Villana mimada por el príncipe vecino – Capítulo 95: Baile de máscaras (1)

Traducido por Sharon

Editado por Ayanami


—Esa respuesta fría tuya también es bastante atractiva; es una lástima que no pueda ver tu rostro con esta máscara aburrida… —diciendo esto, el hombre tocó el mentón de Tiararose con sus dedos.

De inmediato, ella retiró su mano con su abanico. Era terrible que le estuviera haciendo algo como esto cuando era una mujer casada.

—No me puse una flor para indicar que estoy soltera, así que es inapropiado que me haga eso. Por supuesto, también es inapropiado hacérselo a cualquier mujer…

—Hmm, eres bastante dura, huh. Sin embargo, creo que esa parte tuya también es maravillosa… Me pregunto si es una señal de que me he enamorado.

Le había advertido con dureza, pero él no parecía preocupado por ello.

En su lugar, se había interesado aún más en Tiararose, y la miró con intensidad.

La mejor opción ahora sería alejarse. Pensando en eso, estaba por irse, cuando el hombre habló.

—Ah. La chica linda en la que estás interesada, parece que se le acercó otro chico.

—¿Eh?

Al escuchar eso, Tiararose se giró hacia Philiane.

En efecto, ahora estaba hablando con otra persona que no era el chico gentil de antes.

Con su cabello marrón y un traje de tono cálido, a primera vista daba una atmósfera cálida, pero Philiane parecía estar actuando extraño.

Parecía algo nerviosa y perturbada. A juzgar por cómo estaba intentando alejarse, el hombre probablemente le hizo algo grosero… Sin embargo, con la distancia, no podía escuchar de qué hablaban.

¡Deja de ser grosero con mi doncella!

El hombre bronceado, que molestaba a Tiararose, le dio una sonrisa al sentir su mirada fiera.

—Pareces bastante obsesionada con esa mujer. ¿Es tu amiga o algo?

—Sí. Estuvimos juntas desde pequeñas, y espero que nadie raro la moleste. Por supuesto, eso te incluye.

—¿De verdad?

Miré al hombre bronceado, pero él me regresó una sonrisa brillante.

—En ese caso, ¡tendremos que acercarnos! No podemos escuchar su conversación desde aquí, ¿verdad? —Dijo, y tomó la mano de Tiararose para caminar hacia el centro del salón.

—¡Espera…! ¡Déjame ir! —Objetó Tiararose de inmediato, pero el hombre no se preocupó en absoluto.

—Bueno, bueno, no dejes que eso te moleste.

Ya que eran una pareja, no llamaban la atención. Si Tiararose estuviera sola, lo más probable es que otro hombre fuera a acercarse.

En otras palabras, podría ser de ayuda, como un repelente de insectos (chicos).

Una vez que se acercaron a Philiane, pudieron escuchar la conversación.

—Philiane, gracias por aceptar mi propuesta de matrimonio.

—¿Eh…? Es posible… ¿Eres Lucas?

Los ojos de Tiararose se abrieron al escuchar la conversación. El hombre bronceado elevó su voz, asombrado.

¿Qué está sucediendo?

Philiane odiaba la idea de un matrimonio, así que no había manera de que hubiera aceptado. La única forma en que eso sucediera era que sus propios padres hubieran aceptado de su parte.

—O mejor dicho… ¿Ese chico es el joven Lucas? —Murmuró, sorprendida.

Después de todo, ni Tiararose ni las otras le habían enviado una invitación a Lucas Dunstone. Lo mismo sucedía con el hombre al lado de Tiararose; parecía que cualquiera podía entrar, algo que era bastante aterrador.

Bueno, conocidos de los invitados podían entrar a las premisas, así que era probable que hubieran usado alguna conexión.

—Dijo que estaban comprometidos, pero la chica con la que estás obsesionada parece odiarlo.

—Es cierto…

—Me pregunto si él es malo lidiando con las mujeres. Debería hacerlo mejor —el hombre bronceado se rió.

Tiararose regresó su mirada a Philiane.

—¿Por qué…? Lucas, debería estar en Lapis Lazuli ahora. ¿Viniste a Marineforest especialmente por el baile?

—Eso no importa, todo lo que quería hacer era verte, Philiane. Además, regresaré contigo. Después de todo, recibí el permiso de tus padres.

Lucas parecía bastante determinado de varias maneras.

Esas palabras hicieron que Tiararose hirviera de ira. Qué chico tan egoísta. Era natural que Philiane lo hubiera rechazado.

Tiararose tembló de ira, y Philiane comenzó a moverse.

—Sé que no tiene sentido hablar contigo, así que discúlpame.

—Espera un minuto, Philiane. ¿Piensas que dejaré que hagas lo que quieras?

Cuando Philiane retrocedió, Lucas la siguió como si estuviera persiguiéndola.

No podía huir, así que aceleró el paso. Eso debería haber revelado cuánto lo odiaba, pero Lucas caminó a su lado despreocupadamente.

—Hey, Philiane. Ya que tenemos esta oportunidad de participar en la fiesta, estaba pensando que deberíamos bailar juntos.

Qué hombre tan persistente…

Lucas llamó a Philiane, pero no recibió respuesta.

Mientras intentaba escapar, terminó en el jardín que estaba abierto para todos. Era ligeramente frío porque estaban en invierno, pero juzgó que sería mejor, a continuar en el salón de fiestas.

Philiane confirmó que no había nadie antes de detenerse.

—¡Dame un descanso, Lucas! ¡¡No quiero casarme!!

—Por favor, no digas algo egoísta como eso, Philiane.

—¿¡Egoísta…!?

Lucas hablaba como si estuviera implicando que, ya que era un matrimonio político entre nobles, su unión debería ser natural. Philiane pensaba que se casaría algún día, sin embargo, odiaba la idea de casarse con Lucas.

Sabía que era posible que no fuera feliz con un matrimonio político, pero un matrimonio con Lucas no la haría feliz ni un milímetro. Tanto así lo detestaba.

Estaba bien si no era tan feliz como Tiararose y Aquasteed. Sin embargo, como mínimo, esperaba encontrar a alguien que la tratara con respeto.

Tiararose se mordió el labio mientras los observaba. Pensaba que tenía que meterse en la conversación para mediar entre ambos, e intentó acercarse… pero el hombre bronceado la detuvo.

—¿Q-Qué sucede?

—Ambos son nobles, ¿verdad? En ese caso, no deberías interferir entre ellos. ¿O tienes el poder para hacerlo? No tiene sentido interferir en asuntos privados.

—E-Eso es…

Tiararose se dio cuenta de que era un argumento convincente. Además, como la reina de Marineforest, ella tenía el poder. Si le ordenaba a Lucas retirarse, probablemente, podría alejarlo del país.

Sin embargo, eso no resolvería el problema, y sólo conseguiría agrietar la relación entre Philiane y su familia.

Ya que no tenía otra opción, decidió observar la situación.

Como estaban fuera del salón de fiestas sin nadie cerca, Lucas suspiró profundamente.

—Philiane, vendrás conmigo.

—¡No!

—Eres una niña buena, después de todo —dijo Lucas mientras sostenía su mano. Philiane intentó alejarlo, pero Lucas era inesperadamente fuerte. Cuando falló, hizo una mueca.

—¡Definitivamente, no me casaré contigo! ¡Suelta mi mano de inmediato!

—Me gustas mucho. Además, ya envié el dinero a tu casa, así que no puedes alejarme.

—No puede ser…

Como se esperaba, los tratos se realizaban en las sombras.

No sólo había recibido su acuerdo en el matrimonio, sino que ya habían recibido su dinero. Philiane pensó que ya no podría escapar de Lucas y se deprimió.

Viendo cómo se quedó sin palabras, Lucas pensó que había aceptado su propuesta. Acarició la cabeza de Philiane.

—Es genial que lo entiendas —le dijo con arrogancia—. Volvamos adentro y bailemos antes de regresar; hoy podrás venir a la mansión en la que me estoy quedando.

—No quiero…

—¡Puedes dejar eso ya, Philiane! ¿O quizás lo estás diciendo sin pensar?

Las esquinas de los labios de Lucas se elevaron y le dio una sonrisa horrible. Tiró de Philiane hacia ella, abrazándola, y estaba a punto de juntar sus labios… Pero Tiararose ya no pudo soportarlo más y saltó entre ambos.

—¡Detente!

¡No puedo perdonarlo por forzarse en ella!

Philiane y Lucas se sorprendieron ante su llegada repentina, pero la sirvienta reconoció de inmediato su vestido y dejó escapar un suspiro de alivio.

Se separó del brazo de Lucas usando toda su fuerza, y se acercó a su maestra.

—¿Te encuentras bien? Lo lamento, debería haber verificado apropiadamente a quiénes entraban…

—Está bien, por favor, no se preocupe por ello. Es la culpa de Lucas por haber entrado de esa manera.

Philiane sacudió su cabeza e insistió que no era la culpa de Tiararose.

—Finalmente me las arreglé para hablar con Philiane… ¿Podrías no interferir?

—¿Hablar…? Estaba observándolos, y parecía que Philiane estaba increíblemente incómoda.

—Ese es tu malentendido. Estamos comprometidos, después de todo. Ella sólo es algo tímida.

Ya que Tiararose tenía su máscara puesta, Lucas no se dio cuenta de quién era. Por esa razón, siguió hablándole con rudeza.

Lo más probable es que pensara que se trataba de una dama promedio… y la estaba subestimando con arrogancia. Si supiera que hablaba con la reina de este país, se volvería verde de inmediato. Sin embargo, si Tiararose intentaba ayudar usando su poder, Philiane no estaría feliz. Probablemente, se culparía por causarle problemas a su maestra.

Tiararose y Lucas se miraron fijamente, hasta que una voz alegre interrumpió.

—No deberías hacer eso —dijo el recién llegado, alegremente. Por supuesto, se trataba del hombre bronceado—. No deberías actuar de esa manera hacia las chicas lindas, ¿sabes?

—¿Quién eres? Este es nuestro problema, así que los extraños deberían mantenerse alejados.

—No necesito una razón para ayudar a una dama —defendió el hombre bronceado, enfrentándose a Lucas.

Al verlo, el rostro de Philiane se puso verde.

—No quería arrastrar a otras personas a este asunto y agrandarlo… ¿Q-Qué debería hacer…? —Susurró Philiane.

—Está bien, Philiane. En lugar de eso, ¿te encuentras bien? ¿Estás herida?

—Sí, estoy bien, pero… Les estoy causando problemas a ambos.

—No nos estás molestando. No te preocupes por nosotros.

En su lugar, Tiararose pensó que el hombre la había molestado tanto que este parecía un asunto trivial.

Además, Aquasteed llegaría en poco tiempo. Por ello, no tenía problemas defendiendo a su sirvienta por ahora.

Afortunadamente, parece que el hombre bronceado se volvió nuestro aliado.

Mientras pensaba en esto, Lucas elevó su voz.

—¡Salgan, todos! ¡Voy a regresar con Philiane!

En respuesta, un par de hombres aparecieron. Parecían ser sus guardaespaldas, o personas que había contratado… Por cómo lucía la situación, era probable que el problema ya no pudiera solucionarse con una conversación.

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