Viviré con humildad y confianza – Capítulo 90

Traducido por Shaey

Editado por Sakuya


Me llevaron a una suite de dos dormitorios llena de comodidades. No habría esperado menos de un hotel propiedad de la familia Kaburagi.

Desafortunadamente, el refrigerador no tenía nada excepto agua y hielo gracias a la naturaleza de nuestra visita. Me di cuenta de que no iba a comer por un tiempo.

Decidí relajarme un poco en el sofá con un té de hierbas. Íbamos a reunirnos con los demás más tarde para dar un paseo por el parque.

—Dime, madre, ¿no habría sido mi padre una mejor opción para llevar a un ayuno? Creo que él es el que más lo necesita en nuestra familia.

—Tu padre tiene trabajo. Y el ayuno no lo hará más flaco.

Implacable…

—Más importante aún, parece que la Sra. Kaburagi está muy encariñada contigo, mi niña Reika. —comentó felizmente.

Supongo que podría haber parecido así a los demás…

—¡Cómo se esperaba de mi hija! Eres tan terriblemente linda después de todo. ¡Por supuesto que ella pensó que eras compatible con Masaya!

Para, detente, madre. Acabas de dar un salto a través del Gran Cañón de la lógica.

Después de pasar un tiempo controlando a mi madre, fuimos y nos reunimos con los demás.

El personal nos llevó a dar un paseo por el enorme jardín, y las señoras mayores seguían hablando de lo que había pasado antes.

—Incluso la Sra. Kaburagi aprueba a la señorita Reika. Su hija ciertamente tiene un tipo de calidad diferente.

—Hohoho ¡Mi Señoras!, por favor no la halaguen tanto.

Mi madre suena arrogante incluso cuando rechaza los elogios. Podría decir que estaba de un humor fantástico. Mientras las mujeres seguían hablando con mi madre, de repente, recordé que había otra persona de mi edad. Empecé a sentirme un poco mal por la señorita Akimi.

Después de eso, todas nos dirigimos a la misma habitación y tomamos unos tragos para la cena. Todavía estaba demasiada hambrienta… ¿No podríamos haber tenido al menos unos segundos platos? No tenía ganas de repetir eso en los dos días siguientes.

Lo siguiente en el itinerario era un masaje como en el salón de belleza. En realidad, estaba como enfocado en mi sección media. ¿Un masaje de estómago?

 ¡Uhyahyahyahyahya! ¡Hace cosquillas! ¡Gueh!

Me desperté a la mañana siguiente con un estómago de aspecto triste. El desayuno estaba en forma bebible otra vez. Quiero comer algo sólido…

Había una piscina y un gimnasio disponibles para nosotras, pero podía reunir la energía para una caminata en el mejor de los casos. ¿Cómo esperas que la gente se mueva sin comida…?

En cuanto a mi madre, después de nuestros tragos de la hora del almuerzo, se dirigió inmediatamente a nuestra habitación para dormir. Supongo que básicamente se estaba rindiendo. En su lugar fui con las madam a hacer un poco de yoga.

Era un yoga fácil; poses simples diseñadas alrededor de una clase para ayudarnos a relajarnos. Pero tenía tanta hambre que mi estómago seguía haciendo sonidos de gorjeo vergonzosos.

Las amas de casa a mi alrededor estaban felizmente charlando. Seguro que tenían energía… ¿De dónde diablos sacan esa resistencia?

En realidad, eran tan enérgicas que empezaron a hacerme preguntas como:

—Señorita Reika, ¿tienes a alguien que te guste?

—Masaya de la familia Kaburagi está en tu año escolar, ¿no es así?

—¿Qué hay de Shuusuke de la familia Enjou?

—¿Tu hermano ya se ha decidido por una dama?

Seguro que les encanta cotillear sobre la vida amorosa de los jóvenes…

La cena estaba en forma bebible una vez más. Estaba harta de esto… Claro, cambiaron los sabores cada vez, pero, aun así…

Mientras tanto, mi madre se quejaba por teléfono con mi padre.

♦ ♦ ♦

Como era de noche, tenía tiempo para estudiar de un libro de texto, pero mi estómago vacío me había quitado completamente la voluntad de hacer algo.

Decidí dar un paseo para ayudar a mi estado de ánimo. Justo cuando salí, me encontré con Akimi.

Oh, eso es…

Akemi oculto una bolsa de la pastelería del hotel atras de su espalda.

Qué incómodo…

Justo cuando decidí pretender fingir que no había visto nada, Akimi lo presentó con dudas.

—Los batidos que nos dan no me llenan así que… —dijo con una sonrisa de auto desprecio.

—Sí, lo entiendo. Yo ciertamente me siento famélica —sonreí educadamente a cambio.

Ah, vamos. No pongas esa cara. No es como si estuviéramos hospitalizadas o algo por el estilo, así que, si quieres comer, solo come.

—Señorita Reika, ¿podemos hablar un poco?

Las dos fuimos a dar un paseo por el jardín.

La iluminación del jardín lo volvia increíblemente hermoso. Sin decir nada, caminamos a uno de los bancos y nos sentamos.

—Después de conocerte, señorita Reika, he estado pensando… realmente tengo muy poca voluntad, ¿no es así?

—¿Eh? ¡Para nada!

Al contrario, no creo que alguna vez conozcas a una persona con tan poca voluntad como yo. Hay un dicho japonés, ¿no? «Un sacerdote de tres días»; básicamente se refiere a alguien que se rinde en un santiamén. De no haberlo sabido antes, pensaría que inventaron esa frase solo para mí.

—Cuanto más me dicen que no puedo comer, más y más quiero hacerlo.

—Entiendo cómo te sientes… —asentí con mucha fuerza.

¿Por qué mi estómago siempre suena cuando decido hacer dieta?

—He estado con sobrepeso desde que era pequeña. Trate de adelgazar unas cuantas veces, pero siempre me rindo… El nombre Akimi “belleza radiante” se desperdicia en mí.

Wow, wow, ¿crees que el nombre Reika “flor resplandeciente” me queda mejor? Significa que supuestamente soy tan hermosa como una flor, ¿sabes? Tan encantadora que todo lo que hago es comer todo el día, un cachorro mapache que incluso fue confundido con una mujer embarazada una vez.

Así que no hay necesidad de que sonrías tan tristemente con tu bolsa de pasteles, ¿vale?

—Debe ser agradable ser tú, señorita Reika. Eres tan hermosa. A menudo oigo rumores sobre que el joven Takateru sale con su hermana menor. Él debe estar muy orgulloso de ti. Me da envidia.

—Mmm, no estoy muy segura de lo que quieres decir…

—También tengo un hermano mayor. Pero me odia porque soy gorda y fea, sin duda. Ni una sola vez me ha invitado a algún sitio.

Uhhh, sí, creo que es más fácil que mi hermano me saque, y más que me acompañe, pero…

—Incluso Sra. Kaburagi tiene su ojo puesto en ti. Eres realmente increíble, señorita Reika. Tu padre, el presidente Kisshouin, también se jacta de ti en todas partes, ¿sabes? Dios, es increíble lo orgulloso que está de ti.

¡Qué diablos estás haciendo, maldito mapache! ¡Espera a que llegue a casa!

—Mi padre es demasiado cariñoso conmigo. Dios, esto es vergonzoso. Debo advertirle la próxima vez que le vea. Y le haré saber que soy simplemente gorda en lugares que otros no pueden ver. Mi sección media, por ejemplo. Algo que parece que he heredado de mi padre, por desgracia. Mi estómago es un verdadero malvavisco en este momento.

—¿Un verdadero malvavisco? Dios, dices cosas graciosas —se río con una sonrisa amable. Definitivamente estaba regordeta, pero eso la hacía más linda y relajante para estar cerca. En realidad, no había ninguna razón para que se menospreciara tanto a sí misma. Supongo que me recordaba al Hanachirusato de la Historia de Genji.

Decidí animarla. Por eso, empecé a contarle todo tipo de historias en las que yo era el centro de la broma. Cosas como…

—En realidad, una vez mientras llevaba mi uniforme escolar, el gancho de mi falda se rompió cuando me senté;

o “En el momento en que me lo puse en el vestuario oí un rasgón, así que lo compré y nunca más me lo puse”.

o “Un día me comí un pastel entero yo sola y me quedé postrada en la cama por el dolor de estómago”.

Akimi me escuchó mientras se reía, pero yo tenía la sensación de que ella pensaba que yo sólo estaba exagerando.

Qué inocente.

Lejos de exagerar, estas historias eran sólo la punta del iceberg.

Por desgracia, todavía tenía muchas historias embarazosas como “aquella vez que me columpié de una cuerda y casi la apilé” o “aquella vez que me estrellé en el cubo de la basura de la clase” y otras historias tan inmencionables.

Aun así, parecía que funcionaba un poco. Akimi me ofreció una galleta de mantequilla en forma de hoja de su bolso.

¡Galleta de mantequilla! ¡Quiero comer! ¡Pero estoy ayunando ahora mismo! ¡Por qué me tienes que tentar así!

Sintiendo mi confusión interna, Akimi sonrió y me dijo.

—No soy sólo yo la que se escabulle por la noche para comer, ¿sabes? Casi todas las participantes han estado haciendo lo mismo.

—¿¡Ehhhh!?

—Creo que sólo tu madre y tú estan ayunando correctamente. El personal del hotel se mantiene callado incluso si te ven. Si no lo hicieran, ¿cómo habría comprado esto?

Madreeeee, ¡nos han engañado!

Me preguntaba cómo es que todas las demás tenían tanta energía.

—Y aquí estaba yo, tan hambrienta que sólo podía pensar en comida…

—Huhu, ¿entonces comemos?

—No, creo que aguantaré un poco más. De lo contrario, sería un poco frustrante.

—Supongo que lo hare por ti, señorita Reika. Haz lo mejor que puedas.

Como el aire comenzaba a enfriarse un poco, las dos decidimos volver a nuestras habitaciones. Para guardar las apariencias, le presté mi bufanda para esconder la bolsa de pasteles. Me lo agradeció con una sonrisa.

¿Crees que nos hemos acercado un poco más?

Nuestra última comida consistió en arroz congee. ¡¡¡Haaah!!! Qué rico…

A mi lado, mi madre parecía estar en la felicidad total. Entiendo cómo te sientes. Realmente lo entiendo.

—El curso de ayuno ya está completo —anunció el personal.

Y con eso, nos preparamos para partir.

Es hora de ir a casa. Por favor, déjame ir a casa.

Las dos nos despedimos antes de subir al coche que nos esperaba. Incluso Akimi me despidió con la mano cuando me fui.

♦ ♦ ♦

¡Estoy en casaaaaa!

Mi padre y mi hermano estaban esperándonos con la cena recién hecha.

Obviamente debido a su espíritu debilitado, mi madre se sintió abrumada por la emoción y se aferró a mi padre en un abrazo. No hay duda, son la Bella y el Mapache.

Intenté hacer lo mismo con mi hermano, pero cuando lo hice, él me esquivó. ¡Por qué!

5 respuestas a “Viviré con humildad y confianza – Capítulo 90”

  1. Oh! Pequeña Reika! Jajajajaja! Tan buena e inocente, si que te estás volviendo toda una señorita, autor por favor que alguno de los personajes nos hable más de nuestra niña
    Gracias por actualizar esta historia, me entretiene mucho y estoy ansiosa por saber con quien Reika va a escapar del destino fatal

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