.

—Bueno, Su Alteza, esto no es una entrega a domicilio.

—¿Huh? ¿Entonces qué es?

—Es un servicio de comidas—respondió Rachel con un sonrisa pura e inocente.

—¡Es lo mismo, idiota! [1]

Los ojos de Elliot se estaban poniendo rojos cuando comenzó a mirar a su alrededor violentamente.

—¡¿Qué está haciendo el guardia de la prisión en un momento como este?!

Tan pronto como las palabras salieron de su boca, sus ojos se posaron sobre el guardia que estaba sentado en su escritorio.

Tenía la misma comida servida frente a él, y su boca estaba llena de carne.

Cuando sus ojos se encontraron con los del príncipe, tragó rápidamente, sonrió y levantó el pulgar.

—¡Todo está bien! ¡No han traído objetos sospechosos! ¡También me aseguré apropiadamente de que nada estuviera envenenado!

—¡¿No estás buscando el veneno con tu comida sino que estás probando!? ¡Te estabas preguntando qué tipo de comida estaba teniendo esta mujer! ¡Te compraron con un trozo de carne…!

—No, Su Alteza, no es el tipo de hombre que podría comprarse simplemente con uno o dos trozos de carne. Por eso le servimos adecuadamente el plato completo desde el principio.

Elliot estaba pensando en hacer algo con el guardia de la prisión cuando Rachel dejó el tenedor después de terminar su último filete.

—Su Alteza, lo hice por separado, pero la entrega a… ¿No va a probarlo?

—¿Justo ahora no acabas de llamarlo entrega a domicilio?

—Debido a que la casa Ferguson está a punto de organizar una fiesta más tarde, solo estaba probando algunos de los platos que servirán.

El buen punto de Elliot fue ignorado por completo.

—A pesar de que mi hermana está en prisión, todavía hacen que pruebe la comida…

La aflicción de George también fue ignorada.

Inmediatamente después de escuchar la respuesta de Rachel, Elliot comenzó a reír.

—¿Estás catando la comida para una fiesta? ¿Aunque no puedes ir? ¿Qué? ¡¿Vas a colgar una pancarta para simbolizar tu apoyo?! ¡¿O vas a rezar por su éxito desde la distancia y que los asistentes difundan tus saludos?!

Como Rachel había sido declarada como culpable, obviamente no podría irse y asistir a una fiesta en su casa.  Tiene gracia de que estén preparando una fiesta a la que no puedes ir. ¿Pero Rachel entiende esta tonta situación?

Porque había pasado tanto tiempo desde que había sentido un placer tan intenso con respecto a su relación con Rachel, la risa de Elliot simplemente no cesaba.

Mientras observaba al eufórico Elliot, Rachel sonrió, recordando la correspondencia que estaba oculta debajo su plato.

Si te gusta el sabor, entonces estoy segura de que Su Alteza también estará complacido.

Por supuesto, también puedes asistir.

♦ ♦ ♦

Al ver a la linda Margaret vestida tan hermosa, Elliot y el resto de sus admiradores casi se tropezaron con su amor por ella.

—Hermosa Margaret, luces como un hada de las flores.

—¡Oh, Su Alteza!

Incluso cuando estaba avergonzada era demasiado linda.

En lugar de una belleza adulta, la suya era un encanto peligroso que surgía del impacto de estar en pleno crecimiento. Ya que la suya sigue siendo una belleza infantil, habían pensado que verla en un vestido de noche escotado sería demasiado llamativo… pero, en cambio, ¡ese desequilibrio es bueno!

Elliot se rio en voz baja para sí mismo, pensando en la maravillosa recompensa de que esta belleza fuera solo para él, cuando con una gran sonrisa de oreja a oreja (en otras palabras, su rostro habitual), Bolanski entró.

—Es una belleza maravillosa, Su Alteza.

—Ah, Margaret es realmente encantadora.

—Sí, en efecto. En particular, ese vestido sin mangas ni tirantes es un logro merecido.

—¿Es bueno? Me preocupaba cómo sería cuando se lo pusiera, pero tomé la decisión de contenerme con los volantes y cintas, pensé que sería mejor hacer un diseño sencillo y adulto.

Elliot se sintió orgulloso de que elogiara su elección cuando Bolanski señaló con el dedo hacia el cielo.

—Sí. Al apretar tanto la parte superior para que no se deslice, ¡su modesto pecho se realza muy bien!

—¿Tu opinión no es bastante extraña…?

—¿De verdad? Creo que soy bastante normal pero… ¡Soy el presidente de la Asociación de Petaísmo del reino, y queremos hacer de Margaret nuestra Peta del Año! [2]

Este chico estaba diciendo algo realmente extraño.

—Entonces, creo que voy tener que decir que no…

—¡Ah, ¿qué está diciendo alguien de la posición de Su Alteza?! ¡Ser llamado Peta es afirmar tu escasez! ¡Decir montañas o tablas de cortar no está bien! ¡¿No sabe que si Su Alteza no puede entender las sutiles diferencias, nunca será nada más que un petaísta de segunda categoría!?

—No, siento que algo en mí moriría si fuera a ser de primera categoría…

Entonces Elliot resopló bruscamente mientras observaba a Bolanski.

—Tu apellido es Boinski, ¿verdad…?

—Bolanski, Su Alteza.

Margaret, que estaba disfrutando de su vestido nuevo, finalmente decidió la postura que haría cuando se volvió hacia Elliot.

—¡Elliot, te estoy muy agradecida!

—No es nada Margaret. Estoy más que feliz de ayudarte a ser aún más bella.

La imaginación de Elliot creció cuando lo abrazó.

Esa felicidad… Con una palabra se rompió en un instante.

—¡Bien! Entonces, voy a presumir a Rachel. Verá cuán amable es Elliot conmigo.

—Margaret… no necesitas molestarte en presumir ante esa mujer…

Cuando Elliot trató de mostrar su desaprobación por el plan, recibió una respuesta impactante.

—¡Pero Elliot, ya que Rachel está organizando una fiesta, quiero que sepa quien es la persona que más ama Elliot cuando me presente con este vestido!

♦ ♦ ♦

Un grupo de invitados bien vestidos han entrado en el castillo y ya están en la mazmorra.

En respuesta a la información que Margaret le había dado, Elliot y los otros se apresuraron a la escena.

—Maldición, debería haberlo notado durante el día…

—Así es… Rachel está haciendo algo realmente extraño, Su Alteza no está recibiendo ningún daño de lo que sea que sea esto.

—¡¿Qué clase de juicio estándar es ese?!

La puerta de entrada a la mazmorra estaba abierta de par a par y luces deslumbrantes y una conmoción, que parecía divertida, ya se filtraba en el patio trasero.

—¡Maldición, qué clase de idiota celebra una fiesta en un calabozo…!

—Bueno, Rachel.

—Mi hermana lo haría…

Los hombres corrieron escaleras abajo.

La habitación estaba iluminada y era tan brillante como el día, con gran candelabro a un lado.

Sería una exageración llamar a esto una fiesta nocturna, pero todas las damas y los caballeros por supuesto estaban vestidos como si lo fuera.

Habían montado una gran cantidad de mesas que no deberían estar aquí, y un chico estaba yendo alrededor sirviendo más y más comida.

Y en un extremo estaba el guardia de la prisión vestido con una corbata y un traje sobre su habitual ropa sucia del trabajo, sirviendo vino de un barril.

El guardia…

—¡Oye, tú…!

—Ah, Su Alteza.

—¡Nade de “Su Alteza”! ¡¿Qué estás haciendo?!

—Sirviendo alcohol. Ya he probado ambos, así que tenemos para elegir vino tinto y vino blanco. También tenemos uno rosado, pero solo hay una botella en este caso, así que se acabará si no lo bebe pronto.

—¡¿Es así?! ¡Tu trabajo es supervisar esta mazmorra! ¡¿Por qué no has impedido que esta gente entre?!

—No, porque… —Mientras hablaba, el guardia de la prisión miró a su alrededor—. Más y más de estos grupos de personas importantes aparecieron, ¿realmente podía detenerlos?

—¡Si ese es tu trabajo, entonces está bien prohibirles la entrada!

—Pero, todos tenían invitaciones, y estaba completamente abrumado… También siguieron diciendo palabras que no entendía.

—¡¿Huuh?!

Moviéndose entre la multitud de personas influyentes, Elliot tuvo una agradable conversación con Rachel.

—¡Oye, Rachel, ¿qué es esta conmoción?!

—Ah, bienvenido Su Alteza.

Rachel también estaba vestida. Era un vestido de noche azul oscuro, un vestido conservador con perlas. Era diferente al que llevaba puesto cuando la encarcelaron.

Esto ciertamente no era algo que tenía en la celda desde el principio. Fue absolutamente preparado en alguna parte del camino.

Cuando Elliot le dirigió una mirada que podía matar, Rachel respondió tranquilamente como si hablara con un conocido.

—Cuando lo pensé, me di cuenta que nunca tuve una fiesta de mudanza.

—¡¿Fiesta de mudanza?!

—Pero, como ahora estoy aquí, ¿cuál será mi futuro?

—Así que no has olvidado eso…

—Pensé que sería demasiado difícil para los nobles y políticos normales asistir a una fiesta ante Su Alteza… así que con un poco de autocontrol, limité la lista de invitados de hoy a sólo embajadores extranjeros, clérigos y comerciantes, con los que estoy en buenos términos.

—¡¿Qué pasa con esa consideración poco entusiasta?!

Cuando Elliot miró alrededor, era verdad que no reconocía a muchas personas nativas de este país. Y todos los clérigos llevaban una vestimenta adecuada. Había algunas personas con ropa formal que hablaban el idioma del reino, pero no pudo reconocerlos, así que probablemente eran los comerciantes. Si fueran amigos de la casa del duque, probablemente también eran personas de importancia. George pareció reconocer a algunos de ellos por lo terrible que se volvió su tez.

Conteniendo frenéticamente la necesidad de gritar, Elliot lanzó una mirada hacia atrás, donde Rachel estaba saludando con entusiasmo a los invitados que se le acercaban. A ninguno de ellos parecía importarles que estos saludos sucedieran desde detrás de las rejas de una celda.

Por el contrario, el grupo de Elliot sintió que estaban fuera de lugar, relegados a un segundo plano.

—¡Rachel…!

Extranjeros, empresarios y el mundo religioso. En otras palabras, todos aquí eran personas que no podían ser influenciadas por el poder del príncipe. No es de extrañar que hicieran a un lado al guardia de la prisión.

Al ver el estado de este grupo, no hace falta decir a quién apoyarían entre ambos. El otro lado, Rachel, está haciendo un movimiento inteligente al organizar una fiesta para elevar su posición, pero interrumpirlos actuando como un neurótico tendría el efecto opuesto al deseado.

El ruido de Elliot apretando los dientes resonó mientras Rachel pasaba un buen momento haciendo un brindis con un hombre mayor rico y con barba blanca, hablando de algo que no entendía frente a él.

—¡Hurra por la prisión!

—¡Hurra!

Elliot finalmente soltó un grito involuntario ante la emoción de ambos.

—¡Oye, ¿qué tiene de divertido estar en prisión?! ¡¿Eh?!

—¡Espere! ¡Eso no es bueno Su Alteza, deténgase! ¡Ese hombre es un cardenal[3], por lo que comenzar una pelea está fuera de cuestión!

George lo retuvo desesperadamente, convenciendo a Elliot de que retrocediera mientras se tragaba sus lágrimas amargas.

—Mierda, no puedo quejarme con Rachel de todo esto con estas personas aquí…

—Enviaré a alguien más tarde a cada puesto por una explicación… Pero con esta cantidad de personas, podrían no recordar a todos los que han venido…

De pie en un rincón mientras la multitud de la fiesta crecía, Elliot y George susurraban sobre el estado actual de las cosas mientras se escondían junto al barril de vino.

Margaret se levantó después de respirar hondo por la nariz.

—¡Elliot, lo explicaré!

—¡¿Margaret?!

—¡Porque esto no es divertido! ¡Elliot está del lado de la justicia, por lo que tenemos que hacer esto por Rachel, que se supone que es mala!

—Hacer…

Así es, pero la forma en que Margaret lo dice… Mientras George cuidaba y calmaba a Elliot, Margaret se deslizó hacia el otro extremo de la habitación y se puso de pie sobre una caja.

—¡Todoooooooooos, por favor, escuchen!

Margaret hizo un llamamiento impensable durante la fiesta, y las miradas de todos los visitantes se reunieron sobre ella.

—¡Todos, no saben lo que están diciendo, Rachel es realmente la mala! ¡Para ayudarme, Elliot se atrevió a romper su compromiso con Rachel y la envió a prisión! ¡No se dejen engañar!

Por un momento, el lugar permaneció en silencio. En tal atmósfera, ella hinchó su pecho con arrogancia.

Después de unos segundos, el ruido regresó.

Pero Elliot no le dio la bienvenida.

—¡Buajajaja!

—¡Es una buena broma!

—¡Viva la prisión!

Los aplausos comenzaron a sonar cuando la audiencia creyó que esto era un entretenimiento derivado de demasiado alcohol. Margaret era incapaz de entender lo que estaba sucediendo, su cabeza daba vueltas después de que toda la tensión hubiera desaparecido, perdiendo así su poder persuasivo.

Al final, Margaret también fue arrastrada al alboroto, viéndose obligada a brindar con los otros invitados.

—¡Hurra por la prisión!

—¡Hurra!

Margaret regresó con ojos brillantes y un plato con un montón de comida hasta arriba.

—¡Elliot lo hice!

—Ah, sí…

No se puede decir que no tuvo ningún efecto en absoluto, pero Elliot todavía miraba a Margaret de forma extraña mientras comenzaba a meterse comida en la boca.

♦ ♦ ♦

George se dio cuenta.

—¿Hm? ¿Dónde está Sykes? Vino con nosotros.

El guardia de la prisión apuntó hacia el centro del lugar mientras se servía otra copa de vino.

—Si es ese caballero del que habla, ha estado disfrutando de la fiesta desde el principio.

Comiendo y tomando de un delicioso vino desde el mediodía, Sykes había perdido el control, conversando felizmente con un grupo de  hombres mayores que no conocía.

—Qué agradable, no puedo hacer esto a menudo.

—¡Buajajaja, yo tampoco!

—¡Lo mismo digo!

Sykes y los embajadores del país vecino juntaron sus copas.

—¡Hurra por la prisión!


[1] Es realmente lo mismo. La palabra 出前 significa servicio a domicilio y servicio de comida. Cuando dice servicio de comida, lo dice en inglés para diferenciarlos. Es decir, dice catering.

[2] Pettan es un argot japonés para pecho plano, así que Peta sería la versión abreviada. Y supongo que petaísmo sería el estudio de los pechos planos (?).

[3] Un cardenal es un alto dignatario de la iglesia católica y que forma parte del Sacro Colegio de consejeros del Papa en las labores de gobierno de la iglesia.

Den
Esas notas son del traductor en inglés y la segunda, sobre todo, me resultó muy extraña. No tengo ni idea de si eso existe O.O...

Sharon
Santo Cielo, Elliot… Deberías ya levantar la bandera blanca, no hay forma en que puedas ganarle a Rachel.

8 respuestas a “Vida en prisión de la villana – Capítulo 25: La noble dama acoge a algunos invitados”

  1. Sharon concuerdo totalmente contigo, todavia no veo la hora donde deshereden al idiota del principe por meterse con nuestra Rachel (bueno es lo minimo que espero) y espero que Sofia cumpla todo en su lista de venza hacia hacia el principe (desde las sombras por supuesto) ….
    Gracias por la traducción…

  2. Me encanto! Encontre esta pagina de casualidad, pero me termine enamorando de sus traducciones ♥ Ademas, adore el manga que tiene esta novela y amo a Rachel, no hay quien pueda vencerla xD Bueno, tambien si comparamos con quienes lidia seguido…

  3. Creo que petaismo se refiere a un concepto más espiritual y religioso, petalogia sería el estudio, creo.

    Muchísimas gracias por la traducción. Pobre skyes, la que se le viene.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido