Días de villano – Capítulo 7: Los sentimientos del Rey Demonio Pervertido, Houou Hiroto (1)

Traducido por Sharon

Editado por Sakuya

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Mi nombre es Houou Hiroto. Cuando estaba en la escuela primaria, conocí a un ángel.

Todo comenzó cuando Miaki-san, un pariente lejano de mi padre, se mudó a la casa de al lado. En ese entonces escuché que su esposa había muerto hace seis meses, y que estaba teniendo tiempos difíciles manejando a su hijo en edad de guardería. (que aún estaba en la guardería).

De cualquier forma, yo también tenía un primo en guardería, y es molesto y descarado como el infierno. Mi madre estaba emocionada por esto, pero en ese momento pensé que sería un dolor en el trasero. Probablemente iban a dejarme con todo el trabajo. Le dije esto a mi padre, y tuve éxito en hacer que me comprara un juego como compensación.

Ese día, estaba regando las rosas del jardín. Mi madre estaba convencida de que ayudar con los quehaceres era bueno para un niño en crecimiento, y ocasionalmente me daba tareas para hacer. Mientras estaba preocupado por mis propios asuntos, mi amigo, Seiryuu Kenshin, vino a visitarme. Corriendo frente a la manguera, causando que se mojara. Realmente es un perro.

—Hey, Hiroto. ¿Quiénes son esas personas de allá?

No veo a nadie. ¿Fue su sentido del olfato? Es un perro después de todo.

—Hola, uh… Hiroto-kun, ¿verdad?

Un hombre adulto se acerca con una sonrisa amistosa.

—Soy Amano Miaki. ¿Están tus padres en casa? Oh, este es mi hijo Yuu. Yuu, saluda.

—’Kay. Soy Yuu. Wola.

Mirando a esa lindura inclinar su cabeza, respondí en un tono rasposo.

—H-Hola.

Fui capaz de saludar apropiadamente, pero Kenshin se sonrojó a la vez que abría la boca. Todo mientras su nariz sangra.

El niño tiene cabello castaño esponjoso, con unos ojos claros y brillantes. Ojos del color del cielo. Sin mencionar sus mejillas sonrojadas. Sonríe felizmente mientras me mira. Acabo de notar que Amano-san está sosteniendo su mano, y secretamente deseé que mis dedos estuvieran entrelazados con los suyos.

—Hemanos maores. Les pestaré a Perrito

Me pasó un pañuelo con el dibujo de un perro, y el rostro de Kenshin se sonrojó aún más. Los dos le agradecemos antes de huir. No pienso que Kenshin lo sepa o lo recuerde, pero escondí ese pañuelo en mi escritorio. A día de hoy sigue allí.

Al final, Yuu conoció a toda la Familia Houou y fueron tocados por el amor de Yuu. Es tan lindo que no se pudo evitar que se ganara el afecto de todos.

Eventualmente, Yuu y yo nos volvimos cercanos. Cada vez que se quedaba a pasar la noche, compartíamos cama. Disfruté ver a un pequeño Yuu pegajoso en mi cama. Cuando jugábamos, Kenshin normalmente se mostraría, y los tres jugábamos juntos. Hubo noches en la que los tres dormiríamos juntos después de jugar todo el día. Y cuando fuera tiempo de dormir, Kenshin y yo sosteníamos la mano de Yuu, no dejándolo ir ni siquiera en lo profundo del sueño.

Pero desde el momento en que comencé la Escuela Media, Yuu comenzó a volverse algo egoísta. Haría un escándalo si no obtenía lo que quería.

Ahora que lo pienso, lo extraño.

Después de entrar a Preparatoria, hice nuevos amigos. Me absorbí demasiado en mi vida escolar. Kenshin se unió al Club de Kendo y también se volvió ocupado por las actividades del club. Cuando Yuu entró a la Escuela Media, creyó que estaríamos juntos de nuevo. Pero, desafortunadamente, la realidad fue diferente.

Fui elegido como Presidente del Consejo Estudiantil. Kenshin aceptó ser el capitán del Club de Kendo. Nuestras posiciones no nos permitían darle ningún trato especial, y como resultado, Yuu forzó su puesto como Secretario del Consejo Estudiantil, echando al miembro original.

Además, Yuu parecía manipular sus alrededores al usar su apariencia, amenazaba a las personas que me trataban amablemente, y básicamente, intentó mantenerlos apartados de mí.

Cuando descubrí esto, un escalofrío me recorrió; sentí una dicha inexplicable por el hecho de que Yuu sólo tuviera ojos para mí. Pero también comencé a odiarme por sentirme de esa forma. Así que lentamente comencé a distanciarme.

El arreglo de Yuu quedándose durante las noches que su padre trabajaba, sin embargo, permaneció. Yuu siguió durmiendo en mi cama.

En el momento en que vi su rostro durmiendo algo dentro de mí se rompió.

Para el tiempo en que entré en la Preparatoria, fui consciente del concepto de Amigos Sexuales. Pero ese día fue a Yuu a quién besé suavemente y abracé.

—Hiroto, ¿me abrazarás?

Bañado por la luz nocturna, Yuu rio con una gloria etérea. Y fui atrapado desesperadamente.

Tuve sexo con Yuu.

Varias ocasiones desde entonces, cada vez que Yuu se quedaba teníamos sexo.

Nos volvimos uno y continuamos como conejos, incapaces de detenernos, incapaces de pensar, hasta que el amanecer se aproximaba. Para el momento en que el Sol se asomaba por el horizonte, estaba agotado y no podía liberarme más.

Esta relación con Yuu continuó hasta mi segundo año de Preparatoria. Sexo sin amor. Yuu quería mi corazón, pero mis emociones eran frías… o eso pensé.

Cuando su padre estaba fuera en un viaje de negocios, el hospital contactó a mi casa. Aparentemente, Yuu se había herido al caer de unas escaleras. Mi madre también estaba fuera cuando el hospital llamó, así que me sentía inseguro. Hubo un momento en el que Yuu mintió sobre estar herido; fui yo quien cuidó de él. Después de unas pocas horas, finalmente llegué al hospital.

Estaba sorprendido de escuchar del doctor que Yuu estaba inconsciente, en un coma.

¿Yuu podría desaparecer…?

Cuando conocí a Yuu por primera vez, siempre sentí que tenía un aire solitario y fugaz, como una llama parpadeando. ¿Por qué no nos conocimos más tarde?

Me perdí en mi mundo y dejé a Yuu atrás. ¿Cuánto tiempo pasó desde el aviso del doctor? Mis padres finalmente llegaron, pero incluso cuando me llamaron simplemente no pude responderles.

Sentí que Yuu desaparecería si lo dejaba fuera de mi vista.

Repentinamente, escuché un ruido de su cuarto y me apresuré adentro.

Yuu está despierto.

En un segundo, estaba a su lado sosteniendo su mano. Yuu me observaba con una expresión inquieta, observando solemnemente mi cabello. Ese es un hábito suyo desde pequeños. Mi cabello es rojo, parecido a una llama. Siempre se pregunta si será cálido al tacto.

Una oleada de felicidad me abruma y le sonrío. No cometeré de nuevo el mismo error.

Pero mis esperanzas son quebradas en un segundo.

—… ¿Quién eres?

¿Es un castigo de Dios? El mundo a mi alrededor se oscurece. Puede que esté teniendo una pesadilla… no, ¿no le importo más a Yuu? En mi desesperación, comencé a culpar a Yuu por mis sentimientos heridos, olvidando por completo mis ruegos de antes. Al mismo tiempo, me pregunté si Dios realmente me está castigando. Yuu está teniendo dificultades tan repentinamente.

El padre de Yuu está de pie a mi lado, incapaz de hacer nada.

—Gracias, está bien ahora. Deberías ir a casa y descansar.

No recuerdo cómo llegué a casa. Después de que mi madre alcanzó al padre de Yuu, él se apresuró a casa para cuidar de Yuu. También se le dijo que Yuu sufría de amnesia.

A pesar de que será dado de alta pronto del hospital, no tengo el valor para enfrentarlo. No puedo sacar de mi mente la imagen del rostro aterrorizado de Yuu al perder la conciencia. El miedo de ser rechazado no me deja.

Y mientras observo a través de mi ventana la luz apagada en el cuarto de Yuu, un largo suspiro escapa de mis labios.