No quiero ser amada – Capítulo 20: No quiero casarme

Traducido por Maru

Editado por Sharon


—Señorita Rihannan, ¿hay alguna posibilidad de que regrese a Arundell?

—Sí, quizás. No lo sé.

—Ya veo…

Jeffrey dejó escapar un leve suspiro. La había observado desde que era un bebé. Le dolía ver a la niña que había conocido desde entonces irse tan pronto.

—Había pensado todo este tiempo que terminaría casándose con un buen hombre y tendría un hijo con él, pero ahora no puedo hacerlo.

Rihannan se rio brevemente de las palabras de Jeffrey, llena de remordimientos.

—No tengo la intención de casarme. ¿Y un niño? No quiero uno.

—¿Qué quiere decir?

—Crees que soy joven y que no sé mucho, pero eso no es cierto. Jeffrey, realmente no quiero casarme o tener hijos. Lo digo en serio.

Rihannan juntó su mano.

Porque…

Cuando hubo vida en su vientre, solo le trajo dolor y sufrimiento.

 ♦ ♦ ♦

[Flashback]

Cuando se reveló que una nueva semilla de vida brotó en el vientre de Rihannan, su mundo cambió rápidamente. El Palacio de la Reina estaba abarrotado de miles de personas, y los nobles que respetaban en secreto a Rihannan la visitaron con un saludo de felicitación y la colmaron de regalos caros.

Y sobre todo, Igor estaba eufórico. La visitaba cada vez que su horario lo permitía y a menudo revisaba su salud, preguntándole si ya había comido.

Ella sacudió la cabeza, sonrió.

—No sabía que el rey tenía este lado —murmuró suavemente.

Y a partir de entonces, parecía que los años fríos entre ellos comenzaron a derretirse rápidamente.

En espera del nacimiento de su hijo, tuvieron su primera conversación.

—Me pregunto si tendremos un hijo o una hija —dijo con suavidad mientras colocaba una mano en su creciente barriga.

A diferencia de Igor, que estaba lleno de expectativas, Rihannan pensaba lo contrario y se encogió un poco ante sus palabras.

—Por favor, sé un niño —dijo él.

A Rihannan no le importaba si su hijo por nacer era de un género específico. Sin importar el resultado, tenía la intención de verter cada gota de su amor, pero sabía las dificultades que su hijo enfrentaría si naciera princesa. Y conociendo las dificultades de tener un hijo, Rihannan no creía que volvería a quedar embarazada. Quizás, este niño sería su primero y último.

—No me importará si tenemos un hijo o una hija —dijo, mirando a Igor suavemente.

Pero su respuesta era impensable para él. Rihannan lo miró con ojos de curiosidad. Igor, a cambio, sonrió.

—Por supuesto. No importa el género del niño. Poco a poco descubrirás lo que quiero decir.

No estaba segura de lo que quería decir, pero estaba un tanto aliviada. Al menos ella sabía que él no haría la vista gorda si el niño no nacido acababa siendo princesa.

Y ahora que lo pensaba, esos fueron los momentos más felices que pasó con Igor. No había sido más que amigable con Rihannan, y su padre y Leticia se mantuvieron callados y en silencio después de que se supo que pronto iba a tener el hijo de Igor.

A medida que pasaba el tiempo, su cuerpo gradualmente se volvió más pesado y necesitaba más y más descanso. Rihannan dejó el palacio real y se alojó en el palacio estacional. Allí, pasó la mayor parte de su tiempo leyendo libros o tejiendo ropa para el niño que esperaba, rompiendo con los deberes de una reina. Hubo momentos en que sonaba un fuerte alboroto afuera, pero sus sirvientes generalmente se ocupaban del asunto rápidamente, por lo que nunca tuvo que preocuparse.

Entonces, un día, Rihannan visitó voluntariamente la oficina de Igor en el palacio real. La idea de que ella lo hubiera hecho habría sido inconcebible antes, pero dada su relación restaurada y renovada, parecía natural visitarlo.

Al menos eso creía ella.

Pero lo que vio le causó el trauma.

Allí, en esa oficina, vio a un hombre y una mujer con el pelo rojo recostada oblicuamente en el escritorio real con las piernas abiertas y gimiendo de placer profundamente. Y el hombre estaba parado entre sus piernas, insertando todo dentro de ella. La mujer tenía sus brazos girando alrededor de su cuello como una serpiente enrollada, y sus labios rojos presionados sobre su cuello.

A los ojos de Rihannan, Igor parecía dispuesto a disfrutar de las caricias de la mujer.

Los dos volvieron la cabeza para encontrar la presencia de Rihannan delante de ellos. Igor mostró una expresión de sorpresa, mientras que Leticia tenía una sonrisa burlona llena de satisfacción.

Entonces así era…


Maru
Maldito cabrón hijo de puta. Jajaja… Que lo maten, que lo ahorquen y esparzan sus restos por el palacio. Desde luego, no puedo ver bien a estas basuras.

17 respuestas a “No quiero ser amada – Capítulo 20: No quiero casarme”

  1. Esto es un chiste?, Creo que me confundí con los comentarios de la novela y se referían a otro rey

    PORQUE NO SE COMO AMARIAN A ESTE PEDAZO DE BASURA

    … Dios dame paciencia y fuerza

  2. Ahh Maldito hijo de p*ta ….. Igooor cabrooon¡¡¡ …. sigo sin entender como es que volveras con el 🤮🤮🤮 yo no podria hacerlooo …. Sientoo lastima por Rihannan 😪😪

  3. Ahorita la verdad siento que ella perdió a su bebé pq su familia hizo algo 😔 y luego el rey siendo una basura, puede que se hizo de la vista gorda jaja unu

  4. Yo lo detesto!
    Maldito HDP!

    El me recuerda al bastardo de la “E!emperatriz abandona”😡😠😡😠
    Solo espero que no se quede con ese malnacido

  5. No sé por qué algo me dice que aún hay más para odiar a Igor… no sé mi detector de basuras aún tiene un par de niveles no completados… de todas las novelas que leí Igor debe estar en un 3er lugar. (PINCHES AUTORES QUE TRAUMAN 😅)

  6. Listo, ganó Igor, como el más hdp de las novelas que leí hasta ahora, ni aunque cambiará o intenté recuperarla, no merece a Rihannan🤦🏻‍♀️🤦🏻‍♀️🤦🏻‍♀️

Responder a Daynet Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido