Ningún mundo parece el adecuado – Capítulo 6: Primo mayor, ¿quieres comer juntos?

Traducido por Shisai

Editado por Nemoné

Corregido por Shiro


Después de hacer eso, el hombre perdió un poco la cabeza. Se levantó de manera brusca y se apresuró a irse. Una vez que salió de la habitación, no se olvidó de cerrar la puerta con suavidad y resguardar la llave.

Al escuchar el leve sonido de la puerta cerrándose, el joven que todo ese tiempo había querido moverse, abrió los ojos. ¿Dónde quedaban rastros de somnolencia en su rostro?

No era como si Shao Qian no hubiese tomado precaución alguna. Muchos eran los mundos que había experimentado, de no haber sido allí cuidadoso, no sabía cuántas veces habría ya muerto. Cuando el hombre le tocó la cara, se despertó de inmediato, pero fingió seguir dormido. Quería saber lo qué quería hacer con exactitud, pero el comportamiento del hombre había ido severamente en contra de sus expectativas. No esperaba que le besara la frente antes de irse con premura.

Frotó suavemente el lugar donde había sido besado; una extraña sensación surgió de su corazón.

¿Esta persona tiene alguna clase de conexión conmigo?

Después de pensar eso, Shao Qian no pudo evitar sacudir la cabeza, riéndose a pesar de sí mismo. Cuántas tonterías podía pensar en ese momento… ¿Cómo podría esa persona tener una conexión con él? Hoy día, todavía podía pensar en cosas tan poco realistas.

Después de un tiempo, se quedó dormido gradualmente, despertándose solo tras haber dormido lo suficiente. Entonces, pasadas las diez de la mañana, se lavó, cambió la ropa, arregló y bajó a toda prisa; acercándose a Zhang Guo Qiang en cuanto lo vio, quien veía televisión sentado en la sala de estar.

—¡Papá! ¿Por qué no me llamaste para salir de la cama?

—En realidad, Zi Xuan fue a llamarte. Sin embargo, dijo que dormías tranquilamente y nos pidió que no te molestásemos.

Él había querido llamar a su hijo fuera de la cama. Quería compensar con sinceridad todos sus años de ausencia cuidando bien de él de ahora en adelante. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de abrir la puerta de la habitación de su hijo esta mañana, vio a Zhang Zi Xuan salir de dentro. Zhang Guo Qiang quedó atónito.

Este niño, ¿cuando entró en la habitación de mi hijo?

Después de eso, su sobrino le había dicho que Xiao-Hui estaba durmiendo muy tranquilo y que no perturbara su descanso. Zhang Guo Qiang también vio razón en aquello. Anteriormente, cuando regresaba a casa, siempre veía a su hijo, quien usaba mucho maquillaje y vestía ropa brillante, babeando y roncando sonoramente mientras dormía.

Entonces, Zhang Guo Qiang, quien no tenía nada mejor que hacer en ese momento, decidió no ir con su primer o tercer hermano a la compañía. Había dejado a la familia Zhang hace muchos años ya, por lo que ni se diga de la administración de la empresa, solo dejarlo revisar los documentos sería suficiente para que se durmiera.

—Oh. —Shao Qian se sentó a su lado, tomó una manzana y comenzó a roerla, cosa que su discurso no fuera claro cuando pregunto—: Papá, ¿mi abuelo amaba mucho este país?

Zhang Guo Qiang quedó estupefacto. Nunca esperó que su hijo, de repente, hiciera preguntas como estas.

—Cuando se trata de amar a este país, la generación anterior, la cual tuvo que enfrentarse a proyectiles de artillería para poder llegar adonde estamos, no cabe duda de que alberga un sentimiento especial hacia esta tierra. Ustedes, jóvenes, no pueden comprender esto. ¿Por qué te preocupa, de repente, el asunto de tu abuelo?

El año en que se fue, su padre le dio una fuerte paliza. A-Yun ya estaba embarazada, pero no la dejó entrar. De no haber sido una situación tan extrema, jamás se habría marchado con su esposa en ese estado, abandonando a la familia Zhang por más de una década.

—Nada, de repente pensé en tu nombre, así que pregunté.

La familia Zhang había sido erigida por un hombre intelectual, y era un misterio que los nombres de los tres hermanos fueran tan sensatos.

—Cuando tuvieron a tu primer tío, nuestro país ya no era tan pobre. Entonces, cuando nació, su abuelo lo llamó Guo Fu, que significa país rico. Y como tu abuela era una mujer bien educada de una familia acomodada, quien creció creyendo que las palabras de su esposo eran el cielo, naturalmente, no iría en contra del deseo de tu abuelo. —Zhang Guo Qiang se rio mientras acariciaba la cabeza de Shao Qian—. Cuando me tuvieron a mí, pensó que como él ya tenía un país rico, Guo Fu, entonces, ahora debería tener un país fuerte, Guo Qiang, así fue como surgió el nombre de tu padre. En cuanto al nombre de tu tercer tío, utilizó mi nombre como referencia. Ahora que el país era fuerte, debería comenzar a llevar a cabo las construcciones, y así fue como lo llamaron país en construcción, Guo Jian.

Cuando Shao Qian escuchó a Zhang Guo Qiang explicar esto de forma tan natural, de inmediato soltó una carcajada.

—Hijo, papi quiere decirte algo. —Se volvió para mirar a Shao Qian, su rostro serio.

—Dime —le contestó, mientras seguía royendo la manzana.

—Hijo, cumplirás diecisiete este año, pronto te convertirás en un adulto. De ahora en adelante, no puedes ir a jugar con ese grupo de jóvenes. —Zhang Guo Qiang buscó decirle de una manera que no avergonzara a su hijo. De lo contrario, de él aún encontrarse en su etapa rebelde y llegase a escapar de la casa en un ataque de ira, ¿qué debería hacer?

—Oh, bueno. —Shao Qian arrojó el corazón de manzana en la basura y se limpió las manos—. Ten la seguridad de que no volveré a jugar con ellos.

—Bueno. —Zhang Guo Qiang acarició satisfecho la cabeza de su hijo.

¿Qué había dicho él antes? Su hijo se parecía tanto a su esposa, era natural que su personalidad fuese también parecida a la de ella. Por esta razón, que antes usara maquillaje ahumado y saliera a jugar debía ser el resultado de la influencia de esos tipos malos que lo llevaron por el camino equivocado.

♦ ♦ ♦

En cuanto a Zhang Zi Xuan, quien estaba muy lejos en la compañía, miraba su teléfono aturdido. El fondo de pantalla del teléfono había cambiado a la fotografía de Shao Qian durmiendo pacíficamente. El joven estaba acostado sobre la cama, la mitad de la colcha en el suelo y la otra mitad sobre su estómago. Su pijama se había enrollado, revelando el vientre rubio y delicado; la boca ligeramente entreabierta mientras respiraba, permitiéndole incluso ver la lengua tierna y suave…

Como poseído por un espíritu maligno, Zhang Zi Xuan extendió la mano y frotó los labios del joven en la pantalla. En su corazón, pensó: Si lo besara, ¿a qué sabría?

Una vez que este pensamiento pasó por su cabeza, sin importar cuánto lo intentara, no pudo quedarse quieto. Recordaba que su segundo tío había estado a punto de entrar a la habitación de Xiao-Hui cuando se fue, e imaginar que otro hombre podría ver su rostro dormido hacía que en su interior surgiera una ira indescriptible.

Aparte de mí, nadie puede ver el rostro dormido de Xiao-Hui. Ni siquiera su propio padre biológico.

Al ver que pronto serían las once, apagó la computadora en su escritorio, tomó las llaves de su auto y salió. En ese momento, el joven ya debía haberse despertado, y regresar a casa para acompañarlo a comer le resultaba bastante tentador.

Cuando Zhang Zi Xuan abrió la puerta de la oficina, vio a Zhang Qing a punto de llamar. Ver a su nueva y más joven prima sonriendo con expresión afable le hizo sentir enfermo en su corazón.

Los dos crecieron bajo el mismo techo, pero ¿por qué sus personalidades son tan diferentes? Mientras que Xiao-Hui no tiene reservas y es franco, las maquinaciones de esta chica son demasiado profundas.

—Primo mayor, ¿quieres que comamos juntos? —Zhang Qing habló en tono relativamente alto, con la intención de que los asistentes en la oficina pudieran escucharla.

La personas habían notado el trato particular de Zhang Qing hacia Zhang Zi Xuan, y habían estado esperando todo el día a que revelara el secreto respecto a la relación especial entre ambos; sin embargo, jamás imaginaron que ella era su prima menor.

¿Cómo nunca la escuchamos mencionar esto antes? 

Los pocos asistentes en la oficina se miraron con consternación, comenzando a pensar si alguna vez la habían hecho disgustar.

—Señorita Zhang, cuando esté en la compañía, llámeme «jefe» —le dijo Zhang Zi Xuan, asintiendo con la cabeza antes de cerrar la puerta de la oficina y marcharse.

El rostro de Zhang Qing se tornó sombrío al instante luego de semejante bochorno.

Obviamente somos familia, ¿por qué no puedo llamarlo primo mayor en la compañía? Incluso me dijo eso frente a tanta gente, avergonzándome. Cuando regrese a casa, definitivamente se lo diré a papá.

Mientras contemplaba dichas ideas, parecía haber olvidado lo mucho que su padre antes la avergonzaba. Ahora, en cambio, siempre lo tenía en la punta de su lengua; legando incluso a sentir que el comportamiento de Zhang Zi Xuan era una vergüenza para Zhang Guo Qiang. Por eso, si se lo hacía saber, sin duda este reprendería a su primo.

Sin embargo, esta manera de pensar ponía en evidencia que Zhang Qing era una persona egocéntrica y delirante, a quien le vendría bien ayuda.

Los pocos asistentes presentes escucharon las palabras de Zhang Zi Xuan y todos y cada uno de ellos sacudieron la cabeza en su interior. Aunque no conocían las circunstancias, poder asegurar sus puestos como asistentes del presidente demostraba lo habilidosos que eran.

¿Resulta que esa persona no es tan especial?

Con solo esas pocas palabras, ya habían tomado una decisión. No harían disgustar a Zhang Qing, pero tampoco necesitaban ganarse su favor, por lo tanto, seguir tratándola como venían haciéndolo estaría bien. Su jefe era escrupuloso al momento de separar los intereses públicos de los privados. Si no cometías ningún error, no te despedirían.

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