Villana sanadora – Capítulo 1

Traducido por Mei

Editado por Nemoné

Corregido por Aurora Blue


Me desperté sobresaltada. Al mirar alrededor, me di cuenta que me encontraba en una habitación… Más bien, era una especie de sala de reuniones con tan solo una mesa y unas cuantas sillas ubicadas en el centro de la habitación. Yo estaba sentada en una de las sillas, mirando de frente, a un desconocido.

—Hola, ¿cómo te sientes?

Vestido con un traje azul y su cabello largo atado, el hombre era bastante apuesto. Sin embargo, su apariencia no se sentía, en absoluto, como la de alguien que trabajara en una oficina. Sus ojos negros, de alguna forma, lucían vacíos.

Era un tanto aterrador. Pero la pregunta importante aquí era: ¿Qué hacía él en este lugar? No… Lo que debería estarme preguntando, es: ¿Qué hacía yo en este lugar?

—Creo estar bien, pero, ¿dónde estoy? ¿Quién eres?

—Este lugar es llamado “Hogar de los muertos”, o el “más allá”, si nos referimos a como se conoce en tu mundo —respondió, con una voz monótona, carente de emoción—. Pero, no tienes que temer. Este lugar, en donde estamos ahora, no es nada por lo que debas estar asustada. De hecho, es el punto más seguro del Hogar de los muertos —me tranquilizó, esbozando una sonrisa.

Incluso su sonrisa daba escalofríos.

—¿Un mundo después de la muerte? —repito después de él.

Entonces, ¡realmente estaba muerta! Me sentí bastante asustada y descontenta. Pensé: es tan difícil nacer, pero es tan fácil morir. Mi vida no debería haber terminado así; aún tenía tantas cosas que deseaba hacer.

—Eso es cierto, es una lástima que tu vida haya terminado de esa manera.

Lo miré interrogante.

¡¿Acaso acababa de escuchar mis pensamientos?!

—¡Ja, ja, ja! —Se rió de mi cara de asombro—. Puedo escuchar cada pensamiento que tienes. Este lugar no es llamado el Hogar de los muertos por nada. Aquí, no hay tal cosa como los secretos.

—¿En serio? Entonces, debes ser un Dios de la muerte.

—Puedes llamarlo así.

Al parecer estaba equivocada y no es un Dios de la muerte.

—Más bien, soy el que se encarga del papeleo. ¡Ah! Los detalles se supone que deberían ser un secreto.

—A penas puedo asimilar toda esta información. Bien, ¿qué quieres de mí?

—¡Excelente! Realmente me gusta trabajar con personas fáciles de tratar. —Sonrió de nuevo. El escalofrío que recorrió mi espalda me anunció que cualquier cosa que dijera a continuación no serían buenas noticias para mí—. Es verdad que quiero enviarte al cielo, pero están teniendo serios problemas en estos momentos debido a que no se supone que murieras todavía; y ni siquiera tienes suficientes pecados como para enviarte al infierno. Así que, tengo una propuesta para ti. Puedes reencarnar, en un nuevo lugar, conservando tus recuerdos intactos. ¿No es eso bueno para ti?

—No tengo la opción de decir no, ¿cierto? Y, aunque la tuviera, de seguro no tomarías un “no” como respuesta, ¿verdad?

—Realmente es fácil trabajar contigo. —Aplaudió, alegre—. Es justo como dijiste.

—Como quieras —resoplé—. Solamente envíame donde sea.

—¿Qué tipo de persona crees que soy? —replicó, ofendido—. ¿Qué tal aquí?

Con el chasquear de sus dedos, hizo aparecer un disco parecido al de un juego otome.

Ensanché mis ojos cuando me di cuenta que se trataba del juego que a Sunny le gustaba; el cual, me insistía para que jugara con ella. Durante ese tiempo, al no tener nada mejor que hacer, siempre terminaba cediendo. Sin embargo, no llegué hasta el final. Era tan largo que permitía que Sunny me contara el contenido, para así, ahorrarme el completarlo por mí misma.

No era fan de los videojuegos. Cuando era estudiante, tuve que esforzarme mucho para pasar el examen de medicina, así que no tenía tiempo para dedicarlo a otra cosa que no fuera el estudio.

Pero, al contemplar el disco en sus manos y su mirada…

—¿Estás bromeando conmigo? —pregunté, incrédula.

—Al parecer estás muy familiarizada con este juego, ¿estoy en lo cierto?

—¿Qué es lo que realmente quieres de mí?

—Eres una buena persona, al punto de que es realmente aterrador. Sabes, una mala persona es muy fácil de leer porque actúan por instinto y aquello siempre los delata, pero cuando se trata de personas buenas… son muy difíciles de leer. Así que, quiero saber por qué haces buenas acciones. No lo entiendo. Muchas personas vienen aquí a hablar de sus pecados y son enviados al infierno, pero tú…

No estaba entendiendo a qué quería llegar.

—¿Cuál es tu razón?

—Yo actúo según lo que considero correcto.

—Es una buena respuesta, pero realmente quiero saber cuánto tiempo permanecerás siendo de esta manera.

—¿Es un reto?

—¿Acaso no es más divertido así?

—¡Acepto el reto! A donde quiera que me envíes, seguiré siendo la misma.

—¡Maravilloso! —Aplaudió, emocionado—. Espero te diviertas en tu nueva vida. ¡Ah! Hazlo placentero para mí, también. ¿Lo harás, Shiwa?

¡Espera! Ese nombre no es…

—¡Bastardo! —exclamé.

—Bastardo, no; mi nombre es Hades [1]. Un gusto conocerte.

Contemplé impotente su sonrisa fría mientras era absorbida por una penetrante oscuridad.


[1] Por si no saben, Hades​ hace referencia tanto al antiguo inframundo griego, como al dios de este. En la mitología griega, Hades es descrito como el dios del inframundo y los muertos.

Nemoné
¡Hola a todos! Denle la bienvenida a esta nueva novela (y tailandesa dogdjgo). Disfruten leer el plan de una villana sobre curar corazones rotos.

4 respuestas a “Villana sanadora – Capítulo 1”

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