Villana sanadora – Capítulo 17

Fui arrastrada a un almacén… Aunque, puedo ver con bastante claridad en la oscuridad, esta situación me daba un mal presentimiento. Sin embargo, no creía que la niña zorro fuera del tipo de persona que resolviera las cosas usando la violencia.

¿Tanto así quiere que me disculpe con ella?

—¿Qué quieres? —pregunto, sin dejarme intimidar.

Retrocedo unos pasos y me preparo para luchar, en caso de que ella quiera atacarme.

—Yo…

Puedo ver en sus ojos que está dudando sobre algo. Ambos, sus orejas y cola, se agitan nerviosas. Creo que tiene algo que decirme.

—¿Qué es? —la insto a hablar.

—No te ibas a disculpar conmigo, así que yo…

—¿Yo…?

—En ese caso, ¡quiero que me ayudes!

¿Qué acaba de decir?

Mi cabeza debe haber sido golpeada por una pelota o algo porque la siento adormecida en estos momentos. Incluso, algunas de las ecuaciones más complicadas que realicé en mi vida pasada no me hicieron sentir de esta manera. Tengo que recordarme a mí misma que los pensamientos de las personas no son solo una ecuación.

¿Qué es con exactitud lo que ella quiere de mí?

—¿Quieres mi ayuda…?

—¡Es cierto!

—¿Por qué tengo que ayudarte?

—¡Todavía no te has disculpado conmigo!

—Ese es tu problema, no el mío. Si no tienes nada más que decir, entonces, regresaré a mi aula.

¡Por cuánto tiempo tendré que lidiar con esto!

Ella agarra mi hombro cuando estoy por irme… ¡¿Qué?! ¡¿Sabrá que me está volviendo loca con sus acciones?! ¿De verdad quiere agotar mi paciencia?

Aunque, soy una pacifista, ¡¡¡no me podré contener si me hace enojar!!!

—Eres cercana a tu prometido, ¿cierto? ¿Puedes decirme cómo llevarme bien con mi prometido, al igual que tú? ¡Por favor!

—¡¿Qué?! —Creo que es la enésima vez que he dicho esta palabra. Tengo que admitir que nosotros somos muy cercanos. Sin embargo, nuestra relación está un poco fuera del estándar normal—. ¿Por qué quieres saber?

Retiro su mano de mi hombro y la miró sin ninguna expresión.

—Nos comprometimos no hace mucho. Es mi deber casarme con él y preservar la paz entre nuestros reinos; este compromiso es muy importante, pero…

—No puedes llevarte bien con él. ¿Es cierto?

—Es cierto…

Sus orejas de zorro caen, expresando su angustia. Comprendo que con su posición viene una gran carga. Puede volverse un asunto problemático si ella no cumple con las expectativas de su pueblo. Solo conozco un poco sobre la ruta de Akane ya que no me interesó jugarla. Recuerdo que es removida de su posición como princesa después de que la heroína captura exitosamente a su prometido. De allí en adelante, vive en la miseria.

Siento un poco de lástima por ella.

—No tengo ninguna solución para ti. Debes encontrar a otra persona que te ayude.

—¿No eres la prometida del príncipe Luler? ¡Puedes decirme cómo te hiciste cercana a él!

—No creo que quieras saber.

Apuesto todo mi dinero a que ella no me creería.

—¡Cuéntame! —insiste.

—¿Por qué no atas a tu prometido a una silla? Tal vez, te acerques a él de esa manera.

—¡No bromees conmigo! Estoy hablando en serio!

Estoy siendo seria, también…

—Solo estás perdiendo tu tiempo… La clase está a punto de empezar, no quiero llegar tarde en mi primer día. Tú también deberías regresar a tu salón.

Abro la puerta para salir del almacén. La habitación es estrecha e incómoda. No entiendo por qué tenía que empujarme dentro de ella solo para hablar de esto.

—¿Por qué tengo que regresar a mi aula? Después de todo, estamos en el mismo salón. —Inclina su cabeza y me mira con ojos brillantes.

¡¿Estamos en la misma aula?!

—Me siento enfrente de ti.

¿Ehh? ¿Por qué no supe de eso? ¡Es cierto! En ese momento, no miré al frente.

—¡¡¡Ya no puedes escapar de mí!!!

Oh no… ¿Le debería decir esto a Dios o a Satanás? Creo que mi vida se hará mucho más difícil de lo que se supone sería.

 ♦ ♦ ♦

Al mismo tiempo, en la clase uno.

De repente, el cuerpo de Luler se sacudió de forma brusca. El chico había sentido un escalofrío recorrer su espina dorsal, lo que lo hizo estremecer; aquello, asustó a su amigo, quien se sentaba cerca de él.

—¿Qué sucede? —preguntó el chico.

El pequeño vampiro se volteó a verlo en shock, sintiendo como si le faltara algo… Es muy extraño, la sensación se produjo cuando pensó en Shiwa.

—Siento que va a disminuir… —comenta, para sí mismo.

—¿De qué hablas? —lo interroga el muchacho, sin comprender.

El instinto de Luler le decía que algo iba a arrebatarle a su amor.

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Autor: Pequeño Luler, tu amor no va a ir a ninguna parte~~~

¡¡¡El instinto de nuestro pequeño maso es aterrador!!!

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Capítulo 18 y 19 ya disponible en Kovel Times edición 23.